DIEGO
Trascurrieron dos semanas, ya me sentia fatigado por tanto ir y venir todos los dias, porque debía levantarme más temprano para poder llevar a Ava a sus clases y luego llegar a tiempo a las mías, no veía el momento en que le quitaran la férula de su pierna para poder dejar de hacer esto. Ese dia me llamó mi padre, porque vió los movimientos de la tarjeta de crédito y se preocupo, pero después de explicarle todo se enfadó. ** - ¿Acaso no te dije que tenias que ser prudente?- mencionó algo tenso- Eso pudo haber sido peor, y estarías en un problema más grande. - Lo sé papá, pero ya lo resolví, de hecho estoy llevando a la chica a sus clases, hasta que pueda moverse con normalidad. - Bien, pues espero que aprendas la lección, y no vuelva a ocurrir algo asi ¿entendiste? - Si papá, y no le digas a mamá. - Muy tarde, dijo que después hablará contigo, ya sabes que yo no tengo secretos para ella. - Lo sé, papá- exclamé resignado - hablamos luego.** Resoplé, hablar con mi padre era algo agotador, tenia un tono de mando que no podia evitar, mamá a veces lo llamaba su majestad, porqué siempre quería que todo se hiciera a su manera. Él se había molestado al principio, cuando le dije que queria estudiar fuera de España, pero, al final entendió mis motivos, porque yo no queria que me trataran como a un príncipe en la escuela, en cambio, mi hermano menor, Mario, si se quedó a estudiar en Madrid, porque él no le importaba ser reconocido como el hijo del millonario Gabriel Ferrer. ***** Poco a poco fui conociendo más de Ava, conforme avanzaban los días, ibamos ganando confianza entre nosotros, ya no teniamos esos silencios incómodos, porque los llenabamos con una conversación muy agradable, me sentia muy a gusto con ella, además de que me encantaba su sonrisa, y sobre todo las lindas pecas en su rostro. - Diego, por la tarde iremos a Mill- bomb, la que está aqui en el campus ¿quieres acompañarnos? - ¿Iremos? ¿Quienes? - Mis amigas Allison, y Susan y mi amigo Asher. - Ah - intentaba recordar si tenía algo que hacer- mejor dime que necesitas transporte y con gusto te llevo, ¿vale?- dije en broma. - ¿Que quiere decir 'vale'? -Ah. . . es como decir ' esta bien' o ' de acuerdo'. - Oh, vale. Nos reimos, sonaba gracioso cuando ella lo decía. - Y no, no quiero solo el transporte, te estoy invitando, porque solo hemos conversado en tu auto y creo que te falta salir más. - exclamó. Miré al frente pensativo, no sabía como podria salir eso. - Vale, ¿a que hora paso por tí?. . . ***** Mill - bomb, tenia combinaciones únicas de helados, era muy concurrida por los estudiantes de la zona, pero en el tiempo que he estado aquí, solo habia venido una vez, pasé por Ava, y luego nos encontramos con sus amigos en el lugar. - Soy Allison- me saludó muy sonriente su amiga de cabello rubio, apoyando su rostro en sus manos. - Yo soy Susan- dijo levantando la mano, una hermosa chica morena de cabello rizado. - Y el es Asher- exclamó Ava, señalando a su amigo, era un poco más bajo que yo, con el cabello ligeramente largo y despeinado, y me saludó con cara de pocos amigos. - Asi que eres tú- afirmó molesto- deberias tomar clases para conducir " amigo" para que no lastimes a nadie más. - ¡Asher! - Ava lo reprendió, y de alguna manera, en mi interior, me senti bien por eso, como si ella me estuviera defendiendo. - Fue un descuido de mi parte - le respondí -y por supuesto que sé conducir, no necesito clases, " amigo". - Ese acento tuyo es muy atractivo - afirmó Allison- me gustan los extranjeros- me veia embelesada. - Vale, pero, no estoy buscando una cita, solo vine a acompañar a Ava. - ¡Qué lástima!- replicó. Pasamos un rato más en ese lugar, pero ya empezaba a aburrirme de la conversación, solo hablaban del arte y de su historia. - Diego, Ava mencionó que estas en la escuela de negocios, ¿en que año vas?- preguntó Susan. - Es mi último año, y cuando termine regresaré a España. - ¿Y de que parte de España eres?- aventuró Allison. - De Madrid, ahi viven mis padres y mi hermano. - ¿Y que hacen tus padres?- Ava se habia interesado en el interrogatorio. - Mi padre es empresario y mi madre es diseñadora de ropa. -¿Alguien que conozcamos?- exclamó Asher. - No, no, solo es una empresa como muchas otras en España, nada de que alardear. Terminaron las preguntas, y afortunadamente volvieron a su conversación y al helado, Ava me miró y me sonrió. - Diego, ¿me llevas de vuelta al dormitorio? ya me siento incómoda y quiero descansar mi pierna. Me levanté como un rayo, parecía haber leído mi mente, porque ya queria irme de ahí cuanto antes. - Yo puedo llevarte- se ofreció enseguida Asher. - Gracias, colega pero, ella vino conmigo, asi que es mi responsabilidad llevarla de vuelta. Se quedó atras con un gesto de molestia evidente, después ayude a Ava a subir a mi auto y la lleve a su edificio para que pudiera descansar.AVA Diego se quedó de pie, frente a mi, en la entrada del dormitorio, mirándome fijamente, me habia ayudado a salir del auto, y tuve que abrazarme de él porque casi me caia. - Disculpa por haberte abrazado- me sentía apenada. - No lo hagas, no te disculpes, al final la culpa es mia por arrollarte. Debia decirlo, porque no era de las personas que sabían mentir. Bajé la cabeza - Debo confesarte que, iba distraída ese día, estaba frustrada por haberme perdido y no puse demasiada atención al cruzar el estacionamiento, lo siento - puse una sonrisa tensa, de disculpa. - Como dije, no es necesario, ¿vale?- tomo mi barbilla y me hizo mirarlo, sus ojos grises me tenian fascinada, pero eso, no podía confesarlo. - Tus ojos son tan bellos- afirmó. Baje mi rostro, el calor subía y bajaba por mis mejillas, sentia que me sonrojaba y no podia hacer nada para controlarlo. - Ava, ya me voy, recordé que tengo algunas. . . tareas. . . pendientes, pero nos veremos mañana temprano. - R
DIEGO ¡Flipaba en colores! las semanas que pasaron habian sido de pura tentación, llevándola tan cerca de mi en mi auto, y sin poder tocarla, porque desde el dia que la conocí, solo había pensado en cómo se sentiria besar sus labios, y ahora. . . ya lo sabia, el problema era que queria seguir haciéndolo y no podia comprometerme demasiado. ***** Al contrario de a sus amigos, a ella podía escucharla hablar durante horas de su pasión por el arte y la fotografía, que era a lo que queria dedicarse, la miraba mientras hablaba, con mi cabeza apoyada en mi mano, viendo los gestos exagerados que hacía con sus manos y sonreia cuando imitaba el sonido del clic de una cámara. - Pero solo estoy hablando yo, ¿no piensas decir nada? - Solo te observo y te escucho - respondí mientras me llevaba una palomita de maiz a la boca, estabamos sentados en el parque cerca de su dormitorio, hicimos un pequeño picnic y ya solo quedaban las palomitas. - Dame- dijo enérgica. - Nooo, son mías.- abr
DIEGO - ¿¡Que no somos nada!?- dije alterado- he metido mi lengua en tu boca no se cuántas veces y he sentido la calidez de tu cuerpo pegado al mio cuando me besas ¿y te atreves a decir que no somos nada?. Sali del auto, y cerré la puerta bruscamente, debia calmarme, en eso era muy parecido a mi padre, con su caracter explosivo, me agaché, respiraba con dificultad, y me concentré solo en eso. - Respira, solo respira- me dije. No sabía que los ejercicios de relajación de mi madre me servirían en este momento. Por fin me calmé, y entonces me di cuenta de la absoluta y cruda verdad, de que ella y yo, no podriamos llegar a ser nada más, ni siquiera amigos con derechos, por mucho que lo quisiera, porque no seria justo para ninguno de los dos. Entré al auto, arranqué y la llevé en silencio hasta su edificio. - Diego. . . - No digas nada por favor - dije en voz baja, la ayudé a bajar, y le di las muletas. - Mañana pasaré por tí, a la misma hora. - Gracias, de verdad.Es
AVA Era el dia de la graduación de la clase de negocios de Diego, por fin habia terminado su carrera, yo quería ir para poder verlo aunque sea a lo lejos, Allison me dijo que era una mala idea, pero nada me impidió llegar ahi. Cuando lo ví pasar por su diploma, me llené de orgullo, porque aunque habia sido poco el tiempo que habiamos pasado juntos, fue extraordinario, sentí que habia conectado con él de una forma que jamás imaginé. Sus padres habian venido, lo sabía porqué el hombre a su lado era muy parecido a él, era tan alto como él, y su madre tenia ese mismo color de cabello que lo hacia verse tan interesante. Yo queria acercarme para verlo mejor, pero la mano de Allison me detuvo. - Ava, no, no vayas, él fue muy claro, te dijo que no podían estar juntos, y además ni siquiera lo intentó, no vale la pena, ya no te tortures. La miré con tristeza, porque yo sabía que tenia toda la razón, ya iba a irme, pero, de repente escuché su voz. - ¿Ava? - era muy tarde, ya me ha
AVA El lugar a donde me habia llevado era muy elegante, ahora podia entender la elección del vestido, los padres de Diego vestían de manera más formal, cuando llegamos al restaurante, me recibieron con una enorme sonrisa. - Ava, te ves hermosa- señaló su madre. - Gracias señora Ferrer, usted también se ve muy bien. - Oh, no, no, nada de Ferrer, soy Santos y si quieres, puedes decirme Sam. Diego levantó las cejas sorprendido por el comentario, me ayudó a sentarme y después lo hizo él. Entonces, comenzó el interrogatorio. - Dime Ava, ¿que es lo que estudias? - dijo su madre. - Oh, acabo de terminar el primer año en artes, después quiero hacer fotografía profesional o tal vez la haga en verano, aún no lo decido. -¿Artes? -me miró sonriente - mmm ya me agradas más ¿Y tus padres? ¿ Dónde vives? - Soy de un lugar llamado Lakeport, a unas horas de aquí, ahí estan mis padres, y por ahora vivo en el campus. - Sam, ya deja en paz a la chica.- dijo su padre.- basta de pre
DIEGO Tres años han pasado, desde la última vez que la vi, desde el dia que rompí su corazón, sé por un amigo que la conoce, que es de las mejores de su clase, y también sé que pronto va a graduarse, me gustó saberlo, discretamente la he seguido a través de sus redes sociales, y solo puedo decir que se ha convertido en una hermosa mujer. Mi padre me sorprendió mientras estaba en la oficina, viendo algunas fotografías de nosotros que aún conservo en mi teléfono, porque he tenido algunas citas pero, ninguna me atrae tanto como lo hacía ella, y ninguna me hace reir como lo hacia ella, y besarla siempre fue un placer para mi. - Hijo, debemos hablar, vamos a mi oficina. Ya habia conseguido un puesto en la empresa de mi padre, pero habia comenzado desde abajo y poco a poco fui escalando, el decía que asi aprenderia mejor el manejo de la empresa y tenia razón. - Debo hacer un viaje, en un par de semanas, y dada tu experiencia y preparación, quiero que. . . - Quieres que te sust
AVA ¡Todos estabamos muy felices! Hoy era el dia de nuestra graduación, mis padres habian venido desde Lakeport, sabia que se sentian orgullosos de mí, me habian dado muestras de cariño desde que llegaron, los tutores querían que diera el discurso de despedida, por haber sido la mejor, pero lo decliné, no me sentía a gusto hablando en público, asi que mi amiga Susan se encargaría, no podía estar más feliz por ella, porque tenía el don. El lugar donde seria la ceremonia estaba completamente lleno, y sonaba una ligera música de fondo que se mezclaba con el bullicio de las personas, y, no se porqué pero vino a mi mente el recuerdo de Diego, no queria sentirme triste, sabía por un amigo mutuo que estaba muy bien en España, y que trabajaba con su padre, pero no sabia nadamás, seguramente a estas alturas, ya tendria alguna novia. Dejé esos pensamientos a un lado, porque ya iba a comenzar la ceremonia, el ruido cesó y el decano comenzó con el clásico discurso de apertura, después Sus
DIEGO - Cómo te fue en la graduación hijo?- preguntó mi padre cuando me reuní con él, esa mañana en la oficina del cliente. - No lo sé, conocí a sus padres, me interrogaron, y tuve que revelar mi identidad antes de lo que quería, asi que voy a verla más tarde, porque quiero explicarle todo con más calma y aclarar este asunto. - Bien, pero, ahora te necesito aquí, concentrado y sereno, este trato es muy importante para la empresa, porque puede abrirnos el camino para trabajar por toda la costa oeste. - Lo sé, esta expansión es muy ambiciosa, ¿no necesitarás gente para que maneje todo aquí? - Solo si hay oportunidad de trabajar en este lado del mundo- exclamó entusiasmado- pero ya veremos. ***** Mas tarde iba en camino hacia la cafeteria del campus, pensaba mucho en lo que le diría a Ava, esperaba que entendiera porqué no se lo dije en ese entonces, el chofer que me llevó aparcó cerca de ahí, tuve que contratar uno porque ya no tenía el permiso de conducir vigente en ese