En ese momento, y justo antes de responderle a Tony, su madre se levantó y puso música a todo volumen, todos los adultos incluyendo algunos amigos y parientes de sus padres, se reían y bailaban tontamente a causa de los efectos del alcohol.
Tony tomó mi mano guiándome a su habitación, me había quedado muda, paralizada, sabía que al entrar ya no podría escapar. Era mi novio, buscaba hacerlo feliz, y tontamente hacía lo que decía, en mi mente solo quería complacerlo. Cuando por fin llegamos, antes de entrar, se puso detrás de mí, abrazando mi cintura lentamente, aunque yo seguía sin reaccionar a sus caricias.
—Estás hermosa Crystalle —me dijo al oído mientras me besaba el cuello con lujuria, aquello me provocaba cosquillas—. Te amo.
Escuchar esa simple palabra hizo que bajara automáticamente la guardia, derrumbando todos los muros que había puesto, la distancia no me ayudaría esta vez, yo lo amaba, y sin decir nada más, cedí a sus deseos más profundos, pero de inmediato me tapó los ojos con sus manos.
—¿Lista para la gran sorpresa que te preparé? —me preguntó con voz ronca.
—Si —acepté remojando mis labios lentamente.
Entramos a su habitación, el olor a rosas frescas invadió mi ser y la emoción recorría cada una de mis venas, provocando una explosión de alegría. Cuando me destapó los ojos, mi corazón no pudo evitar palpitar fuerte ante lo que estaba frente a mí.
Por toda la habitación se encontraban velas enormes de color blanco, pero lo que me enamoró más era el detalle que se encontraba en su cama, un gran número de rosas amarillas esparcidas por todo el lugar, y en medio, una gran caja de regalo con un moño dorado.Me acerqué a su cama, al momento que escuchaba como Tony cerraba con pasador su puerta, de pronto me abrazó por detrás.
—Es un obsequio para ti, amor.
—¡Gracias! —contesté toda emocionada.
—Que esperas, ¡ábrelo!.
Mil ideas se cruzaron por mi mente en ese momento, la primera fue un anillo de promesa, pero rápidamente descarté eso ya que la caja era muy grande, se me ocurrió un oso de felpa, mil detalles a mano, algún álbum de fotos de los dos, en breves momentos me había imaginado un sin fin de cosas.
Cuando por fin lo abrí, me di cuenta como una parte de mí se hacía pequeña, y es que, lo que estaba dentro de aquella caja de regalo, no era nada de lo que había pensado. Contenía un gran retrato de él, casi desnudo, solo traía unos bóxers grises, y en una pose extremadamente egocéntrica, debajo de toda la b****a de papel de colores llamativos, había una nota que decía lo guapo que saldría nuestro primer hijo.
Cuando volteé a verlo para decirle lo estúpido que era, él se abalanzó sobre mí haciendo a un lado la caja, y recostándose encima de mí.Yo me sentía muy nerviosa y confundida, entonces comenzó a besarme el cuello tan efusivamente, que cada roce de sus labios y lengua sobre mi delicada piel, me provocaban ciertas sensaciones en mis partes blandas. Sabía qué era el sexo, pero lo que no sabía era si quería que mi primera vez fuera con Tony.
Sus besos eran más veloces y jadeaba, Tony puso una de sus piernas entre las mías, haciendo que mis piernas se separaran y comenzó a tocarme los senos bruscamente, después su mano bajó hacia el final de mi vestido y lo subió, en el momento en que intentaba bajarme las bragas, reaccioné, yo no quería hacerlo, después de ver el regalo que preparó para mí, toda mi pasión había muerto. Poniéndolo ante mis ojos como una persona egoísta.
Como pude lo quité de encima de mi y de inmediato me dirigí a la puerta, quité el pasador y salí corriendo de aquel lugar.
No estaba preparada para dar un paso tan importante, sé que para muchas chicas el tener sexo no era la gran maravilla, yo escuchaba a veces las conversaciones de mis compañeras del colegio, la gran mayoría ya había perdido la virginidad y se acostaban con cualquiera en las fiestas, pero no era mi caso, yo soñaba que mi primera vez sería con alguien a quien amara de verdad, y que me amara de la misma forma, tendría que haber pasión y amor, y no solo una calentura pasajera juvenil.Ese día al llegar a casa no quise hablar con mi mamá, me dirigí a mi habitación y le marqué a Tony, necesitaba hablar con él, explicarle lo sucedido, pero nunca contestó. Después de las vacaciones él no quiso hablar del tema, pero desde ahí nuestra relación ya se había fracturado, de la noche a la mañana las cosas cambiaron.
Ya no era el mismo, todo el tiempo andaba de muy mal humor, casi no nos mensajeábamos y discutíamos por cualquier cosa.
Incluso llegué a pensar que solo pensaba en sexo.Aquel viaje mental me estaba llevando directo a la depresión, cuando alguien tocó mi puerta, y enseguida entró Milan, estaba más guapo que de costumbre.
—¡Hey Crys! —se recostó en mi cama a mi lado—. Tu madre me ha dicho que te llame para cenar, le está dando los últimos toques a la comida.
—Ya veo —contesto—. Este viaje será bueno, ¿cierto?.
—¿Lo estás dudando?.
—No sé.
En ese momento Milan se percató del álbum de fotos, lo tomó y me miró fijamente.
—Si quieres sanar no es bueno recordar cosas malas del pasado, enfócate en lo bueno que te ofrece el presente, y en lo prometedor que se ve el futuro.
—Pero a veces no es fácil, sabes.
—Lo sé pero hay que intentar.
—Creo que al final, yo no funciono en el amor.
—¿Y qué te hace creer eso? —me preguntó Milan con cierto tono de curiosidad—. ¿No lo dirás por un pequeño error, o si?
—No lo sé, pero sé que tienes razón, no puedo avanzar si veo constantemente el pasado.
—¡Esa es mi chica!, estos meses serán maravillosos.
—Si no fueras gay... —me mordí el labio inferior—. Y si no fueras mi mejor amigo, ¿te fijarías en mí?.
No sabía porque le preguntaba eso, pero al final, creo que necesitaba que alguien más me viera atractiva, aunque fuera algo banal, en ese momento de mi vida lo necesitaba.
Milan se quedó callado por unos instantes y después sonrió.—¡Claro que me fijaría en ti!, eres guapa, tienes unos ojos que enamoran con la primera mirada, unos labios tan carnosos que dan ganas de besarlos toda una eternidad —Milan volteó a verme acercándose más y más a mi rostro—. Y creo que si no fuera gay, si no me gustaran los hombres, tú serías el amor de mi vida.
Milan comenzó a acercarse tanto, que podía respirar su aliento a menta fresca, una ola de calor envuelta en vergüenza se apoderó de mí.
—¡Cielos Crys, estás roja!, deberías ver tu cara —me dijo entre risas—. Apuesto a que pensaste que te besaría.
—Eres un tonto —le dije al momento que se me salía una pequeña y muy nerviosa risita.
—¿En serio creíste que te besaría? —Milan me miró con asombro.
—Yo que sé, eres toda una monería —encogí mis hombros.
—Eres mi mejor amiga, ¡y soy gay!, yo me muero por conocer chicos.
Aquello era cierto, y me tranquilicé poco a poco.
—¡La cena está servida! —mi madre gritó.
—Será mejor bajar antes de que se enoje, muero por escuchar la historia de esta casa —Milan estaba muy ansioso.
—Si.
Ambos salimos de mi habitación, y al darme la vuelta para cerrar, observé por última vez aquel álbum.
De algo estaba segura, sería un adiós definitivo a mi pasado, le daría la bienvenida a mi nuevo ciclo desde mañana.Después de todo, el invierno aún no llegaba, y la época amorosa a penas comenzaba.
Al bajar y llegar a la estancia principal, el olor a carne en adobo abrió mi apetito salvajemente, y al parecer el estómago deMilansentía lo mismo, ya que un pequeño ruido parecido al gruñido de un animal, hizo que mi atención se dirigiera hacia él, y una sonrisa traviesa apareció en mi rostro, eso pasaba siempre conMilan, a su lado siempre me sentía como una niña pequeña haciendo travesuras.Por otra parte, mi madre cantaba en la cocina, y pude notar que por primera vez en mucho tiempo, tenía la radio prendida.Eso debía ser bueno, ya que cuando mis padres estaban casados, ella acostumbraba cantar mientras horneaba o cocinaba cosas deliciosas, eso significaba que estaba contenta, y era realmente maravilloso volver a revivir aquellos momentos. Algo en mi interior me dec&iacut
—Creo que no tiene nada de malo que te guste otro hombre, me agrada, y tienes derecho a ser feliz —le dije sonriendo—. ¡Deberías conocerlo mejor!.—¿Hablas en serio? —me preguntó mi madre con asombro.—Sí, y será mejor que nos apresuremos a servir la cena, a parte,Milany yo morimos por escuchar la historia de esta casa.Mi madre me miró y pude observar como sus ojos brillaban, se veía alegre, ella buscaba mi aprobación y la tenía, era algo apresurado, y no significaba que de la noche a la mañana floreciera el amor, pero me parecía bueno que por algo empezaran.Salimos de la cocina y nos dirigimos al comedo
Siempre había sido una persona muy curiosa, era algo que sencillamente no podía ocultar ni evitar, por lo que decidí bajar y averiguar de quien se trataba, de paso podría hacer alguna nueva amistad. Me parecía perfecta aquella idea, por lo que salí rápidamente de mi habitación, al bajar a la estancia principal, observé que mi madre se hallaba sentada en el sofá viendo un programa de televisión, de esos en los que ganas dinero haciendo alguna ridiculez.—¿Adónde vas? —me preguntó sin quitar la mirada del televisor de plasma—. Es muy noche para escapar.—No estés de broma mamá —puse los ojos en blanco—. No tardo, se me olvidó algo en el coche.
Él se agachó y la levantó, después me miró fijamente, pero no parecía avergonzado o algo por el estilo, más bien parecía que estudiaba la expresión de mi rostro.—No es nada de gran importancia —me sonrió—. Eres la chica nueva ¿no?.—¿La nueva? —pregunté en un tono de voz casi audible.—Si, escuché que alguien nuevo se mudaría a la casa del lago.—¡Oh!, si, me acabo de mudar ayer con mi madre y mi mejor amigo —respondí.—Pues me parece bien, por cierto, soyBastianWoodwryn, un placer conocerte —me
Antes de llegar, no pude evitar voltear a ver hacia la casa deBastian, y al mismo tiempo pensaba en la caja de condones que llevaba en la mano, si ya había terminado con su novia, ¿para qué los querría?, me sentía como una tonta al pensar en esas cosas, cuando apenas tenía unos minutos de conocerlo.Al llegar a casa,Milany yo le ayudamos a mi madre a ordenar todo lo que habíamos comprado, aunqueMilanestaba más serio de lo normal, lo conocía a la perfección, cuandoMilanguardaba demasiado silencio, era porque algo le molestaba, las cosas no andaban bien.Cuando terminamos sonó el celular de mi madre, y al instante temí que fuera mi padre con toda la intención del mundo para lastimarla, pero al ver su rostro de felicidad cuando observó la pantalla,
Los siguientes veinte minutos, mi madre se la pasó hablando de ropa, sobre algunas anécdotas de cuando iba a la universidad, y sobre todo, de lo caballeroso y buena gente que era el oficialWilsonk. No quise mencionar el tema de mi padre, no pretendía arruinarle el momento, mi mente estaba hecha un lío y no podía dejar de pensar enMilan.Al terminar, quise ayudar a lavar los platos, pero decidió hacerlo ella misma, por lo que subí a mi habitación sin más remedio, estando ahí, recordé aquel mensaje en mi celular, decía algo acerca de mis redes sociales, hace meses que no pasaba por todos los chismes de mis ociosos compañeros de escuela, una parte de mi no quería saber nada, pero como siempre, terminó ganando mi lado curioso. Odiaba eso, no es bueno tener mucha curiosidad, co
Me dirigí haciamíclósety comencé a elegir que sería bueno ponerme, se trataba de una fiesta informal, no quería estropear nada, era muyperfeccionista, por lo que después de cinco minutos, me decidí por unosjeansnegros entubados, unos botines negros conestoperolesplata, una blusa blanca sin mangas que dejaba ver un poco mi dotado busto, y una chamarra de piel color negro, antes de salir, volteé a ver aBastian, quien estaba entretenido jugando con su celular.—Enseguida vuelvo —le dije antes de salir.—Vale, no tardes, si no tendré que ir a ayudarte.—Ni en tus sueños —le respondí y salí.
Una punzada de dolor sentimental me daba en el pecho, al ver aquel nombre en la pantalla de mi celular.Mensaje de voz:Tony.No había borrado su número, supongo que en el fondo aún no superaba su despedida, ya estaba harta de seguir escapando del pasado, y de no enfrentar las cosas, por lo que decidí escuchar aquel mensaje de voz.Pero al hacerlo, palideció mi rostro, no se trataba de un mensaje de voz normal como pensaba, se trataban de risas, sonidos sexuales, al principio quise creer que se trataba de una broma, pero al escuchar que una voz femenina mencionaba el nombre deTony, lo supe, él se estaba acostando con otra, se me cayó el alma a los pies, y las náuseas hacían su cruel presencia.
Último capítulo