Subimos al coche después de decirle a la señorita Brown el lugar y que hablara con la empresa que lo renta.
—¿Tienes hambre? —pregunta conduciendo a no se donde. —Mucha, podría comerme a Mani. —respondo y me avergüenzo al darme cuenta de lo que dije. —Eso es mucho, perdón por tenerte de un lugar a otro todo el día. —murmuro deteniendose en el semáforo. —No importa, yo quise venir. —respondo con una sonrisa. —Tu sonrisa es bonita. —me sonrojo al escucharlo pero él solo vuelve a tomar el volante cuando el semáforo cambia. —Gracias. —murmuro al no saber que responder. Si le digo "la tuya igual" sonará a que estoy enamorada, ya que mis ojos me delatan, pero aun así no puedo disimular la sonrisa que me genero su comentario. —Vamos, baja. —abre la puerta dándome paso a salir del auto. Bajo y entramos al restaurante tomados de la mano, él no sabe que cada que tiene un mínimo contacto con mi cuerpo, mi corazón sufre de una desesperación increíble, o que mi vientre parece tener millones de elefantes dentro. Él me ayuda con la silla, mientras una sonrisa esta dibujada en nuestros rostros, y aunque se que la suya es falsa, mi corazón no lo acepta y se aferra a que al menos eso puede tener de él. Pedimos lo que comeremos y nos quedamos en silencio mientras la comida llega, de pronto el interrumpe el silencio sacándome de la ensoñacion. —¿Tienes algún proyecto o algo que ocupe tu tiempo? —pregunta en un tono bastante calmado. —No, no he buscado un lugar de trabajo, pensaba mandar mi currículo a algunas empresas de modelaje, pero no sabía si dejarías que trabajara. —respondo con toda sinceridad. —¿Por qué no lo haría? —miro su rostro y arrugó mis labios. —No lo sé, papá no deja que mi madre trabaje. —murmuro. El mesero regresa con nuestra comida y le agradezco con una leve sonrisa. —No soy tu padre, Jung-Li. —levanto la vista. Asiento y señalo su comida para que coma. —Lo sé, pero me educaron para ser esposa, no para ser mujer. —respondo con tranquilidad. Seguimos comiendo, al terminar pedimos un postre y lo veo querer decir algo pero se contiene y suspira. —¿Tienes algo que decir? —pregunto terminando de comer el postre. El asiente sin levantar la cabeza, deja de lado el cubierto y me ve con seriedad, en ocasiones me da temor se forma de ser y actuar. —Si quieres puedes trabajar como fotógrafa en nuestra empresa, solo tienes que mandar tu currículo a mi secretaria y esperar a ver si quedas con el trabajo. —dice con tranquilidad, algo que su rostro no refleja. Me gustaba mucho la idea hasta la parte donde su secretaria sera quien revise mis papeles, estoy segura de que no le agrado, y definitivamente el sentimiento es mutuo. —Sí, si quiero. —sonrio un poco. —pero quiero que tú revises el currículo, no tu secretaria. Una sonrisa aparece en su rostro y asiente, acaricio mi mejilla. —Tenías caramelo en tu mejilla, amor. —me sorprende un poco pero sonrío. Segundos después me doy cuenta que me ha dicho amor porque el mesero trajo la cuenta. Él paga todo, le da propina al mesero y salimos del restaurante, nuevamente abre la puerta para mí y sube poco después. Me he dado cuenta que por muy serio y frío que parece, siempre es un caballero, amable y respetuoso. —¿No vamos a casa? —pregunto al ver que no es la ruta. —No, vamos a la empresa, me ayudaras a escoger algunos modelos para la campaña, eso todavía falta. —responde y río un poco. —¡Okey, yo ayudo!—aplaudo sonriendo. Él sonríe y mis ojos brillan –nuevamente–mi corazón palpita rápido y un leve suspiro sale de mi, tapo mi cara rápidamente. Gracias a Dios Andrew no se dio cuenta. Llegamos a la empresa, entramos al elevador y al bajar caminamos a su oficina. Él lleva mi mano entrelazada con la suya, sonrio al verla con mis sentimientos cada vez mas incontrolables. Se sienta en su asiento mientras yo lo hago en el sofa frente al escritorio. —¿Que haremos? —pregunto sonriendo. —Te mostraré algunas fotografías de los modelos y tu me ayudaras a escoger. —responde y coloca la carpeta frente a mi. Empezamos a ver las opciones sin poder decidernospor una, terminamos escogiendo a dos chicas y un chico. —¿Él... Él es el mismo de la boda?—pregunto señalando al modelo elegido. —Sí, Francesco Lombardi, nuestro mejor modelo, gracias a él la empresa ha vendido gran cantidad de un solo producto. —me sorprendo levemente. —Por eso lo invitaste a la boda, ¿No? –veo mejor la foto, es atractivo. —No lo invite, créeme.—me quita la foto y la guarda en la carpeta—mi madre fue quién mando la lista de los invitados que queria en la boda, lamentablemente el chico le agrada. Río un poco. Me manda a decirle a su secretaria los modelos que hemos elegido y al regresar él parece estar muy concentrado en la computadora así que decido no interrumpir y me siento en el sofa de la mini sala que esta en la oficina. Procedo a escribirle a la señora Olivia para decirle que no le ayudaré a preparar la cena esta vez, cuando responde con un "tranquila, hija, disfruta el tiempo con mi hijo" sonrio y veo a Andrew. —¿Me necesitas para algo más? —pregunto sin querer interrumpirlo. —No, si quieres duerme o ve a recorrer la empresa. —responde desinteresado. Después de unos minutos de estar con el celular el sueño me gana y me quedo dormida en el sofa. Al abrir los ojos estoy en el coche y completamente de noche, veo por la ventana el camino a casa. —Buaa... —bostezo y me estiró golpeando mi mano con el techo del auto. —Ya casi llegamos. —murmura Andrew. Pasan algunos minutos y al llegar mis ojos se han vuelto a cerrar y parezco sonámbula, siento como mi esposo me carga y poco después me recuesta en nuestra cama. Tengo demasiado sueño como para cambiarme de ropa o lavarme la boca. Siento como Andrew me quita los tenis y me quejo un poco. —Descansa, linda. —apenas lo escuche por mi cansancio. Me quedo completamente dormida sintiendo mi cuerpo horriblemente pesado. *** Le entrego mi currículo a Andrew después de desayunar, me siento a su lado esperando la reacción. —Si no te parece suficiente, está bien. —murmuro bajo. Él sigue revisando y después levanta la vista a mi rostro. —Puedes empezar mañana mismo, pero solo trabajarás con chicas, apenas vas a empezar y cualquier modelo hombre puede coquetearte. —asiento sin tomarle mucha importancia. Escucho a Edgar reír y mi rostro forma una mueca de pregunta. —¿Estás celoso, hermanito? —pregunta con una expresión de burla en su rostro. —No tengo porque estarlo, esto es solo un contrato. —responde frío me entrega los papeles. Mi pecho duele, y un nudo se forma en mi garganta, deseo gritarle que deje de ser tan cambiante, pero no puedo hacerlo, no es su culpa que yo sea una persona que se ilusiona fácilmente, no es culpa de él que haya malinterpretado su amabilidad con el que podíamos tener algo mas que solo un contrato. Aparte la mirada de él y la fijo en Edgar, parece notar mi dolor y se levanta del sofa. —Jung-Li, ¿me acompañas a la habitación? Necesito preguntarte algo un poco privado. —me toma de la mano sin darme tiempo a responder. Una lagrima sale de mi rostro mientras subimos las escaleras pero la limpie rápidamente. Al entrar a su habitación él me abraza y yo no puedo hacer más que dejar salir mi dolor, nos quedamos en silencio por unos largos minutos mientras él me abraza y yo solo lloro. Cuando logro contener mi llanto y hablar sin que mi voz se corte él toma la palabra. —No me lo digas, yo sé que en el corazón no se manda, es imposible automanipular nuestros sentimientos asia alguien. —asiento limpiando limpiando mi rostro. —¿Por qué el amor duele tanto? —susurro aguantando mis lágrimas. —Tranquila, créeme que cuando él se dé cuenta ya se habrá enamorado de tí y curará todas las heridas que su frialdad a causado. —lo veo y niego. —Él nunca me amará, no creo que llegue a tener algún sentimiento por mí, ni ahora ni en un futuro. —respondo sonriendo triste. —Mi hermano es el único idiota que no se da cuenta de tu amor, o del brillo en tus ojos ante cualquier acción suya. —lo veo sonrojada. —¿Se nota mucho? —susurro con la cabeza baja. —Cualquiera con dos ojos o percepción de auras se daría cuenta de todo el amor que le tienes a Andrew, él es el único tonto que no lo nota. —suspiro triste. Después de hablar un poco y que olvidará todo el dolor causado resientemente, bajamos sonriendo. La señora Olivia nos dice que Andrew se ha ido al trabajo y que a mi me llevaría el chófer, asiento a sus palabras y después de abrazarla a ella y a Edgar salgo de la mansión y subo al coche. Entro a la oficina de Andrew después de ser anunciada por su secretaria. Él ni siquiera levanta la vista de la computadora. —Hola. —me siento en el sofa frente a él. — Dile a la señorita Brown que te lleve a tu lugar de trabajo. —murmura sin dejar de ver la pantalla. —¿Puedo preguntar algo? —me acerco a el escritorio. —Sí. —su respuesta es rápida y sin expresión. —¿Estas enojado? —pregunto con temor. Por fin logro que deje de ver la pantalla y me vea a mi, su rostro esta pacífico, pero sé que esta enojado, lo conozco lo suficiente como para no notarlo. —¿Debería estarlo? —pregunta serio y niego. —No lo sé, por mi culpa no. —respondo sin tituvear. Levanta una ceja, me es imposible mantenerle la vista y bajo la cabeza rápidamente. —¿Qué hablaste con mi hermano? —pregunta sin rodeos y una presión aparece en mi pecho al recordar eso. Por lo poco que llevo conviviendo con ellos, Edgar no parece una persona que se moleste por cosas tan "poco importantes" como los sentimientos, o eso me dijo hace rato después de hablar, en verdad su silencio y forma de aconsejarme hizo que todo fuera más fácil y entendiera que no tengo que dejarle todo a los sentimientos. Lastimosamente eso no lo entiende el corazón y ahora estoy aquí, deseando que él me vea de forma diferente y no con esa expresión de frialdad en su mirada. —Nada importante, solo fue una tontería de mi parte. —responde suavemente sin ver sus ojos mientras juego con mi pulsera. —Bien, ve a tu lugar de trabajo. —vuelve a lo suyo mientras yo muerdo mi mejilla y camino asía la puerta. Antes de salir escucho que llama a mi nombre y volteo a verlo. —A las 11 con 40 minutos paso por tí para ir a almorzar. —dice sin verme. Esto me esta cansando pero no puedo hacer nada para cambiarlo. Su secretaria me lleva a mi lugar de trabajo y después de que el jefe de grabación me dijera en que decía ayudar y que tomas hacer me dispongo a seguir sus órdenes y muevo mi cuerpo de un lugar a otro ayudando a los de vestuario y maquillaje a cargar todo lo que se utilizará en la sección de fotos en el muelle....Vea a Jung-Li sonriéndole a el modelo, que para colmo de males, es Francesco Lombardi. El mismo que buscaba coquetearle en nuestra boda. Mis puños se cierran con fuerza, mis dientes rechinan al estar tan apretados. Intento mantener la cordura cuando el le sonríe coqueto y ella, aún en su ingenuidad parece no notarlo. Camino hacía ellos con paso firme, llego al lado de mi esposa y ella fija su vista en mí. Me es imposible no mostrar una expresión de triunfo al tener su atención inmediata. —Hola, mi vida. —murmuro cerca de su rostro.En estos momentos no sé lo que hago, lo único en lo que puedo pensar en es la poca distancia entre sus labios y los míos. La beso suavemente acariciando su cintura con mis manos. Sus labios tienen un delicioso sabor a frutos rojos, las ganas de hacer el beso más intenso se hacen presente en menos de unos segundos. Me separo al darme cuenta de que estamos en un lugar público y que mis pensamientos y emociones se están yendo a otros aspectos muy apart
Al despertar siento que alguien me está observando, y el respirar de esa persona en mi rostro, cerca de mis labios, coloco mis manos en su cintura y pego mi cuerpo al suyo, gruño suavemente al sentir algo en mi pijama. Ella se aleja muy rápido y yo lo agradezco internamente. —Perdón, estaba dormida. —noto su mentira rápidamente al ver que mueve su pulsera y su rostro esta sonrojado. —No importa. —respondo y camino al baño serio. Salgo minutos después relajado y con mi cuerpo siendo cubierto solo por una toalla blanca, veo de reojo cómo mi esposa entra sonrojada al baño y río internamente por su reacción. Termino de arreglarme, hoy no iremos a la empresa, antes de la cena, iremos de paseo y la llevaré a visitar a su madre. Se que la relación con su padre no es muy buena, pero ya hace rato no los ve, estoy seguro de los extraña. Ella sale del baño y yo bajo las escaleras para dejar que se arregle. Me siento en el comedor y puedo apreciar todo lo que mamá ha preparado. —Esperemos
...Min Jung-Li Suelto un suspiro al verme en el espejo, Alexander lleva más de 10 minutos esperando por mi en la sala de la mansión y yo no soy capaz de escoger que zapatos utilizar. En mi mente se repite sus palabras al decirme que saldríamos a cenar. Me es imposible no ilusionarme, nos hemos besado en dos ocasiones en este día y aunque no lo hemos hablado, esta bien así, no quiero arruinarlo al preguntar el porqué de su resiente cercania. Me decido por los tacones de punta con un hermoso color rojo, sonrío al verme en el espejo, no suelo utilizar este tipo de ropa, pero me siento bonita. Tomo mi bolsa y bajo las escaleras con un cuidado gigante, no quiero romperme el tobillo por no fijarme dónde pondré el pie. Al llegar abajo, veo que él está sentado en el sofá de espaldas a mi, pensé que estaría hablando con Edgar pero recordé que dijo que saldría de copas. Me acerco a mi esposo y toco su hombro con suavidad. —Estoy lista. —murmuro cuando voltea a verme. Me escanea con la m
Muevo mis manos buscando abrazar mas a Andrew, esta haciendo un poco de frío y creo que las ventanas están abiertas. —Ya despierta, es tarde y debemos ir a el trabajo—escucho que dice con voz tranquila. —No quiero... Solo un poco más, ¿Sí?—lo abrazo mas fuerte. —Está bien, bonita—responde acariciando mi cabello. Se escucho muy lindo lo que dijo, en mi mente solo se reproduce el "bonita". Abro los ojos aun con mi cabeza recostada en su pecho. Quiero levantar la vista para que note que estoy despierta ya, peor algo de mí que me dice que me quede así, sin moverme ni intentar algo mas. —Ya sé que estás despierta—el susurro en mi cabello me sorprende poco pero sonrío. Lo veo sin borrar mi sonrisa. Las caricias en mi cabello no cesan, la sonrisa un tanto peculiar que está en sus labios me perturba, pero lo ignoro. Una de mis manos sube a su pecho y acaricio suave, mis uñas dibujan círculos imaginarios, sin llegar a lastimar ya que no lo hago con fuerza. —¿No qué llegaremos tarde?—mu
..Min Jung-Li Termino de decorar las galletas con colores muy intensos y las dejo reposar en el refrigerador por unos minutos para que no se rompan ni se deshaga la decoración. —Han quedado preciosas—escucho a mis espaldas y sonrio. —Sí, son algunas de las favoritas de mis amigas—respondo volteando mi cuerpo hacia mi suegra. Me dispongo a limpiar lo que he ensuciado con tranquilidad. Ella está preparando un pastel de vainilla con maní y cacahuate. Tres de las cosas que no me gustan, pero ella no lo sabe, y no importa mucho ya que el pastel es para mis amigas, a ellas si les encanta la vainilla y el mani. —¿Vendrá Nicolle?—pregunta Edgar entrando a la cocina. —Uno: no entres a la cocina mientras estamos ocupadas, dos: sí, todas hace poco regresaron de un crucero por el caribe de Costa Rica—respondo lanzandole una mirada matadora—. Algo quieres con Nicolle, ¿qué es? —Nada, solo tengo curiosidad de saber si tú y tu mejor amiga se reunirán después de mes y ¿días...? De tu boda—res
—¡Bienvenidas!—sonrío abrazando a cada una de ellas, siendo correspondida al instante. —Hola, mi niña—escucho hablar a Azul y mis ojos se llenan de lágrimas. La abrazo mucho mas fuerte al verla después de tanto tiempo, ella no estuvo en mi boda ya que estaba trabajando en Australia, lleva mas de un año allá. —Te extrañe, Juli—escucho su susurro y sonrio. —Yo también, Zu—acaricio su mejilla. Terminamos de saludarnos y ellas entran mientras yo espero a que Nicolle termine de estacionar, ya lleva rato, esa niña es más lenta que el caracol que Edgar tiene en su cuarto. —¿Me extrañaste?—pego un pequeño salto, ella nunca se cansa de asustarme. La abrazo y dejo un beso en su mejilla. Ella acaricia mi cabello y bajo su mano a mi mejilla, deja otra caricia en ella y yo instantáneamente cierro los ojos disfrutandola. —Mucho para ser tan molesta y gruñona—tomo su mano y entramos a casa. Ella se junta con las chicas y yo voy por las galletas sin mirar la sala, al llegar veo que no están
...Muevo mi mano por toda la cama con los ojos cerrados, al no sentir su cuerpo y calor por ningún lado gruño, abro un para ver si tal vez solo estaba lejos, pero no, ella no está en la cama.Recuerdo que ayer dijo que vendría a dormir aquí después de dejar a sus amigas descansando. Seguramente ellas le insistieron.Me he dado cuenta de los sentimientos que Ji ha desarrollado por mí, aunque al principio quise negarme a tener algo más que lo estrictamente necesario me ha sido imposible no acostumbrarme a ella. A sus suaves y delicados labios, al calor de su cuerpo, a su presencia, su sonrisa, sus ojos, su extraña forma de comportarse cuando estoy cerca de ella. He visto el hermoso brillo en sus ojos cuando estoy cerca, aunque siempre hay algo que parece hacer que su rostro se vea triste.No mentiré al decir que me fue fácil dormirme anoche, me dormí hasta tarde dando vueltas en la cama, extrañe sus brazos alrededor de mi cuerpo. Pensé que tal vez llegaría cuando yo ya durmiera, pero
He descubierto que me gusta levantarme temprano, eso gracias a que Ji es muy perezosa y siempre se levanta tarde, entonces yo aprovecho para verla dormir. Nunca compartí cama con una mujer, con Daniela solo teníamos relaciones y luego se iba o se alejaba. Verdaderamente nunca sentí la necesidad de compartir una noche abrazados, tal vez fue porque nunca lo hicimos y no sabía lo que se sentía. Pero dormir abrazado a mi esposa se siente tan correcto, se siente paz y extrañamente puedo quedarme dormido con facilidad. Quizás es porque ella es una persona que trasmite todo lo anterior.Detengo el coche frente al camino que lleva al lago y bajo, abro su puerta y la ayudo a bajar del coche.—Gracias—. me sonríe tomando mi mano y bajando del coche.—Con gusto, linda—le devuelvo la sonrisa.La guío por el camino no tan estrecho que da al lago, muchas personas también están aquí disfrutando de la naturaleza y el hermoso día que esta haciendo.Este es uno de los lugares turísticos más visitados