[AZUL]
Estoy lista esperando en la cocina mientras desayuno a que llegue Carlos, y Isabel, Enrique y Santiago están conmigo desayunando también. Al parecer Santiago está de vacaciones porque no ha ido a trabajar, aunque en realidad supongo que, al ser su propio estudio de arquitectura, puede ir o no ir cuando quiera.
He intentado comprender la situación que rodea mi vida, pero la verdad es que por más vueltas que le doy en mi cabeza no entiendo porque estoy en peligro, porque he crecido lejos de mi familia, y mucho menos porque estoy en Barcelona.
Estoy a punto de comenzar a lavar los platos cuando escucho sonar el timbre y es Santiago quien va hacia la puerta — ¡Azul, te buscan! — Me grita desde allí.
Rápidamente me excuso con Isabel y Enrique y voy hacia la sala y allí esta Carlos, tan elegante como siempre. Carlos supera los 40 años, pero es muy guapo, pelo negro, ojos marrones, y una sonrisa encantadora. Siempre me ha atraído, pero jamás he intentado que se fijara en mi ya que no me interesa ese ámbito de mi vida.
— Hola Azul, ¿Cómo te encuentras? — Me dice mientras me da un beso en la mejilla, y como él es americano de padres de Costa Rica, no me saluda como lo hacen aquí.
— Estoy como puedo Carlos, estoy preocupada, triste, e intentando sobrellevar la muerte de mis padres. — Le confieso.
— Lo sé, ha sido todo muy difícil y lamentablemente lo que te voy a decir no será algo que mejorará la situación. — Explica muy serio.
— Carlos, por favor dime ya de una vez que sucede, no puedo estar así mas tiempo… Llevo dos meses de angustia. — Le pido.
Santiago, Enrique y Isabel nos observan desde un rincón de la sala hasta que Enrique nos ofrece que vayamos a conversar a un pequeño despacho que hay en la casa y rápidamente Carlos y yo vamos hacia allí y tomamos asiento.
— Ha llegado la hora de que sepas la verdad. Pero escucha toda la historia y luego me haces las preguntas que quieras. — Me pide.
— De acuerdo. — Es lo único que le puedo responder.
— Hace muchos años atrás tu abuelo y un socio llamado Ramiro Sellier fundaron Bianchi & Sellier Architects, Inc., lo que ahora se conoce como Bianchi Architects, Inc. Lo que sucede es que cuando tu abuelo y Ramiro fundaron la empresa había una clausula que decía que si uno de los dos fallecía el socio heredaría todo lo relacionado a la empresa si es que no tenia herederos. Cuando tu abuelo falleció tu padre heredero todo y al tomar control de absoluto, comenzó a notar que Ramiro estaba haciendo negocios sucios y estaba involucrado en lavado de dinero. Tu padre denuncio a Ramiro, lo destituyo de la empresa y él fue a parar a la cárcel. Cuando esto sucedió su hijo Alejandro prometió vengarse de tu padre. Lamentablemente esa clausula nunca se ha deshecho, por causas que desconozco. Hace dos meses tus padres fueron encontrados muertos en un accidente de tránsito, pero las pericias indican que no ha sido un accidente, sino que ha sido intencional. Unas semanas después de la muerte de tus padres Alejandro ha intentado tomar posesión de la empresa, pero cuando fue a la firma de abogados de la empresa le han indicado que hay otro heredero, mejor dicho, heredera. Azul esa eres tú. Como te podrás imaginar estás en peligro, Alejandro te está buscando. Según él quiere llegar a un acuerdo contigo, pero no creo que sea el caso. Tu padre tenía claro que estaba en riesgo desde que Ramiro fue a la cárcel al igual que tú, por eso te ha enviado a Londres. Ellos han intentado que no se enteraran de tu existencia, pero luego de que ellos fallecieran alguien ha filtrado tu información. El plan de tu padre si eso sucedía era que vinieras aquí, por eso ha hablado con Enrique hace tiempo para arreglar tu estadía en Barcelona. — Me explica.
Solo puedo mirarlo e intentar comprender todo lo que me ha dicho. No solo tengo que intentar entender que mis padres han muerto en un accidente que no ha sido realmente un accidente. También tengo que comprender que soy la heredera de una de las firmas de arquitectura más importante de Estados Unidos y, además, que estoy en peligro porque lo más probable es que me quieran matar para que no sea un estorbo para que ese tal Alejandro se quede con todo.
Carlos me mira detenidamente. Yo solo siento como las lagrimas caen por mi rostro. — ¿Tienes alguna pregunta? — Pregunta con dudas.
— Muchísimas... — Afirmo entre lagrimas
— Pregúntame, responderé todo lo que pueda— Me ofrece.
— ¿Por qué esa clausula sigue en pie? — Cuestiono.
— Básicamente los dueños fundadores eran los únicos que podían deshacerla. No sé quien los ha asesorado legalmente en aquel momento, pero definitivamente no tenía idea de lo que hacía o realmente Ramiro tenia todo muy bien planeado. — Informa.
— Carlos, yo no quiero heredar nada... — Murmuro.
Él me mira sorprendido parece que le hubiese dicho una aberración — ¡¿Cómo que no quieres heredar nada?! — Me grita.
[SANTIAGO]
Estamos en la sala con mis padres, hoy me tome el día libre por lo tanto he decidió quedarme en casa con ellos. Estamos conversando cuando de pronto escuchamos a Carlos gritar ¡¿Cómo que no quieres heredar nada?!
— Pero ¿Qué sucede allí? — Pregunta mi padre preocupado mientras se levanta del sofá y se dirige al despacho. Yo solo lo sigo y él entra al despacho sin golpear. Al entrar puedo observar que Azul tiene su rostro cubierto de lágrimas.— ¿Qué sucede aquí? — Cuestiona mi papá.
— Esta niñita que dice que no quiere heredar lo que su padre le dejo. — Se queja Carlo.
— ¡¿Cómo voy a querer heredar algo por lo que mi padre ha sido asesinado!? ¿¡Estás loco!? — Exclama ella.
— Con más razón, debes ir allí y reclamar lo que es tuyo. — Le dice como queriendo que ella entre en razón.
— ¿Y qué me maten? — Pregunta.
— ¿Cómo va eso de que te maten? — Inquiero muy preocupado.
— No es tan así Azul. — Responde él ignorando mi pregunta.
— ¿Y cómo es? — Lo reta y mi padre y yo solo estamos observando la conversación desde la entrada del despacho.
— Tendrías que ir a Estados Unidos y tenderle una trampa a Alejandro para dejarlo en evidencia de que te quiere asesinar y que así vaya a parar a la cárcel. — Le explica.
— Ni loca, comunícate con él, le firmo lo que quiera…yo no quiero nada de esa empresa, o de mis padres, no quiero nada de nadie, siempre he estado sola y seguiré así ¿Entiendes? — Le dice firme y sin decir más nada ella sale corriendo del despacho. Intento seguirla, pero ella abre la puerta de la casa y se va. 《No la puedo dejar ir así》
Pienso y sin más me echo a correr detrás de ella.[SANTIAGO]Estoy corriendo detrás de ella, quien cruza las calles sin mirar y asegurándome que no pasen coches la sigo.— ¡Espera! —Le grito mientras intento alcanzarla, pero al parecer esta chica hace deporte porque corre demasiado rápido.Azul ni siquiera voltea a verme y sigue corriendo. Ya luego de haberla seguido por varias calles, lleg
[AZUL]Estoy abrazada a Santiago… realmente estoy muy mal y en estos momentos en lo que menos estoy pensando es en la distancia que necesito de él. Solo estamos así en silencio mirando hacia la inmensidad del mar, ese que me relaja y me genera paz en momentos tan difíciles.— Tenemos que hablar. — Escucho su voz y al darme la vuelta, veo que es Carlos. L
[SANTIAGO]Estamos entrando a la casa y veo que mis padres nos esperan expectantes en la sala. — ¡Azul! Nos tenías con el alma en un hilo...— Exclama mi padre sumamente preocupado.Ella lo mira un poco avergonzada— Discúlpeme Enrique, no fue mi intención. No lo pude evitar, sentí ganas de salir corriendo. No soy buena para vivir con má
[AZUL]Pasé una noche complicada, apenas pude dormir dando vueltas en la cama intentando tomar una decisión. La luz del sol finalmente entra a la habitación y decido levantarme de la cama y alistarme para este día tan complicado que me espera. Ya me puedo imaginar la reacción de Carlos cuando se entere lo que he decidido, sé que no le gustará nada, pero tendrá que respetarlo quiera o no. Estoy a punto de salir de la habitación para ir a ducharme cuando escucho que mi móvil suena, es un mensaje de WhatsApp de Carlos.//Te paso a buscar para ir a desayunar en una hora//Inmediatamente le respondo //De acuerdo//Una vez que termino de ducharme me visto muy a mi estilo; pantalón corto, medias pasada las rodillas, una camiseta negra, y otra por encima, se podría decir que soy algo hípster. Una vez lista, bajo las escaleras y allí
[AZUL]Otra noche complicada, duermo, pero no descanso; mi mente solo le da vueltas a mi conversación con Carlos y su reacción al decirle que no tenderé ninguna trampa a nadie. La forma en la que me trato, la manera en la que tuve que convencerlo. Sé que nuestra conversación no ha terminado ahí, pero lidiare con eso más adelante; ahora quiero enfocarme en rehacer mi vida. En estos momentos lo que me inquieta son las clases de ingles con Santiago. Hemos quedado en tener la primera clase hoy a las 11:00AM, y realmente no sé si ha sido una buena idea aceptar ser su profesora, pero por alguna extraña razón este hombre tiene un poder de convencimiento sobre mi. Me levanto de la cama, me voy a duchar, me coloco un jean, camisa blanca y zapatos del mismo color y bajo a desayunar.<
[SANTIAGO]Lucia se acerca caminando hacia nosotros, y me sigue mirando de esa forma acusadora. 《Si, ya se hice mal, tengo novia y además Azul está llorando.》— Toma, aquí tienes el número de la psicóloga. — Le dice mi hermana, le entrega un papel a Azul y sin decir más nada se retira.Azul rápidamente abre el papel y lo observa con sus ojos aun llenos de lágrimas. — Tenemos que hablar, necesito saber que te sucede. —Le comento intentado que me mire.— Ahora no Santiago, necesito hablar con ella. — Me responde haciendo referencia al papel que le ha dado mi hermana.— Dime algo por favor. Sé que estuve mal, lo siento... por favor no me dejes arruinar todo esto... —Le pido suplicante.— Santiago, no eres tú... soy yo la que tiene problemas... —Explica aun sin mirarme.— ¿Q
[SANTIAGO]Después de haber pasado una noche bastante mala a causa de las copas de más que tome anoche y de no poder parar de pensar en ella, despierto desorientado en mi habitación. Mi mente recorría los momentos vividos con Marina y el beso con Azul intentando entender que sucede en mi corazón, pero aun no tengo respuesta...Golpeo la puerta de la habitación donde esta Andrés y él también ya se ha levantado, por lo tanto, bajamos a desayunar, aunque por la hora tendría que ser más como una especie de almuerzo ya que son las 11AM. Para mi sorpresa no hay nadie en la casa y es que todos están trabajando y Azul ha dejado una nota diciendo que iría a su cita con Victoria; la psicóloga amiga de mi hermana. Ojalá y Victoria pueda ayudarla, ya que si ella logra hacerlo también me ayudara a mí de alguna manera, aunque sea indirectamente. Después de ha
Estamos terminando de almorzar con Azul, el silencio reina en este lugar, y es que no sé qué decirle, ni siquiera sélo que siento por ella y ahora me doy cuenta de que ella está negada a vivir una nueva historia de amor 《¿Qué puedo hacer yo en contra del pasado? ¿Cómo puedo intentar ganar el corazón de alguien que no está dispuesta a amar nuevamente? ¿Realmente ella significa tanto como para luchar contra todo esto?》 Miles de preguntas recorren mi mente mientras muevo la comida que se encuentra en el plato de un lado al otro con mi tenedor sin probar bocado. La miro de reojo, observo que ella esta de igual manera, en silencio moviendo la comida y con lagrimas ya secas sobre sus mejillas. Sus ojos están bastante rojos de haber llorado, pero aun así ese rostro angelical que tiene luce precioso.—Santiago, me vas a tener que disculpar, pero no puedo probar bocado. —