Min Jung-Li
... Terminan de poner mi vestido de novia y colocan el velo perfectamente en el hermoso peinado que han hecho, debo admitir que estas estilistas son muy buenas en lo que hacen, no me han dejado el maquillaje muy cargado, hicieron algo sutil pero lindo, me siento bonita. Terminan de arreglarme y quedo sola en mi recamara. Veo las maletas y me acerco con mucho cuidado de no arruinarme el peinado, maquillaje y no arruinar el vestido. Tomo el pequeño cofre que esta en mi armario, lo abro y veo las cartas, flores y chocolates que eran destinados a una persona y nunca fueron entregadas. Parpadeo rápidamente para que no me salgan las lágrimas, he entendido que nadie puede enterarse de que he estado enamorada de Alexander desde que lo conocí, sería humillante y suficiente tengo con los sentimientos escondidos que me destrozan corazón y alma cada que lo recuerdo. —Vamos, hija. —veo a mi madre ingresar y tras ella esta mi padre con un semblante serio, hasta parece que es él el que fue comprometido a la base de chantajes anticipados con alguien. —Voy, madre. —guardo el cofre entre una de mis maletas y cojo la mano de mi padre para bajar al jardín y ser entregada a Alexander. Bajo las escaleras con cuidado y al llegar a la entrada del jardín mi corazón empieza a palpitar desenfrenada mente mientras mis piernas tiemblan y un nudo se instala en mi garganta. Caminamos lentamente hasta llegar dónde Alex, en mis oídos solo se escucha la pequeña melodía que esta resonando por todo el lugar, llegamos y veo su rostro serio, parece muy enfadado. Mi padre le da mi mano y le dice algo que no llego a escuchar por mi trance de emociones revueltas. La ceremonia trascursa muy rápido, mientras mi cerebro solo esta pendiente de el rostro de Alex, escucho el "sí, acepto" de él y cuando él padre me hace la pregunta a mí, respondo con una afirmación sin saber como esa respuesta salió de mí , ya que toda la boda he estado en trance. Volteo el rostro a Alex y siento cómo retira el velo de mí y acerca su rostro al mío, me quedo inmóvil y siento el contacto de sus labios con los míos, cierro los ojos pensando que se alejaría, pero sus manos se colocan en mi cintura y nuestros cuerpos se pegan mientras sigue con sus labios en los míos sin hacer mucho movimiento, solo estan juntos. No puedo describir el sentimiento de tener al hombre que amo tan cerca de mí, sus labios se sienten mejor de lo que imaginé, es indescriptible el sentimiento que se propaga por mi pecho, solo quiero que nos quedemos así por un momento. Escucho los aplausos a lo lejos y Alex se separa de mí, lo veo con mis ojos brillando y él sonrie acariciando mi mejilla y limpiando el labial que se corrió, hago lo mismo con sus labios sonriendo, todo ésto sin separar nuestros cuerpos. Por pequeños segundos se me olvida que esto es una farsa y luego recuerdo que él hace esto porque tiene que aparentar amarme. Me alejo de él con tristeza y las personas empiezan a aproximarse para felicitarnos por nuestro "hermoso matrimonio", agradecemos amablemente a sus felicitaciones y después de partir el pastel empieza a anochecer. Cuando ya estaba entrada la noche, abrimos la pista sonrientes, el primer baile de casados es importante y si todo sale como Alexander lo planeo, será la unica vez que estemos tan cerca. Empieza a sonar la melodía y él coloca sus manos en mi cintura y la otra toma mi mano, movemos nuestros cuerpos sin juntarlos demasiado, después del primer baile creí que seria el único entonces intento alejarme de Alex, pero el toma mi cintura entre sus manos y me pega completamente a su cuerpo, me sorprende un poco pero luego me dejo llevar y recuesto mi cabeza en su pecho dejando que él guíe el baile, escucho un susurro en mi oído. —Si estás cansada podemos retirarnos, mi pecho no es almohada –me sonrojo y él coloca su mano en mi cabeza al sentir que me alejarías. —Nunca dije que te alejaras. Suspiro por su contrariedad y me alejo, veo sus ojos y por primera vez me ve sin su expresión de enojo. Sonríe acariciando mi mejilla y suelto un leve suspiro cerrando mis ojos, disfrutando de sus caricias. Retira su mano y toma la mía para sacarme de la pista, me lleva de nuevo a la mesa en la que estábamos anteriormente. Se despide de mis padres y lo veo con una mirada interrogativa. —Ire a despedirme de los demas. —murmura y desaparece. Veo a mis padres que estan sonriendo muy alegres, hago una reverencia y beso a mi mamá, a mi padre solo lo veo y el asiente dándome la aprobación para retirarme. Camino hacia Alex y saludo a el joven embajador de una de las marcas que su empresa representa. —Fue una boda magnífica, estoy encantado, su amor desborda dulzura y sus miradas, es imposible no notar su amor. —pronuncia cada palabra con un perfecto acento de inglés. —Gracias.— respondo sonrojada. Veo a Alex y noto que su mirada ya estaba en mí. Sonríe y ve al joven Lombardi. —Es imposible no enamorarse de esta belleza afrodisíaca, ¿Oppure sto mentendo Francesco?—me sonrojo por lo primero pero luego mi ceño se frunce al no entender, ha hablado en italiano y lamentablemente yo no soy buena en ese idioma. —Sono d'accordo con te, Andrew.—responde con una mirada desafiante al igual que la de Alex, empiezo a arrepentirme de dormir en clases de idiomas. Suspiro cansada y los dos voltean a verme, Alex levanta una ceja serio y el joven que ahora se que se llama Francesco, me ve con cara dulce, él me trasmite paz. —Es que... Estoy algo cansada.—murmuro escondiendo que mi frustración es por no entender lo que han dicho. Alex asiente y toma mi mano, se despide de Francesco y yo hago una pequeña reverencia. Camino de la mano con Alex a la salida y me ayuda a subir a la limusina que nos llevará a su casa, la que de ahora en delante será también mía, o al menos por un tiempo. El cansancio es tan grande que cuando el coche emprende camino yo me recuesto al asiento cerrando los ojos y quedándome dormida por unos mini segundos, abro los ojos lentamente al sentir que alguien acaricia mi cabello, me doy cuenta de que estoy recostada en Alex, pero el cansancio es tanto que no hago nada para alejarme, vuelvo a quedarme dormida profundamente.... Alexander Black. Es el día de mi boda y aunque quiero no puedo arrepentirme, solo me toca esperar a que todo salga como lo tengo planeado. Siento un vacío enorme en el pecho, parece que no hay forma de que me salga de esto, si tan solo ella dice que no todo se resolvería. Suspiro al recordar que si se niega no recibiré las empresas y quedare en la calle. Veo el lugar de la boda, es la casa de los señores Min, mis futuros suegros, es grande y al haber pocos invitados todos quedan cómodos con sus lugares. Mi mamá y Edgar están sentados al frente, cerca a el altar, ella parece feliz y mi hermano solo esta buscando a alguien con la mirada, parece frustrado. Apartó mi mirada al escuchar la música nupcial y ver a Jung-Li caminar del brazo de su padre, apretó los dientes disimulando el hecho de que me parece que está preciosa, parece una princesa, su rostro está maquillado sutilmente, y el peinado le da un toque que parece un ángel sin alas. Toda la boda trascurre normal,
......Min Jung-LiSiento la opresión en mi pecho por su reciente cercanía y el repentino alejamiento.Lavo lo que utilize y subo tras él, entro a la habitación y veo que esta acostado boca abajo en la enorme cama, suspiro y me acerco a él.Me acuesto a su lado sin estar tan cerca, tapo mi cuerpo con la sabana y después intento dormir pero al no poder cojo mi celular de la mesita de noche y veo las redes, encontrandome con muchas notificaciones en las que fuy etiquetada, decido ignorarlas como siempre y voy al chat con Nicoll.Mensajeamos un rato y al recibir su llamada la contesto sin esperar mucho.—¡Hola!— sonrio por su euforia y ella ríe leve.— ¿Como va la luna de miel? ¿Ya procrearon al primogénito Black Min?— mi cara se ruboriza y recuerdo que And esta a mi lado, le hago una seña para que guarde silencio. —Hola.— murmuro bajo para no despertar a Andrew. –Vamos llegando, no hay mucho que contarte. Responde deseando que no haga más comentarios inapropiados. La conversación fluye
Abro los ojos con pereza y veo que es de día, me asombro un poco pero las ganas de seguir aquí me ganan y me quedo por un rato más, escucho la puerta del baño abrirse y veo a Andrew salir con una toalla en la cadera, finjo dormir y funciona ya que él se empezó a cambiar frente a mi danome la espalda, mi cara esta roja, pero debo aceptar que su cuerpo es demasiado sexy, y de su trasero mejor no digo nada. Voltea y cierro los ojos rápidamente, poco después escucho pasos hacía salida y suspiro, abro los ojos y efectivamente ya no está, me levanto con pesadez y voy al baño me doy una larga y caliente ducha, al salir me coloco una blusa blanca y unos shorts negros, peino mi cabello y después de recibir mi look salgo de la recamara, bajo a la cocina y veo a Andrew cocinando, me acerco quedando a una distancia considerablede él. —Buenos días.— murmuro después de unos segundos observándolo. —Buen día.— responde serio y sigue cocinando.—¿Que tal dormiste?— pregunta abriendo el refrigerador
Mi mundo parece detenerse al verla, intento salir de la ensoñación pero mi rostro sigue serio, mostrando la poca emoción que siento por su presencia, volteo a ver a Jung-Li y su rostro esta opaco, la emoción que se reflejaba en su rostro por la reciente compra ha desaparecido, tomo su mano con suavidad y la apreto levemente. —Hola, sí, casi 9 meses.—respondo viéndola. —¿Como te trata la vida de casado? —Pregunta y noto un leve tono burlesco. —Mucho mejor de lo que imaginaba, mi esposa es tan afrodisíaca que me es difícil salir de nuestra cabaña.— Respondo con seriedad. Jung-Li esta sonrojada y una leve sonrisa aparece en mi rostro, la cual disimulo rápidamente. Veo el rostro de Daniela cambiar a una mueca, escanea a Jung-Li con la mirada y luego sonríe de forma extraña. —Un placer, soy Daniela Johnson, ex de tu esposo.— Sonríe y Jung-Li parece un poco cohibida. —Igualmente, soy Jung-Li Min. Si no te molesta tenemos que regresar a la cabaña.— Expresa y me ve. —Vamos.—Le doy un a
Llega el último día, en la tarde el Jet privado estará listo para regresar a Estados Unidos, lo que significa que estaremos llegando en la madrugada a el aeropuerto. Ella se arregla y viste diferente a como lo ha estado haciendo aquí, vuelve a su ropa fina, cosa que también hago, no podemos estar con ropa casual en nuestro país, somos personas con influencias y muy conocidas, por cualquier cosa salimos en chismes inventados. Fuí al centro a comprar un regalos para mi hermano y madre, al regresar entro a la habitación y las maletas ya estan listas, tanto las suyas como las mías. No pensé que se tomaría tan en serio su papel de esposa, pero lo ha hecho a la perfección. Ella esta maquillándose en frente al espejo, su vestimenta es muy formal y a la vez sexy, no está mal, pero mi pantalón no dice lo mismo. Dejo de verla para no obtener los mismos resultados que los días anteriores, paso más en el baño qué con ella. Bajo las maletas para no hacer subir a al chófer solo por ellas, las d
Min Jung-LiDespierto sola en la cama, me estiro con un poco de pereza, cuando el sueño desaparece voy al baño a lavar mi cara y mi boca.Termino y bajo a la cocina, cómo las mañanas anteriores, la señora Olivia me abraza con cariño, mientras Andrew solo ignora mi presencia.No sé en que se esta basando este matrimonio, pero ya llevo 5 día aquí y apenas y me da las buenas noches, me esfuerzo en hacer cosas que le gustan, sus platillos favoritos, postres, galletas, me encargo de sus cosas, paso pendiente de sus necesidades, de todo, pero nada logra llamar su atención, aveces creo que es porque estoy actuando mas cómo una madre que cómo una esposa. Pero en realidad no se que hacer para que me de aunque sea un poco de su tiempo. —Buenos días, Jung-Li. —responde a mi saludo.—¿Como dormiste, cuñadita? –pregunta Edgar sonriendo.—Bien, gracias. —sonrio leve.—¿Y tu Ed?–lo veo tomando manzana picada para desayunar.—Que bueno. Yo dormí bien, sabes te quería pedir un pequeño favor. –veo su r
Subimos al coche después de decirle a la señorita Brown el lugar y que hablara con la empresa que lo renta. —¿Tienes hambre? —pregunta conduciendo a no se donde. —Mucha, podría comerme a Mani. —respondo y me avergüenzo al darme cuenta de lo que dije. —Eso es mucho, perdón por tenerte de un lugar a otro todo el día. —murmuro deteniendose en el semáforo. —No importa, yo quise venir. —respondo con una sonrisa. —Tu sonrisa es bonita. —me sonrojo al escucharlo pero él solo vuelve a tomar el volante cuando el semáforo cambia. —Gracias. —murmuro al no saber que responder. Si le digo "la tuya igual" sonará a que estoy enamorada, ya que mis ojos me delatan, pero aun así no puedo disimular la sonrisa que me genero su comentario. —Vamos, baja. —abre la puerta dándome paso a salir del auto. Bajo y entramos al restaurante tomados de la mano, él no sabe que cada que tiene un mínimo contacto con mi cuerpo, mi corazón sufre de una desesperación increíble, o que mi vientre pa
...Vea a Jung-Li sonriéndole a el modelo, que para colmo de males, es Francesco Lombardi. El mismo que buscaba coquetearle en nuestra boda. Mis puños se cierran con fuerza, mis dientes rechinan al estar tan apretados. Intento mantener la cordura cuando el le sonríe coqueto y ella, aún en su ingenuidad parece no notarlo. Camino hacía ellos con paso firme, llego al lado de mi esposa y ella fija su vista en mí. Me es imposible no mostrar una expresión de triunfo al tener su atención inmediata. —Hola, mi vida. —murmuro cerca de su rostro.En estos momentos no sé lo que hago, lo único en lo que puedo pensar en es la poca distancia entre sus labios y los míos. La beso suavemente acariciando su cintura con mis manos. Sus labios tienen un delicioso sabor a frutos rojos, las ganas de hacer el beso más intenso se hacen presente en menos de unos segundos. Me separo al darme cuenta de que estamos en un lugar público y que mis pensamientos y emociones se están yendo a otros aspectos muy apart