Llevo un bocado a mi boca, el desayuno ha sido preparado por la sirvienta, mi madre esta un poco enferma y Ji no tenía ánimos para cocinar. No sabe mal, pero tampoco se compara con su sazón.
—¿Y qué has pensado del trabajo?—veo a mi hermano cuestionando lo que hace días venimos hablando. —Quisiera ejercer mi carrera, pero sabes muy bien que no soy bueno—limpia sus labios para seguir hablando—. —Cómo te dije antes, puedes empezar haciendo prácticas, al señor Ernesto ya se va a jubilarse y tú serás su suplente—termino de desayunar—. Ir aprendiendo de él sería un muy buen comienzo. La conversación fluye, mi hermano ha decidido intentarlo lo que me brinda un poco de paz. Algo en mi interior quiere guiarlo sin opacar sus ideas y decisiones. Me levanto de la mesa para caminar a la salida de la mansión mi esposa me sigue y al igual que yo, toma un abrigo y salimos de nuestra casa. Le abro la puerta del coche para que ingrese, hoy no hemos compartido muchas palabras, solo pequeñas oraciones, creo que esta intentando evadirme. —Primero iremos a visitar a tu hermano—enciendo el coche y emprendo camino a el cementerio. —Gracias...—susurra viendo sus manos. Asiento en respuesta y me concentro en el camino, la verdad me siento mal por su lejanía, ni siquiera nos hemos besado y eso me está frustrando más. Me he acostumbrado a su espontaneidad y ahora que este siendo cortante no es muy saludable para mí. Llegamos al cementerio y bajo a abrirle su puerta, ella baja y camina hacia adentro del lugar sin verme, en su rostro todavía se puede notar la tristeza pero solo finge desinterés. En esta ocasión si voy con ella hasta la tumba, en letras cursivas se puede distinguir el nombre "Yeung-Li Min" y la fecha de su muerte y nacimiento, al lado de este está una foto de un niño, su sonrisa es muy parecida a la Ji, en lo demás no tienen mucho parecido. Mi esposa se sienta en la lápida y acaricia el nombre de su hermano en esta, deja las flores que momentos antes ha pasado comprando, son unas peonias azules. —어제보다 오늘 더 보고 싶어요(Hoy te extraño más que ayer)—una pequeña lagrima cae por sus sonrojadas mejillas al pronunciar la frase anterior. Me acerco a ella y paso mi mano por su espalda, no entendí lo que ha dicho, pero parece generarle dolor y es lo único que me importa. —나는 이 결혼이 어떤 결과를 낳을 수 있는지에 대한 오해에 매달리고 싶지 않지만, 결국 내가 어떤 고통을 겪더라도 그들의 친밀감을 즐기고 싶다. (No quiero aferrarme a una idea errónea de lo que puede resultar de este matrimonio, pero quiero disfrutar su cercanía sin importar el dolor que experimente al final.)—limpio su lágrima cuando dice eso, en esta ocasión no está viendo la tumba, me esta viendo a mí y siento impotencia al no saber que ha dicho. Después de unos minutos nos retiramos de ese lugar, ella ha dejado de lagrimiar lo que me hace sentir mejor. Conduzco a la empresa y al llegar ella se va a su piso, pero antes me abraza y deja un beso en mi mejilla, lo que me sorprendió un poco, pero me sentí mejor al volver a tener su atención. Entro a mi oficina y llamo a la señorita Brown, cuando ingresa yo estoy revisando los papeles de la última campaña publicitaria de la empresa, por lo que veo va bastante bien, ha sido la que más reconocimiento y compras ha generado. —Necesito que se traslade al área de ventas, antes encargese de buscar a alguien que ocupe su puesto—murmuro concentrado en la computadora. —Pero...no he cometido ni un solo error—se puede distinguir el desespero en su voz. Alzo la cabeza y la veo serio, me enoja que no sigan mis órdenes. A mi esposa le genera desconfianza entonces lo mejor es que yo cambie su lugar de trabajo, no es mala trabajadora, en realidad es muy eficiente, pero si Ji dice que le molesta entonces la alejo sin molestarme en objetar. —Lo sé, pero no le estoy pidiendo su opinión en mi decisión, le estoy dando una orden y si no quiere ser despedida lo mejor será que no presente ninguna sola objeción—lo veo serio, mostrando la poca paciencia que le tengo a las contracciones. —Lo siento señor Black, en estos momentos me dispongo a buscar a alguien capacitado para ser mi suplente—baja la cabeza y eso me enoja un poco. Odio cuando las personas se hacen las víctimas, nadie es inprensendible, menos ella. —Retírese, le doy tiempo a su cambio hasta dentro de una semana, si no consigue a su suplente entonces le pediré a alguien mas que busque y usted será despedida—mi voz es clara y sin tituveos. Desde un principio he dicho que a los únicos con los que puedo hablar sin anteponer mis deseos como prioridad es a mi madre y hermano, a los cuáles ahora se les ha unido mi esposa, la contrareidad ante mi persona me molesta y la señorita Brown esta contradiciendome mucho. Cuando se retira de mi oficina, llevo mi mano a mi cabeza, me ha empezado a doler un poco y no estoy acostumbrado a medicarme. El día transcursa normal, a la hora d almuerzo bajo hasta el piso de Ji y al entrar a su lugar de trabajo, que es una oficina grande donde editan y perfeccionan las fotografías de las campañas o publicidades, camino hasta su escritorio y le doy tres golpes a la mesa. —Amor, ¿nos vamos?—pregunto utilizando el apodo con el cual la llamo siempre que hay personas. —Sí...solo guardaré esto...—teclea algo en la computadora y después de cerrarla se levanta. Toma sus cosas y después me sonríe, agarro su mano y entrelazo nuestros dedos. Caminamos juntos hasta el elevador el cual agradezco que este vacío, no es por ser desagradable pero me molesta la aglomeracion de personas. —La señorita Brown cambiará su lugar de trabajo, ahora trabajará en las oficinas del área de ventas—la abrazo y huelo su cabello. —¿Hizo algo malo?—su pregunta me sorprende un poco ya que fue ella la que se molestó con su presencia. —No, solo no quiero que te sientas incómoda con ella—respondo y en ese momento el elevador se detiene. —Pero, tampoco era que quería que la cambiaras de puesto—caminamos al auto, ella parece cohibida con mi acción. —Es mejor así, aparte, tampoco es que la despedí, linda—beso su mejilla antes de abrir su puerta y que ingrese al auto. Le doy la vuelva al coche y me acomodo en el asiento del piloto. Enciendo el coche, me gusta el silencio, pero no me gusta estar en silencio con ella. —¿Qué tal tú día?—bajo mi mano a su muslo y lo acaricio suavemente. —Bien, he hablado con mi madre y la sección de fotos a salido perfecta, aunque se tienen que corregir algunas cosas, nada de que preocuparse—responde y alza los hombros. Pude notar el cambio de actitud desde que hablo con su hermano en el cementerio a ahora, aunque ya había dejado de evitarme y empezó a demostrarme afecto nuevamente, ahora está siendo la misma de siempre. Sonríe mientras siente mis caricias, se sonroja cuando le digo cosas bonitas o incluso creo que se sintió bien cuando le dijo lo de la señorita Brown, la verdad yo también me había sentido igual de bien si ella me hubiese elegido ante cualquier otra persona. Llegamos a casa, hoy hemos decidido mejor comer aquí, ya que ella al igual que yo, esta preocupada por mi madre. Bajamos del coche y ingresamos a la mansión. Camino directo al comedor siendo seguido por mi esposa. —Mamá—me acerco a ella—. ¿Cómo te has sentido? ¿Ya estas mejor? —Ya estoy mejor, tranquilo, Edgar me llevo al doctor y me dieron unos medicamentos muy buenos—responde, le doy un abrazo. —Gracias, Ed—me siento en mi lugar. —También es mi madre, Alexander—responde serio, no entiendo porqué pero creo que tiene algo. Ji abraza a mi madre y a Edgar y luego se sienta a mi lado, me sirvo un poco de la comida que esta en la mesa y también le sirvo a ella. —Ten, a ti no te gusta la remolacha—le sirvo solo ensalada verde y dejo la morada de lado, con cuidado ya que están juntas y no quiero que se vaya ni una sola en su comida. —Sí, gracias—sonríe sonrojada. Creo que no se da cuenta de toda la atención que le presto a su persona. Analizo mi entorno, mi madre esta comiendo callada cómo siempre, mi hermano extrañamente también, él y Ji nunca están callados mientras comen lo que me sorprende un poco. Mi esposa solo come al no tener con quien conversar, a mi no me gusta hablar al comer, pero sé que ella no se puede quedar callada entonces le pregunto sobre qué hablo con su madre. —Ha dicho que vendrá a visitarnos, pero que papá está pensando en viajar a Corea entonces tendrá de esperar—la sonrisa que tenía al hablar de su madre se desvaneció al mencionar a su padre. Creo que algo esconde y esta asociado a su padre y la muerte de Yeung-Li, ya que nunca me ha querido decir de que murió y el porqué su padre es tan estricto con su única hija. Así cómo prometí no ser como mi padre, también he prometido amar a mis hijos, si es una niña la trataré cómo la princesa que será y si es un niño le enseñaré a ser un caballero y que esta bien disfrutar de su vida de forma sana. Sea niño o niña, le amaré por igual y cuidare de él. Le haré ver que todos merecen respeto y que nadie es más ni menos que otros. .... Cada que leo a Alexander me quita un año de vida, negro ese. Atte: Soff....Min Jung-LiSus palabras se repiten en mi mente una y otra vez, pero ¿Cómo quiere que no me crea esto si su comportamiento es tan especial? Me será imposible no hacerlo, pero decidí no cuestionar mi futuro y solo disfrutar de lo que estoy viviendo. Me va muy bien en mi trabajo, pertenezco a un hogar momentáneamente, tengo un excelente esposo y mis amigas están pasando también por un buen momento en sus vidas. Pero entonces, ¿Por qué siento que me falta algo?¿Por qué siento que podría ser mejor? Tal vez si el no me tratará con tanta delicadeza y me complaciera en todo lo que pido y simplemente digo, yo no me ilusionara. O si yo dejará de repetirme que es lo que siempre he querido y lamentablemente nunca será completamente mío. Mis ojos viajan a sus labios, hoy he despertado antes que él, ya llevo más de 15 minutos viéndolo dormir y sigo sin cansarme. ¿Por qué me gusta tanto?¿Por qué no puedo solo dejar de desear sus caricias y besos?¿Por qué mi cuerpo y mente piden cada vez
Después de por lo que creo son dos horas, termino de arreglarme, llevo un jeans negro y un suéter blanco tejido, junto a unos tenis blancos. Tomo mi pequeña bolsa y bajo las escaleras, veo el auto de Nicolle estacionado frente a la mansión y detrás del suyo está el de Zoe, me río porque pudieron haber venido en uno solo, pero como siempre, Nic solo utiliza deportivos y no habríamos alcanzado las tres en uno de esos.—Bajate y nos vamos en el de Zoe, es más grande y hay campo para las tres—le digo desde la ventanilla.En verdad la amo, pero con el sol que esta haciendo no quiero y no puedo ir en ese coche y tampoco quiero mandarla sola porque se lo celosa que es y no quiero que se recienta.—Dile a tus guardias que abran—Dice mientras sonríe Le pido al guardia de la entrada a la mansión qué habrá y camino al coche de Zoe.—Hola, Zoe—sonrío y me siento en los asientos traseros.—¿Ya viene Nic? Tarda como si estuviera coqueteandole al guardia—enciende el coche y río por su ocurrencias.
...Min Jung-LiMe despido de las chicas y veo como cada una se va en su coche. ¿Estoy sorprendida? Sí, es que, me parece increíble esto. Ingreso a la mansión, son las 7:16 minutos, hemos perdido la noción del tiempo mientras hablábamos de todo lo que está pasando. —Buenas noches, ya bajo para ayudarle—saludo a la señora Olivia y después subo las escaleras. Nicolle no sabe que hacer, porque tampoco es que va a empezar una relación con mi cuñado solo por el bebé. Por lo que hemos hablado hasta ahora, ella ha decidido no decirle, no estoy de acuerdo con si decisión pero no tengo porqué influir en ella. Entro a mi habitación y me despojo de la incomoda ropa y entro a la ducha. Me quedo por algunos minutos ahí hasta que escucho la puerta abrirse y la voz de mi esposo hablando con alguien. Salgo de la ducha y me cubro el cuerpo con una toalla grande. Asomo mi cabeza por la puerta del baño, Andrew esta hablando por celular con alguien y parece frustrado.—He dicho que no, revisa bien
... Andrew Alexander Black Todo mi día ha ido mal, desde que salí de casa. No sé si sea una broma del destino, pero el director del proyecto en el que trabajará mi esposa ha contratado a Daniela para ser la modelo de esta campaña de fotografía. Si Jung-Li se puso celosa de la señorita Brown no quiero saber como estará cuando se de cuenta de esto, aunque Daniela y yo no nos cruzaremos ya que no trabajo en el mismo piso de Ji y la sección de fotos será tomada en ese piso. Justo cuando todo va bien ella vuelve y no malinterpreten mis palabras, no siento más que aprecio por el pasado que tuvimos. Pero no quiero que mi relación con mi esposa salga afectada, lo peor del esto es que ya ha firmado el contrato y si lo anulamos tendríamos que pagar mucho dinero. En estos momentos estamos todos reunidos en la mesa, la verdad es mi parte favorita del día, siento que siempre debió ser así, nosotros cuatro nos llevamos muy bien. Apreto levemente la pierna de Ji, ella y yo estamos
..La pareja había regresado de su lugar de trabajo, Jung-Li estaba algo cansada al igual que Alexander. En estos momentos ambos se encontraban en su habitación, ella terminando de arreglar su cabello, minutos antes se había dado una ducha y ahora ya no sentía tanta tensión.Escucha que Alex sale del baño y sigue en lo suyo, al terminar se levanta de el asiento y va hacia el armario.—¿Te paso la pijama? —su pregunta hace que Alex la vea y senté su atención en ella.Alexander solo lleva una toalla cubriendo sus caderas, el agua escurre por su cuerpo y su cabello está húmedo, señal de que lo ha lavado.—Sí, gracias, linda—responde y empieza a secar su cabello con una toalla pequeña.Cuando ya esta por terminar con su cabello las manos de su esposa se atraviesan en su campo de visión provecando que su atención recaiga en ella y deje la toalla pequeña en el buro.Toma la pijama entre sus manos y le de la espalda a Jung-Li para colocar su ropa interior. La chica fija su mirada en la espa
Andréw Alexander Black Conduzco hacía la oficina, casi siempre hay tráfico, pero hoy en especial hay mucho. Mi esposa va en el asiento de copiloto, una de mis manos baja a su pierna y aprieto un poco. Lamo mis labios por el recuerdo de lo que paso hace algunas noches, me ha costado un poco no volver a tocarla, con solo recordar como todo ella estaba completamente a mi disposición me hace sentir orgulloso de no haberla hecho sentir incomoda. —Ya casi llegamos, linda—veo el semáforo y vuelvo a conducir. —Tengo hambre—su voz sale con un deje de reproche y al ver su rostro, esta haciendo un leve puchero. Mi sonrisa se amplía, ¿Ella no se da cuenta de todo lo que provoca en mi? Hemos salido más temprano de lo normal de casa ya que tengo una junta importante, ella quiso venir conmigo en lugar de llegar después con Edgar, entonces gracias a eso no nos dio tiempo de desayunar. —Ahora que lleguemos te compro algo en la cafetería—viro el auto en una calle, ya llegamos. Bajo y le a
Min Jung-Li...{...}Me encuentro en mi cuarto jugando con mis muñeca favorita, estoy un poco aburrida así que salgo de la recamara y voy saltando al cuarto de mi hermano. Toco la puerta pero al ver que no responde y no abre, pego una pequeña patada el suelo haciendo un leve puchero. —Hermanito...abre...—vuelvo a tocar abrazando la muñeca a mi cuerpo. Siento unas manos cargarme y sonrío al recocnocerlas de inmediato, abrazo a mi papá con una sonrisa, al pegarme a su pecho puedo sentir su respiración agitada, me alejo y veo que ha empezado a caminar hacia su oficina. —¿Papi? ¿Qué paso? ¿Y Yeungie?—mi padre dibuja una sonrisa muy parecida a la que hago cuando descubren que me he comido solo la carne. —Tranquila, mi princesa...—al llegar a la oficina me deja en el sofa, no hay nadie aquí—prométeme que no saldrás. —¿Qué pasa, papi? —mi voz suena temblorosa, no me gusta la oscuridad y aquí esta muy oscuro—. Quiero a Yeung-Li, por favor. Sollozo y cruzo mis brazos. Siento la mano de
Alexander BlackAl verla tan vulnerable no pude contener mis ansias de protegerla, aunque lo que hice funcionó y ahora ella está recostada nuevamente en la cama, nada cambia el hecho de que todo lo que hice fue por instinto.Me deje guiar por las ansías de protegerla y se me olvido que nunca había hecho esto con nadie más que conmigo, Pero, ¿Y si eso hubiera fallado? ¿Y si la hubiera lastimado? ¿Y si en lugar de ayudar, la hubiera hecho sentir peor?La única respuesta es que nunca me lo hubiese perdonado, hoy he visto su versión más vulnerable y eso me dolió.Debo reconocer que en la juventud tuve algunos ataques pero ninguno fue tan fuerte como el de Ji, solo se que ver que no podía controlar su respiración y como luchaba por hacerlo, dolió, dolió mucho más. Sí, quiero saber qué es lo que la perturba tanto, el porqué de su miedo a los hombres y los cuchillos, pero no así, no quiero que me lo diga mientras sufre."¿Habrá soñado con eso? ¿Por qué se ha puesto así?"Suspiro, no se de