Capítulo 03

Cuando bajo las escaleras la mirada que me da Sebastián es para tomarle una foto, hasta puedo jurar que sus ojos se humedecieron al igual que los míos, verlo de traje con un corbatín a juego con mi vestido color borgoña me emociona agregando que se hizo un corte que hace que se le vea más guapo si es que eso era posible, me recibe tomando mi mano como si yo fuera una princesa recibida por su príncipe, porque eso es para mí grandote mi príncipe borgoña.

—Juro que eres la mujer más hermosa que alguna vez han visto mis ojos — Hace que me sonroje con tan bonitas palabras tiene ese efecto en mí y no tiene idea.

—Y tu mi príncipe borgoña — Mientras le doy un beso en la mejilla y limpio los residuos de labial que quedaron.

—¡Recuerda lo que te dije muchacho, cuida a mi niña! — Papá está con las manos detrás de su espalda, solo le falta una pipa para parecer una caricatura de Elmer el gruñón.

Mamá nos observa ir mientras una lágrima brota de sus ojos, con todo lo que hemos pasado nunca pensó que mi graduación se daría, muchas veces pensé que no llegaría viva a este punto, el último año ha sido en aparente calma y agradezco a la vida por darme ese chance de experimentar lo que muchos llaman felicidad, vivir mi amor y dentro de poco otras primeras veces de algo que quedara para siempre clavado en mi memoria y mi alma, mi grandote me abre la puerta como todo un príncipe y subo al asiento del copiloto con mucho cuidado de no arrugar mi vestido mientras me acomodo el cinturón de seguridad me asusto, ya que mi grandote presione el clapson del auto.

—¡No quise asustaré amor! Es que casi olvido darte esto — Y saca de la guantera lo que es la flor más hermosa que había podido ver, aunque es artificial se nota que es fina y hace juego con mi vestido, lo coloca en mi muñeca derecha y yo la observo para luego darle un beso en la mejilla manchando su mejilla, pero la limpio con la yema del dedo de forma suave, siento que me quedo prendida observando lo guapo que es.

—No hagas eso amor, si haces eso vas a hacer que rompa mi promesa y mi autocontrol se esfume — Es la primera vez que dice algo como eso, nunca hablamos de esas cosas por solo vivimos el sentimiento y lo bello que es pasar momentos juntos, pero no a ese punto.

—¿Quién te dijo a ti que quiero que sigas con ese autocontrol? Pero ya vamos que llegamos tarde y el rey y la reina del baile no pueden llegar tarde ¿Recuerdas?

Eso es lo que también adoro de esta noche, muy a pesar de los intentos y artimañas de Lena logre el reinado limpiamente, creo que después de todos nadie soporta a Lena y votaron por mí en secreto ¿Si yo me nomine? No fui yo, fue mi novio y también fue quien hizo el afiche de la campaña y ¿Quién, contra el presidente de la clase?, ¿Quién contra el director del diario estudiantil? Y sobre todo ¿Quién contra el capitán del equipo campeón de la temporada de futbol americano al nivel de preparatoria?

Llegamos entre risas y anécdotas de estos ocho meses como novios, ocho meses solo basto menos de dos meses para que yo me termine enamorando locamente de él, me conquisto de tantas formas, muy adicional de lo guapo que es, él es otras cosas que solo una cara bonita, es inteligente, atento, cariñoso, buen hijo, buen amigo y una excelente persona, es el paquete completo, solo espero que toda esta locura de vida que tengo acabe pronto y poder decirle quien soy abiertamente y sepa perdonarme, aunque suene tonto, superficial quiero poder tomarnos todas las fotos del mundo, solo me permito una foto hoy, pero estoy tan arreglada que sería difícil reconocerme a como era yo antes si hasta a pesar de usar unas gafas de fondo de botella especial, ya que mi vista es perfecta en realidad, adicional es eso uso lentes de contacto que distorsionan el color de mis ojos a la luz de los flashes haciéndolos parecer de otro tono.

Llegamos, él se baja muy rápido y apresurado a abrirme la puerta del auto yo solo sonreí y él besa los nudillos para entrar por la alfombra roja tomados de la mano algunos flashes llegan a mí, pero mi novio como todo caballero en armadura va a mi rescate y con su mano me tapa el rostro hasta entrar al salón principal, se ve todo muy elegante una pista de baile, un estrado y cuando me doy cuenta estamos siendo iluminados por luces enromes y una voz que reconozco como San el mejor amigo de Sebas.

—Demos la bienvenida al rey y reina del baile de la generación dos mil— Escuchamos los aplausos mientras miles de confetis dorados cae sobre nosotros, es un sueño, veo muchas sonrisas en especial de aquellos que muchas nombran rechazados, me llena el pecho de orgullo de verlos aquí, esta mi mejor amiga Mikela que, aunque siempre usa ese look gótico, hoy luce radiante y quien no si hace poco se hizo novia de San a quien había amado en secreto según me contó por los últimos cinco años. También esta Ron que no está muy feliz que digamos, no acepta que lo rechazara hace un tiempo atrás, pero aun así sigue siendo un buen amigo, nunca le conté a mi grandote sobre su declaración, porque con lo celoso que es estoy casi segura que terminaban a los golpes. Me da un pequeño escalofrío cuando me mira, pero lo paso por alto al seguir observando a muchos denominados nerds junto a otras chicas hablando y creo que vinieron juntos por cómo hacen juego con sus corbatines con los vestidos de ellas. Todo es perfecto excepto por la mueca de Lena que vino con el descerebrado de Zack Zukerman, odia a mi Sebas tanto que creo que por eso vino con Lena.

—¿Estás cansada la dueña de mi corazón? — Me derrite esa sonrisa de oso apachurrable que hace. ¿Cómo no amarlo y querer comérmelo a besos?

—Cansada par nada cariño la noche es joven aun, — Aunque si me duele algo los pies no hemos dejado de bailar y celebrar luego de dar mi discurso como la reina y bailar juntos siendo el centro de atención junto con nuestras coronas.

» Pero si me gustaría tomar algo de aire y caminar cerca de lago que está aquí detrás. — Él me toma la mano sin pronunciar palabra, es que hasta en silencio podemos entendernos y nos marchamos Mikela me guiña el ojo ella más o menos sabe lo que pretendo hacer y está contenta por mí, ya que sabe que amo con toda mi alma a Sebastián.

Luego de caminar sin zapatos por los bordes de lago, empiezo con mis planes que Dios me ayude y no me haga temblar de miedo a la hora de la hora.

» Amor ¿Confías en mí? — Y le sonrió de manera nerviosa.

—Claro que confió en ti princesa ¿A qué viene tu pregunta? — Me dice mientras esa tomando mi mano para que yo no me caiga de los bordes del puente que esta sobre el lago, me detengo y lo quedo mirando como si sus ojos me dieran ese valor que necesito.

—Entonces acepta la sorpresa que te voy a dar sin decir nada de nada hasta llegado el momento — Veo algo de duda en su rostro, pero termina aceptando con un gesto de aceptación a lo que yo saco un cubre ojos y sacos las llaves de su auto un ejemplar de Chevrolet corvetee de mil novecientos sesenta y tres un auto que ha pasado de generación en generación según me dijo mi novio, tiene historia y tendrá también parte de la nuestra.

—Amor yo sé que te dije que no diré nada, pero cuando se trata de mi auto me pongo algo nervioso, llevas manejando no sé cuantos minutos, — Es gracioso como me habla con los ojos vendados.

Yo guardo silencio hasta que estaciono el auto cerca al mar ya es casi medianoche, acomodo le asiento del conductor con la palanca que hay bajo el asiento y respiró profundo y sin dejarlo reaccionar tomo la decisión de levantarme cómo puedo hasta sentarme sobre las piernas de mi novio tomándolo por sorpresa a lo que él rápidamente se quita la vendas y yo pongo mis brazos sobre sus hombros hasta llegar a la parte de la cabecera de su asiento.

—Sebastián sabes que te amo con todo mi corazón, sabes que para mí eres el amor de mi vida, eres mi sueño hecho realidad — Mientras sus ojos no dejan de observarme de una manera que me estremece por completo.

—Lo sé y tú eres el mío, eres la mujer de mis sueños y más que ellos aún, te amo como nunca pensé que se podría amar, pero ¿Qué hacemos acá frente al mar? — Sin dejar de tomar mi cintura.

—Sebastián Rentería quiero demostrarte cuanto te amo y con la playa como testigo quiero — Me hace callar con la yema de uno de sus dedos.

—Princesa no es necesario que — No lo resisto más y devoro su boca con desespero mientras él recorre mi espalda haciendo que se me erice la piel bajo mi vestido y entre beso, a las justas puedo articular palabras.

—Quiero ser tuya en cuerpo y alma Sebastián, yo sé que puede considerarse poco ortodoxo lo que te voy a decir, pero quiero sentirte y gritar tu nombre cuando me hagas tuya, quiero que seas el primero y el último hombre que posea mi cuerpo.

La manera en que nos unimos frente al mar fue mágica, la manera en que sus besos cubrieron cada parte de mi piel, la manera en que sus manos tocaron hasta mi alma, la manera en que grite su nombre al unirnos en uno solo, la manera en que me amo y lo ame no tiene como describirse, cada parte de él me pertenece y cada parte de mí le pertenece hasta que el sueño nos vence y dormimos abrazados con los cuerpos medios desnudos lo amo tanto eso único que pienso hasta cerrar los ojos viendo el cielo lleno de estrellas como si ellas también celebraran nuestro amor.

HORAS DESPUÉS.

El ruido de mi móvil me hace despertar de este sueño maravilloso, cuando veo a mi lado me doy cuenta que no fue un sueño, todo lo que paso fue real, trato de levantarlo antes de contestar  la llamada, pero  Sebas no se levanta ni con bombardas a su lado, como puedo me acomodo para contestar y lo que oigo me deja helada, hace que mis temores más profundos se hagan realidad y no sé qué hacer si tratar de despertar a Sebas y contarle la verdad consiguiendo poner su vida en riesgo o huir como una cobarde, pero segura que él estará bien y a salvo.

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