Retrospectiva.
—No es posible que padre no haya llamado, ya llevo veinte y cinco días en la finca, él vino y me dejó aquí a merced de la bruja de su mujer Rosario, se fue y nadie sabe en donde está metido, ni el por qué de la premura del viaje. Debe ser un negocio muy, pero muy importante que ni a mí me ha llamado para saber cómo estoy, y eso que me dijo que pasaría mis vacaciones con él aquí en la finca.Que por cierto es muy bonita, si no fuera por el par diabólico que la habita la pasaría de maravilla. Deja ver si la recorro bien. Baja despacio las escaleras para llegar a la entrada de la casa, que cuando llegó apenas le dió tiempo de ver nada. —Vaya, el recibidor es un encanto, me gusta su alfombra color vino, que llega hasta el mueble principal. No está mal esta barra, se nota que a papá le gustan, tiene todo tipo de bebidas. Avanza un poco más hasta llegar a la sala, es tan amplia como la casa donde vivían su madre y ella, le cabe adentro, piensa. —Papá en verdad debe de tener mucho dinero, está muy bien amueblada, con plantas y cuadros de muy buenos pintores que deben costar una fortuna —habla sola como es su costumbre—. Bueno, mamá me ha dicho que nunca aceptó nada de él, que por eso vivíamos con nuestros propios recursos. Sigue su recorrido y llega al comedor muy elegante con una mesa de madera preciosa negra con ocho sillas, y un enorme búcaro de cristal lleno de flores en el centro, es hermoso. Más allá está la biblioteca, también es muy bella y grande. —¡Vaya, nunca había visto tantos libros en una casa! Creo que cuenta con alrededor de dos mil ejemplares. Sí que papá se ha esmerado en tener lo mejor de lo mejor, a lo mejor es de la bruja de su mujer. Por lo que no toca ningún libro a pesar de que le gustan. Es muy grande la casa, no se la había imaginado así, todo es amplio y lujoso abajo y ni qué decir de las seis habitaciones, piensa si dejar de mirar a su alrededor. —Si todas son como la mía, estarán amuebladas a la perfección. No tiene mal gusto mi madrastra, debe ser obra de ella. Quién lo iba a decir, con lo mal que me habla, bueno la entiendo, soy la hija bastarda de papá. Sigue recorriendo la casona sin dejar de murmurar. Es una costumbre desde que era niña y pasaba muchas horas sola esperando por su madre en el apartamento que compartían, nada que ver con esta casa. —Al menos aunque Rosario me odia, arregló mi habitación muy bien, sobre todo tiene una exquisita fragancia que me envolvió al entrar, con su baño muy lindo con bañera y agua caliente todo el tiempo, los espejos son enormes y qué decir de los armarios. A lo mejor no lo hizo por mí, sino que todas las habitaciones son así. Si eso es en mi habitación, que estoy segura no es la mejor, me imagino la principal, de seguro es inmensa y la mejor de todas. Avanza hasta el gran ventanal que deja ver el hermoso jardín florecido. Eso es algo que le gusta mucho, es muy bello y grande, cuenta con toda variedad de plantas ornamentales y un bello invernadero. Sale por la puerta trasera y el sendero la lleva a lo que considera su lugar favorito de toda la finca, las caballerizas. Son tan grandes y cada caballo tiene su cubículo, su mamá estaría feliz practicando aquí por las praderas verdes que se pierden en el horizonte, nunca había estado en un lugar tan bello, solo de vez cuando salía con su mamá a las competencia, que no fueron muchas porque casi siempre tenía colegio.—¡Lianet…, Lianet Limonta…! —llegan hasta ella los gritos de la bruja, perdón de Rosario su madrastra — ¡Baja, te estoy esperando en la sala y no demores o te la verás conmigo! ¡Vamos, niña embustera! ¿Qué esperas? ¿Es qué acaso no me vas a obedecer? ¡Baja ya!Los gritos de la señora Rosario retumban por toda la casa, y Lianet los escucha aterrada desde el establo Se había entretenido acariciando a su caballo en lo que pensaba en dónde estaría su papá y cuando regresaría. Corre hasta aparecer delante de ella en el gran salón de la casona.—Diga, se…,señora Rosario — tartamudea casi en un susurro bajando la cabeza temblando del miedo que le tiene, en lo que piensa, “sí que es una bruja y sin papá aquí para que me defienda, ¿qué será lo que me va a hacer?”—¡Levanta ya esa cabeza! ¿Es que acaso las trenzas te pesan mucho? ¡Porque juro que si no me respondes con la verdad, te las voy a cortar! ¿Me escuchas? ¡Te las corto! —Rosario la mira con odio pensando que ella es el motivo de la desaparición de su esposo. —Así que piensa bien lo que vas a responder antes de hablar, porque sin más te corto estas largas trenzas que de verlas me dan asco, sabe dios cuántos bichos se andan ahí, ¡cochina piojosa y andrajosa! Lianet levanta la cabeza con gan
La voz llamándola hace que abra los ojos. Recoge todas sus cosas que había dejado a su lado en el piso mientras escucha cómo pronuncian su nombre una y otra vez por los altavoces. Hasta que al fin logra avanzar y responder.—¡Lianet Limonta..., Lianet Limonta...! —sigue insistiendo en su llamado la voz del encargado, levanta su mano para que la vea y deje de gritar. —Lianet Limonta por favor, acérquese a la recepción. Lianet Limonta...—¡Aquí, señor! ¡Yo soy Lianet Limonta! —dice acercándose de nuevo al mostrador sin dejar de sentir la mirada del espía posada en ella. —Soy Lianet Limonta, señor.—Tome, este es su apartamento, siga las indicaciones y lo encontrará —le indicó amablemente el encargado.—Muchas gracias. —Al fin se voy a quitar al espía de encima. Piensa, tomando todas sus cosas para marcharse, cuando escucha. —Lianet, espere un momento para darle las asignaturas.— ¡Diantres, todavía tengo que aguantar a ese tipo! —Señorita Lianet, ¿me escuchó? Espere un momento por fav
Retrospectiva.El teléfono sonó y Lianet respondió, esperando que fuera su madre para confirmar los detalles de su llegada. Sin embargo, las palabras que escuchó fueron diferentes a las que esperaba. —Linda es mamá —dijo su madre al otro lado de la línea. Lianet sintió un nudo en el estómago. Su madre no podría llegar a tiempo para su graduación, algo que habían acordado previamente.—¿Cuándo llegas? —preguntó Lianet, confundida y decepcionada.—De eso se trata, cariño. No me liberaron y me asignaron una competencia muy importante ese día. ¿Me perdonas? —explicó su madre. Lianet se sintió frustrada y herida. Había confiado en que su madre estaría allí para ella en ese día especial. —¡Mamá me lo había prometido! ¡Seré la única estudiante sola en su graduación! —exclamó Lianet, con lágrimas en los ojos. Su madre primero guardó silencio y luego con un suspiro que no se le escapó a su hija, intentó consolarla.—No, cariño, hablé con tu padre y dijo que iba a ir —dijo su madre, tratan
Me quedo de una pieza viendo como el espía abre justo la puerta del apartamento frente al mío, sin dejar de mirarme sonriendo. Tomo las cosas y entro en el mío furiosa. ¡Esto es demasiado, esa bruja tuvo que averiguar todo! De seguro mi medio hermano entró en mi computadora y le dio todas las informaciones al espía. ¡Dios papá! ¿Por qué tuviste que casarte con esa bruja y no con mi madre? De seguro lo engañó, papá no es malo, solo tuvo mala suerte al casarse con esa mujer del demonio. Manuel Limonta, es el dueño de la finca “El Potrillo''. No tan beneficiada con las riquezas como la finca “Los Figueiro”. Pero tampoco era mala, sin embargo, su dueño, Manuel Limonta, se dedicaba a la cría de ganado, en especial de caballos de pura sangre. En sus primeros tiempos se desarrolló como una finca muy prometedora y relevante en el mundo de los caballos, llegó a ser la mejor del este del país. La abundancia de dinero con el que, de pronto se vio Manuel, lo hizo perder la cabeza. Envuelto e
Rosario lo miró directo a los ojos y se dio cuenta de que esta vez su padre no estaba jugando. Se había cansado de sus locuras, estaba decidido a botarla de la casa si no lo obedecía, por lo que bajó la cabeza y decidió aceptar, no se imaginaba su vida sin dinero y en la calle. Ya se le ocurriría algo de como escapar de eso, pensó.—Si papá, entiendo, haré lo que digas —aceptó sumisamente con la voz muy baja, haciendo que su padre sonriera satisfecho.—Así es como debes comportarte. Ah, una última cosa y muy importante.—¿Qué es?—Tienes que lograr que Manuel Limonta crea, que esa barriga es de él, no sé cómo lo vas a hacer, pero debes hacer que él confíe en ti, aunque en eso te cueste la vida, ¿entendiste?—Sí, papá, entiendo —respondió pensando que ni loca se acostaba con ese borracho. Al salir Rosario del despacho de su papá, dió un fuerte portazo. No quiere casarse con Manuel Limonta, quiere a su capataz, pero no le queda de otra cuando su padre dice algo, hay que cumplir porque
Lianet y Nadir se quedaron mirándose fijamente, sin poder creer que iban a vivir precisamente uno enfrente del otro. En los ojos de ella había sorpresa, confusión y miedo, algo que no pasó desapercibido para Nadir, quien también estaba sorprendido por la coincidencia. Aunque por un lado le desagradaba, en lo más profundo de su ser le gustaba mucho.Una leve sonrisa se formó en sus labios, mientras sin apenas darse cuenta de lo que hacía, se pasó la lengua por los labios mientras recorría a Lianet con la mirada. Al ver esto, ella se apresuró a abrir la puerta, recoger todas sus cosas sin dejar de ser observada atentamente por Nadir. Entró a su habitación cerrando la puerta de un tirón y puso el cerrojo asustada. No, no, no, esto no puede estar pasándome a mí. ¿Qué he hecho de malo en esta vida para merecer esto? Siempre me he esforzado al máximo para no darle dolores de cabeza a mi madre, viendo lo mucho que ella se esfuerza para pagar mis estudios. No podía defraudarla y estudié tant
Ismael, se queda observando a su amigo por un momento. Nunca antes lo había visto tan descontrolado, lo cual es totalmente opuesto a su personalidad tranquila y calmada. Se da cuenta de que la situación con la chica del aeropuerto ha sacado a Nadir de su zona de confort y está afectando su equilibrio emocional.—Es tu idea, hermano —dice Ismael, quien nunca antes había visto a Nadir de esa manera—. A lo mejor la chica simplemente tiene un malentendido.—¡Eso! Puede ser que tengas razón, ¿sabes por qué? Me dijo que dejara de perseguirla y me preguntó si yo soy un espía —explica Nadir, confundido por la actitud de la chica—. Ella parece creer eso, y me tiene totalmente confundido.—¿Espía? ¿Qué quiere decir con espía? —pregunta interesado en la conversación Ismael —Hermano cálmate, tal vez te está confundiendo con alguien más. Eso sucede bastante a menudo, y con el encuentro tan emocionante que tuvieron... ja, ja, ja... aún más, ja, ja, ja... —responde Ismael, riendo.—¡Deja de reírte!
A la mañana siguiente se despiertan ante el insistente timbre del teléfono de Lianet, miran observando todo a su alrededor todavía medio dormidas. Lianet y Nina se miran una a la otra y entonces se dan cuenta de donde están. Lianet salta de la cama enseguida en lo que apremia a su compañera.—Vamos Nina, apresúrate o llegaremos tarde a nuestro primer día de clases, tenemos que ser las primeras en llegar —habla mientras toma todas sus cosas para dirigirse al baño.—Anda tú, yo dormiré un poco más, yo no soy puntualita —contesta Nina, con voz adormilada y se da la vuelta tapándose de nuevo con la sabana. —¡Ah, no, señorita! —exclama Lianet. —¡Aquí no! ¡Vas a ser puntual conmigo! ¡Levántate! Dijiste que éramos hermanas, y que me enseñarías de la vida. De acuerdo, pero dejarás que te enseñe lo que es ser una buena alumna. Así o te levantas o te levanto con un cubo de agua fría. Si quieres ser mi hermana, tienes que cumplir con todas las reglas de la Universidad — dice Lianet tirando