...Min Jung-Li Suelto un suspiro al verme en el espejo, Alexander lleva más de 10 minutos esperando por mi en la sala de la mansión y yo no soy capaz de escoger que zapatos utilizar. En mi mente se repite sus palabras al decirme que saldríamos a cenar. Me es imposible no ilusionarme, nos hemos besado en dos ocasiones en este día y aunque no lo hemos hablado, esta bien así, no quiero arruinarlo al preguntar el porqué de su resiente cercania. Me decido por los tacones de punta con un hermoso color rojo, sonrío al verme en el espejo, no suelo utilizar este tipo de ropa, pero me siento bonita. Tomo mi bolsa y bajo las escaleras con un cuidado gigante, no quiero romperme el tobillo por no fijarme dónde pondré el pie. Al llegar abajo, veo que él está sentado en el sofá de espaldas a mi, pensé que estaría hablando con Edgar pero recordé que dijo que saldría de copas. Me acerco a mi esposo y toco su hombro con suavidad. —Estoy lista. —murmuro cuando voltea a verme. Me escanea con la m
Muevo mis manos buscando abrazar mas a Andrew, esta haciendo un poco de frío y creo que las ventanas están abiertas. —Ya despierta, es tarde y debemos ir a el trabajo—escucho que dice con voz tranquila. —No quiero... Solo un poco más, ¿Sí?—lo abrazo mas fuerte. —Está bien, bonita—responde acariciando mi cabello. Se escucho muy lindo lo que dijo, en mi mente solo se reproduce el "bonita". Abro los ojos aun con mi cabeza recostada en su pecho. Quiero levantar la vista para que note que estoy despierta ya, peor algo de mí que me dice que me quede así, sin moverme ni intentar algo mas. —Ya sé que estás despierta—el susurro en mi cabello me sorprende poco pero sonrío. Lo veo sin borrar mi sonrisa. Las caricias en mi cabello no cesan, la sonrisa un tanto peculiar que está en sus labios me perturba, pero lo ignoro. Una de mis manos sube a su pecho y acaricio suave, mis uñas dibujan círculos imaginarios, sin llegar a lastimar ya que no lo hago con fuerza. —¿No qué llegaremos tarde?—mu
..Min Jung-Li Termino de decorar las galletas con colores muy intensos y las dejo reposar en el refrigerador por unos minutos para que no se rompan ni se deshaga la decoración. —Han quedado preciosas—escucho a mis espaldas y sonrio. —Sí, son algunas de las favoritas de mis amigas—respondo volteando mi cuerpo hacia mi suegra. Me dispongo a limpiar lo que he ensuciado con tranquilidad. Ella está preparando un pastel de vainilla con maní y cacahuate. Tres de las cosas que no me gustan, pero ella no lo sabe, y no importa mucho ya que el pastel es para mis amigas, a ellas si les encanta la vainilla y el mani. —¿Vendrá Nicolle?—pregunta Edgar entrando a la cocina. —Uno: no entres a la cocina mientras estamos ocupadas, dos: sí, todas hace poco regresaron de un crucero por el caribe de Costa Rica—respondo lanzandole una mirada matadora—. Algo quieres con Nicolle, ¿qué es? —Nada, solo tengo curiosidad de saber si tú y tu mejor amiga se reunirán después de mes y ¿días...? De tu boda—res
—¡Bienvenidas!—sonrío abrazando a cada una de ellas, siendo correspondida al instante. —Hola, mi niña—escucho hablar a Azul y mis ojos se llenan de lágrimas. La abrazo mucho mas fuerte al verla después de tanto tiempo, ella no estuvo en mi boda ya que estaba trabajando en Australia, lleva mas de un año allá. —Te extrañe, Juli—escucho su susurro y sonrio. —Yo también, Zu—acaricio su mejilla. Terminamos de saludarnos y ellas entran mientras yo espero a que Nicolle termine de estacionar, ya lleva rato, esa niña es más lenta que el caracol que Edgar tiene en su cuarto. —¿Me extrañaste?—pego un pequeño salto, ella nunca se cansa de asustarme. La abrazo y dejo un beso en su mejilla. Ella acaricia mi cabello y bajo su mano a mi mejilla, deja otra caricia en ella y yo instantáneamente cierro los ojos disfrutandola. —Mucho para ser tan molesta y gruñona—tomo su mano y entramos a casa. Ella se junta con las chicas y yo voy por las galletas sin mirar la sala, al llegar veo que no están
...Muevo mi mano por toda la cama con los ojos cerrados, al no sentir su cuerpo y calor por ningún lado gruño, abro un para ver si tal vez solo estaba lejos, pero no, ella no está en la cama.Recuerdo que ayer dijo que vendría a dormir aquí después de dejar a sus amigas descansando. Seguramente ellas le insistieron.Me he dado cuenta de los sentimientos que Ji ha desarrollado por mí, aunque al principio quise negarme a tener algo más que lo estrictamente necesario me ha sido imposible no acostumbrarme a ella. A sus suaves y delicados labios, al calor de su cuerpo, a su presencia, su sonrisa, sus ojos, su extraña forma de comportarse cuando estoy cerca de ella. He visto el hermoso brillo en sus ojos cuando estoy cerca, aunque siempre hay algo que parece hacer que su rostro se vea triste.No mentiré al decir que me fue fácil dormirme anoche, me dormí hasta tarde dando vueltas en la cama, extrañe sus brazos alrededor de mi cuerpo. Pensé que tal vez llegaría cuando yo ya durmiera, pero
He descubierto que me gusta levantarme temprano, eso gracias a que Ji es muy perezosa y siempre se levanta tarde, entonces yo aprovecho para verla dormir. Nunca compartí cama con una mujer, con Daniela solo teníamos relaciones y luego se iba o se alejaba. Verdaderamente nunca sentí la necesidad de compartir una noche abrazados, tal vez fue porque nunca lo hicimos y no sabía lo que se sentía. Pero dormir abrazado a mi esposa se siente tan correcto, se siente paz y extrañamente puedo quedarme dormido con facilidad. Quizás es porque ella es una persona que trasmite todo lo anterior.Detengo el coche frente al camino que lleva al lago y bajo, abro su puerta y la ayudo a bajar del coche.—Gracias—. me sonríe tomando mi mano y bajando del coche.—Con gusto, linda—le devuelvo la sonrisa.La guío por el camino no tan estrecho que da al lago, muchas personas también están aquí disfrutando de la naturaleza y el hermoso día que esta haciendo.Este es uno de los lugares turísticos más visitados
No puedes permitirme amar por el miedo de que se repita la trama de el capítulo pasado de tu vida" ...Le doy campo a mi esposa para que entre a la mansión y la sigo de cerca. Ella sube las escaleras después de saludar a mi madre y hermano, mientras yo me quedo en la sala y camino al sofá, quedandome en este un momento. Suelto un suspiro cuestionandome el porqué se su lejanía resiente. {...}Veo a Ji entrar a mi oficina, como siempre tan bonita, debo admitir que ese vestido se sienta tan bien a su cuerpo que me hace pensar en cosas para nada inocentes.—Estaba pensando en intentar exponer mis cuadros...—murmuró después de que la besara. Ella ha estado pintando bastante últimamente, parece más cercana a mí y suele desenvolverse más en mi presencia. Ya ha llegado a darme besos, abrazos y muestras de afecto sin que yo tenga la iniciativa. —Me parece perfecto, linda—subo mi mano a su rostro y dejo una caricia en su mejilla—. Le diré a mi secretaria que haga lo necesario y que se pon
Llevo un bocado a mi boca, el desayuno ha sido preparado por la sirvienta, mi madre esta un poco enferma y Ji no tenía ánimos para cocinar. No sabe mal, pero tampoco se compara con su sazón.—¿Y qué has pensado del trabajo?—veo a mi hermano cuestionando lo que hace días venimos hablando.—Quisiera ejercer mi carrera, pero sabes muy bien que no soy bueno—limpia sus labios para seguir hablando—.—Cómo te dije antes, puedes empezar haciendo prácticas, al señor Ernesto ya se va a jubilarse y tú serás su suplente—termino de desayunar—. Ir aprendiendo de él sería un muy buen comienzo.La conversación fluye, mi hermano ha decidido intentarlo lo que me brinda un poco de paz. Algo en mi interior quiere guiarlo sin opacar sus ideas y decisiones.Me levanto de la mesa para caminar a la salida de la mansión mi esposa me sigue y al igual que yo, toma un abrigo y salimos de nuestra casa.Le abro la puerta del coche para que ingrese, hoy no hemos compartido muchas palabras, solo pequeñas oraciones,