De pronto se escuchó que se abría la puerta y entro un Harrison bastante alegre.- Pequeña Zoe, ¿Cómo estas querida?- Abuelo Harrison, me encuentro bien gracias. Justo estaba revisando estos libros que trajo Julián. – Zoe miro de reojo a Julián que seguía sonriendo coquetamente mientras le brillaban los ojos como si un niño pequeño estuviera pensando en travesuras para realizar.- Quiero que comiences a leerlos y practicarlos cuanto antes. Mientras más pronto perfecciones tus poderes, será mejor para todos.- Está bien, los leeré en mi tiempo libre. - >- Respecto a eso, estaba preguntándome si no preferirías dejar tu trabajo. – Harrison había pensado mucho la forma de abordar este asunto.- ¿Qué?, pero es un excelente trabajo, soy muy buena programadora y estoy en un proyecto bastante grande en este momento.- Si, lo sé, pero me preguntaba si lo dejaras y te vinieras a trabajar aquí al museo con nosotros. Tú eres excelente con las antigüeda
{Casa girasoles} Zoe no podía contener más sus ganas, amaba el sentimiento de tenerlo sobre de ella, de sus manos acariciando su cuerpo, recorriendo su espalda, su cintura, sus piernas... y esa boca que la chupaba y lamia con suavidad… Desde su cuello hasta sus pechos, rodeándolos y saboreándolos, haciendo que su deseo aumentara ferozmente. Cada parte de su cuerpo se deleitaba con ese sentimiento que consumía sus entrañas. A pesar de ser virgen su cuerpo sabía lo que quería, y lo quería a él, quería que la hiciera suya, anhelaba sentirlo tan profundo, tan fuerte y tan rápido, lo necesitaba con todo su ser, quería que tomara cada parte de su piel y apagara ese fuego que la consumía.... De pronto un ruido ensordecedor sonó a lo lejos, haciéndola despertar, eran las 7 am y tenía que prepararse para ir a trabajar... <
Pasaron un par de días, en donde todo transcurría con aparente tranquilidad, no se escucharon nuevos casos de víctimas y las calles se sentían un poco más seguras. Sin embargo, Zoe seguía sintiendo que alguien la vigilaba por las noches, aun en su casa la sensación no disminuía y se encontraba bastante ansiosa. Por este motivo, decidió incrementar la seguridad en su casa, compro una protección adicional para sus puertas y ventanas. También decidió no sacar al pequeño Sombra a pasear al parque después de que el sol comenzara a ocultarse. Después de cenar, se dio una ducha y se colocó su pijama favorita, se dio cuenta que eran las 11 de la noche, pero aún no tenía sueño, de hecho siempre había preferido estar despierta en la madrugada y dormir en el día, solo que este trabajo era muy importante, por lo que se obligaba a dormir temprano para no llegar tarde y desvelada, así podría rendir más… Pensando en que podría quedarse dormida más fácilmente con una película, decidió juntar las alm
Julián sintió una especie de opresión en el pecho, una punzada, más que eso, era algo que le carcomía en lo más profundo, era una sensación que jamás había tenido en su vida... No entendía que pasaba pero su instinto cazador se encontraba en modo ataque y buscaba a su presa. > Mirando por todo el lugar, Julián no podía encontrar a la persona responsable de ese sentimiento, por lo que decidió ampliar la búsqueda y abandonar el bar. Salió en el momento exacto que una pequeña y curiosa joven de cabello largo, rizado y enmarañado bajaba de un auto rojo. Julián no entendía porque esa pequeña cosa le causaba una punzada tan rara, y ¡su olor!… A pesar de la distancia podía percibirlo tan claramente. Era fresco y podía percibir unas pequeñas notas de jazmín y lavanda. De pronto se le abrió el apetito. Quería acercarse a ella y oler su cabello. Tenía tanta necesidad de recorrer su cuello con sus
Zoe escucho el grito de su amiga y volteo a la puerta del bar, solo para verla correr a toda velocidad en su dirección. Cuando Claudia llego hasta su lugar se acordó de aquel suceso y al voltear la mirada nuevamente ya no encontró al malandro misterioso. > - Zoe gracias por venir, estaba tan asustada, ¿Te costó mucho trabajo llegar? ¿Porque no me avisaste que ya estabas aquí?. Me preocupe que ya había pasado mucho tiempo así que decidí mirar un poco y alcance a ver tu pijama. Eres inconfundible. - Lo siento mucho, llegue hace unos minutos, pero había unos hombres malos y tenía miedo que si salías te podrían hacer daño. - Qué raro, yo no vi a alguien más, osea, cuando te vi de lejos había como una sombra gigante que no alcance a distinguir, pero no se me figuro un hombre ¿Tu estas bien, te hicieron algo malo? - No me hicier
{Casa girasoles} Esa noche Zoe nuevamente soñó con él, bajo una luz blanca que emanaba de su pecho, se encontró siendo acariciada por sus manos, sintió como la besaba tan suave, cálida y profundamente, percibió su cuerpo sobre el suyo mientras ella jadeaba y se aferraba a su cintura. De pronto se miraron fijamente, después de tanto tiempo ella podía ver el rostro de aquel hombre, y era igual a aquella bestia que la protegió... Más sucio, mas rudo y más salvaje, pero con esos mismos ojos negros penetrantes que parecía que podían leer a través de ella. > En un instante, ese sueño tan maravilloso comenzó a tornarse lúgubre y oscuro mientras el desaparecía lentamente bajo su mirada, y en cambio comenzaban a aparecer rostros de personas que ella no conocía bajo una espesa nie
{Casa Marina} A las 5 de la tarde los invitados comenzaban a llegar a la Casa Marina. La cual se encontraba en un lugar muy exclusivo en Punta Diamante. Era una hermosa casa de 3 pisos con sótano, palapa y alberca que tenía unos 1000 metros cuadrados. Si bien no era tan grande como otras de la misma zona, se encontraba lo suficientemente protegida y escondida para que la gente que se intentara asomar no pudiera apreciar su interior correctamente. Esto era algo que resultaba muy adecuado para Julián y Noé quieres a menudo tenían que mantener cosas protegidas que no podían llevar a Mansión Medianoche. De igual forma la casa se encontraba en una zona con entrada exclusiva, lo que hacía que no cualquiera pudiera ingresar deliberadamente. Si bien no era la única casa de seguridad que tenían distribuida en todo el distrito, si era la única en la que permitían el acceso a gente externa a su grupo. Aquí se reunían con la que tenían que realizar negocios fuera de la empresa, amigos de Francis
Zoe llego al bar, donde varios jóvenes se encontraban sirviendo tragos. Se encontraba sumamente perturbada por ese hombre y esperaba alejar sus pensamientos con la bebida. - Por favor, me da un Martini. - Si claro señorita, aquí esta. – El hombre le acerco la bebida. Mientras Zoe comenzaba a beber con desesperación, Claudia llego corriendo y comenzó a reírse de ella. - Chica no puedo creer que no me contaras lo guapo que es ese hombre. Es tan grande, sexy, rudo, salvaje… - Sí, sí, sí. Es muy guapo, pero eso no le quita lo malandro, así que deja de alagarlo. - Pues yo no veo que sea tan malo, incluso su atuendo es bastante increíble y al ser socio de mi primo seguramente es un hombre bastante adinerado, eso es todo un plus. - Bueno eso no me impresiona… Además el que hoy se vea bien, no significa que no sea mala persona si estaba ese día en el bar. - Yo también estaba y tú también jajajaja. - Bueno si, pero el salió de ahí, y parecía muy confiado, seguro se la pasa ahí buscando