Gracias por leer mi novela. Te invito a leer de mi autoría: Mi pequeño y gran secreto La mujer en mí Contratémonos sin miedo Gil y el alfa maldito El Alfa supremo Mi desconocido esposo
“Pasajeros del vuelo con destino Berlín, Alemania que aún no han abordado el avión por favor chequen sus pasajes y aborden el avión, es el último aviso”“Pasajeros del vuelo con destino Berlín, Alemania que aún no han abordado el avión, por favor chequen sus pasajes y aborden el avión, es el último aviso”—¡Corre papá, corre! Grita una joven corriendo por todo el enorme aeropuerto rumbo a la puerta de embarque, seguida de un hombre que le lleva un bolso y corre detrás de ella.—Adelántate hija, yo te sigo —le dice al ver que ella puede perder el pasaje—, ¡chequea el pasaje primero!—¡Ah, sí! La chica corre y sin darse cuenta choca con un hombre, pero sigue corriendo, y por un momento se asusta al ver que él tipo corre detrás de ella y le hace señas.—¡Lo único que me faltaba! ¡El acosador! ¿Qué hace aquí? ¿Me estará siguiendo? Olvídate de ese tipo Lianet, y corre que te vas a quedar sin tu vuelo. Sigue corriendo hasta llegar a la ventanilla, sin detenerse ante las voces que le da e
Nadir Figueiro, el único vástago de Josué Figueiro, uno de los hacendados más influyentes y prósperos de la región, era bien conocido no solo por su linaje sino también por su destreza en la cría de ganado vacuno. Las dos mil hectáreas de tierra fértil que poseía se extendían como un tapiz verde bajo el cielo abierto, albergando a más de mil cabezas de ganado. Estos animales no solo eran el núcleo de su imperio agropecuario, sino también la fuente de una impresionante producción que superaba los tres mil litros de leche y las cinco toneladas de carne al mes, abasteciendo tanto al mercado local como al internacional. Esta vasta contribución no solo consolidaba la posición de la hacienda Figueiro en el mercado, sino que también afirmaba el estatus de Nadir como el ganadero más destacado del sur del país, cimentando así su fortuna y reputación.La fortuna de la familia Figueiro no se limitaba a la ganadería. Las tierras de Nadir también albergaban yacimientos de diamantes, en particul
Se queda paralizada al ver la increíble visión del joven más hermoso que sus ojos han visto del otro lado del río, montado en un imponente caballo que se para en dos patas, al tiempo que un relámpago seguido de un rayo ilumina todo alrededor. Aunque quiere no puede apartar sus ojos de los azules del joven que la mira fijamente, como si ella fuera una visión. Al fin reacciona y corre a esconderse detrás de un matorral, junto a su caballo. Cuando vuelve a asomarse, la imagen del joven vaquero la deja estupefacta. No está segura si lo que ve es real o su imaginación. Lo cierto es que la hermosa visión del apuesto joven vaquero hace que su corazón salte acelerado y le alivie un poco el dolor de lo que no hace mucho vivió.Unos momentos antes… Baja despacio por las escaleras de la habitación en que la ubicaran después que llegara del aeropuerto a la casa de su padre. Todo le parece extraño y atemorizante. ¿A dónde he venido a parar?Se pregunta en lo que camina por el salón.Por favor d
Nadir se encuentra concentrado tratando de organizar todos los papeles de la matrícula que deberá entregar, cuando un fuerte golpe hace que se le caigan desparramados por el piso.—Perdón, perdón, no lo vi, no lo vi —dice la voz de una chica en alemán, se gira despacio para decirle que no hay problemas. Y no puede creer lo que ven sus ojos.—¡¿Tú?! Ambos se han quedado mirándose fijamente, con la boca abierta. Lianet reacciona y se agacha a recoger los papeles, pero Nadir lo hace muy rápido mientras con tono fuerte le dice.—Gracias, pero no hace falta que me ayude, parece que usted es mi maldito karma, ¿es que acaso vas a aparecer siempre en mi vida para echarlo a perder? —pregunta furioso.—Perdón, pero usted estaba entretenido —contesta Lianet entregándole con mala forma un papel— y en todo caso es usted el que me trae mala suerte. Disculpe y adiós —da la espalda y se marcha hablando sola—. Habrase visto qué hombre de tan mal carácter, de seguro no le enseñaron buenos modales, ten
Los gritos de la señora Rosario retumban por toda la casa, y Lianet los escucha aterrada desde el establo Se había entretenido acariciando a su caballo en lo que pensaba en dónde estaría su papá y cuando regresaría. Corre hasta aparecer delante de ella en el gran salón de la casona.—Diga, se…,señora Rosario — tartamudea casi en un susurro bajando la cabeza temblando del miedo que le tiene, en lo que piensa, “sí que es una bruja y sin papá aquí para que me defienda, ¿qué será lo que me va a hacer?”—¡Levanta ya esa cabeza! ¿Es que acaso las trenzas te pesan mucho? ¡Porque juro que si no me respondes con la verdad, te las voy a cortar! ¿Me escuchas? ¡Te las corto! —Rosario la mira con odio pensando que ella es el motivo de la desaparición de su esposo. —Así que piensa bien lo que vas a responder antes de hablar, porque sin más te corto estas largas trenzas que de verlas me dan asco, sabe dios cuántos bichos se andan ahí, ¡cochina piojosa y andrajosa! Lianet levanta la cabeza con gan
La voz llamándola hace que abra los ojos. Recoge todas sus cosas que había dejado a su lado en el piso mientras escucha cómo pronuncian su nombre una y otra vez por los altavoces. Hasta que al fin logra avanzar y responder.—¡Lianet Limonta..., Lianet Limonta...! —sigue insistiendo en su llamado la voz del encargado, levanta su mano para que la vea y deje de gritar. —Lianet Limonta por favor, acérquese a la recepción. Lianet Limonta...—¡Aquí, señor! ¡Yo soy Lianet Limonta! —dice acercándose de nuevo al mostrador sin dejar de sentir la mirada del espía posada en ella. —Soy Lianet Limonta, señor.—Tome, este es su apartamento, siga las indicaciones y lo encontrará —le indicó amablemente el encargado.—Muchas gracias. —Al fin se voy a quitar al espía de encima. Piensa, tomando todas sus cosas para marcharse, cuando escucha. —Lianet, espere un momento para darle las asignaturas.— ¡Diantres, todavía tengo que aguantar a ese tipo! —Señorita Lianet, ¿me escuchó? Espere un momento por fav
Retrospectiva.El teléfono sonó y Lianet respondió, esperando que fuera su madre para confirmar los detalles de su llegada. Sin embargo, las palabras que escuchó fueron diferentes a las que esperaba. —Linda es mamá —dijo su madre al otro lado de la línea. Lianet sintió un nudo en el estómago. Su madre no podría llegar a tiempo para su graduación, algo que habían acordado previamente.—¿Cuándo llegas? —preguntó Lianet, confundida y decepcionada.—De eso se trata, cariño. No me liberaron y me asignaron una competencia muy importante ese día. ¿Me perdonas? —explicó su madre. Lianet se sintió frustrada y herida. Había confiado en que su madre estaría allí para ella en ese día especial. —¡Mamá me lo había prometido! ¡Seré la única estudiante sola en su graduación! —exclamó Lianet, con lágrimas en los ojos. Su madre primero guardó silencio y luego con un suspiro que no se le escapó a su hija, intentó consolarla.—No, cariño, hablé con tu padre y dijo que iba a ir —dijo su madre, tratan
Me quedo de una pieza viendo como el espía abre justo la puerta del apartamento frente al mío, sin dejar de mirarme sonriendo. Tomo las cosas y entro en el mío furiosa. ¡Esto es demasiado, esa bruja tuvo que averiguar todo! De seguro mi medio hermano entró en mi computadora y le dio todas las informaciones al espía. ¡Dios papá! ¿Por qué tuviste que casarte con esa bruja y no con mi madre? De seguro lo engañó, papá no es malo, solo tuvo mala suerte al casarse con esa mujer del demonio. Manuel Limonta, es el dueño de la finca “El Potrillo''. No tan beneficiada con las riquezas como la finca “Los Figueiro”. Pero tampoco era mala, sin embargo, su dueño, Manuel Limonta, se dedicaba a la cría de ganado, en especial de caballos de pura sangre. En sus primeros tiempos se desarrolló como una finca muy prometedora y relevante en el mundo de los caballos, llegó a ser la mejor del este del país. La abundancia de dinero con el que, de pronto se vio Manuel, lo hizo perder la cabeza. Envuelto e