Quiero preguntarte algo

Mauricio Villacastín al entrar en contacto con Reishel olvidó muchas cosas, no solo el mal momento que acababa de pasar, sino muchas otras situaciones que lo agobiaban y de las que escapa con facilidad. Está casado con una persona realmente difícil pero a la que le tiene mucho que agradecer. Alguien que es mejor no permita Dios nunca se le cruce alguno, en ningún camino. Reishel está en peligro, pero está acostumbrada a el, pero no tiene idea de la amenaza que corre precisamente hoy, que acaba de conocer a Mauricio. Un hombre no solo bello de físico, sino interesante y terriblemente atractivo y que no pierde ninguna oportunidad de pasarla bien. Así vive la vida, sin desaprovechar las buenas oportunidades, como ahora que tuvo la gran suerte que alguien saliera en su defensa, una mujer joven, guapa y realmente hermosa….

El camino se hizo muy ameno, Mauricio ponía música de los artistas que él estaba patrocinando y Reishel se sorprendía de saber que por él, ese artista ahora era famoso.

—¡No puede ser, y tú lo descubriste!

—¡Si, yo visito muchos lugares donde hay gente aficionada que canta, en bares, restaurantes o alguna feria, ¡si me invitan!, los observo y casi nunca me equivoco, cuando veo que es una promesa, ¡ Es una promesa!...¡Todos triunfan!

—¡Que bueno ese es un don que tú tienes!

—¡Sí, definitivamente sí!

Yo vivo en las colinas de los Rizzos, en la parte más alta, allí queda mi casa, bueno…la casa que logre darle a mi madre, también aparte tengo mi pent-house, dónde vivo con mi esposa Úrsula.

—¡Clarooo…, eres casado!, la residencia que me mencionaste…¡es un sitio de puro archimillonario, y dígame, ¡cómo me vine!, así, no estoy vestida para entrar allí!...¡No había pensado en eso!

—¡Tranquila Reishel tu mejor prenda de vestir es tu sencillez, tu belleza y tú sonrisa!...¡Me parece muy linda!...

—¡Gracias…!

Mauricio se detiene frente a un gran portón negro, pulsa el botón de su control personal y sube una pendiente bien alta y se propara…

Aparece Matias y recibe las llaves para terminar de estacionar la camioneta y en la entrada del recibidor está Regina, con la mirada brillante de alegría.

Mauricio les habló de lejos todavía…

—¡Hola familia!— alza la voz Mauricio,—¡traje a una amiga!

—¡Adelante, caramba, ¡¿cómo está señor Mauricio?!...

Regina ha sido la mano derecha, el ama de llaves, de la señora Marcela la madre de Mauricio por años, estuvo con sus hijos desde la infancia, y cuando por fin tiene cerca a Mauricio le pregunta al oído muy discretamente…

—¿Y ella quien es?... le recuerdo niño que la señora Úrsula a lo mejor viene en camino…

—¡Tranquila le dice en voz baja!,¡Ella está de reposo, se hizo otra cirugía! —pero levanta la voz para invitar a Reishel a entrar y a dejar la timidez…

—¡Pasa Reishel, deja la timidez!

Reishel entra y se embelesa con la fabulosa sala, la decoración, las lámparas de arañas grandes con lágrimas de cristal, los muebles también grandes y amplios de puro cuero, el piso de losa espejo lujoso, todo un palacio…

—¡Hermosa tu casa!

—¡Pero pasa!,—le dice Regina.

Mauricio le pregunta a Regina…

—¿Y mamá dónde está?

—¡Aquí hijo…veo que traes compañía!—Marcela saluda bajando las escaleras.

—¡Sí madre!—Mauricio se acerca y la besa—¡Madre te presento a mi ángel guardián!

—¡Ahhh, no…disculpa… me tienes que decir!…¿porque le dices así?—Reishel se sonroja,—¡Mucho gusto me llamo Reishel, médico veterinario!

—¡Ay eres preciosa Reishel,!—Marcela toma la mano de Reishel y la mira a los ojos—¡Bienvenida!, Mauricio, ¿pero no me has dicho…¿porque es tu ángel guardián?

—¡Mamá!, me estaban atracando cuando esta señorita; así como tú la ves, me defendió… ¡y como una fiera!…—levanta un poco la voz— ¡me quitó a los maleantes de encima!...¡ me estaban apuntando con un arma!..¡Madre pensé que no lo contaría!...¡los pateó como Bruce Lee madre!, y me salvó, yo que soy hombre casi me desmayo… ¡Los muy pillos se fueron corriendo cuando escucharon una sirena…!

¡Está muchacha tiene más…bueno…hace un gesto con las manos ... ¡Tiene valor!...¡Y le estoy muy agradecido madre!

—¡Que bueno…eres una mujer como pocas!—le dice Marcela sonriente.

Reishel sonríe con dulzura sin agregar nada mas y le dice…

—¡Me encantó su casa, tiene un gusto exquisito, pero yo vine, o mejor dicho ¡acepté venir!, a visitarlos, por alguien muy pero muy especial, que no he visto por ninguna parte todavía!

—¿Cómo, quién puede ser?—pregunta Marcela.

Mauricio alza la voz con emoción….

—¡Ahhh Billboard!...¡Ven Reishel vamos al jardín, a esta hora él ya está en su casa!

Reishel se voltea y mira a la señora Marcela, y hace como una seudo reverencia y le dice…

—¡Con permiso!

—¡Como no pasa adelante, si le salvaste la vida a mi hijo, eres muy pero muy bienvenida Reishel!

Mauricio le indicó el camino a Reishel y afuera estaba Matías recogiendo sus implementos de trabajo, era un terreno enorme, lo más parecido a un campo de golf, con una piscina cubierta ubicada en la parte izquierda y hacía la derecha habían otras instalaciones y un poco más retirado estaba la casa de Billboard, Mauricio llama a Matías…

—¡Matías, Matías, trae a Billboard!

—¡Voy!

Reishel no perdía detalle, estaba en una realidad con la que no contaba conocer, todo era hermoso, todo era lindo a la vista, las matas, las flores, los aromas, y de repente apareció Billboard…

—¡Billboard! ¡Mi galán!..¿cómo estás?

Billboard era imponente, de hermosísimo pelaje, un pastor alemán pero muy sociable, estaba entrenado.

—¡Ven Billboard siéntate!

—¡Ay pero que hermoso!

—¡Billboard ella es Reishel!

Reishel muy segura le pone la mano en la cabeza y Billboard le devuelve con su gesto canino su agrado, estaba también feliz de ver a su amo.

—¡Lo tengo desde cachorro!

—¡Ya lo vamos a revisar con calma! ¿Oye y porque no lo sueltan?

—¡Bueno es algo que…bueno…Reishel...casi siempre a esta hora lo traen y lo guardan, y es por mi esposa, ¡No la puede ni ver!, no la quiere y ella pasa por aquí casi siempre a esta hora!, y lo hacen todos los días "por costumbre"; después que se va, lo sueltan, el otro día ella pasó tremendo susto, no se que es, pero Billboard no quiere a Úrsula, es más, —levanta las cejas y le sonrie—¡creo que es recíproco!

—¡Que curioso!—Reishel sintió y pensó que Billboard tiene sus razones—¡Ellos son muy especiales, gracias Billboard un placer conocerte!—Reishel lo acaricia divinamente,—¡Después te vengo a revisar!...

¡Bueno creo que me debo retirar, gracias por compartir algo tan importante para ti como es Billboard!...¡Me halaga de verdad!

Reishel estaba semiagachada despidiéndose de Billboard y levantó la mirada y se encontró con la de Mauricio, él la toma de la mano, y la sintió fría, pensó que ese gesto la hizo tambalear, y la puso de pie, y mirándola le habló con mucho dulzura…

—¡Reishel aparte de bella eres una mujer sensible, de un alma hermosa, te quiero dar las gracias ¿y sabes?...no sé pensarás que es muy apresurado, ¡pero te quiero proponer algo!…¡Quisiera que trabajarás conmigo!

Reishel sintió una emoción inusual, los ojos de Mauricio estaban llenos e iluminados vio en ellos algo que no detuvo su suspiro…y esos ojos tan azules parecían tener un encantamiento…

Mauricio también se percató de sus bellísimos labios, frescos, llenos y sensuales; la cara de Reishel era angelical, dulce, y difícil creer que esa muchacha con esa candidez tuviera el valor para defender a alguien con su vida…

—¡Reishel!...

—¿Si?...

—¡Tu podrías ser hasta mi guardaespalda!

—¿Qué?...¿Cómo dices?...

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