[SANTIAGO]
Me alejo de Azul en cuestión de un segundo y al voltear, veo a Juan. Respiro aliviado al saber que no es Marina la que ha visto esta escena y yo no sé que hacer — Regreso adentro. — Dice ella mientras va caminando torpemente.
《¿Como no me di cuenta de que los tragos le han empezado a hacer efecto?》
Ella desaparece de mi vista y ahora solo tengo la mirada interrogante de Juan. — ¿Qué ha sucedido con ella Santiago? — Cuestiona.
— ¡Nada! Solo estaba advirtiéndole acerca de Marcos. — Me defiendo intentando excusar lo que ha visto.
— Sí, claro... ahora la verdad Del Rio... ¿Qué te sucede con esa chica? — Presiona.
— No me sucede nada, me confundí, pero ni siquiera se compara con Marina. No sé cómo me he podido dejar llevar así; casi cometo una estupidez. — Me reclamo a mi mismo.
— Me parece que eso no es lo que te sucede Santiago. Yo creo que realmente te gusta la chica solo que no ha caído rendida a tus pies como todas. — Expone.
— ¡Vamos, que no es la primera que me rechaza! No es eso... — Comento.
— ¿Y que es entonces? — Consulta.
— Que al parecer a ella le gusta ser la chica de una noche de tipos como Marcos... Me molesta su actitud. — Explico.
— Como digas Santiago, estas muy ciego. Mejor entremos antes de que nos vengan a buscar— Propone.
— Esta bien— Accedo y Juan y yo volvemos a entrar a la discoteca. Vamos donde están todos sentados, y para mi sorpresa Azul y Marcos ya no están allí.
《Seguramente se han ido a un sitio más privado》
Dice mi inconsciente.La velada finaliza unas horas después, y mi humor ha cambiado por completo desde que ellos se han ido, y si estoy molesto, 《¿Cómo puede ser que tenga tan poco respeto por la casa donde se está quedando que ni siquiera llegue a dormir?》
Llego a la casa después de haber dejado a Marina en la suya, y me he sentido muy mal por haber rechazado su invitación a quedarme, pero la verdad es que no estaba de ánimo. Abro la puerta lo más despacio que puedo ya que no quiero despertar a nadie y entro a la casa. Para mi sorpresa me encuentro a Lucia bajando las escaleras.
— ¿Qué haces despierta a esta hora? — Pregunto confundido.
— Estoy yendo a la cocina a prepararle algo a Azul. Ha llegado con una borrachera que ni te digo. — Explica.
— ¿Y cómo es que ha llegado aquí? — Indago.
— Marcos la trajo— Me informa.
— ¿Dónde está? —
— Él se ha ido, pero ella está en su cuarto. ¿Por qué no le subes esto? — Me pide dándome un vaso de zumo de naranja y una aspirina.
— ¿Yo? — Cuestiono confundido.
— Si tú, ya que tú la llevaste... — Dice sonriendo sarcásticamente.
Agarro el vaso de zumo y la aspirina para después subir al cuarto. Abro la puerta y allí esta acostada sobre la cama con sus manos sobre su frente y quejándose. La miro detenidamente y su vestido se ha subido más de la cuenta y eso hace que tenga que concentrarme en no mirarla de la manera que estoy comenzando a hacerlo. Me acerco a ella e intento ayudar a acomodarla para que se siente en la cama; no sé cuántos tragos a tomado o simplemente es la mezcla que ha hecho, pero cada movimiento le cuesta el triple.
— Tomate esto. — Le digo dándole la aspirina en su mano y luego el vaso de zumo.
Ella toma la aspirina y luego comienza a beber el zumo, está demasiado pasada de copas y el zumo termina derramándose en su vestido — ¡No! Mi vestido... ¡Ay!... ¡Ayúdame! — Exclama intentando ponerse de pie.
— ¿Qué quieres? — Cuestiono confundido.
— Mi pijama... — Responde como puede.
— ¿Dónde está? — Le pregunto, pero ella encoje sus hombros y de esta manera sé que no tiene ni idea de donde está su pijama. No voy a estar revisando su ropa, por lo tanto, decido ir rápidamente a mi cuarto traer una camiseta mía.
— Ven aquí... — Le digo intentado ayudarla a levantarse. — Toma esto. —
Ella mira la camiseta y de la nada se quita su vestido quedando en bragas y sujetador enfrente mío. 《¿Por qué me tiene que hacer esto?》 Me quedo mirándola de pies a cabeza y es demasiado hermosa. Necesito que se cubra ya, si no, no sé cómo podre controlarme. Tomo mi camiseta de sus manos y se la ayudo a colocar rápidamente. Una vez que la tentación ha disminuido la ayudo a volver a la cama y la cubro con las sabanas.
— Buenas noches, Azul. — Le digo bajito y deposito un beso en su frente para luego salir de la habitación. No la escucho decir palabra alguna y es que seguramente ya se ha quedado dormida.
[AZUL]《Que dolor de cabeza tan insoportable...》abro los ojos lentamente y de a poco me voy adaptando a la luz del sol que entra por la ventana.《¿Dónde estoy? ¿Qu&e
[SANTIAGO]Estoy sentado cerca de la piscina con Marina, estamos tomando sol ya que hace tiempo que no podíamos pasar tiempo así tan tranquilos, supongo que este periodo sin proyectos tan grandes ha venido bien para hacer que nuestra relación mejorara. No puedo parar de pensar en la extraña actitud que ha tenido Azul conmigo, pero creo que es común para una niñita millonaria que ha crecido rodeada de lujos sola y haciendo lo que quería, en fin, típico de niña caprichosa y yo a decir verdad no tengo tiempo de estar detrás de
[AZUL]Estoy lista esperando en la cocina mientras desayuno a que llegue Carlos, y Isabel, Enrique y Santiago están conmigo desayunando también. Al parecer Santiago está de vacaciones porque no ha ido a trabajar, aunque en realidad supongo que, al ser su propio estudio de arquitectura, puede ir o no ir cuando quiera.He intentado comprender la situación que rodea mi
[SANTIAGO]Estoy corriendo detrás de ella, quien cruza las calles sin mirar y asegurándome que no pasen coches la sigo.— ¡Espera! —Le grito mientras intento alcanzarla, pero al parecer esta chica hace deporte porque corre demasiado rápido.Azul ni siquiera voltea a verme y sigue corriendo. Ya luego de haberla seguido por varias calles, lleg
[AZUL]Estoy abrazada a Santiago… realmente estoy muy mal y en estos momentos en lo que menos estoy pensando es en la distancia que necesito de él. Solo estamos así en silencio mirando hacia la inmensidad del mar, ese que me relaja y me genera paz en momentos tan difíciles.— Tenemos que hablar. — Escucho su voz y al darme la vuelta, veo que es Carlos. L
[SANTIAGO]Estamos entrando a la casa y veo que mis padres nos esperan expectantes en la sala. — ¡Azul! Nos tenías con el alma en un hilo...— Exclama mi padre sumamente preocupado.Ella lo mira un poco avergonzada— Discúlpeme Enrique, no fue mi intención. No lo pude evitar, sentí ganas de salir corriendo. No soy buena para vivir con má
[AZUL]Pasé una noche complicada, apenas pude dormir dando vueltas en la cama intentando tomar una decisión. La luz del sol finalmente entra a la habitación y decido levantarme de la cama y alistarme para este día tan complicado que me espera. Ya me puedo imaginar la reacción de Carlos cuando se entere lo que he decidido, sé que no le gustará nada, pero tendrá que respetarlo quiera o no. Estoy a punto de salir de la habitación para ir a ducharme cuando escucho que mi móvil suena, es un mensaje de WhatsApp de Carlos.//Te paso a buscar para ir a desayunar en una hora//Inmediatamente le respondo //De acuerdo//Una vez que termino de ducharme me visto muy a mi estilo; pantalón corto, medias pasada las rodillas, una camiseta negra, y otra por encima, se podría decir que soy algo hípster. Una vez lista, bajo las escaleras y allí
[AZUL]Otra noche complicada, duermo, pero no descanso; mi mente solo le da vueltas a mi conversación con Carlos y su reacción al decirle que no tenderé ninguna trampa a nadie. La forma en la que me trato, la manera en la que tuve que convencerlo. Sé que nuestra conversación no ha terminado ahí, pero lidiare con eso más adelante; ahora quiero enfocarme en rehacer mi vida. En estos momentos lo que me inquieta son las clases de ingles con Santiago. Hemos quedado en tener la primera clase hoy a las 11:00AM, y realmente no sé si ha sido una buena idea aceptar ser su profesora, pero por alguna extraña razón este hombre tiene un poder de convencimiento sobre mi. Me levanto de la cama, me voy a duchar, me coloco un jean, camisa blanca y zapatos del mismo color y bajo a desayunar.<