[SANTIAGO]
Estoy sentado cerca de la piscina con Marina, estamos tomando sol ya que hace tiempo que no podíamos pasar tiempo así tan tranquilos, supongo que este periodo sin proyectos tan grandes ha venido bien para hacer que nuestra relación mejorara. No puedo parar de pensar en la extraña actitud que ha tenido Azul conmigo, pero creo que es común para una niñita millonaria que ha crecido rodeada de lujos sola y haciendo lo que quería, en fin, típico de niña caprichosa y yo a decir verdad no tengo tiempo de estar detrás de sus berrinches y saber si quiere o no que la ayude.
De pronto escuchamos que mi hermano nos llama para almorzar y rápidamente todos vamos a la mesa que hay en el jardín y nos sentamos para comer. Mis sobrinas extrañamente han decidido sentarse al lado de Azul y no de mí como usualmente hacen. Marina me mira cuestionando la decisión de mis sobrinas y yo solo encojo mis hombros dejándole saber que no tengo ni idea de por qué han hecho esto.
— Azul, cuéntanos algo sobre ti; estás viviendo aquí pero apenas te conocemos. — Pregunta mi hermano intentando entablar conversación.
— No sé que les puedo contar. — Dice tímidamente. Lo cual me extraña, no creo que sea una chica tímida.
— ¿Estudias? ¿Estudiaste? — Añade mi hermana.
— Si, soy profesora de ingles. Termine mi carrera hace poco. — Responde con orgullo.
— ¿Profesora de ingles? — Pregunto sorprendido.
— Si, ¿Por? — Cuestiona.
— Es que Santiago está queriendo... — Intenta decir Marina.
— Estoy queriendo aprender ingles— Termino de explicar —Tengo clientes en Estados Unidos y necesito mejorar el idioma. — Comento.
— Ah entiendo. — Dice sin ánimo alguno.
— Bueno ¿Y que mas? ¿Novio? No se cuéntanos algo... — Presiona mi hermana.
— No, no creo en el amor. — Expresa fríamente, lo cual hace que todos en la mesa nos miremos uno al otro sorprendidos.
— Pero Azul... ¿Por qué dices esto? — Cuestiona Carla mientras juega con su cabello, lo cual me provoca mucha ternura.
— Pequeña, es una larga historia, otro día te la cuento, ¿Si? — Le responde mirándola.
— Bueno…— Contesta la pequeña.
Después de ese momento un poco incomodo todos seguimos almorzando cambiando de tema y contándole cosas acerca de Barcelona a ella. Sorprendentemente le a pedido ayuda a mis padres para buscar piso mañana, y es que tal parece no quiere estar aquí, según ella no quiere molestar. Y por más que mis padres le han dicho que no molestaba, ella fue muy insistente y no comprendo por qué. Apenas lleva dos días aquí.
Terminamos de almorzar y entre todos ayudamos a recoger la mesa y lavar los platos. Una vez que ya esta todo en orden, llevo a Marina a su casa y luego regreso a la mía. Cuando estoy por entrar a mi cuarto escucho a Azul cantar la misma canción melancólica que sonaba en el auto y sin poder evitarlo, apoyo mi oreja sobre la puerta intentando escuchar un poco mejor y me percato que su voz esta entrecortada 《¿Está llorando?》
Golpeo la puerta, pero ella no contesta. Vuelvo a golpear esta vez un poco más fuerte, pero no contesta tampoco. Decido abrir la puerta lentamente y entro. Esta acostada en la cama con sus auriculares puestos conectados a su móvil y puedo observar como hay lagrimas recorriendo su rostro mientras ella sigue cantando frases de esa canción. De repente ella abre sus ojos y me mira sorprendida.
— ¿Qué haces aquí? — Me pregunta mientras se quita sus auriculares.
— Golpee la puerta, pero no contestabas. — Le digo disculpándome.
— La próxima si no contesto no entres. — Se queja un poco enojada.
— Perdóname, ¿Sí? — Me disculpo.
— Vale... ¿Qué quieres? — Cuestiona seria.
— Nada, solo te escuche cantar y me sorprendió... ¿Por qué lloras? — Indago.
— Esta canción me pone así, significa mucho para mí desde que la escuche por primera vez. — Expone.
—¿Puedo saber por qué? — Intento averiguar y justo en el momento que ella me va a contar, Natalia viene a buscarme ya que mi madre me necesita así que me disculpo con Azul y salgo del cuarto quedándome con la duda de que le ocurre.
《¿Qué le habrá sucedido para que sienta la canción de esa manera?》
Después de haber ayudado a mi madre con algunas cosa que necesitaba, me encierro en mi cuarto y como casi siempre, me pongo a tocar la guitarra, o al menos a pretender que lo hago… Cada vez que mis manos tocan las cuerdas pierdo la noción del tiempo y al mirar la hora, me doy cuenta de que son las 3am y no entiendo como nadie se ha quejado todavía… Tengo la intención de irme a dormir, pero la necesidad por beber algo me obliga a salir de mi cuarto y bajar para ir a la cocina, pero para mi sorpresa las luces están encendidas.
— ¿Quién está ahí? — Pregunto mientras me acerco.
— Yo, Azul. — Me responde y cuando llego a la cocina veo que esta con la puerta del refrigerador abierta, solo puedo ver su cabeza, hasta que la cierra mientras lleva una jarra de zumo en su mano. La miro detenidamente y lleva un camisón que le queda desquiciadamente sexy, 《¿es necesario usar esas prendas?》
Me pregunto.Ella permanece en silencio mirándome mientras entrecierra sus ojos como preguntándome que es lo que me sucede. De pronto ella se mira a si misma bajando su cabeza y abre la puerta del refrigerados nuevamente y se coloca detrás de ella — ¡Lo siento! Mejor me voy— Exclama y sin decir más nada ella sale corriendo y sube las escaleras.
[AZUL]
《¡Qué vergüenza! Santiago me ha visto así con este camisón, ¡Dios mío!》 Realmente no estoy acostumbrada a convivir con otras personas y menos con un hombre de mi edad. Termino mi zumo de naranja que es lo que había ido a buscar a la cocina y me acuesto a dormir sin querer darle muchas vueltas al asunto.
(Al día siguiente)
Son los rayos del sol que se cuelan por mi ventana y unos ruidos extraños en la puerta de la habitación lo que hacen que me despierten, me coloco mi albornoz y abro la puerta. Al abrir la puerta veo a un pequeño perrito quien estaba arañando la puerta, lo tomo entre mis brazos y comienzo a acariciarlo.
— ¿Y tú quién eres? ¿Dónde estabas que no te había visto antes? — Le digo al perro, el cual obviamente no me va a contestar.
— ¡Tom! — Escucho a Santiago gritar quien está subiendo la escalera.
Él me mira con el perro entre mis brazos y sonríe. — Perdón, ¿Te ha molestado? —
—— Para nada, solo que al parecer quería entrar al cuarto. — Le explico a Santiago. —¿Así que tú eres Tom? — Le digo al cachorro el cual mueve su cola felizmente.
Lo coloco en el piso y el corre hacia donde esta Santiago. De repente una de las puertas del pasillo se abre y Enrique sale de aquel cuarto. — Azul buen día, hija he hablado con Carlos. Él dice que está en camino; que le urge hablar contigo. — Me explica.
— Buen día Enrique ¿y cuándo ha llegado? — Averiguo.
— Ha llegado anoche, al parecer las cosas se han complicado y por eso adelanto su viaje; es mejor que te prepares para recibirlo. — Sugiere.
— De acuerdo, muchas gracias. — Respondo y sin decir más nada, entro a mi cuarto escojo la ropa que me pondré, salgo de la habitación y entro al baño a ducharme.
《¿Qué será lo que está sucediendo? ¿Por qué habrá adelantado su viaje?》
[AZUL]Estoy lista esperando en la cocina mientras desayuno a que llegue Carlos, y Isabel, Enrique y Santiago están conmigo desayunando también. Al parecer Santiago está de vacaciones porque no ha ido a trabajar, aunque en realidad supongo que, al ser su propio estudio de arquitectura, puede ir o no ir cuando quiera.He intentado comprender la situación que rodea mi
[SANTIAGO]Estoy corriendo detrás de ella, quien cruza las calles sin mirar y asegurándome que no pasen coches la sigo.— ¡Espera! —Le grito mientras intento alcanzarla, pero al parecer esta chica hace deporte porque corre demasiado rápido.Azul ni siquiera voltea a verme y sigue corriendo. Ya luego de haberla seguido por varias calles, lleg
[AZUL]Estoy abrazada a Santiago… realmente estoy muy mal y en estos momentos en lo que menos estoy pensando es en la distancia que necesito de él. Solo estamos así en silencio mirando hacia la inmensidad del mar, ese que me relaja y me genera paz en momentos tan difíciles.— Tenemos que hablar. — Escucho su voz y al darme la vuelta, veo que es Carlos. L
[SANTIAGO]Estamos entrando a la casa y veo que mis padres nos esperan expectantes en la sala. — ¡Azul! Nos tenías con el alma en un hilo...— Exclama mi padre sumamente preocupado.Ella lo mira un poco avergonzada— Discúlpeme Enrique, no fue mi intención. No lo pude evitar, sentí ganas de salir corriendo. No soy buena para vivir con má
[AZUL]Pasé una noche complicada, apenas pude dormir dando vueltas en la cama intentando tomar una decisión. La luz del sol finalmente entra a la habitación y decido levantarme de la cama y alistarme para este día tan complicado que me espera. Ya me puedo imaginar la reacción de Carlos cuando se entere lo que he decidido, sé que no le gustará nada, pero tendrá que respetarlo quiera o no. Estoy a punto de salir de la habitación para ir a ducharme cuando escucho que mi móvil suena, es un mensaje de WhatsApp de Carlos.//Te paso a buscar para ir a desayunar en una hora//Inmediatamente le respondo //De acuerdo//Una vez que termino de ducharme me visto muy a mi estilo; pantalón corto, medias pasada las rodillas, una camiseta negra, y otra por encima, se podría decir que soy algo hípster. Una vez lista, bajo las escaleras y allí
[AZUL]Otra noche complicada, duermo, pero no descanso; mi mente solo le da vueltas a mi conversación con Carlos y su reacción al decirle que no tenderé ninguna trampa a nadie. La forma en la que me trato, la manera en la que tuve que convencerlo. Sé que nuestra conversación no ha terminado ahí, pero lidiare con eso más adelante; ahora quiero enfocarme en rehacer mi vida. En estos momentos lo que me inquieta son las clases de ingles con Santiago. Hemos quedado en tener la primera clase hoy a las 11:00AM, y realmente no sé si ha sido una buena idea aceptar ser su profesora, pero por alguna extraña razón este hombre tiene un poder de convencimiento sobre mi. Me levanto de la cama, me voy a duchar, me coloco un jean, camisa blanca y zapatos del mismo color y bajo a desayunar.<
[SANTIAGO]Lucia se acerca caminando hacia nosotros, y me sigue mirando de esa forma acusadora. 《Si, ya se hice mal, tengo novia y además Azul está llorando.》— Toma, aquí tienes el número de la psicóloga. — Le dice mi hermana, le entrega un papel a Azul y sin decir más nada se retira.Azul rápidamente abre el papel y lo observa con sus ojos aun llenos de lágrimas. — Tenemos que hablar, necesito saber que te sucede. —Le comento intentado que me mire.— Ahora no Santiago, necesito hablar con ella. — Me responde haciendo referencia al papel que le ha dado mi hermana.— Dime algo por favor. Sé que estuve mal, lo siento... por favor no me dejes arruinar todo esto... —Le pido suplicante.— Santiago, no eres tú... soy yo la que tiene problemas... —Explica aun sin mirarme.— ¿Q
[SANTIAGO]Después de haber pasado una noche bastante mala a causa de las copas de más que tome anoche y de no poder parar de pensar en ella, despierto desorientado en mi habitación. Mi mente recorría los momentos vividos con Marina y el beso con Azul intentando entender que sucede en mi corazón, pero aun no tengo respuesta...Golpeo la puerta de la habitación donde esta Andrés y él también ya se ha levantado, por lo tanto, bajamos a desayunar, aunque por la hora tendría que ser más como una especie de almuerzo ya que son las 11AM. Para mi sorpresa no hay nadie en la casa y es que todos están trabajando y Azul ha dejado una nota diciendo que iría a su cita con Victoria; la psicóloga amiga de mi hermana. Ojalá y Victoria pueda ayudarla, ya que si ella logra hacerlo también me ayudara a mí de alguna manera, aunque sea indirectamente. Después de ha