María ConstanzaAmanecí una vez más entre los brazos de mi futuro esposo. Anoche no nos detuvimos, y por causa de ese deseo insaciable me dolía el vientre y mis piernas. Acaricié los vellos de su antebrazo, me encantaba lo varonil que se le veían los brazos.—¿Ya dejaste de repararme? ¿Cómo amaneciste?—Peor que cuando hicimos el amor por primera vez. —Su sonrisa era hermosa.—A mi favor solo cumplía órdenes, tú pedías que te diera duro. —soltamos la carcajada, hablaba con su cabeza entre mi cuello—. Tenemos un par de diligencias importantes.—¿Cómo cuáles?—Bañarnos juntos, extraño pasarte el jabón por tu cuerpo, desayunar, e ir al cementerio, —me alejé para mirarlo—. Quiero mirar si contigo tengo la fuerza para hablar con ellos y luego debemos ir a la boutique. —alcé mi ceja—. Pequeña, la reunión de mañana es porque nos casaremos y toda la familia después del mediodía comenzará a llegar. Toda la familia viene para nuestra boda civil, menos Guille y Naty.—Es entendible su situación.
SantosDespués del desayuno y de la parranda improvisada que se formó en el salón alquilado, donde Alejandro fue el promotor después de la cena. Sin lugar a duda fue una noche increíble, luego nuestra celebración personal, una vez cerramos la puerta de nuestra habitación fue lo mejor del día. Nos llegó la madrugada amándonos.Sin embargo, no puede disfrutar de un rico mañanero, mis hermanas y sus tías me la robaron desde las siete de la mañana y era la hora no la había visto, cuando ya sé cuál era el vestido que iba a utilizar porque lo compramos juntos. —Me parecía mentira, jamás me vi en un futuro casado, y solo hasta hoy comprendo el daño emocional que me hizo Rocío.Me sentía tranquilo, y el insomnio día a día iba desapareciendo… Desde que llegó mi pulga dormía muy bien. —sonreí—. Acabo de confirmar que en la vida existen personas con un fin determinado, eso que tanto dice el padre Castro lo estaba viviendo con mi mujer. Ella nació para mí.En fin, tenía que arreglarme para mi bod
SantosNos habíamos quedado en la hacienda en Villavicencio. Había pasado tres meses, de hecho, María Constanza estaba contemplando la idea de regresar a Bogotá solo cuando nos entreguen la casa que actualmente estamos construyendo. Eso sí, cada ocho días viajamos a la capital, para ver los avances y para estar con nuestros suegros. Esta rutina la comenzamos a hacer desde hace un mes.Desde aquí estaba dirigiendo las empresas de la familia y mis hermanas abusaron al entregarme todo de una vez. Una para ella quedar jubiladas y la otra, que creo es la principal, era para que no me arrepintiera, por eso me entregaron todas las obligaciones. Y ya estaba tomando el ritmo. El restaurante de mi esposa también estaba en proyecto y andando.Los chicos en un par de meses tenían el juicio, los demandantes cada vez ponían más trabas y habían dilatado las audiencias, pero ya el juez decretó el juicio para dentro de dos meses. En total ya tenían casi cuatro de estar encerrados. Por lo menos nos enc
NataliaNo fue nada fácil parir, y ahora verlo en mis brazos acepté la propuesta de Guille de tener dos hijos más. Era increíble ser madre. Puede que no sea el objetivo de algunas mujeres, sin embargo, les puedo asegurar que era el amor más incondicional existente. No te explicas cómo es que nace un amor a primera vista.Me habían parecido un sueño estos meses de matrimonio, de un verdadero matrimonio. Me parece un sueño, pero uno hecho realidad. Después de todo eso, de que tanto deseas si se cumple. Y aquí estaba cargando a Emiliano, el hijo del hombre que siempre he amado. No podía creer que este ser tan pequeño, fuera tan perfecto y me fue entregado para cuidarlo, amarlo y guiarlo.Las lágrimas se me salieron de felicidad, al acariciar su suave mejilla. Sentía felicidad absoluta. No importa lo que desees en tu vida, mientras no le hagas daño a nadie, se debe de luchar por ser feliz, para mi existencia ser madre, esposa y profesional eran mis logros personales y ahora los tenía. Eso
SantosEstaban acribillando el puto timbre del apartamento, y ese debía de ser Guillermo, que solo venía a joder, ¡hoy sábado y eran las cuatro de la mañana!, pero ¿este se la fumó verde? Además, él tenía llaves. Con mi cara de puño le abrí la puerta.—Sabía que no te habías arreglado. Tenemos que estar en el aeropuerto a las ocho.—¿Y cómo para qué? ¡Se te perdieron mis putas llaves!—Te dije que no tomaras tanto anoche.—Guille, tengo un par de horas de haber llegado y quiero dormir.—¡No podemos! ¿Se te olvidó? —Me le quedé mirando…¿De qué carajo debía acordar? Si vino con un bolso de viaje y arreglado para salir era porque algo pasé por alto, peor no recuerdo si tenía un compromiso. Él siempre me ayuda con los recordatorios, parecía el secretario, en ocasiones dejando a un lado su puesto de jefe de ingeniero en la multinacional en donde trabajamos.—¿Qué compromiso tenemos?—Y eso que dices amar a Maju con tu alma. —me puse serio.Ante el nombre de una de las mujeres que más quie
SantosLlegamos al gran patio de la casa de los Abdala. La reunión se llevaría a cabo de manera familiar, pero la gran familia de Maju y César daba para que en total fueran más de cien personas. Ya había saludado a todos los invitados, quien no me agradó mucho fue la actual novia de Julián.¿Qué habrá pasado entre él y Adara? Juraría que iban a casarse, esa jovencita si era una buena mujer. En fin, cada uno se labra su propio camino. Los padres que me otorgó la vida me abrazaron con fuerza, tenía diez años por fuera. —aunque ellos me han visitado cada vez que podían desde hace mucho, no lo hacían en familia.—Sin falta mañana almuerzo en mi casa. —dijo Vladímir, ni modo de decirle, no—. Ya todos están invitados. Queremos darte la bienvenida.—Ni que no nos hubiéramos visto.—No es lo mismo las videollamadas Santos, ¿qué parte de esta es tu familia, no comprendes?—Nos vimos hace tres años en México. —Me excusé, ante Vladímir.Tenía muchos años de no estar en Colombia y a falta de unos
GuillermoSu esposo le puso su mano en los hombros, acaparó su atención, le dio un beso en los labios… Bebí otro trago de licor. ¿Qué carajos me pasaba? La gente aplaudió, nos levantamos, la quinceañera ingresaba de la mano de su padre y comenzó a sonar el vals.—Hagan la fila. —llegó Fernanda—. En orden, primero los integrantes de la familia directa, luego los tíos. Tu Santos ve a hacer la fila como uno más de sus hermanos.—¿Yo? —sonreí, Santos detestaba toda esta parafernalia.—Sí, tú. —Lo encaró Fernanda, Alejo y David se reían—. A ti te criaron como un hijo, César y Maju te ven como tal. —alzó la ceja, se encaminó dónde se encontraba Julián y Samuel esperando para bailar, a ese primer grupo se unieron los abuelos. Los dos hermanos le cedieron el turno a él como si fuera el hermano mayor.—¿Y en qué puesto quedo yo? —dije.—Con el resto de los primos, tú inicias por ser el mayor.Ni modo de refutarle a la quien apodaban Chuky. Santos se acercó a la cumplimentada y solo pude notar
María ConstanzaSeguía al pie de las escaleras, debatiéndome en sí, armar un escándalo en mi propia fiesta. Una vez se terminó el vals le dije a mamá que necesitaba ir al baño, vine corriendo y al subir las escaleras vi lo que no tenía que ver, luego se encerraron en su habitación y corrí a mi recámara a pasar el enojo con la arpía de novia que ahora tenía Julián.Pero como… ¿Santos como hizo eso? Tan lindo que me pareció ese hombre… Jamás me imaginé verlo y menos con la asquerosa esa, pero en que momento se le ocurrió a Julián terminar con Adara. A mi madre tampoco le agradaba la novia de hace unos cuatro meses. Lo cierto era lo que vi, ¿estarán aún en su habitación?Me da tanta rabia que Julián sea tan terco y… tampoco sé lo que ocurrió entre ellos. Pero meterse con sabandijas interesadas. Si supiera lo mucho que Adara lo amaba. No puedo permitirlo. —al asomarme por la puerta de mi habitación salió Guille, Eros y Julián… ¡Carajos! Me perdí el chisme y tengo que ir al baño.No demoré