[SANTIAGO]
Estoy corriendo detrás de ella, quien cruza las calles sin mirar y asegurándome que no pasen coches la sigo. — ¡Espera! — Le grito mientras intento alcanzarla, pero al parecer esta chica hace deporte porque corre demasiado rápido.
Azul ni siquiera voltea a verme y sigue corriendo. Ya luego de haberla seguido por varias calles, llega a la playa y continúa corriendo por la arena, yo estoy más cerca esta vez y aprovecho para aumentar el ritmo de sus pasos hasta que por fin la alcanzo. La sujeto de sus hombros, intento hacer que gire para que me mire pero nuestros pies se enredan haciendo que caigamos sobre la arena, ella cae de espalda y yo prácticamente caigo encima de ella. Su rostro y el mío están a tan solo centímetros de distancia; puedo sentir su respiración agitada y el aroma de su aliento sobre mi rostro. Solo puedo mirarla, estoy perdido en ese mar azul que son sus ojos, los cuales en estos momentos están inundados de lágrimas.
Ella me observa, no quita su mirada de la mía y tengo que hacer todo el esfuerzo posible para controlar este impulso que siento por besar esos labios rosados que me invitan a hacerlos parte de mi boca. 《¡Santiago! ¿Qué te sucede?》 Me grita mi inconsciente. Puedo sentir como mi cuerpo se ha tensado con el solo hecho de sentirla tan cerca de mi piel. Hasta que ella rompe con toda la tensión del momento — ¡Suéltame! — Me grita mientras golpea mi pecho con sus manos.
— Te soltare, pero por favor no salgas corriendo nuevamente, necesitamos hablar. — Le pido mientras mido su reacción antes de soltarla.
— Yo no tengo nada que hablar contigo, ¿qué parte de no quiero nada de nadie no has entendido? — Me dice intentando zafarse se mi agarre.
— Mi familia y yo solo queremos ayudarte, ¿Por qué no nos dejas hacerlo? — Cuestiono mientras estoy intentado comprender que le sucede, pero ella no hace nada de su parte para que yo pueda lograrlo.
— Quiero que entiendas que yo no necesito nada de nadie, yo estoy sola en este mundo y así seguiré. Jamás necesite nada de nadie y créeme que ahora no es diferente ¡Suéltame de una vez! — Repite.
Lentamente me levanto y tomo sus manos para ayudarla a sentarse, ella acepta que la ayude y puedo sentir como mis manos queman al hacer contacto con las suyas. El contacto es corto ya que ella en un segundo me suelta, pero no por eso se siente menos. Está sentada sobre la arena con sus codos apoyados sobre sus rodillas y sus manos sosteniendo su cabeza; me recuerda a nuestra primera conversación no hace mucho en un lugar parecido.
— ¿Qué fue lo que ha sucedido? — Me atrevo a cuestionar mientras me siento a su lado.
Ella solo se queda en silencio por unos cuantos minutos, la observo y veo como las lágrimas siguen cayendo por sus mejillas; tengo que controlar el impulso de quitarlas y probar con mis labios que tan saladas son su sabor, y cabe destacar que no me gusta lo que estoy sintiendo... Ella suspira y luego me mira.
— Sucede que mis padres han muerto en un accidente que no ha sido un accidente, sino que los han asesinado. También sucede soy la heredera de una de las firmas de arquitectura más importante de Estados Unidos y no quiero tener nada que ver con eso. Por último, sucede que estoy en peligro porque lo más probable es que me quieran matar para que no sea un estorbo para que una persona se quede con todo el dinero de la empresa. Ah, y por si fuera poco quieren que viaje a Estados Unidos para que me intenten asesinar y así enviar a la cárcel al culpable de todo. — Me cuenta y obviamente hay rabia y sarcasmo en sus palabras.
La estoy mirando mientras me dice todo esto y creo que lo que le sucede es más grave de lo que yo creía. — ¿Por eso saliste corriendo? — Indago intentando comprender su reacción.
— No... — Me dice en un tono distante.
— ¿Entonces? — Presiono.
— Salí corriendo porque no quiero heredar nada, no quiero que nadie me intente asesinar, no quiero estar aquí, solo quiero estar sola como siempre lo estuve. Si mis padres me dejaron sola en Londres por culpa de todo esto… por culpa del dinero, porque al parecer su empresa era más importante que su hija, por culpa de Ramiro o de Alejandro o de quien sea... yo no quiero tener nada que ver; solo quiero empezar una vida nueva y hacer de cuenta de que nada de eso existe— Explica y sus palabras me transmiten la angustia que ella siente y solo puedo colocar mi brazo por encima de su hombro y traerla hacia mí para poder abrazarla. Permanecemos así por unos cuantos minutos; solos mirando el mar y abrazados. Hasta que de repente puedo ver la sombra de alguien que se acerca desde atrás nuestro.
— Tenemos que hablar... —
[AZUL]Estoy abrazada a Santiago… realmente estoy muy mal y en estos momentos en lo que menos estoy pensando es en la distancia que necesito de él. Solo estamos así en silencio mirando hacia la inmensidad del mar, ese que me relaja y me genera paz en momentos tan difíciles.— Tenemos que hablar. — Escucho su voz y al darme la vuelta, veo que es Carlos. L
[SANTIAGO]Estamos entrando a la casa y veo que mis padres nos esperan expectantes en la sala. — ¡Azul! Nos tenías con el alma en un hilo...— Exclama mi padre sumamente preocupado.Ella lo mira un poco avergonzada— Discúlpeme Enrique, no fue mi intención. No lo pude evitar, sentí ganas de salir corriendo. No soy buena para vivir con má
[AZUL]Pasé una noche complicada, apenas pude dormir dando vueltas en la cama intentando tomar una decisión. La luz del sol finalmente entra a la habitación y decido levantarme de la cama y alistarme para este día tan complicado que me espera. Ya me puedo imaginar la reacción de Carlos cuando se entere lo que he decidido, sé que no le gustará nada, pero tendrá que respetarlo quiera o no. Estoy a punto de salir de la habitación para ir a ducharme cuando escucho que mi móvil suena, es un mensaje de WhatsApp de Carlos.//Te paso a buscar para ir a desayunar en una hora//Inmediatamente le respondo //De acuerdo//Una vez que termino de ducharme me visto muy a mi estilo; pantalón corto, medias pasada las rodillas, una camiseta negra, y otra por encima, se podría decir que soy algo hípster. Una vez lista, bajo las escaleras y allí
[AZUL]Otra noche complicada, duermo, pero no descanso; mi mente solo le da vueltas a mi conversación con Carlos y su reacción al decirle que no tenderé ninguna trampa a nadie. La forma en la que me trato, la manera en la que tuve que convencerlo. Sé que nuestra conversación no ha terminado ahí, pero lidiare con eso más adelante; ahora quiero enfocarme en rehacer mi vida. En estos momentos lo que me inquieta son las clases de ingles con Santiago. Hemos quedado en tener la primera clase hoy a las 11:00AM, y realmente no sé si ha sido una buena idea aceptar ser su profesora, pero por alguna extraña razón este hombre tiene un poder de convencimiento sobre mi. Me levanto de la cama, me voy a duchar, me coloco un jean, camisa blanca y zapatos del mismo color y bajo a desayunar.<
[SANTIAGO]Lucia se acerca caminando hacia nosotros, y me sigue mirando de esa forma acusadora. 《Si, ya se hice mal, tengo novia y además Azul está llorando.》— Toma, aquí tienes el número de la psicóloga. — Le dice mi hermana, le entrega un papel a Azul y sin decir más nada se retira.Azul rápidamente abre el papel y lo observa con sus ojos aun llenos de lágrimas. — Tenemos que hablar, necesito saber que te sucede. —Le comento intentado que me mire.— Ahora no Santiago, necesito hablar con ella. — Me responde haciendo referencia al papel que le ha dado mi hermana.— Dime algo por favor. Sé que estuve mal, lo siento... por favor no me dejes arruinar todo esto... —Le pido suplicante.— Santiago, no eres tú... soy yo la que tiene problemas... —Explica aun sin mirarme.— ¿Q
[SANTIAGO]Después de haber pasado una noche bastante mala a causa de las copas de más que tome anoche y de no poder parar de pensar en ella, despierto desorientado en mi habitación. Mi mente recorría los momentos vividos con Marina y el beso con Azul intentando entender que sucede en mi corazón, pero aun no tengo respuesta...Golpeo la puerta de la habitación donde esta Andrés y él también ya se ha levantado, por lo tanto, bajamos a desayunar, aunque por la hora tendría que ser más como una especie de almuerzo ya que son las 11AM. Para mi sorpresa no hay nadie en la casa y es que todos están trabajando y Azul ha dejado una nota diciendo que iría a su cita con Victoria; la psicóloga amiga de mi hermana. Ojalá y Victoria pueda ayudarla, ya que si ella logra hacerlo también me ayudara a mí de alguna manera, aunque sea indirectamente. Después de ha
Estamos terminando de almorzar con Azul, el silencio reina en este lugar, y es que no sé qué decirle, ni siquiera sélo que siento por ella y ahora me doy cuenta de que ella está negada a vivir una nueva historia de amor 《¿Qué puedo hacer yo en contra del pasado? ¿Cómo puedo intentar ganar el corazón de alguien que no está dispuesta a amar nuevamente? ¿Realmente ella significa tanto como para luchar contra todo esto?》 Miles de preguntas recorren mi mente mientras muevo la comida que se encuentra en el plato de un lado al otro con mi tenedor sin probar bocado. La miro de reojo, observo que ella esta de igual manera, en silencio moviendo la comida y con lagrimas ya secas sobre sus mejillas. Sus ojos están bastante rojos de haber llorado, pero aun así ese rostro angelical que tiene luce precioso.—Santiago, me vas a tener que disculpar, pero no puedo probar bocado. —
[Santiago]Llegamos a la casa y Azul automáticamente se retira hacia su cuarto, según lo que me ha contado, tiene que organizar algunos asuntos y que por tal motivo necesita estar sola. Yo no creo en lo que me ha dicho, más bien creo que necesita estar sola para seguir derramando lagrimas; no debe haber sido fácil remover las heridas del pasado que para ella son presente. Por mi parte estoy agobiado, confundido y solo quiero distraerme. Bajo a mi estudio, y como suelo hacerlo cuando estoy de este animo, comienzo a dibujar bocetos de edificios y casas que se me vienen a la mento.Llevo horas en mi estudio. He logrado hacer algún que otro boceto y tal vez en algún momento lo utilice para algo. De pronto escucho que alguien golpea la puerta y le indico que puede pasar. Es mi hermana.—Hermanito, ¿Cómo te e