60- El poder de una semidiosa.

Ronald se acuclilló sobre Elyria, dejando que sus colmillos salieran, largos y afilados.

Elyria contuvo un espasmo de asco cuando la lengua rasposa de Ronald recorrió su cuello, buscando el punto exacto para marcarla.

Un chasquido metálico llamó la atención de Ronald, pero le restó importancia sin imaginarse que los brazaletes de Elyria se habían roto en ese momento.

De pronto, unas garras se hundieron en el pecho de Ronald. Quien gimió, retrocediendo unos centímetros; y el dolor brilló en sus pupilas.

—¡Tú no eres mi compañero! Nunca lo fuiste —gruñó Elyria, con la voz densa de su loba—. Hueles… a carroña.

—¿C-cómo…? —Ronald se echó hacia atrás, horrorizado al ver la sangre empapar su camisa.

Elyria forzó una sonrisa. Apenas había logrado transformar una mano; ya que su poder estaba lejos del cien por ciento, pero le bastaba con haberlo herido.

Ronald, tambaleante, miraba con asombro los brazaletes despedazados junto a su presa.

El miedo surcó su rostro, aunque la codicia lo man
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP