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Muevo mi mano por toda la cama con los ojos cerrados, al no sentir su cuerpo y calor por ningún lado gruño, abro un para ver si tal vez solo estaba lejos, pero no, ella no está en la cama. Recuerdo que ayer dijo que vendría a dormir aquí después de dejar a sus amigas descansando. Seguramente ellas le insistieron. Me he dado cuenta de los sentimientos que Ji ha desarrollado por mí, aunque al principio quise negarme a tener algo más que lo estrictamente necesario me ha sido imposible no acostumbrarme a ella. A sus suaves y delicados labios, al calor de su cuerpo, a su presencia, su sonrisa, sus ojos, su extraña forma de comportarse cuando estoy cerca de ella. He visto el hermoso brillo en sus ojos cuando estoy cerca, aunque siempre hay algo que parece hacer que su rostro se vea triste. No mentiré al decir que me fue fácil dormirme anoche, me dormí hasta tarde dando vueltas en la cama, extrañe sus brazos alrededor de mi cuerpo. Pensé que tal vez llegaría cuando yo ya durmiera, pero no fue así y ahora tengo un pequeño enojo y no sé si es porque no cumplió con su palabra o porque extraño despertar con sus besos. Me levanto con pesadez y camino al baño, abro la ducha y al terminar de asear mi cuerpo salgo y voy hacia el enorme armario. Escucho la puerta abrirse y mi vista viaja hacia ella rápidamente. Ji entra restregando sus ojos con su mano y camina a la cama. Creo que no ha notado mi presencia cerca del armario. —¿Andrew..?—escucho su susurro al notar que ya me he levantado. —Aquí—me acerco a ella aún en toalla, ya que no me ha dado tiempo de cambiarme. Cuando me ve sonríe y me abraza cerrando los ojos en el acto. Acaricio su cabello, beso su frente y ella me abraza mas fuerte. —¿Dormiste bien?—me alejo un poco y veo sus ojos. Ella asiente respondiendo una afirmación a mi pregunta, me acerco a su rostro y veo sus labios. Acaricio su mejilla antes de unir nuestros labios en un beso suave, bajo mis manos a su cintura y la pego a mi cuerpo, hago el beso mas intenso y íntimo al meter mi lengua en su boca a la vez que meto mi mano en su pijama. —Mmh...—escucho el sonido que sale de sus labios y me separo lentamente. Sus ojos tienen un brillo que solo me hace querer seguir, pero he decidido no tener intimidad hasta que desarrolle sentimientos más fuertes por ella y si eso no pasa, llegar a un arreglo. No quiero tomarla sin sentir algo verdaderamente fuerte, el deseo es gigante, pero eso no basta para hacer el amor y ella no merece menos. Me he dado cuenta en el tiempo que llevamos de casados, aparte de ser una chica muy inteligente es muy buena, es amable y carismática. He llegado a pensar que tal vez solo sea que me he acostumbrado a su cercanía, y que el deseo es solo por el tiempo que llevo sin tener relaciones y su cercanía lo hace todavía más fuerte. Pero esa idea ha desaparecido en segundos con solo ver su sonrisa o recordar los besos tiernos que ella me ha brindado en ocasiones. He intentado tomarla, todos los besos que le di en un principio eran con ese objetivo. Así saldríamos antes de este matrimonio no deseado por ninguno de las dos. Pero siempre me contenía y terminaba alejándome. También he pensado que la obligo cuando la beso o toco su cuerpo –sin pasar a más que pequeños toques inocentes– pero se que no es así ya que siempre reacciona de muy buena manera a mi cercanía. —¿Saldrás?—veo sus ojos al escuchar su pregunta y niego. —Es domingo, pensaba llevarte a algún lugar o hacer lo que tú quieras—respondo después de besar sus labios por segunda vez. Me alejo de ella y entro nuevamente al armario, escucho que ingresa a el baño. Termino de cambiarme y veo el resultado en el espejo. Playera blanca, pantalón de una tela gruesa color gris oscuro y unos zapatos oxford color negro. Me arreglo el cabello y salgo del armario. —Oh, pensé que tardarías más en la ducha—murmuro viéndola salir con una bata de baño. —Es que las chicas siguen abajo, no quiero que se vayan sin despedirme de ellas— responde entrando al armario. —¿Te espero abajo?—tomo mis llaves, celular y abrigo. —Sí, ahorita bajo—escucho y asiento aunque ella no me ve. Salgo al pasillo y bajo las escaleras mientras reviso mi teléfono, llego al comedor y veo a sus amigas hablando como si no existiera mañana. —Buen día—saludo y me siento en mi lugar. —Hola, cuñado—levanto la vista y la fijo en la que creo que es Maya. —Hola— respondo sin ninguna expresión. —¿Ya baja Juli?—pregunta Azul. La veo y alzo una ceja al no saber a quien se refiere pero rápidamente me doy cuenta que habla de Jung-Li. —Sí, dijo que no tardaría—me sirvo de la comida que hay en la mesa. Poco después Jung-Li baja sonriendo, sus ojos brillan al abrazar a sus amigas. Decido ignorar su interacción y sigo comiendo, le sirvo en su plato luego de que se sienta a mi lado y tomo jugo sirviéndole lo suficiente para que su desayuno sea ameno. Levanto la vista y me esta sonriendo. Cada día me parece más una persona sin maldad, que solo conoce lo bueno y no ha experimentado el dolor en la vida, ya que siempre sonríe y es agradable. En ocasiones—casi siempre—pone a los demás antes que a ella misma, se arriesga por ayudar a otros y se esfuerza en hacer las cosas bien. No hemos hablado mucho de su miedo a quedarse sola, he decidido dejar a que ella me lo cuente sin presionarla ni hacerla sentir incomoda con mi presencia. Al final es a mi a la única persona que tiene, su padre es un nefasto que prácticamente la vendió. Y digo lo último porque he revisado los ingresos de la empresa y hay muchos contratos con el señor Byung-Lee que serán llevados a cabo cuando el matrimonio termine, pero de las inversiones que ha hecho en mi empresa ya ha obtenido muchos ingresos. Estoy seguro que esto lo planearon con mi padre sin que yo lo notará. Siempre lleve las finanzas de la empresa de forma perfecta hasta la muerte de mi padre, pero nunca me di cuenta de ninguno de esos contratos. Aunque ya me parecía extraño que casara a su hija sin obtener nada a cambio, porque claramente iba a obligarla a contraer matrimonio con el mejor partido, supongo que papá le ofreció los contratos sin pensarlo ya que la familia Min tiene muy buenos tratos con personas de todo el mundo. —¿Y Edgar, mamá?—pregunto con curiosidad, ya qué no está en la mesa y el nunca se pierde ninguna comida. —Supongo que ya bajará, tranquilo—responde sin preocupación y sigue desayunando. —Me ha dicho que saldrá, seguro esta arreglándose— volteo rápidamente a Ji al escucharla hablar—. Pero no desayunara, así que no te preocupes. —Está bien—termino de desayunar y tomo mi café. Siento como toma mi mano bajo la mesa y me apreta sin mucha fuerza. Le sonrío y ella baja la cabeza sonrojada. Me gusta cuando hago que sus mejillas se tornen en un hermoso color carmesí. Al terminar de desayunar sale de la casa a despedirse de sus amigas, mientras yo solo la espero en la sala mientras reviso algunas cosas de la empresa en el móvil. —¡Regrese! —.expresa entrando a la sala. Levanto la cabeza y apago el celular para luego dejar el sofá y caminar hacia ella. —Vamos, ¿Te gustaría ir a un lago que está aquí cerca?—tomo su mano para salir de casa. —Sí, sí Amo los lagos—responde sonriendo y me detiene abruptamente—. Espera, iré por mi cámara. Sube corriendo sin darme tiempo a objetar ni murmurar una respuesta. La espero paciente y después de unos dos minutos baja con una cámara y un pequeño bolso del mismo color de mi camisa. —Ahora sí, vamos—vuelve a tomar mi mano y salimos. Le abro la puerta del coche y subo al lado del piloto. Después de asegurar nuestros cinturones enciendo el coche emprendiendo camino al lago. Mi trabajo últimamente ha consumido todo, ya no puedo siquiera salir o quedarme descansando porque la empresa está necesitando muchísima atención con los nuevos proyectos. Detengo el coche en un semáforo y tomo la mano de Ji para apretarla levemente. —Ya casi llegamos, linda—beso sus nudillos y bajo mi mano a su muslo. Ella asiente sonrojada y mi sonrisa se amplia y en un movimiento rápido, beso su mejilla. Vuelvo a mi asiento y retomo el camino cuando el semáforo cambia a verde.He descubierto que me gusta levantarme temprano, eso gracias a que Ji es muy perezosa y siempre se levanta tarde, entonces yo aprovecho para verla dormir. Nunca compartí cama con una mujer, con Daniela solo teníamos relaciones y luego se iba o se alejaba. Verdaderamente nunca sentí la necesidad de compartir una noche abrazados, tal vez fue porque nunca lo hicimos y no sabía lo que se sentía. Pero dormir abrazado a mi esposa se siente tan correcto, se siente paz y extrañamente puedo quedarme dormido con facilidad. Quizás es porque ella es una persona que trasmite todo lo anterior.Detengo el coche frente al camino que lleva al lago y bajo, abro su puerta y la ayudo a bajar del coche.—Gracias—. me sonríe tomando mi mano y bajando del coche.—Con gusto, linda—le devuelvo la sonrisa.La guío por el camino no tan estrecho que da al lago, muchas personas también están aquí disfrutando de la naturaleza y el hermoso día que esta haciendo.Este es uno de los lugares turísticos más visitados
No puedes permitirme amar por el miedo de que se repita la trama de el capítulo pasado de tu vida" ...Le doy campo a mi esposa para que entre a la mansión y la sigo de cerca. Ella sube las escaleras después de saludar a mi madre y hermano, mientras yo me quedo en la sala y camino al sofá, quedandome en este un momento. Suelto un suspiro cuestionandome el porqué se su lejanía resiente. {...}Veo a Ji entrar a mi oficina, como siempre tan bonita, debo admitir que ese vestido se sienta tan bien a su cuerpo que me hace pensar en cosas para nada inocentes.—Estaba pensando en intentar exponer mis cuadros...—murmuró después de que la besara. Ella ha estado pintando bastante últimamente, parece más cercana a mí y suele desenvolverse más en mi presencia. Ya ha llegado a darme besos, abrazos y muestras de afecto sin que yo tenga la iniciativa. —Me parece perfecto, linda—subo mi mano a su rostro y dejo una caricia en su mejilla—. Le diré a mi secretaria que haga lo necesario y que se pon
Llevo un bocado a mi boca, el desayuno ha sido preparado por la sirvienta, mi madre esta un poco enferma y Ji no tenía ánimos para cocinar. No sabe mal, pero tampoco se compara con su sazón.—¿Y qué has pensado del trabajo?—veo a mi hermano cuestionando lo que hace días venimos hablando.—Quisiera ejercer mi carrera, pero sabes muy bien que no soy bueno—limpia sus labios para seguir hablando—.—Cómo te dije antes, puedes empezar haciendo prácticas, al señor Ernesto ya se va a jubilarse y tú serás su suplente—termino de desayunar—. Ir aprendiendo de él sería un muy buen comienzo.La conversación fluye, mi hermano ha decidido intentarlo lo que me brinda un poco de paz. Algo en mi interior quiere guiarlo sin opacar sus ideas y decisiones.Me levanto de la mesa para caminar a la salida de la mansión mi esposa me sigue y al igual que yo, toma un abrigo y salimos de nuestra casa.Le abro la puerta del coche para que ingrese, hoy no hemos compartido muchas palabras, solo pequeñas oraciones,
...Min Jung-LiSus palabras se repiten en mi mente una y otra vez, pero ¿Cómo quiere que no me crea esto si su comportamiento es tan especial? Me será imposible no hacerlo, pero decidí no cuestionar mi futuro y solo disfrutar de lo que estoy viviendo. Me va muy bien en mi trabajo, pertenezco a un hogar momentáneamente, tengo un excelente esposo y mis amigas están pasando también por un buen momento en sus vidas. Pero entonces, ¿Por qué siento que me falta algo?¿Por qué siento que podría ser mejor? Tal vez si el no me tratará con tanta delicadeza y me complaciera en todo lo que pido y simplemente digo, yo no me ilusionara. O si yo dejará de repetirme que es lo que siempre he querido y lamentablemente nunca será completamente mío. Mis ojos viajan a sus labios, hoy he despertado antes que él, ya llevo más de 15 minutos viéndolo dormir y sigo sin cansarme. ¿Por qué me gusta tanto?¿Por qué no puedo solo dejar de desear sus caricias y besos?¿Por qué mi cuerpo y mente piden cada vez
Después de por lo que creo son dos horas, termino de arreglarme, llevo un jeans negro y un suéter blanco tejido, junto a unos tenis blancos. Tomo mi pequeña bolsa y bajo las escaleras, veo el auto de Nicolle estacionado frente a la mansión y detrás del suyo está el de Zoe, me río porque pudieron haber venido en uno solo, pero como siempre, Nic solo utiliza deportivos y no habríamos alcanzado las tres en uno de esos.—Bajate y nos vamos en el de Zoe, es más grande y hay campo para las tres—le digo desde la ventanilla.En verdad la amo, pero con el sol que esta haciendo no quiero y no puedo ir en ese coche y tampoco quiero mandarla sola porque se lo celosa que es y no quiero que se recienta.—Dile a tus guardias que abran—Dice mientras sonríe Le pido al guardia de la entrada a la mansión qué habrá y camino al coche de Zoe.—Hola, Zoe—sonrío y me siento en los asientos traseros.—¿Ya viene Nic? Tarda como si estuviera coqueteandole al guardia—enciende el coche y río por su ocurrencias.
...Min Jung-LiMe despido de las chicas y veo como cada una se va en su coche. ¿Estoy sorprendida? Sí, es que, me parece increíble esto. Ingreso a la mansión, son las 7:16 minutos, hemos perdido la noción del tiempo mientras hablábamos de todo lo que está pasando. —Buenas noches, ya bajo para ayudarle—saludo a la señora Olivia y después subo las escaleras. Nicolle no sabe que hacer, porque tampoco es que va a empezar una relación con mi cuñado solo por el bebé. Por lo que hemos hablado hasta ahora, ella ha decidido no decirle, no estoy de acuerdo con si decisión pero no tengo porqué influir en ella. Entro a mi habitación y me despojo de la incomoda ropa y entro a la ducha. Me quedo por algunos minutos ahí hasta que escucho la puerta abrirse y la voz de mi esposo hablando con alguien. Salgo de la ducha y me cubro el cuerpo con una toalla grande. Asomo mi cabeza por la puerta del baño, Andrew esta hablando por celular con alguien y parece frustrado.—He dicho que no, revisa bien
... Andrew Alexander Black Todo mi día ha ido mal, desde que salí de casa. No sé si sea una broma del destino, pero el director del proyecto en el que trabajará mi esposa ha contratado a Daniela para ser la modelo de esta campaña de fotografía. Si Jung-Li se puso celosa de la señorita Brown no quiero saber como estará cuando se de cuenta de esto, aunque Daniela y yo no nos cruzaremos ya que no trabajo en el mismo piso de Ji y la sección de fotos será tomada en ese piso. Justo cuando todo va bien ella vuelve y no malinterpreten mis palabras, no siento más que aprecio por el pasado que tuvimos. Pero no quiero que mi relación con mi esposa salga afectada, lo peor del esto es que ya ha firmado el contrato y si lo anulamos tendríamos que pagar mucho dinero. En estos momentos estamos todos reunidos en la mesa, la verdad es mi parte favorita del día, siento que siempre debió ser así, nosotros cuatro nos llevamos muy bien. Apreto levemente la pierna de Ji, ella y yo estamos
..La pareja había regresado de su lugar de trabajo, Jung-Li estaba algo cansada al igual que Alexander. En estos momentos ambos se encontraban en su habitación, ella terminando de arreglar su cabello, minutos antes se había dado una ducha y ahora ya no sentía tanta tensión.Escucha que Alex sale del baño y sigue en lo suyo, al terminar se levanta de el asiento y va hacia el armario.—¿Te paso la pijama? —su pregunta hace que Alex la vea y senté su atención en ella.Alexander solo lleva una toalla cubriendo sus caderas, el agua escurre por su cuerpo y su cabello está húmedo, señal de que lo ha lavado.—Sí, gracias, linda—responde y empieza a secar su cabello con una toalla pequeña.Cuando ya esta por terminar con su cabello las manos de su esposa se atraviesan en su campo de visión provecando que su atención recaiga en ella y deje la toalla pequeña en el buro.Toma la pijama entre sus manos y le de la espalda a Jung-Li para colocar su ropa interior. La chica fija su mirada en la espa