Te de manzanilla

Mauricio Villacastín está llegando a su apartamento, dónde comparte con su esposa Úrsula, una empresaria que conoció cuando era más joven y que con sus buenas relaciones lo ayudó a escalar y a trabajar con destreza en el mundo del espectáculo.

—¡Ah,!... ¡buenas noches mi amor! no te veía bien en la oscuridad!...¿Cómo te sientes hoy?

—¡No lo sé!, ¡no quiero ni mirarme al espejo!, por eso apagué todas las luces, y…entonces,… ¡estoy esperando tu respuesta!, no me has dicho nada…¿dónde estuviste hoy?, ¡si se puede saber!

—¡¡Tu quieres saber!!, —Mauricio alza la voz—bueno no solo te diré cómo me fué, sino que te voy a contar, "cómo la pasé", y la respuesta es… ¡mitad y mitad!

—¿Qué? ¿Cómo es eso, que mitad y mitad?

—¡No te altera Úrsula, deja ese mal humor; eso no es recomendable, acuérdate de las indicaciones del médico!

—¡Bueno!... ¡dime!…¡no me parece ni tu respuesta ni tu actitud! dime…

—Ursula eso quiere decir,…¡mitad mal y mitad bien!, ¡eso quiere decir!—Mauricio prosiguió—

Úrsula; unos bandoleros antes del mediodía, me hicieron bajar del carro y me tenían apuntado, sinceramente, ¡te digo!, pensé, ¡sí lo pensé!, ¡que no lo iba a contar!

—¡Cómo es posible Mauricio! y ahora es que me vengo a enterar!...¿y como fué que saliste con bien de todo eso?

—¡Ahí está el detalle!

—¿Si, como?

—Por una persona que se dió cuenta de todo, peleó como Bruce Lee, ¡tan!.. ¡tan! ¡y tan!—Mauricio levanta los pies en dos zarpazos al aire con las piernas, balancea los brazos y cae con los dedos de las manos unidos y apuntando hacia arriba…— ¡y salieron corriendo como unos mininos asustados!

—¡Así fue Úrsula!

—¡Entonces una persona, ¡¿debe ser un agente, o un campeón de lucha o algo así!

—¡Algo así! y como ya he pasado varios sustos la contraté, desde mañana ¡tengo guardaespaldas!—Mauricio habla mientras abre una botella de cointreau y se sirve un short.

—¡Eso sí me parece una decisión inteligente!, ¡¡desde cuándo estábamos necesitando unos!!

—¡Sí, pero no voy a contratar sino a una sola persona, por los momentos!

—¡Por favor ayúdame a levantar!—le dice alzando los brazos—¡Todavía no puedo hacerlo sola!

Mauricio respira deja el vaso de lado y se acerca para tomar a Úrsula por los brazos y la sube de un jalón.Pero aparta la cara para no verla.Ella se da cuenta de lo repulsivo que le resulta su cercanía, pero trata de no darle importancia.

—¡Ya falta poco para que vuelvas a la normalidad!

—¡Así espero!

Mauricio la toma por la cintura y la conduce lentamente; poco a poco a la habitación principal y la acuesta de un lado de la cama.Úrsula estaba envejeciendo y no lo quería ni entender, ni aceptar, todavía pretendía que Mauricio la cortejarla, y la acompañará como el primer año cuando se conocieron, cuando todavía le quedaba algo de Juventud.

Después que la coloca sobre la cama, le acomoda la almohada y le dice…

—¡Espérame aquí, me voy a duchar, y a cambiar, no me acordaba que hoy tengo una invitación para conocer a un nuevo talento del reggaeton, pero después de todo lo que pasé hoy, voy a cancelar la visita, y te haré compañía.

Úrsula estaba colocando algodones empapados en té de manzanilla en la cara y se recostó y a la media hora estaba dormida.

Mauricio terminó su faena, la despertó para que se tomará un batido de fruta, él se preparó un sándwich y se puso a su lado a ver una película mientras ella dormía.

Para cerrar con broche de oro, la película trataba de una peladora de artes marciales, y se le vino a la mente todo lo que había sucedido en el día. Reishel, la pelirroja, de las piernas de acero, con la cara de angel, dulce, espontánea, y sobre todo llena de fuerza y juventud.

Era indiscutible, ella movía su emoción,no debería suceder pero después de estos últimos años con Úrsula de celos y conflictos, no le quedaba nada que sentir por ella. Tarde o temprano Úrsula tiene que aceptar, que ya no hay nada entre ellos; solo son socios, negocios en común y nada más.

….

Reishel en cambio ocupó su tiempo atendiendo a sus pacientes y después regresó a casa donde la esperaba su mamá, que anda en estado permanentemente de angustia, por el carácter de su hija.

—¡Mi amor, te esperaba, quiero que hablemos, hay muchas cosas que te quiero decir!

Reishel se le queda mirando con una luz de amor y ternura; se le acerca la abraza por la espalda mientras su madre sostiene en su mano un tambor de bordar, tarea que la ha ayudado como terapia durante muchos años.

Reishel le dice...

—¡Si ma' ya me voy a sentar contigo!... luego mira hacía un lado y se acerca dónde está Gonzalo su loro, lo mira por su reja y lo saluda..—¡Qué tal viejo!...

—¡Rei anda ven que necesito que hablemos hija!

Reishel se acerca y se sienta con la señora Amapola y ella empieza su discurso consejero…

—¡Reishel pequeña, hace mucho que estamos solitas, nos hemos dado la una a la otra, amor, ternura, siempre te lo he dicho y no es para que sientas que te estoy manipulando hija, ¡pero lo único real que yo tengo en la vida eres tú!

—¡Si mami, eso es verdad!

—¡Piénsalo mi niña, yo sé, que eres muy buena como instructora de esas disciplinas orientales, pero, y si un día tu hija, no llegas a casa, ¿has pensado en mí?, ¿en el dolor que me puedes causar?...¿Por qué eres así, mi nena?

Yo entiendo que tengas un resentimiento infantil por tu padre, que no has curado como debe ser, pero no sé cómo justificar tu actitud hija,¡no sabes lo que es el miedo!, y eso es peligroso!

—¡Ya madre!, ¡sí y… no!.

—¿Qué dices hija, como que si y no, ¡por Dios!...

—¡Madre sí, es cierto, papá se fué, nunca supe más de él, fue un cobarde mentiroso, no podía ver a ningún hombre cerca de ti, porque te lo ponía de marido, y se agarraba de esa duda para justificar sus abusos, después lo otro, cuando mataron a mi abuelo viniendo de su trabajo para robarlo y quitarle lo poco que había conseguido como ayudante en el frigorífico, y después todo lo demás, por poco no te violaron cuando te vieron sola, sino hubiese sido por el maestro Sony que vio algo raro y los acribilló a patadas y los sacó de aquí…y después el pobre amigo, se la tenían jurada, y al tiempo...apareció muerto en la cañada del río, ¡todavía me preguntas porque yo soy así! ¡Pues aquí te digo NO!

¡Yo no puedo ser diferente porque la vida me hizo así y cuando te diga algo nuevo, algo que me sucedió hoy, mami, por favor no vayas a ponerme la cara, viejita!

—¡Ay Dios mío, qué pasó ahora!

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