Cuando encuentras el amor, tu vida toma un giro diferente, te cambia por completo...Imagina que vives en un monotonía que a veces parece no tener fin... Y que de pronto, tu aburrida vida, se torna en una avalancha llena de cosas emocionantes. Esas, que te hacen querer vivir más, pero que a veces, pueden complicar tu zona de confort, de una forma extrema.Por ejemplo: líos amorosos.El saber que tú corazón late con fuerza por dos personas totalmente, diferentes.Yo me había negado enamorarme, y de pronto, me encontraba suspirando por dos hombres que lograron, de alguna manera, conquistarme. Sin embargo, mi corazón, estaba partido a la mitad.¿A quien amo de verdad?Nadie puede amar a dos personas al mismo tiempo.Por suerte, pude aclarar todo... O al menos eso creía...Ya Keith, dejar de pensar tantas tonterías.Entonces, me centré en el presente.Llegó el día. El más esperado, ese, que me tenía tan nerviosa...Estaba a tan solo minutos de casarme, solo tenía que salir de la limusina
6 de Abril, 2021Habían anunciado una fuerte tormenta, yo estaba en mi restaurant favorito cuando comenzó.Había decidido pasar mi tiempo libre en un lugar donde la soledad, y el silencio… No fueran lo único que existiera.Estando en ese lugar podía sentir la calidez que emanaban las personas a mi alrededor.Todas conversaban y reían. Disfrutaban de la paz, de la tranquilidad del ambiente.A pesar de la tormenta, todos, sonreían…Mi mirada se encontró nuevamente con la lluvia, y el exterior.Primero fue una llovizna suave, que poco a poco, se tornó en una fuerte. Las gotas de lluvia caían rápido, con fuerza, se podía escuchar resonando por todas partes.Dejé salir un largo suspiro.Como siempre, estaba sola… Sentada en mi rincón solitario, como de costumbre, ahí… Cerca de la ventana, observando las gotas de lluvia caer en el vidrio, y unirse con otras gotas, no tenía nada qué hacer, ya había salido del trabajo, y no quería estar en mi casa.No quería llegar y sentir ese vacío, que sie
Después del reencuentro con Michael, todo cambió. Ya no me sentía tan sola, tan vacía...Definitivamente Michael, llegó a mi vida para quedarse. Sin embargo, estos días que no hemos visto, y que he convivido con él, me han hecho darme cuenta de que, sentía algo por él... Me lo quería negar a mí misma, porque temía enamorarme de nuevo... Temía salir herida en el proceso.Como suele pasar.Como suele sucederme casi siempre.—Escucha Keith... Ya es tiempo de que hablemos...—Dijo Howard, con un tono serio.Por su expresión fría, temí que todo llegara a su fin.No podía hacerme eso, no después de lo que me hicieron... ¡De lo que viví!—Te escucho— Afirmé, esperando atenta a sus palabras.El silencio entre nosotros era sofocante, mis latidos estaban acelerados, no quería... No podía perderlo a él también.—Keith, esto debí decírtelo hace tiempo... Pero pasó todo esto y...— Pasa sus manos por su cabeza, frustrado. — Me enamoré de otra mujer.En seguida sentí como si mi mundo, se terminara de
John StevenEstaba de mal humor... De hecho, estaba de un genio de los mil demonios.Mi secretaria me hizo pasar un mal rato.-Señor.- La voz de Claudia, mi secretaria me hizo darme la vuelta y mirarla - ¿Me mandó a llamar?-Si, Claudia... Siéntate - Obedeció y se sentó, quedando frente a mi.Ya había recapacitado... Me di cuenta de que estaba siendo un completo imbécil.-Tómate el tiempo que necesites.Noté la alegría en su rostro.A veces puedo ser hostil, ya me lo han dicho... Puedo ser egoísta y un poco arrogante... Pero, no soy un monstruo.-Es difícil conseguir a una secretaria tan eficiente en estos tiempos, pero, yo me preocupo por el bienestar de mis empleados, así que... Puedes tomar el reposo que necesitas, y que pases el resto de tu embarazo con tu esposo y tranquila.-¡Gracias señor! - Exclamó , muy contenta.- Espero volver pronto. - Añadió ella, y luego se retiró educadamente.Ahora me había quedado sin secretaria.¿Dónde podré encontrar a alguien tan eficiente y responsa
Keith Anderson.Admito que en mi vida, no sucedían muchas cosas interesantes, enocionantes... Pero ahora, me encontraba en un situación que lo rebasaba todo.Salí de la monotonía, fué un día loco... Todo tomó un rumbo inesperado.Me encontraba en mi habitación, con un hombre desconocido y totalmente desnudo.Evitaba mirarlo.Pero... ¡Dios!, Estaba tan bueno, que quería mirar.No, Keith... No lo mires.Si me hubiera querido hacer daño, ya lo hubiera hecho.—¿Que haces en mi habitación?... Si sabes que es propiedad privada, ¿Verdad?... Por lo tanto, estás comentiendo allanamiento de morada. — Le dije, aún evitando mirar ese cuerpo tan sexy.Sentía su mirada sobre mí... Sabía que recorría mi cuerpo con la mirada, y fue entonces, cuando me di cuenta de que estaba en brasier, me tapé de inmediato, y me dí la vuelta para ponerme la camisa otra vez, sentí mis mejillas calentarse.— Pues deberías de cerrar mejor la puerta.— Comentó con arrogancia.—Siempre cierro bien la puerta.— Afirmé, de m
Me levanté de la cama sintiendo mis ojos pesados, y bostezando.Eran las 9:30 P.M, no me molesté en levantarme temprano para ir y buscar trabajo. Ya era sábado.Sentí el teléfono de la casa sonar, por lo que bajé las escaleras para llegar a la sala.― ¿Hola?― Contesté, aún con sueño...Me recosté en el cómodo sofá de la sala, acomodando mi cabello castaño oscuro, hacía los lados de mi cara.―Hola Keith... ¿Cómo estás?,―Preguntó Michael, en un tono suave,― Quería decirte que surgió un imprevisto en el trabajo, estaré en New Orleans esta semana, de todos modos, en lo que te pueda ayudar, no dudes en llamarme.―Está bien, no te preocupes...―Hice una pausa, dudando un poco en qué decir, ―Yo...― Escuché en ruido en la cocina.― Te llamo más tarde, ¿De acuerdo?―De acuerdo.―Asintió, por lo que colgué la llamada.Me levanté del sofá, para dirigirme a la cocina, con mucha cautela.¡Dios!, ha de ser el gato del vecino otra vez... Ése gato tenía la mala costumbre de entrar a mi casa sin que yo m
John StevenKeith Anderson, "la chica de mis sueños"... Al menos yo la recordaba.Ella no tenía ni las más remota idea de quién era yo.Se olvidó por completo de mi.Eso solo me demostró, que jamás fuí lo suficiente para ella.Han pasado varios años desde la última vez que la vi, siempre la recordé como la chica de la cuál me enamoré como un idiota cuando estaba en la secundaria. Su cabello castaño y largo caía sobre sus hombros, haciéndola parecer toda una diosa, su cuerpo esbelto, sus ojos marrones, sus labios carnosos. Todo de ella era perfección.Seguía siendo hermosa.***Años atrás...—Hola, nerd...— Dijo Howard, empujándome contra mi casillero—. ¿Qué rayos haces mirando a mi novia? — Agregó con molestia, mirándome con desdén, al igual que sus amigos quienes sonreían con malicia.—No la estaba mirando. — Murmuré cabizbaja.—Escucha, no quiero que la mires, que le hables y mucho menos, que te le acerques...— Amenazó. Yo sentí mis manos sudorosas y mi frente también —. ¿Entendiste
Keith Anderson Me desperté con esa idea en la mente: Aceptar la propuesta de John…―Un perfecto desconocido que entró a mi casa sin permiso―, pero mi instinto me decía que no. La verdad era, que no podía confiarme. Estaba viviendo un situación realmente, rara. ¿Podría confiar en John? ¿Y si confiaba y después no era lo que yo pensaba? «Ese será un riesgo que correrás, Keith» Objeté mentalmente. Y es que, por una extraña razón, sentía que podía confiar en él. ¿Por qué? Ni yo misma lo sabía. Había tanta familiaridad en su mirada, pero a la vez, no lograba recordar si en verdad lo había visto en algún sitio. ¿Te conozco de antes, John? Estaba recostada en mi cama, envuelta entre las sábanas de color rosa pastel, mirando el techo blanco, las paredes de color lila con detalles en blancos y negros. Me senté, y eché un vistazo a mi alrededor, el mueble individual que estaba en un rincón, el gran televisor que se encontraba en sujeto en la pared, las ventanas entreabiertas, por lo que,