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Min Jung-Li Me despido de las chicas y veo como cada una se va en su coche. ¿Estoy sorprendida? Sí, es que, me parece increíble esto. Ingreso a la mansión, son las 7:16 minutos, hemos perdido la noción del tiempo mientras hablábamos de todo lo que está pasando. —Buenas noches, ya bajo para ayudarle—saludo a la señora Olivia y después subo las escaleras. Nicolle no sabe que hacer, porque tampoco es que va a empezar una relación con mi cuñado solo por el bebé. Por lo que hemos hablado hasta ahora, ella ha decidido no decirle, no estoy de acuerdo con si decisión pero no tengo porqué influir en ella. Entro a mi habitación y me despojo de la incomoda ropa y entro a la ducha. Me quedo por algunos minutos ahí hasta que escucho la puerta abrirse y la voz de mi esposo hablando con alguien. Salgo de la ducha y me cubro el cuerpo con una toalla grande. Asomo mi cabeza por la puerta del baño, Andrew esta hablando por celular con alguien y parece frustrado. —He dicho que no, revisa bien todo y busca otra modelo, mi mujer será la encargada de esas tomas—cuelga el celular y lo deja en la cama. Nunca lo había visto tan frustrado, pero el hecho de que me haya llamado "su mujer" me hace sonreír inconscientemente. Me acerco a él y lo abrazo por la espalda, todavía no me he puesto ropa pero no me incomoda ya que es él el único que está aquí. —Oh, hola, linda—me atrae hasta que quedo frente a él y pasa sus manos por mi cintura a la vez que me besa. Suelto un leve suspiro, cómo quisiera contarle todo esto. Se que no es mi problema, que es algo que Nicolle tiene que afrontar, pero siempre hemos sido muy unidas y si ella necesita mi ayuda la tendrá. Siento como profundiza el beso, sus manos pasan a estar dentro de la toalla acariciando mi cuerpo sin ninguna barrera. Mi cuerpo cuerpo empieza a calentarse, sus manos son cálidas y sus besos son tan exquisitos. Mis manos pasan de estar en su pecho a subir a sus hombros, deteniéndome en ellos. El aire empieza a faltarnos, ahí es cuándo Andrew se separa, pero junta nuestros rostros, nuestras respiraciones están alteradas pero sus manos siguen ahí. Su rostro baja a mi cuello y deja besos húmedos, cierra los ojos y lamo mis labios al sentirlo. Después de unos segundos se aleja y ve mi rostro con una sonrisa. Quiero que siga acariciandome pero no se lo pediré porque tengo vergüenza. —¿Cómo estuvo tu día?—pregunta dejando un beso en mi mejilla. Saca sus manos de la toalla con una sonrisa y la acomoda para que no caiga, las llenas de sus dedos haciendo contacto con mi pecho me produce un escalofrío y levanto la vista, sonriéndole por su acción. —Insano...—respondo con simpleza. La verdad no tengo ánimos de hablar, solo quiero mas besos y ir a la cama a descansar, aunque mi cuerpo me pide algo más. —¿El tuyo?—pregunto alejándome para ponerme el pijama. —Igual, empezó bien, después se enredo, y gracias a tí ya está mejorando—sus pasos se oyen en el baño. Me sonrojo al sentir la humedad en mi intimidad al colocarme la ropa interior, respiro profundo para bajar el sonrojo y que mi acelerado corazón no salga de mi pecho. Me limpio y termino de cambiarme rápido, no quiero empeorar esto. Al terminar de ponerme mi pijama de dormir, salgo del armario y regreso al área de la recamara. —Iré a ayudar a tu mamá con la mesa—murmuro tomando mi celular. Cuando estoy por retirarme una llamada cae a su celular, él camina hasta el celular y al ver la pantalla suelta un gruñido. —Ahora te alcanzo, linda—responde tomando el celular con seriedad. Muerdo mi labio pensativa, suspiro y salgo de la recamara. Bajo las escaleras y camino hacia la señora Olivia. —Permitame...—murmuro quitándole los utensilios de las manos. Los llevo a la mesa y los acomodo con cuidado de no volver a lastimarme. Al terminar le ayudo a servir la comida y veo a mi cuñado ingresar al comedor. —Hola, mamá y cuñadita—se sienta en su lugar sonriendo. Me pregunto como reaccionaría con la noticia del bebé, niego y me concentró en terminar de servir. Al terminar me siento en mi lugar al mismo tiempo que mi esposo baja, se sienta a mi lado y suelta un suspiro, después finje una sonrisa y saluda a su madre y hermano. —¿Lo resolviste?—la voz de Edgar hace que lo vea rápidamente. Me estoy cuestionando el porqué de su frustración. Suspiro y niego, eso no debería de importarme, pero lo hace y mucho. Lo amo y en verdad no quiero verlo así. Empezamos a comer, creo que esto es lo único rutinario en nuestras vidas, comer los 4 juntos. En mi familia no era así, mi padre come fuera de casa, mamá apenas come y yo antes prefería comer en mi cuarto. Cuando era pequeña todo era tan bonito, una familia amorosa, padres presentes, mi hermano y yo llevábamos una muy bonita relación de hermanos. Todo cambio esa tarde, he deseado millones de veces que ese recuerdo se borre de mí, olvidar que por mi culpa mi pequeño hermano murió, pero ese es mi castigo, el remordimiento constante, el recuerdo de que fue mi culpa y que él si merecía vivir, daría mi vida una y mil veces por él, haría lo que fuese porque él estuviera vivo. —¿Qué tienes, estás bien, te duele algo?—la voz de mi esposo me saca de la ensoñación. Él ahora parece estar preocupado, no entiendo el porqué hasta que el limpia mis lágrimas, ni siquiera sabía que estaba llorando. —Oh, sí, tranquilo, estoy bien, seguro se me metió algo en el ojo—le sonrio leve, la verdad no estoy de ánimos para fingir sentirme bien en éstos momentos. —¿Estás segura, linda?—su voz suena a que en verdad esta preocupado. Algo dentro de mi se vuelve a sentir bien por eso, pero, ¿Por qué me alegra que él se sienta mal? Tal vez es porque su malestar es por la preocupación que siente por mí. —Sí, gracias por preocuparte—en esta ocasión mi sonrisa si es real. Creo que soy bipolar, pero es que su sola existencia cambia todo dentro de mi. Su mano baja a mi pierna y la acaricia, seguimos cenando, me incomoda un poco el silencio y no se como empezar una conversación. Hago un pequeño puchero mientras muevo mi comida en el plato. —¿Mañana si trabajas, cuñada?—levanto la vista y asiento a la pregunta de Edgar. —Sí, mañana tengo que empezar a planear la toma de fotos con el director de piso—sonrio ya mas tranquila. —Oh, tú amas tu trabajo y yo ya no soporto al insoportable señor Ernesto, ¡Con él todo tiene que ser perfecto!—arruga el entre seño entre enojado y triste. —Así es el trabajo, tienes que acostumbrarte porque cuando él se vaya, tú tendrás toda la responsabilidad—Andrew limpia sus labios después de decir eso. —Lo sé, pero es tan insoportable y su bigote que da miedo—hace una mueca que parece que le está dando un escalofrío. Todos reímos por su drama, definitivamente él y Nicoll serían una pareja muy especial. La señora Olivia entra a la conversación, como dije antes, ella casi nunca habla entonces es extraño cuando lo hace, pero mi cuñado y esposo parecen tan alegres al verla interactuar. —Recuerdo que de pequeño le tenías miedo, según tú el bigote del señor Miller era como los tentáculos de un pulpo—todos reímos todavía más por lo que ella dice. Tienen razón, a mi también me hubiera traumado ver eso, no es para nada atractivo ese largo bigote, o al menos para mí. —Recuerdo también que él y tú fueron amigos en su niñez—volteo rápidamente a mi esposo al escucharlo. —Sí, en ocasiones pienso que él se quedo soltero toda su vida esperando la muerte de Ronald para cortejarte, mamá—el atisbo de enojo en su voz al pronunciar el nombre de su padre es evidente, pero luego le sonríe de forma pícara a su madre, por la insinuación de un pretendiente. —Claro que no, no digas esas cosas—la señora Olivia responde de inmediato. Aún con sus 49 años, esta muy bien conservada y en mi pensar, podría tener una relación que no sea tóxica como la que tuvo con el señor Ronald. Pero claramente después de salir de ese tipo de relaciones, se tiene que tomar el tiempo suficiente para sanarte a ti mismo y ella no parece haber sanado lo suficiente, aunque igual, es su decisión y creo que sus hijos la apoyaría. —Está bien, me callo—responde con una sonrisa burlesca—. Pero aunque su bigote me da miedo, yo te apoyaría, es molesto y muy exigente, pero sería un buen padre y esposo. Ellos no parecen recios a que alguien más ocupe el lugar de su padre, Edgar es el que está haciendo sonrojar a su madre con sus palabras y insinuaciones mientras Andrew está sonriendo, su frustración ha desaparecido. Su mirada vieja a mí y me sonrojo al ser descubierta mirándolo por milésima vez. Su mano en mi pierna se apreta produciendo un cosquilleo en mi. Se escuchan las voces de mi suegra y cuñado de fondo, pero desde que cruzamos miradas he dejado de escucharlos.... Andrew Alexander Black Todo mi día ha ido mal, desde que salí de casa. No sé si sea una broma del destino, pero el director del proyecto en el que trabajará mi esposa ha contratado a Daniela para ser la modelo de esta campaña de fotografía. Si Jung-Li se puso celosa de la señorita Brown no quiero saber como estará cuando se de cuenta de esto, aunque Daniela y yo no nos cruzaremos ya que no trabajo en el mismo piso de Ji y la sección de fotos será tomada en ese piso. Justo cuando todo va bien ella vuelve y no malinterpreten mis palabras, no siento más que aprecio por el pasado que tuvimos. Pero no quiero que mi relación con mi esposa salga afectada, lo peor del esto es que ya ha firmado el contrato y si lo anulamos tendríamos que pagar mucho dinero. En estos momentos estamos todos reunidos en la mesa, la verdad es mi parte favorita del día, siento que siempre debió ser así, nosotros cuatro nos llevamos muy bien. Apreto levemente la pierna de Ji, ella y yo estamos
..La pareja había regresado de su lugar de trabajo, Jung-Li estaba algo cansada al igual que Alexander. En estos momentos ambos se encontraban en su habitación, ella terminando de arreglar su cabello, minutos antes se había dado una ducha y ahora ya no sentía tanta tensión.Escucha que Alex sale del baño y sigue en lo suyo, al terminar se levanta de el asiento y va hacia el armario.—¿Te paso la pijama? —su pregunta hace que Alex la vea y senté su atención en ella.Alexander solo lleva una toalla cubriendo sus caderas, el agua escurre por su cuerpo y su cabello está húmedo, señal de que lo ha lavado.—Sí, gracias, linda—responde y empieza a secar su cabello con una toalla pequeña.Cuando ya esta por terminar con su cabello las manos de su esposa se atraviesan en su campo de visión provecando que su atención recaiga en ella y deje la toalla pequeña en el buro.Toma la pijama entre sus manos y le de la espalda a Jung-Li para colocar su ropa interior. La chica fija su mirada en la espa
Andréw Alexander Black Conduzco hacía la oficina, casi siempre hay tráfico, pero hoy en especial hay mucho. Mi esposa va en el asiento de copiloto, una de mis manos baja a su pierna y aprieto un poco. Lamo mis labios por el recuerdo de lo que paso hace algunas noches, me ha costado un poco no volver a tocarla, con solo recordar como todo ella estaba completamente a mi disposición me hace sentir orgulloso de no haberla hecho sentir incomoda. —Ya casi llegamos, linda—veo el semáforo y vuelvo a conducir. —Tengo hambre—su voz sale con un deje de reproche y al ver su rostro, esta haciendo un leve puchero. Mi sonrisa se amplía, ¿Ella no se da cuenta de todo lo que provoca en mi? Hemos salido más temprano de lo normal de casa ya que tengo una junta importante, ella quiso venir conmigo en lugar de llegar después con Edgar, entonces gracias a eso no nos dio tiempo de desayunar. —Ahora que lleguemos te compro algo en la cafetería—viro el auto en una calle, ya llegamos. Bajo y le a
Min Jung-Li...{...}Me encuentro en mi cuarto jugando con mis muñeca favorita, estoy un poco aburrida así que salgo de la recamara y voy saltando al cuarto de mi hermano. Toco la puerta pero al ver que no responde y no abre, pego una pequeña patada el suelo haciendo un leve puchero. —Hermanito...abre...—vuelvo a tocar abrazando la muñeca a mi cuerpo. Siento unas manos cargarme y sonrío al recocnocerlas de inmediato, abrazo a mi papá con una sonrisa, al pegarme a su pecho puedo sentir su respiración agitada, me alejo y veo que ha empezado a caminar hacia su oficina. —¿Papi? ¿Qué paso? ¿Y Yeungie?—mi padre dibuja una sonrisa muy parecida a la que hago cuando descubren que me he comido solo la carne. —Tranquila, mi princesa...—al llegar a la oficina me deja en el sofa, no hay nadie aquí—prométeme que no saldrás. —¿Qué pasa, papi? —mi voz suena temblorosa, no me gusta la oscuridad y aquí esta muy oscuro—. Quiero a Yeung-Li, por favor. Sollozo y cruzo mis brazos. Siento la mano de
Alexander BlackAl verla tan vulnerable no pude contener mis ansias de protegerla, aunque lo que hice funcionó y ahora ella está recostada nuevamente en la cama, nada cambia el hecho de que todo lo que hice fue por instinto.Me deje guiar por las ansías de protegerla y se me olvido que nunca había hecho esto con nadie más que conmigo, Pero, ¿Y si eso hubiera fallado? ¿Y si la hubiera lastimado? ¿Y si en lugar de ayudar, la hubiera hecho sentir peor?La única respuesta es que nunca me lo hubiese perdonado, hoy he visto su versión más vulnerable y eso me dolió.Debo reconocer que en la juventud tuve algunos ataques pero ninguno fue tan fuerte como el de Ji, solo se que ver que no podía controlar su respiración y como luchaba por hacerlo, dolió, dolió mucho más. Sí, quiero saber qué es lo que la perturba tanto, el porqué de su miedo a los hombres y los cuchillos, pero no así, no quiero que me lo diga mientras sufre."¿Habrá soñado con eso? ¿Por qué se ha puesto así?"Suspiro, no se de
... Min Jung-Li Dejo el pincel de lado al ver que el lienzo solo tiene rayones sin mucho sentido, llevo un tiempo sin pintar pero hoy sentí la necesidad de hacerlo y lo único que me sale, son escenas oscuras, basadas específicamente en mis pesadillas. Ya es tarde, hace rato hable con Nicolle, quien dice estar muy feliz en su "retiro espíritual". En realidad solo se fue a España para esconder el embarazo, el cuál ya se le nota, son 4 meses ya y sorprendente lo grande que está. Me da tristeza ver el rostro de Edgar cuando le miento diciéndole que se ha ido de viaje por su trabajo, se que él merece saberlo y se lo he dicho a ella, pero está segura que es mejor ocultarlo. Sus papás no se han enterado del embarazo, si lo hacen seguro reaccionan realmente mal. Siento las manos de Andrew pasar por mi cintura, sonrío recostando mi espalda en su pecho. —¿Has resuelto el problema?—pregunto acariciando sus dedos que están dibujando círculos en mi cintura. —Algo así —siento como se aleja d
... Min Jung-Li Estoy por levantarme de la cama cuando me llega la respuesta de Nicolle. Sonrío viendo la hermosa foto de su panzita, es sorprendente lo rápido que creció, cuando tenía 3 meses ni se notaba. Resivo una llamada de ella y rápidamente la contesto. —Se ve hermoso...—coloco la cámara de forma que se vea mi rostro pero no mi cuerpo, la ropa que llevo deja mucho que ver—. ¿Cómo estás? ¿Todo bien? —Primero que todo, buen día—reímos a la vez, siempre se me olvida saludar—. Segundo, no, todo mal. La cara de preocupación y cómo grita contra la almohada me deja ver que es fuerte lo que me contará. —Dime que tienes, Coll—me hace sentir impotencia no estar ahí con ella ayudándole. —¿Prometes no enojarte?—sonríe nerviosa, frunzo el ceño y asiento. —Está bien, lo intentaré—desato mi cabello y vuelvo a hacerme una coleta. —Bueno... Hace unos meses... Me volví a acostar con Edgar—dice las palabras tan rápido que me cuesta entender. —¿Qué hiciste qué?—abro los ojos en demasía
... La sala esta en completo silencio, lo único que se logra escuchar son los leves lamentos de mi madre. Suspiro cansado, últimamente todo se a puesto en mi contra, todo se me ha venido enzima;la muerte de mi padre, los problemas de mi hermano y la empresa que esta hecha un lío. No puedo permitirme sentir o lamentarme, el dolor es gigante, pero mi familia me necesita y tengo que ver por su bienestar y dejar de lado mis sentimientos, no puedo poner en riesgo su legado por mis emociones, seria como desperdiciar años de trabajo. Como mi padre decía "los sentimientos nos hacen entrar en un laberinto al que pocos le han encontrado salida". Nunca entendí su forma de actuar, en mi adolescencia me enfurecia que nunca nos diera un poco de su tiempo y cariño. Desde pequeño tuve que ser una persona fría y reservada, creyendo que asi no me dolería su falta de atención. Mi hermano tomo otro camino, siendo una persona rebelde desde pequeño, ahora es alguien sin preocupaciones por su fut