6. UNIVERSIDAD

La voz llamándola hace que abra los ojos. Recoge todas sus cosas que había dejado a su lado en el piso mientras escucha cómo pronuncian su nombre una y otra vez por los altavoces. Hasta que al fin logra avanzar y responder.

—¡Lianet Limonta..., Lianet Limonta...! —sigue insistiendo en su llamado la voz del encargado, levanta su mano para que la vea y deje de gritar. —Lianet Limonta por favor, acérquese a la recepción. Lianet Limonta...

—¡Aquí, señor! ¡Yo soy Lianet Limonta! —dice acercándose de nuevo al mostrador sin dejar de sentir la mirada del espía posada en ella. —Soy Lianet Limonta, señor.

—Tome, este es su apartamento, siga las indicaciones y lo encontrará —le indicó amablemente el encargado.

—Muchas gracias. —Al fin se voy a quitar al espía de encima. Piensa,  tomando todas sus cosas para marcharse, cuando escucha. 

—Lianet, espere un momento para darle las asignaturas.—  ¡Diantres, todavía tengo que aguantar a ese tipo! —Señorita Lianet, ¿me escuchó? Espere un momento por favor. 

—Sí, señor, estaré aquí.

 Se apartó para un lado de la fila donde podía escuchar todo lo que hablaba el descarado que la persigue y la rubia que lo tiene del brazo. 

“Menos mal que tiene novia, de seguro se olvida de mi existencia”, piensa y suspira aliviada. “Aunque me parece que esa rubia me dará trabajo, me mira de una manera como si me quisiera comer. ¡Menudo karma el mío, venir a estudiar con ellos a la misma universidad!”

  Por otro lado Lianet está siendo inspeccionada por Cindy que sonríe satisfecha de su inspección en lo que dice:

—Ella no va a ser rival para mí — al observar como Nadir no deja de mirar a Lianet—  esa sin clase, juro que nunca va a ser rival para mí, se ve que es una muchachita pobre de algún pueblo del extranjero. Nada más de mirarla da pena, debe ser una campesina de sabe dios qué lado del mundo, de esas que se comen los libros y nunca ha disfrutado  la vida. Pero de que Nadir será mío, me encargo yo, y por lo que veo ella ni lo mira .

—Nadir, ¿qué carrera vas a estudiar? —pregunta Cindy, intentando desviar la atención que le presta a la otra joven. —Yo vine a estudiar diseño gráfico.

—Nosotros vamos a estudiar Ingeniería Metalúrgica —responde Ismael al darse cuenta de que su mejor amigo casi hermano, no está prestando atención, ya que está concentrado en mirar a Lianet, quien evita su mirada.

 —¿Y tú quién eres? ¿Quién te invitó a esta conversación? ¿Quién te crees para meterte en lo que no te importa? Que yo sepa, no te he hablado, y Nadir tampoco. ¡No te metas en conversaciones ajenas! —Cindy lo agrede furiosa, pues no quiere que Nadir piense que ella conoce a alguien más.

—Me disculpa, señorita mal carácter —responde Ismael a su agresividad, recorriéndola descaradamente con la mirada y no puede negar que le gusta lo que ve. Cindy en verdad es una rubia de infarto, como las que le gustan. —Pero me tomo el atrevimiento de intervenir en tu monólogo porque soy el hermano de Nadir y me permito responderte por pena, al ver que él no te presta atención. 

 Aclara Ismael mirándola de frente, muy cerca ahora de ella, cosa que le permite ver su hermoso rostro y sus bellos ojos café muy bien, quedando impresionado con su belleza.

 —Y disculpe usted, mi bella señorita —sigue con una sonrisa en lo que pasa su lengua por los labios como si la saboreara—, ¿cómo se llama si es que se puede saber?

—¡¡¡¡No te importa, no estoy conversando contigo!!!! —Vocifera Cindy molesta ante su atrevimiento al tiempo que se aleja de Ismael, quien sonríe sin dejar de mirarla descaradamente.

—Disculpe usted, señorita mal carácter —vuelve a decirle sin dejar de observarla descaradamente—.  Es una lástima que tal belleza no posea la más mínima educación.

 Y le da la espalda, alejándose mientras piensa en cómo se iba a sacar a esa hermosa mujer de su mente. A pesar de su carácter de mil demonios, no es precisamente lo que busca, aunque le encantan los retos y ha domado yeguas peores en la finca ja, ja, ja… . Esa potra se puede domar, se dice a sí mismo con una risa. Él está más que dispuesto a intentarlo. Nadir, ajeno a la conversación de Ismael, solo puede enfocarse en los hermosos ojos verdes intensos de Lianet, que ella aparta cada vez que lo mira.

 —Nadir, ¿cuál es la carrera que vas a estudiar? —vuelve a preguntar Cindy, después de recuperarse de la conversación con Ismael, a quien no le cae bien, sobre todo después de enterarse de que es el hermano de Nadir, su futuro cuñado con quien tendrá que a liar. Toma nuevamente al chico del brazo, haciendo que regrese a la realidad.

—Disculpa, pero no te escuché —dice Nadir—. Voy a estudiar Ingeniería Metalúrgica.

Lo dice alzando mucho la voz, queriendo asegurarse de que Lianet lo escuche. Ella, por su parte, ha captado perfectamente sus palabras y frunce el ceño.

—¡Maldición, sí que es el espía de esa bruja! No puede ser que estudie la misma carrera que yo, esto es demasiada coincidencia —maldice Lianet, convencida de que Nadir es un espía enviado por su madrastra para seguir sus pasos. —Esto es demasiado de esa bruja. ¿Cómo pudo averiguar dónde yo iba a estudiar? Le pedí a papá que no se lo dijera a nadie.  

 Eso seguro lo investigó Rosario o el adefesio de mi hermano  y por eso él se inscribió aquí. ¿Me dejarán un día en paz? Ya les dije que no me interesa la fortuna de papá ¿Por qué tiene que mandar a alguien a perseguirme? Tiene que haber pagado una fortuna, la novia es muy bella, debe amarla mucho para traerla con él.

 Si que Rosario es una psicópata, mira que mandar a esos dos a seguirme aquí. Debo cuidarme mucho de ellos, por lo visto son tres, porque el otro que dijo llamarse Ismael su hermano, también debe haber venido a seguirme. Y yo que me hice ilusiones, despierta Lianet, ya  ves que es un idiota engreído.

 Ismael no ha apartado la mirada de Nadir, quien está completamente absorto en la contemplación de la chica. Observa a Lianet discretamente. Ella es una joven de una belleza cautivadora, con unos ojos verdes intensos que resaltan bajo sus largas y espesas pestañas. Su mirada es dulce y encantadora, su nariz respingada y sus labios finos, pero hermosos, dibujan una sonrisa sensual en su rostro. 

 Su cabello rubio y largo lo lleva recogido en dos trenzas. Es alta y delgada, con una figura muy bien proporcionada, piernas esbeltas, glúteos y  pecho redondeados. Viste unos jeans y una camisa que no hacen más que resaltar su esbelta y hermosa silueta. Ismael comprende perfectamente el interés de su amigo en ella, ya que Lianet es exactamente el tipo de mujer que le gusta. Sonríe al darse cuenta de que Nadir no puede apartar los ojos de ella.

 Parado a su lado, Ismael piensa en una manera de propiciar un encuentro entre Nadir y Lianet, a pesar del desafortunado encontronazo que tuvieron en el aeropuerto. Considera que la situación es complicada, pero no imposible. Mientras tanto, escucha a Cindy insistir en entablar una conversación con Nadir.

 —Nadir, ¿crees que podríamos encontrarnos esta noche para salir a cenar y conocernos un poco más? —pregunta Cindy.

 —No lo creo —responde Nadir fríamente, provocando una sonrisa en Ismael. Por su tono de voz, sabe que ella no le interesa en lo más mínimo. —No vine de viaje turístico, vine a ser el mejor y eso no incluye salidas nocturnas.

 —Pero, bueno, una salida ocasional no afectará tu rendimiento académico. Más bien te relajará y evitará que te quemes las neuronas —expresa Cindy, tratando de convencer a Nadir de aceptar la propuesta y así poder decir que son novios.

 Por su parte, Nadir busca deshacerse de la insistencia de Cindy y finalmente aparta su atención de Lianet. Mientras camina, reflexiona sobre la situación y se pregunta dónde se ha metido Ismael. Siempre se las arregla para hacer de las suyas. Nadir ha dado todos los datos necesarios sobre ambos y ahora Ismael está en su propio mundo. Seguramente está haciendo nuevas amistades, a ver si se pierde en esta enorme universidad.

 Avanza con la mirada errante, observando todo a su alrededor, hasta que sus ojos vuelven a encontrarse con los verdes de Lianet. Esos ojos tienen un efecto peculiar en él, haciéndole estremecer. Demonios, ¿qué le está pasando con esta chica? Siente la misma intensidad que experimentó durante el temporal en la finca. ¿Será posible que sea la misma joven y el destino los haya cruzado nuevamente? 

 Tal vez tomaron el mismo avión, pero ¿vivirá cerca de la finca? Conoce a todos en esa zona y nunca ha visto a Lianet antes. Quién será ella, se pregunta Nadir intrigado.

 Lianet no entiende por qué ese joven la mira tanto, a pesar de tener a su novia justo a su lado. Decide apartar la mirada, ya que siente que su cuerpo comienza a temblar. Es innegable que es un hombre hermoso. Sus ojos azules le recuerdan al joven que vio durante el temporal en la finca de su padre. 

 Sabe que debe mantenerse alejada de él, ya que está convencida de que Rosario su madrastra lo ha enviado para enamorarla y hacer que abandone sus estudios. Recoge su equipaje y se dirige hacia la habitación que le han asignado para los próximos cinco años, agradecida de finalmente recibir todo lo que le corresponde.

 Mientras avanza por el largo pasillo en busca de los apartamentos, Lianet se siente emocionada al recibir todas las asignaturas que solicitó. Le parece increíble haber llegado hasta ese punto. Sin embargo, no puede evitar pensar en su madre y lamentar que no haya estado presente en su graduación. Los recuerdos de aquel día la invaden mientras camina.

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