Ahora Pizza.

Después de salir de la oficina…

….—Reishel…¡¿Qué te pareció el ambiente de trabajo?!...

Reishel responde con la voz dulce y ronquita…

—¡Muy agradable!...si noté alguna, que otra mirada pesada, pero nada relevante, en términos generales me pareció muy bueno!

—¡Que bien!, quería conversar contigo para que estés al tanto del sitio donde te vas a desenvolver y para ello vamos a comer juntos en un lugar muy sencillo y así poder conversar con calma.

—¡Okey!...—con una sonrisa— ¿ahora como te digo?…licenciado, jefe, tu, usted, ya tengo que tomar mi lugar, ¡ya eres mi jefe!.

Mauricio iba manejando con prudencia y hablando con Reishel.

—¡Bueno, me estabas tuteando y llamando por mi nombre, y me sentí de lo mejor, pero para el ambiente de trabajo y el tipo de personas con la que vamos a estar interactuando, vamos a elegir licenciado, así se transmite respeto y establecemos la línea de relación.

—¡Okey licenciado!

Mauricio se empieza a estacionar y se propara frente a una venta de comida rápida.Lo que le encantaba a Mauricio era la sencillez de Reishel.

El abre los seguros y salen del auto.

El sol estaba fuerte y encandilaba un poco, Reishel se recogió una cola que caía a su espalda por el calor de forma muy graciosa, y se apreciaba su encanto de muchacha delgada alta y de formas muy bien definidas.

Mauricio no deja de estar todavía bajo el impacto de su atrevida actuación a la hora de defenderlos de unos maleantes.

Entraron y se sentaron;por el calor quedaron un poco a la vista pública, pero eso a Mauricio no lo preocupaba…

—¡A ver Reishel!...¿Que vamos a encargar?

—¡Decide tú! ay ¡disculpe! ¡Usted! digo…licenciado uy…tengo que adaptarme…

—¡Jajaja!.. —Mauricio sugiere…¿Qué te parece una pizza familiar?

—¡Vaya genial, me encantan las pizzas!...

—¡Muy bien, entonces una especial familiar con dos refrescos!

—¡Ok!

Mauricio entrega la carta y hace el pedido y comienza su conversación con Reishel…

—¿Dime la verdad, que te gustó y que no, de mi oficina?

—¡Si!, como te dije, todo me gustó, pero si sentí algunas actitudes un tanto pesadas!

—¿Pero me puedes decir de quién?

—¡Eh, bueno, tu socio, Román, no me dió buena onda!, y dos de las chicas las sentí como muy serias y con mala cara!

—¿Pero Cuál?...dime…

—¡Había una rubia de ojos verdes, esa me miró de arriba a abajo, ni se acercó!

—¡Ah, Aline, ella es sobrina de Úrsula, seguro que le va a comentar algo, pero no me preocupa!

—¿Seguro?

—¡Sí seguro! y ¿cuál es la otra?

—¡Pelo corto negro, vestido azul celeste y delgada, bonita cara, pero levantó la ceja me vio y siguió tecleando sin mirar para los lados!

—¡Ella es Katlyn, es hermana de Román y tuvimos algo en el pasado!

—¿Qué?

—¡Si, ella odia a Úrsula, dice que no es para mí, que yo debería decidirme por ella!...

—¡Ah Okey!...que engorroso eso, y la tienes allí, todos los días…

—¡Si, y todos los días hace el intento!

—¿En serio? ¿No te interesa?

—¡No, no me interesa!...ahora dime, cuéntame de ti! ¿Quién te enseñó a luchar Reishel?...

—¡Es una larga historia!—Reishel pone cara de agobio.

—¡Podemos ser amigos!...¿o no?—pregunta Mauricio.

—¡Si, por supuesto!—le dice Reishel moviendo la pajilla en su vaso grande de refresco, que habían servido mientras conversaban.

—En estos días, estuve hablando con mamá, fue cuando le dije lo del nuevo trabajo, por supuesto, ¡que no le gustó para nada!

—¡Lo lamento Reishel, bueno la desición es tuya!

—¡No voy a cambiar así me hayas ofrecido está oportunidad, y le tuve que recordar muchas cosas!

Ella todavía se pregunta, porque yo soy como soy, y es que mi mamá tiene muy mala memoria…comenzando por papá…

—¿Porque, no conociste a tu papá?

—¡Claro, que lo conocí!..aunque estaba muy pequeña, ya es un recuerdo remoto y su cara borrosa en mis recuerdos, pero si se que estaba harto de mi madre, la pobre ya no era lo que él quería, ella no tenía presupuesto para arreglarse, comprar ropa, y lucir atractiva y él se agarraba de cualquier cosa, si el señor de la bodega le mandaba un ayudante para llevarle la bolsa de la comida era, según mi padre, que mi mamá estaba de amante con él,...y le decía…

"¡Por algo será que ese hombre le estaba haciendo favores!"

—¡Qué bravo! lo lamento…

—Si, hasta que llegó aquel horrible viernes… y se agarró de una de esas para hacer sus maletas, ví a mi madre de rodillas abrazada a su pierna para que no se marchara y yo le rogaba que no se fuera, y con el cinismo más grande me prometió que iba a venir a la noche a contarme un cuento…y hasta hoy…lo estoy esperando…y te digo hoy, ¡no se ya ni como es su cara!

—¡Cuánto lo siento!

—¡Sí pero eso no fue nada!

—¡Luego vino lo peor, la soledad de mi madre, porque ella no tenía un centavo para arreglarse, pero natural, así como ella era, estaba muy bonita todavía…y después…— a Reishel se le humedecieron los ojos, y le narra con sensible expresión—¡ mataron a mi abuelo!... viniendo de su trabajo para robarlo y quitarle lo poco que había conseguido como ayudante en el frigorífico, y luego… ¡todo lo demás!, por poco no violaron a mi madre, sabían que ahora si estaba sola, entonces fue cuando conocí al maestro Sony que vio algo raro, a unos tipos subiendo por las escalinatas de la casa, los persiguió y se dió cuenta, entró en el justo momento, que tenían a mi madre y a mi me tenían viendo con la boca tapada; ya a ella la iban a violar, y el maestro los encontró y los acribilló a patadas y los sacaron de alli directo a prisión…y después el pobre amigo Sony apareció muerto con ocho tiros por la espalda en la cañada del río, y hoy le digo a mi madre…¡todavía me preguntas porque yo soy así!

Lo siento, no pude ser diferente…¡ la vida me hizo así Mauricio!

—¡Wao!...¡No sé que decirte!...esas experiencias te marcaron, me supongo, que por el maestro te interesante, luego en practicar las disciplinas de defensa personal.

—¡Es obvio! yo busqué, hasta que encontré una academia donde me formé y estoy formándome todavía.

La pizza llegó de gran tamaño…y ayudó a mejorar su ánimo…

Mauricio está empezando a sentirse más cómodo y contento de lo que esperaba; escuchar a Reishel era un deslumbrante descubrimiento;estaba en presencia de un ser humano muy real, auténtico, algo vivo, lleno de los porqués, que la crearon, viniendo consecuente de un mundo deshumanizado que la formó a ella, pero que además, no le permitió perder, su belleza, su dulzura, su femineidad; y porque no decirlo su natural sexapple, es un conjunto Reishel de ingredientes tan interesantes; que hasta esa voz ronquita y dulce también le fascinaba;una epopeya de mujer, que de paso ni ella misma estaba consciente de lo monumental de ser humano que era, porque todo lo mencionado estaba además acompañado de su humildad y de su gran sensibilidad humana.

Ya estaban devorando la pizza y conversando de otros temas de menos drama y Mauricio le dice después de beber un sorbo de su pajilla…

—¿Sabes que?...¡me gustaría aprender, algo de lo que tú ya sabes!...

—¿Cómo?

—¡Lo que oíste!, me gustaría aprender a pelear, ¿podrías darme unas clasesitas?

—¡Ufff!...¿Cuando comenzamos?...—responde antes de tomar un sorbo, a Reishel no se le planteaba nada para luego, el que quería contar con ella, tendría por seguro; ¡que iba a ser así.

—¡Ya va, espera!, acuérdate que tengo una agenda muy apretada, y debo organizarme, tengo que hablar con mi secretaria, la señora América para que disponga de mi horario y aparte un bloque de tiempo para mí práctica.

—¡Excelente, tú me dices, acuérdate también, que yo lo que soy es médico veterinario y tengo que atender a mis pacientes!, ¡No se te olvide!

—¡No, no, no se me olvida!—Mauricio sonríe,toma un sorbo y la mira de soslayo—¡Pero si tengo algo que hablar contigo!

—¡Si es verdad, el motivo de este compartir no ha terminado!...¿De que se trata?

—¡Es simple, no quiero que sepan todavía en la oficina, que tú eres mi guardaespalda!

—¡Si tú no quieres,así será,tu eres el que manda!

Ellos hablaban,de repente alejaban sus caras y de cuando en vez,ocurría algo que a Mauricio le fascinaba,el momento cuando se encontraban sus miradas, Reishel con su melena muy roja,suave de brillo sedoso y algo que si lo mataba y le fascinaba era su boca, bien roja cereza, delineada y muy llena, no la había perdido de vista…a la vez… Ella disimulaba toda su debilidad, pero le encantaba el olor de su perfume, que era algo nuevo para ella; le agradaba mucho; aparte de verlo reír y su mirada penetrante y brillante.

Pero se esforzaba, para que él no lo notará, y no confundiera las cosas, porque su trato con él, hasta los momentos era solamente de carácter profesional.

La pizza acabó como también todas las excusas de continuar compartiendo esa tarde, ella tenía que regresar a su casa y él no podía evadir su realidad, tenía que pasar a buscar a Úrsula para una consulta a las cinco de la tarde.

Sin embargo en ningún momento,estuvieron solos, al fondo y en la última mesa, había una persona misteriosa, que fungía como un comensal más, pero tomó de la forma más disimulada posibles, unas fotografías; y espero a que Mauricio y Reishel se fueran, luego hizo una llamada desde su celular y dijo…

—¡Si, se acaban de ir, duraron bastante, más de una hora, no,yo no lo he perdido de vista, mañana veremos a ver qué pasa!

…¡Y en el camino de regreso!…

—¡Reishel no te vayas a molestar!... pero…

Ella responde con su voz ronquita…

—¡Ya te estás pareciendo a mi mamá!

—¡Está bien, me voy a quedar tranquilo, pero dejarte sola, por esas calles y escalones, me pone los nervios de punta!

—¡Pues te entiendo vamos a decir que para ti todo esto es algo nuevo!

—¡Está bien!...¡Cuídate! …si…pero…¡Cuídate más!

Reishel se baja del auto, sonríe y le dice adiós con su mano blanquita…

—¡Adiós!...ya…¡mañana nos vemos!

—¡Paso por ti a las siete y media!

—¡Okey!—Reishel levanta la voz a medida que Mauricio se alejaba—¡adiós!...—Reishel sonríe…

Mauricio iba en su auto, viendo por el retrovisor…y decía pensando…

<<¡Qué locura!>>

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