AVA
Diego se quedó de pie, frente a mi, en la entrada del dormitorio, mirándome fijamente, me habia ayudado a salir del auto, y tuve que abrazarme de él porque casi me caia. - Disculpa por haberte abrazado- me sentía apenada. - No lo hagas, no te disculpes, al final la culpa es mia por arrollarte. Debia decirlo, porque no era de las personas que sabían mentir. Bajé la cabeza - Debo confesarte que, iba distraída ese día, estaba frustrada por haberme perdido y no puse demasiada atención al cruzar el estacionamiento, lo siento - puse una sonrisa tensa, de disculpa. - Como dije, no es necesario, ¿vale?- tomo mi barbilla y me hizo mirarlo, sus ojos grises me tenian fascinada, pero eso, no podía confesarlo. - Tus ojos son tan bellos- afirmó. Baje mi rostro, el calor subía y bajaba por mis mejillas, sentia que me sonrojaba y no podia hacer nada para controlarlo. - Ava, ya me voy, recordé que tengo algunas. . . tareas. . . pendientes, pero nos veremos mañana temprano. - Recuerda que mañana es sábado y no hay clases. Eso lo hizo reir - Entonces te veo en dos días, pero si necesitas algo, solo llámame. ***** SÁBADO POR LA NOCHE Me debatía entre llamarlo o no, todo el día habia pensado en eso, solo quería escuchar su voz, ya tenía el teléfono en mi mano y comenzó a sonar tan de repente que casi se me cae. **- ¿Ava que haces? - Ho. . . hola Diego, nada, no estoy haciendo nada en este momento, de hecho iba a llamarte, aunque ya olvidé para qué -** me sinceré. Hubo un momento de silencio. **- ¿Quieres cenar conmigo? Solo tú y yo. - Vale. - En 5 minutos estoy ahi** Me levanté y me arreglé un poco, pinté mis labios y me cepillé el cabello, tampoco quería parecer que me esforcé mucho solo para salir a cenar. Recibí un mensaje, ya me estaba esperanddo abajo. - Hola- Saludé en cuanto lo vi. - Hola, te ves muy bien- me ayudó a subir a su auto, condujo despacio hasta una cafeteria cerca del campus, ubicamos una mesa apartada y pedimos, nos sentamos muy cerca uno del otro. - Me gusta este lugar, es cómodo, y la comida es rica, todo es muy guay. - ¿Guay? Suspiró - A veces olvido que eres americana, y no sabes de lo que hablo, - me miró fijamente- pero creeme que encajarías muy bien en España- alargó la mano y recogió mi cabello detrás de mi oreja. - ¿De verdad crees eso?. - Yo siempre hablo en serio- miró mis labios por un momento, después se sentó erguido y ya no dijo nada. Trajeron nuestro pedido, y pasamos un rato intercambiando opiniones acerca de la cena. - ¿Quieres probar?- dijo mostrándome su sándwich de tres quesos. - Claro- de repente lo acercó a mi boca y le di un pequeño mordisco, luego rozó mi labio inferior con su pulgar. - Tenias . . . una mancha. Dejé de comer, solo podia verlo a él y a sus penetrantes ojos grises, se acercó a mi y rozó mis labios con su boca, la abri un poco y no dudó en tomarla por completo, mordiendo mis labios, sujetando mi rostro entre sus manos. - Delicioso . . . el sándwich.- dije. Se río pegado a mis labios, y luego se separó un poco para observarme. - Me encanta tu mirada, y tus labios. . . son tan tentadores, la verdad es que me moría por besarlos desde hace tiempo. -Pues hazlo de nuevo- respondí ruborizada. Mordió mi labio inferior, y después me besó, abriéndose paso al interior de mi boca, sabia tan bien, cerré los ojos y me dejé llevar por la sensación. - Ava, me gustas mucho pero, solo voy a estar este año en este país, no creo que. . . Lo interrumpí, poniendo un dedo sobre su boca. - Diego, no pienses en eso, ¿te parece si solo disfrutamos el momento?, qprovechar el tiempo que estes aqui, también me gustas y estoy consciente de que solo será por un tiempo ¿Vale? - Vale. Terminamos de cenar, después me llevó a los dormitorios, y me acompañó hasta la entrada del edificio. Se acercó y me besó una vez más, de nuevo invadiendo mi boca, pegando mi cuerpo al suyo, podia sentir su calidez, lo estaba disfrutando mucho, y no queria que se terminara el contacto. - Si necesitas algo, puedes llamarme- susurró cerca de mi labios- hasta mañana, hermosa Ava. - Hasta mañana Diego.- sonreí porque eso habia sido muy lindo. El esperó a que cruzara la entrada, subió a su auto y después lo escuché alejarse despacio Habia sido uno de los besos más deliciosos que haya recibido en la vida.DIEGO ¡Flipaba en colores! las semanas que pasaron habian sido de pura tentación, llevándola tan cerca de mi en mi auto, y sin poder tocarla, porque desde el dia que la conocí, solo había pensado en cómo se sentiria besar sus labios, y ahora. . . ya lo sabia, el problema era que queria seguir haciéndolo y no podia comprometerme demasiado. ***** Al contrario de a sus amigos, a ella podía escucharla hablar durante horas de su pasión por el arte y la fotografía, que era a lo que queria dedicarse, la miraba mientras hablaba, con mi cabeza apoyada en mi mano, viendo los gestos exagerados que hacía con sus manos y sonreia cuando imitaba el sonido del clic de una cámara. - Pero solo estoy hablando yo, ¿no piensas decir nada? - Solo te observo y te escucho - respondí mientras me llevaba una palomita de maiz a la boca, estabamos sentados en el parque cerca de su dormitorio, hicimos un pequeño picnic y ya solo quedaban las palomitas. - Dame- dijo enérgica. - Nooo, son mías.- abr
DIEGO - ¿¡Que no somos nada!?- dije alterado- he metido mi lengua en tu boca no se cuántas veces y he sentido la calidez de tu cuerpo pegado al mio cuando me besas ¿y te atreves a decir que no somos nada?. Sali del auto, y cerré la puerta bruscamente, debia calmarme, en eso era muy parecido a mi padre, con su caracter explosivo, me agaché, respiraba con dificultad, y me concentré solo en eso. - Respira, solo respira- me dije. No sabía que los ejercicios de relajación de mi madre me servirían en este momento. Por fin me calmé, y entonces me di cuenta de la absoluta y cruda verdad, de que ella y yo, no podriamos llegar a ser nada más, ni siquiera amigos con derechos, por mucho que lo quisiera, porque no seria justo para ninguno de los dos. Entré al auto, arranqué y la llevé en silencio hasta su edificio. - Diego. . . - No digas nada por favor - dije en voz baja, la ayudé a bajar, y le di las muletas. - Mañana pasaré por tí, a la misma hora. - Gracias, de verdad.Es
AVA Era el dia de la graduación de la clase de negocios de Diego, por fin habia terminado su carrera, yo quería ir para poder verlo aunque sea a lo lejos, Allison me dijo que era una mala idea, pero nada me impidió llegar ahi. Cuando lo ví pasar por su diploma, me llené de orgullo, porque aunque habia sido poco el tiempo que habiamos pasado juntos, fue extraordinario, sentí que habia conectado con él de una forma que jamás imaginé. Sus padres habian venido, lo sabía porqué el hombre a su lado era muy parecido a él, era tan alto como él, y su madre tenia ese mismo color de cabello que lo hacia verse tan interesante. Yo queria acercarme para verlo mejor, pero la mano de Allison me detuvo. - Ava, no, no vayas, él fue muy claro, te dijo que no podían estar juntos, y además ni siquiera lo intentó, no vale la pena, ya no te tortures. La miré con tristeza, porque yo sabía que tenia toda la razón, ya iba a irme, pero, de repente escuché su voz. - ¿Ava? - era muy tarde, ya me ha
AVA El lugar a donde me habia llevado era muy elegante, ahora podia entender la elección del vestido, los padres de Diego vestían de manera más formal, cuando llegamos al restaurante, me recibieron con una enorme sonrisa. - Ava, te ves hermosa- señaló su madre. - Gracias señora Ferrer, usted también se ve muy bien. - Oh, no, no, nada de Ferrer, soy Santos y si quieres, puedes decirme Sam. Diego levantó las cejas sorprendido por el comentario, me ayudó a sentarme y después lo hizo él. Entonces, comenzó el interrogatorio. - Dime Ava, ¿que es lo que estudias? - dijo su madre. - Oh, acabo de terminar el primer año en artes, después quiero hacer fotografía profesional o tal vez la haga en verano, aún no lo decido. -¿Artes? -me miró sonriente - mmm ya me agradas más ¿Y tus padres? ¿ Dónde vives? - Soy de un lugar llamado Lakeport, a unas horas de aquí, ahí estan mis padres, y por ahora vivo en el campus. - Sam, ya deja en paz a la chica.- dijo su padre.- basta de pre
DIEGO Tres años han pasado, desde la última vez que la vi, desde el dia que rompí su corazón, sé por un amigo que la conoce, que es de las mejores de su clase, y también sé que pronto va a graduarse, me gustó saberlo, discretamente la he seguido a través de sus redes sociales, y solo puedo decir que se ha convertido en una hermosa mujer. Mi padre me sorprendió mientras estaba en la oficina, viendo algunas fotografías de nosotros que aún conservo en mi teléfono, porque he tenido algunas citas pero, ninguna me atrae tanto como lo hacía ella, y ninguna me hace reir como lo hacia ella, y besarla siempre fue un placer para mi. - Hijo, debemos hablar, vamos a mi oficina. Ya habia conseguido un puesto en la empresa de mi padre, pero habia comenzado desde abajo y poco a poco fui escalando, el decía que asi aprenderia mejor el manejo de la empresa y tenia razón. - Debo hacer un viaje, en un par de semanas, y dada tu experiencia y preparación, quiero que. . . - Quieres que te sust
AVA ¡Todos estabamos muy felices! Hoy era el dia de nuestra graduación, mis padres habian venido desde Lakeport, sabia que se sentian orgullosos de mí, me habian dado muestras de cariño desde que llegaron, los tutores querían que diera el discurso de despedida, por haber sido la mejor, pero lo decliné, no me sentía a gusto hablando en público, asi que mi amiga Susan se encargaría, no podía estar más feliz por ella, porque tenía el don. El lugar donde seria la ceremonia estaba completamente lleno, y sonaba una ligera música de fondo que se mezclaba con el bullicio de las personas, y, no se porqué pero vino a mi mente el recuerdo de Diego, no queria sentirme triste, sabía por un amigo mutuo que estaba muy bien en España, y que trabajaba con su padre, pero no sabia nadamás, seguramente a estas alturas, ya tendria alguna novia. Dejé esos pensamientos a un lado, porque ya iba a comenzar la ceremonia, el ruido cesó y el decano comenzó con el clásico discurso de apertura, después Sus
DIEGO - Cómo te fue en la graduación hijo?- preguntó mi padre cuando me reuní con él, esa mañana en la oficina del cliente. - No lo sé, conocí a sus padres, me interrogaron, y tuve que revelar mi identidad antes de lo que quería, asi que voy a verla más tarde, porque quiero explicarle todo con más calma y aclarar este asunto. - Bien, pero, ahora te necesito aquí, concentrado y sereno, este trato es muy importante para la empresa, porque puede abrirnos el camino para trabajar por toda la costa oeste. - Lo sé, esta expansión es muy ambiciosa, ¿no necesitarás gente para que maneje todo aquí? - Solo si hay oportunidad de trabajar en este lado del mundo- exclamó entusiasmado- pero ya veremos. ***** Mas tarde iba en camino hacia la cafeteria del campus, pensaba mucho en lo que le diría a Ava, esperaba que entendiera porqué no se lo dije en ese entonces, el chofer que me llevó aparcó cerca de ahí, tuve que contratar uno porque ya no tenía el permiso de conducir vigente en ese
AVA Llegué al hotel donde me había quedado con mi familia, mi padre no tenía buena cara y no habia dicho nada en el camino de regreso, supongo que no estaba muy feliz con la idea de que estuviera enamorada de un chico que vivia del otro lado del océano y que exista la posibilidad de que me fuera con él. Después abrí el obsequio que me habia dado Diego, era un collar con un dije en forma de infinito, con pequeños diamantes incrustados y un corazón dorado en el medio, creo que era su forma de decirme que siempre me habia amado. - Eso es muy lindo hija- observó mi madre. - Me dice que aún me ama y que no dejo de hacerlo. - ¿Y tú lo amas? ¿estarías dispuesta a dejarlo todo para seguirlo, en nombre de ese amor? - Ya perdí mucho tiempo sin él, mamá y si, lo amo. - Tu padre no piensa igual, has trabajado mucho para lograr tu carrera, no va a permitir que alguien llegue y simplemente te quite eso. - Mamá, el se alejó de mi, y creo que lo hizo porque sabia que quería terminar