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Min Jung-Li Dejo el pincel de lado al ver que el lienzo solo tiene rayones sin mucho sentido, llevo un tiempo sin pintar pero hoy sentí la necesidad de hacerlo y lo único que me sale, son escenas oscuras, basadas específicamente en mis pesadillas. Ya es tarde, hace rato hable con Nicolle, quien dice estar muy feliz en su "retiro espíritual". En realidad solo se fue a España para esconder el embarazo, el cuál ya se le nota, son 4 meses ya y sorprendente lo grande que está. Me da tristeza ver el rostro de Edgar cuando le miento diciéndole que se ha ido de viaje por su trabajo, se que él merece saberlo y se lo he dicho a ella, pero está segura que es mejor ocultarlo. Sus papás no se han enterado del embarazo, si lo hacen seguro reaccionan realmente mal. Siento las manos de Andrew pasar por mi cintura, sonrío recostando mi espalda en su pecho. —¿Has resuelto el problema?—pregunto acariciando sus dedos que están dibujando círculos en mi cintura. —Algo así —siento como se aleja de mi cuerpo y estoy por reclamar cuando deja una cajita en la mesa donde están mis materiales de pintura. Frunzo el ceño y ladeo mi cabeza, me acerco y tomo la cajita entre mis dedos, es roja con pequeños detalles dorados. —¿Qué es... Es para mí? —lo veo esperando que me dé su aprobación para abrirla. —Sí, y no agradezcas que me molesta que lo hagas —su rostro fruncido que parece que está enojado, pero sé que no es así. Sonrío y abro la cajita, cuando veo el hermoso collar que está dentro, mi rostro muestra sorpresa, es realmente bonito y delicado. —Gr–...está lindo—me corrijo rápidamente y lo abrazo—. No tenías que molestarte...ya son muchos los regalos que me has dado. Toma el collar entre sus largos dedos y con su otra mano aparta mi cabello, termina de abrochar el collar y deja un beso en mi nuca haciendo que suelto un gemido suave al recordar lo que su cuerpo y manos me hicieron sentir hace unos días. —Ven... Tengo que mostrarte algo—se aleja de mi cuerpo y toma mi mano guiandome fuera de la recamara. —¿Qué es... Otra sorpresa?—salimos de la mansión y veo un coche azul marino frente a esta. Abro mis ojos en demasía cuando Andrew me extiende las llaves, niego y las dejo en sus manos. —No puedo aceptarlo—alzo la vista y me topo con sus ojos. —Es tuyo, vamos, sube—me vuelve a entregar las llaves y suspiro. —Pero yo...solo he conducido pocas veces—volteo a ver el coche. Sería egoísta de mi parte aceptarlo si no lo utilizaré, sería como si comiera algo aun cuando ya estoy llena solo por no dárselo a alguien más. —Está bien, entonces este será el nuevo auto en el que te moverás, el chófer se encargar de él, tú no tienes que manejar si no quieres—llevo mis manos a sus hombros cuando siento las suyas en mi cintura atrayendome hacia él. —No es necesario, de verdad—me pongo de puntillas para alcanzar sus labios. Escucho el sonido de su risa al notar mi acción y frunzo el ceño, estoy por alejarme pero él me sube al el capó del coche y se mete entre mis piernas. —¿Estás bien a esa altura, pequeña? —me sonrojo por como me llamo pero finjo enojo. —No es chistoso—lamo mis labios sin apartar la vista de los suyos. Veo como sonríe de lado y se acerca más a mis labios, cierro los ojos esperando el contacto pero este no llega. Abro los ojos lentamente y justo en ese momento él me besa con lentitud, siento su mano pasar de mi cintura a bajar a mi trasero, suelto un pequeño sonido muy parecido a un gemido cuando su pelvis y la mía se rozan. Él sigue moviendo sus labios, esta vez de forma desesperada y diría que algo necesitaba. Poco después nos separamos por falta de aire, mi respiración está muy agitada y mi cerebro no está funcionando cómo se debe. La imagen de él entre mis piernas, tomando mi cuerpo y tocándome, hace que inconscientemente suelte un sueve jadeo. —Estamos en público—susurro viendo de reojo a los guardias. —Entonces vamos a la habitación, Mio caro—me toma en sus brazos y entramos nuevamente a la mansión dejando completamente de lado el regalo que anteriormente me ha hecho. Su aroma nubla mis pensamientos, bajo mis manos a su pecho, mi rostro aún está en su cuello. Recuerdo sus movimientos la última vez y los repito besando su cuello. No soy experta como él, solamente me estoy dejando guiar por lo que vi en él. —Oh, tesoro, i tuoi baci sono squisiti—no entiendo nada de lo que ha dicho, pero su voz en italiano es extremadamente sexy. <Dejo un cap completo para recompensar la desaparecida💖
... Min Jung-Li Estoy por levantarme de la cama cuando me llega la respuesta de Nicolle. Sonrío viendo la hermosa foto de su panzita, es sorprendente lo rápido que creció, cuando tenía 3 meses ni se notaba. Resivo una llamada de ella y rápidamente la contesto. —Se ve hermoso...—coloco la cámara de forma que se vea mi rostro pero no mi cuerpo, la ropa que llevo deja mucho que ver—. ¿Cómo estás? ¿Todo bien? —Primero que todo, buen día—reímos a la vez, siempre se me olvida saludar—. Segundo, no, todo mal. La cara de preocupación y cómo grita contra la almohada me deja ver que es fuerte lo que me contará. —Dime que tienes, Coll—me hace sentir impotencia no estar ahí con ella ayudándole. —¿Prometes no enojarte?—sonríe nerviosa, frunzo el ceño y asiento. —Está bien, lo intentaré—desato mi cabello y vuelvo a hacerme una coleta. —Bueno... Hace unos meses... Me volví a acostar con Edgar—dice las palabras tan rápido que me cuesta entender. —¿Qué hiciste qué?—abro los ojos en demasía
... La sala esta en completo silencio, lo único que se logra escuchar son los leves lamentos de mi madre. Suspiro cansado, últimamente todo se a puesto en mi contra, todo se me ha venido enzima;la muerte de mi padre, los problemas de mi hermano y la empresa que esta hecha un lío. No puedo permitirme sentir o lamentarme, el dolor es gigante, pero mi familia me necesita y tengo que ver por su bienestar y dejar de lado mis sentimientos, no puedo poner en riesgo su legado por mis emociones, seria como desperdiciar años de trabajo. Como mi padre decía "los sentimientos nos hacen entrar en un laberinto al que pocos le han encontrado salida". Nunca entendí su forma de actuar, en mi adolescencia me enfurecia que nunca nos diera un poco de su tiempo y cariño. Desde pequeño tuve que ser una persona fría y reservada, creyendo que asi no me dolería su falta de atención. Mi hermano tomo otro camino, siendo una persona rebelde desde pequeño, ahora es alguien sin preocupaciones por su fut
Espero que cuando Jung y yo quedemos, podamos llegar a un arreglo y que acepte mi propuesta, sera lo mejor para los dos. Bajo del coche y entro a mi casa, veo a mi madre que esta en silencio, sentada en el sofa, volteo para ver la sala y no veo a mi hermano. —¿Y Edg... —no termino de preguntar porque mi hermano me ha gritado casi en el oído. —¿Qué tanto hacías?¿Por qué tardaste tanto?, no me digas que te casaste ya y no me llevaste —respiro y lo veo serio — Ya, me callo, pero quita esa cara que parece que me quieres matar. — Intente hablar con la chica, por eso tarde, y no, no me eh casado — me acerco al sofa y beso la mejilla de mi madre, la abrazo y me siento en em sofá individual, si me siento en el otro capaz Edgar se me tira encima para saber mas — Relajate, Edg, quede con ella de que le escribiria y nos pondríamos de acuerdo para hablar de como sera nuestro matrimonio —pienso un poco y me corrijo — Bueno, le dije que tenia que hablar con ella, pero no le dije de que, aunq
Min Jun-Li... Salgo de la cafetería aguantando las ganas de tirarme a llorar y gritarle que con lo poco que hablamos, ya hizo que mi corazón se sintiera morir, esto me pasa por ilusionarme con un hombre que ama a otra.Subo al coche y le pido a mi chófer que me lleve a casa. Él es todo lo que siempre soñe, es amable, respetuoso, inteligente, carismático y caballeroso. Parece perfecto, se que no lo es, nadie en este mundo es perfecto, pero él hacia que aguantar a la molesta profesora de ciencias no me importara con tal de estar en el mismo lugar que él. Ahora que ha pasado un tiempo desde de ma última ves que lo vi, siento que la vida me esta jugando una broma, sigo enamorada de él como la primera vez que lo vi, se podria decir que todavía mas que en ese entonces, pero él,él parece ser una persona diferente, no es de extrañarse, él era muy serio y reservado en ña prepa, solo era sociable y sonriente cuando estaba ella, Daniela.Suspiro y niego, no debería estar sufriendo por alguie
Min Jung-Li ...Terminan de poner mi vestido de novia y colocan el velo perfectamente en el hermoso peinado que han hecho, debo admitir que estas estilistas son muy buenas en lo que hacen, no me han dejado el maquillaje muy cargado, hicieron algo sutil pero lindo, me siento bonita.Terminan de arreglarme y quedo sola en mi recamara. Veo las maletas y me acerco con mucho cuidado de no arruinarme el peinado, maquillaje y no arruinar el vestido. Tomo el pequeño cofre que esta en mi armario, lo abro y veo las cartas, flores y chocolates que eran destinados a una persona y nunca fueron entregadas. Parpadeo rápidamente para que no me salgan las lágrimas, he entendido que nadie puede enterarse de que he estado enamorada de Alexander desde que lo conocí, sería humillante y suficiente tengo con los sentimientos escondidos que me destrozan corazón y alma cada que lo recuerdo. —Vamos, hija. —veo a mi madre ingresar y tras ella esta mi padre con un semblante serio, hasta parece que es él el que
... Alexander Black. Es el día de mi boda y aunque quiero no puedo arrepentirme, solo me toca esperar a que todo salga como lo tengo planeado. Siento un vacío enorme en el pecho, parece que no hay forma de que me salga de esto, si tan solo ella dice que no todo se resolvería. Suspiro al recordar que si se niega no recibiré las empresas y quedare en la calle. Veo el lugar de la boda, es la casa de los señores Min, mis futuros suegros, es grande y al haber pocos invitados todos quedan cómodos con sus lugares. Mi mamá y Edgar están sentados al frente, cerca a el altar, ella parece feliz y mi hermano solo esta buscando a alguien con la mirada, parece frustrado. Apartó mi mirada al escuchar la música nupcial y ver a Jung-Li caminar del brazo de su padre, apretó los dientes disimulando el hecho de que me parece que está preciosa, parece una princesa, su rostro está maquillado sutilmente, y el peinado le da un toque que parece un ángel sin alas. Toda la boda trascurre normal,
......Min Jung-LiSiento la opresión en mi pecho por su reciente cercanía y el repentino alejamiento.Lavo lo que utilize y subo tras él, entro a la habitación y veo que esta acostado boca abajo en la enorme cama, suspiro y me acerco a él.Me acuesto a su lado sin estar tan cerca, tapo mi cuerpo con la sabana y después intento dormir pero al no poder cojo mi celular de la mesita de noche y veo las redes, encontrandome con muchas notificaciones en las que fuy etiquetada, decido ignorarlas como siempre y voy al chat con Nicoll.Mensajeamos un rato y al recibir su llamada la contesto sin esperar mucho.—¡Hola!— sonrio por su euforia y ella ríe leve.— ¿Como va la luna de miel? ¿Ya procrearon al primogénito Black Min?— mi cara se ruboriza y recuerdo que And esta a mi lado, le hago una seña para que guarde silencio. —Hola.— murmuro bajo para no despertar a Andrew. –Vamos llegando, no hay mucho que contarte. Responde deseando que no haga más comentarios inapropiados. La conversación fluye
Abro los ojos con pereza y veo que es de día, me asombro un poco pero las ganas de seguir aquí me ganan y me quedo por un rato más, escucho la puerta del baño abrirse y veo a Andrew salir con una toalla en la cadera, finjo dormir y funciona ya que él se empezó a cambiar frente a mi danome la espalda, mi cara esta roja, pero debo aceptar que su cuerpo es demasiado sexy, y de su trasero mejor no digo nada. Voltea y cierro los ojos rápidamente, poco después escucho pasos hacía salida y suspiro, abro los ojos y efectivamente ya no está, me levanto con pesadez y voy al baño me doy una larga y caliente ducha, al salir me coloco una blusa blanca y unos shorts negros, peino mi cabello y después de recibir mi look salgo de la recamara, bajo a la cocina y veo a Andrew cocinando, me acerco quedando a una distancia considerablede él. —Buenos días.— murmuro después de unos segundos observándolo. —Buen día.— responde serio y sigue cocinando.—¿Que tal dormiste?— pregunta abriendo el refrigerador