[AZUL]
Estoy abrazada a Santiago… realmente estoy muy mal y en estos momentos en lo que menos estoy pensando es en la distancia que necesito de él. Solo estamos así en silencio mirando hacia la inmensidad del mar, ese que me relaja y me genera paz en momentos tan difíciles.
— Tenemos que hablar. — Escucho su voz y al darme la vuelta, veo que es Carlos. Lo miro entrecerrando mis ojos y me separo de Santiago para ponerme de pie y solo camino mientras que Carlos me sigue sin decir palabra alguna. Salgo de la playa y me siento en un banco de madera que se encuentra sobre la acera. Desde allí sigo pudiendo ver el mar solo que desde más lejos. Santiago, no se ha movido del lugar donde estábamos, él sigue contemplando el mar y yo solo puedo preguntarme ¿Qué es lo que le sucede?
Sin que yo diga una palabra Carlos se sienta a mi lado y comienza su monologo.
— Azul, entiendo que estés afectada, pero debes de comprender que es necesario que enfrentes a Ramiro y Alejandro. Necesito que viajes a Estados Unidos que le tendamos una trampa y que puedas recuperar todo lo que tu padre te ha dejado. — Insiste.
— Carlos, quiero que entiendas que no tengo ganas de viajar a Estados Unidos, de arriesgar mi vida, y mucho menos de tener esa empresa que causo que mis padres me dejaran sola en Londres. Tú no tienes ni idea de lo que yo pase allí, mientras que estaba sola. — Explico.
— No, no la tengo, pero estaría bueno que me explicaras. — Dice mirándome fijamente.
— No quiero hablar de eso ahora. Seria remover heridas del pasado que solo me causaran más dolor, tan solo quiero que entiendas que no necesito el dinero de mis padres. — Insisto.
— No te obligare a que me cuentes nada, pero quiero que sepas que hay dinero que ya has heredado sin importar lo que sucede con la empresa. Las propiedades de tus padres ya son tuyas. — Me informa.
— Véndelas... No quiero ni siquiera saber nada... Quédate con parte del dinero y solo dame algo para que pueda hacer mi vida nuevamente. — Le digo fríamente.
— No es tan simple, si no arreglas lo de la empresa Alejandro no estará tranquilo, para que él pueda seguir adelante con la empresa necesita llegar a algún arreglo contigo. — Expone.
— Déjame pensarlo, ¿Si? — Le pido.
— Esta bien, pero necesito una respuesta para mañana, ¿si? — Me deja saber.
— Esta bien. — Me limito a responderle y sin decir más nada, Carlos se levanta del banco y se va. Yo me quedo sentada contemplando la vista e intentando aclarar las ideas en mi mente. De pronto Santiago se levanta de la arena y se acerca nuevamente a mí.
— ¿Está todo bien? — Cuestiona un poco preocupado.
— La verdad que no, tengo que tomar una decisión para mañana y no tengo ni idea de que hacer. — Expongo.
— ¿Decisión de qué? — Indaga.
— Si quiero viajar y tenderle una trampa a Alejandro, luchar por lo que me ha dejado mi padre, o simplemente no hacer nada, y dejarle todo a Alejandro. — Explico.
— ¿Tu que sientes?— Inquiere.
Es la primera vez en este tiempo que alguien me pregunta por mis sentimientos, definitivamente este hombre es especial y es la primera vez que logro sonreír en todo el día. — Yo siento que quiero escaparme, que quiero despertar de esta pesadilla, volver a cuando era niña y estaba en Miami con mis padres, quisiera que todo lo que viví no haya sido real... — Confieso triste.
— ¿A qué te refieres cuando dices "a todo lo que viví"? — Me pregunta.
— A muchas cosas, pero no tiene caso hablarlo ahora. — Le digo mientras me levanto del banco. — Mejor regresemos a tu casa que tengo mucho que pensar. — Propongo.
— Esta bien, ¿pero algún día me contaras? —
— No lo sé, nunca se lo conté a nadie. — Le confieso.
Sin decir ninguna palabra más emprendo camino hacia la casa de los Del Rio con Santiago caminando a mi lado en absoluto silencio, algo que aprecio muchísimo en estos momentos.
[SANTIAGO]Estamos entrando a la casa y veo que mis padres nos esperan expectantes en la sala. — ¡Azul! Nos tenías con el alma en un hilo...— Exclama mi padre sumamente preocupado.Ella lo mira un poco avergonzada— Discúlpeme Enrique, no fue mi intención. No lo pude evitar, sentí ganas de salir corriendo. No soy buena para vivir con má
[AZUL]Pasé una noche complicada, apenas pude dormir dando vueltas en la cama intentando tomar una decisión. La luz del sol finalmente entra a la habitación y decido levantarme de la cama y alistarme para este día tan complicado que me espera. Ya me puedo imaginar la reacción de Carlos cuando se entere lo que he decidido, sé que no le gustará nada, pero tendrá que respetarlo quiera o no. Estoy a punto de salir de la habitación para ir a ducharme cuando escucho que mi móvil suena, es un mensaje de WhatsApp de Carlos.//Te paso a buscar para ir a desayunar en una hora//Inmediatamente le respondo //De acuerdo//Una vez que termino de ducharme me visto muy a mi estilo; pantalón corto, medias pasada las rodillas, una camiseta negra, y otra por encima, se podría decir que soy algo hípster. Una vez lista, bajo las escaleras y allí
[AZUL]Otra noche complicada, duermo, pero no descanso; mi mente solo le da vueltas a mi conversación con Carlos y su reacción al decirle que no tenderé ninguna trampa a nadie. La forma en la que me trato, la manera en la que tuve que convencerlo. Sé que nuestra conversación no ha terminado ahí, pero lidiare con eso más adelante; ahora quiero enfocarme en rehacer mi vida. En estos momentos lo que me inquieta son las clases de ingles con Santiago. Hemos quedado en tener la primera clase hoy a las 11:00AM, y realmente no sé si ha sido una buena idea aceptar ser su profesora, pero por alguna extraña razón este hombre tiene un poder de convencimiento sobre mi. Me levanto de la cama, me voy a duchar, me coloco un jean, camisa blanca y zapatos del mismo color y bajo a desayunar.<
[SANTIAGO]Lucia se acerca caminando hacia nosotros, y me sigue mirando de esa forma acusadora. 《Si, ya se hice mal, tengo novia y además Azul está llorando.》— Toma, aquí tienes el número de la psicóloga. — Le dice mi hermana, le entrega un papel a Azul y sin decir más nada se retira.Azul rápidamente abre el papel y lo observa con sus ojos aun llenos de lágrimas. — Tenemos que hablar, necesito saber que te sucede. —Le comento intentado que me mire.— Ahora no Santiago, necesito hablar con ella. — Me responde haciendo referencia al papel que le ha dado mi hermana.— Dime algo por favor. Sé que estuve mal, lo siento... por favor no me dejes arruinar todo esto... —Le pido suplicante.— Santiago, no eres tú... soy yo la que tiene problemas... —Explica aun sin mirarme.— ¿Q
[SANTIAGO]Después de haber pasado una noche bastante mala a causa de las copas de más que tome anoche y de no poder parar de pensar en ella, despierto desorientado en mi habitación. Mi mente recorría los momentos vividos con Marina y el beso con Azul intentando entender que sucede en mi corazón, pero aun no tengo respuesta...Golpeo la puerta de la habitación donde esta Andrés y él también ya se ha levantado, por lo tanto, bajamos a desayunar, aunque por la hora tendría que ser más como una especie de almuerzo ya que son las 11AM. Para mi sorpresa no hay nadie en la casa y es que todos están trabajando y Azul ha dejado una nota diciendo que iría a su cita con Victoria; la psicóloga amiga de mi hermana. Ojalá y Victoria pueda ayudarla, ya que si ella logra hacerlo también me ayudara a mí de alguna manera, aunque sea indirectamente. Después de ha
Estamos terminando de almorzar con Azul, el silencio reina en este lugar, y es que no sé qué decirle, ni siquiera sélo que siento por ella y ahora me doy cuenta de que ella está negada a vivir una nueva historia de amor 《¿Qué puedo hacer yo en contra del pasado? ¿Cómo puedo intentar ganar el corazón de alguien que no está dispuesta a amar nuevamente? ¿Realmente ella significa tanto como para luchar contra todo esto?》 Miles de preguntas recorren mi mente mientras muevo la comida que se encuentra en el plato de un lado al otro con mi tenedor sin probar bocado. La miro de reojo, observo que ella esta de igual manera, en silencio moviendo la comida y con lagrimas ya secas sobre sus mejillas. Sus ojos están bastante rojos de haber llorado, pero aun así ese rostro angelical que tiene luce precioso.—Santiago, me vas a tener que disculpar, pero no puedo probar bocado. —
[Santiago]Llegamos a la casa y Azul automáticamente se retira hacia su cuarto, según lo que me ha contado, tiene que organizar algunos asuntos y que por tal motivo necesita estar sola. Yo no creo en lo que me ha dicho, más bien creo que necesita estar sola para seguir derramando lagrimas; no debe haber sido fácil remover las heridas del pasado que para ella son presente. Por mi parte estoy agobiado, confundido y solo quiero distraerme. Bajo a mi estudio, y como suelo hacerlo cuando estoy de este animo, comienzo a dibujar bocetos de edificios y casas que se me vienen a la mento.Llevo horas en mi estudio. He logrado hacer algún que otro boceto y tal vez en algún momento lo utilice para algo. De pronto escucho que alguien golpea la puerta y le indico que puede pasar. Es mi hermana.—Hermanito, ¿Cómo te e
Estamos en la mesa sentados en familia esperando para poder cenar, Marina está a mi lado y yo en lo único que puedo pensar es en que no he visto a Azul en todo el día. Definitivamente voy a tener que replantear mi relación con mi novia, me estoy volviendo loco, hoy cuando me besaba solo pensaba en ella, en sus ojos, en su piel.... 《¡Basta Santiago!》 Me grita mi inconsciente.— Hijo, ¿Te encuentras bien? — Me pregunta mi madre regresándome a la realidad.— Si, si... perdón, solo pensando en trabajo. — Respondo inventandome una excusa.Marina juega con su mano sobre mi pierna por debajo de la mesa y yo solo intento detenerla. En otro momento su juego me hubiese encantado y provocado, pero ahora ya no. 《Esto es más grave de lo que yo creía.》 Mi pensamiento se ve interrumpido cuando Lucia y Azul llegan a la casa y entran al comedor saludándonos a todos. Az