Andréw Alexander Black Conduzco hacía la oficina, casi siempre hay tráfico, pero hoy en especial hay mucho. Mi esposa va en el asiento de copiloto, una de mis manos baja a su pierna y aprieto un poco. Lamo mis labios por el recuerdo de lo que paso hace algunas noches, me ha costado un poco no volver a tocarla, con solo recordar como todo ella estaba completamente a mi disposición me hace sentir orgulloso de no haberla hecho sentir incomoda. —Ya casi llegamos, linda—veo el semáforo y vuelvo a conducir. —Tengo hambre—su voz sale con un deje de reproche y al ver su rostro, esta haciendo un leve puchero. Mi sonrisa se amplía, ¿Ella no se da cuenta de todo lo que provoca en mi? Hemos salido más temprano de lo normal de casa ya que tengo una junta importante, ella quiso venir conmigo en lugar de llegar después con Edgar, entonces gracias a eso no nos dio tiempo de desayunar. —Ahora que lleguemos te compro algo en la cafetería—viro el auto en una calle, ya llegamos. Bajo y le a
Min Jung-Li...{...}Me encuentro en mi cuarto jugando con mis muñeca favorita, estoy un poco aburrida así que salgo de la recamara y voy saltando al cuarto de mi hermano. Toco la puerta pero al ver que no responde y no abre, pego una pequeña patada el suelo haciendo un leve puchero. —Hermanito...abre...—vuelvo a tocar abrazando la muñeca a mi cuerpo. Siento unas manos cargarme y sonrío al recocnocerlas de inmediato, abrazo a mi papá con una sonrisa, al pegarme a su pecho puedo sentir su respiración agitada, me alejo y veo que ha empezado a caminar hacia su oficina. —¿Papi? ¿Qué paso? ¿Y Yeungie?—mi padre dibuja una sonrisa muy parecida a la que hago cuando descubren que me he comido solo la carne. —Tranquila, mi princesa...—al llegar a la oficina me deja en el sofa, no hay nadie aquí—prométeme que no saldrás. —¿Qué pasa, papi? —mi voz suena temblorosa, no me gusta la oscuridad y aquí esta muy oscuro—. Quiero a Yeung-Li, por favor. Sollozo y cruzo mis brazos. Siento la mano de
Alexander BlackAl verla tan vulnerable no pude contener mis ansias de protegerla, aunque lo que hice funcionó y ahora ella está recostada nuevamente en la cama, nada cambia el hecho de que todo lo que hice fue por instinto.Me deje guiar por las ansías de protegerla y se me olvido que nunca había hecho esto con nadie más que conmigo, Pero, ¿Y si eso hubiera fallado? ¿Y si la hubiera lastimado? ¿Y si en lugar de ayudar, la hubiera hecho sentir peor?La única respuesta es que nunca me lo hubiese perdonado, hoy he visto su versión más vulnerable y eso me dolió.Debo reconocer que en la juventud tuve algunos ataques pero ninguno fue tan fuerte como el de Ji, solo se que ver que no podía controlar su respiración y como luchaba por hacerlo, dolió, dolió mucho más. Sí, quiero saber qué es lo que la perturba tanto, el porqué de su miedo a los hombres y los cuchillos, pero no así, no quiero que me lo diga mientras sufre."¿Habrá soñado con eso? ¿Por qué se ha puesto así?"Suspiro, no se de
... Min Jung-Li Dejo el pincel de lado al ver que el lienzo solo tiene rayones sin mucho sentido, llevo un tiempo sin pintar pero hoy sentí la necesidad de hacerlo y lo único que me sale, son escenas oscuras, basadas específicamente en mis pesadillas. Ya es tarde, hace rato hable con Nicolle, quien dice estar muy feliz en su "retiro espíritual". En realidad solo se fue a España para esconder el embarazo, el cuál ya se le nota, son 4 meses ya y sorprendente lo grande que está. Me da tristeza ver el rostro de Edgar cuando le miento diciéndole que se ha ido de viaje por su trabajo, se que él merece saberlo y se lo he dicho a ella, pero está segura que es mejor ocultarlo. Sus papás no se han enterado del embarazo, si lo hacen seguro reaccionan realmente mal. Siento las manos de Andrew pasar por mi cintura, sonrío recostando mi espalda en su pecho. —¿Has resuelto el problema?—pregunto acariciando sus dedos que están dibujando círculos en mi cintura. —Algo así —siento como se aleja d
... Min Jung-Li Estoy por levantarme de la cama cuando me llega la respuesta de Nicolle. Sonrío viendo la hermosa foto de su panzita, es sorprendente lo rápido que creció, cuando tenía 3 meses ni se notaba. Resivo una llamada de ella y rápidamente la contesto. —Se ve hermoso...—coloco la cámara de forma que se vea mi rostro pero no mi cuerpo, la ropa que llevo deja mucho que ver—. ¿Cómo estás? ¿Todo bien? —Primero que todo, buen día—reímos a la vez, siempre se me olvida saludar—. Segundo, no, todo mal. La cara de preocupación y cómo grita contra la almohada me deja ver que es fuerte lo que me contará. —Dime que tienes, Coll—me hace sentir impotencia no estar ahí con ella ayudándole. —¿Prometes no enojarte?—sonríe nerviosa, frunzo el ceño y asiento. —Está bien, lo intentaré—desato mi cabello y vuelvo a hacerme una coleta. —Bueno... Hace unos meses... Me volví a acostar con Edgar—dice las palabras tan rápido que me cuesta entender. —¿Qué hiciste qué?—abro los ojos en demasía
... La veo dormir, es tan linda y pacífica. Quien diría que hace que mi interior se revuelva al verla. De lo sucedido ya paso una semana, ella no ha querido hablar de eso. Francesco pago una fianza y ahora anda suelto, volví a denunciar pero no me dieron resultados. Creo que se ha escapado del país porque contrate a un detective privado para buscarlo pero no lo ha encontrado. Veo que se mueve en la cama y sonrío, ella empieza a buscarme con su mano pero al no tocar mi cuerpo abre los ojos y refunfuña, se sube a mi cuerpo y se pega a el como un koala. —Despierta—beso su rostro. —No quiero—se esconde en mi cuello. Llevo mis manos a su trasero y acaricio esté, la hago que se siente en mi entrepierna, veo como habré sus ojos y sus mejillas se sonrojan. —Ahí si despiertas, ¿No?—sonrío de forma leve y dejo un beso en su cuello. —Eres un manipulador—me alejo y veo su rostro. Está roja. Se recuesta en mi pecho y empieza mover sus caderas, su vestido de pijama se alza, dejando ver su
... La sala esta en completo silencio, lo único que se logra escuchar son los leves lamentos de mi madre. Suspiro cansado, últimamente todo se a puesto en mi contra, todo se me ha venido enzima;la muerte de mi padre, los problemas de mi hermano y la empresa que esta hecha un lío. No puedo permitirme sentir o lamentarme, el dolor es gigante, pero mi familia me necesita y tengo que ver por su bienestar y dejar de lado mis sentimientos, no puedo poner en riesgo su legado por mis emociones, seria como desperdiciar años de trabajo. Como mi padre decía "los sentimientos nos hacen entrar en un laberinto al que pocos le han encontrado salida". Nunca entendí su forma de actuar, en mi adolescencia me enfurecia que nunca nos diera un poco de su tiempo y cariño. Desde pequeño tuve que ser una persona fría y reservada, creyendo que asi no me dolería su falta de atención. Mi hermano tomo otro camino, siendo una persona rebelde desde pequeño, ahora es alguien sin preocupaciones por su fut
Espero que cuando Jung y yo quedemos, podamos llegar a un arreglo y que acepte mi propuesta, sera lo mejor para los dos. Bajo del coche y entro a mi casa, veo a mi madre que esta en silencio, sentada en el sofa, volteo para ver la sala y no veo a mi hermano. —¿Y Edg... —no termino de preguntar porque mi hermano me ha gritado casi en el oído. —¿Qué tanto hacías?¿Por qué tardaste tanto?, no me digas que te casaste ya y no me llevaste —respiro y lo veo serio — Ya, me callo, pero quita esa cara que parece que me quieres matar. — Intente hablar con la chica, por eso tarde, y no, no me eh casado — me acerco al sofa y beso la mejilla de mi madre, la abrazo y me siento en em sofá individual, si me siento en el otro capaz Edgar se me tira encima para saber mas — Relajate, Edg, quede con ella de que le escribiria y nos pondríamos de acuerdo para hablar de como sera nuestro matrimonio —pienso un poco y me corrijo — Bueno, le dije que tenia que hablar con ella, pero no le dije de que, aunq