LINDA
El anuncio su matrimonio para este fin de semana, eso fue lo que me hizo temblar de solo imaginarlos juntos en el altar y prácticamente tener una crisis de nervioso a causa de esto, estoy ahorita como en trance, mi padre se ha marchado para hablar con mi tía Gertrudis en el Cuzco, pero no quiero vivir huyendo, yo quiero saber por qué se casa con ella, porque lo hace si yo sé que no la ama.
—Mamá, yo no me quiero ir, no puedo hacerlo sin saber la verdad — Mientras ella me ayudaba a peinar, hago que deje de hacerlo y me observa como tratando de escudriñar en mí.
—Pero hija es lo mejor para ti, permanecer en el país te hace daño, yo sé que — No puedo hacer que siga pensando eso, yo sé que no todo es como lo ven ellos.
—Mamá, él no la ama y quiero s
SEBASTIÁNEl médico lo confirmo tiene cuatro semanas de embarazo, cuando esas palabras salieron de su boca, por un momento reí, porque era imposible, pero luego me echó en cara la noche en que saco del bar, ese momento yo no era consciente de nada, hubiera asesinado y no me daría cuenta, pero si tengo como recuerdos fugaces de esa noche y como a la mañana siguiente la lance a la calle como la zorra que es, pero el médico acaba de lanzar por la borda mi poca cordura.—Ya oíste al médico y te confirmo lo que yo te dije, así que Sebastián sabes muy bien lo que soy capaz de hacer si no cumples tu palabra, —Claro que recuerdo su amenaza aquel día.—¡Estás loca! Medícate o intérnate en un hospital para personas como tú, as&iacut
LINDA—¡Estás loca mujer! ¿Cómo se te ocurre algo como eso? — Sé que no es algo muy cuerdo de mi parte, pero no lo puedo evitar.—Mikela, lo sé, es una locura, que se me zafo un tornillo, pero lo amo y no puedo evitarlo— Es la verdad de solo recordarlo, mi cuerpo se estremece, recuerdo el ascensor y ese momento ¡Diablos estoy frita con ese hombre!—Bueno está bien, ojalá y logres algo con la información que te di, Sam no quiso decir más seguro pensara que te terminaré diciendo algo más, pero ve por el amiga, no dejes que esa bruja sé lo que quede, suena algo estúpido lo sé, pero esa bruja lo que se merece es quedarse sola.Ella sabe que es así, no puedo permitir que Lena logre lo que ha venido buscando hace tanto tiempo, no s
LINDAMe mira de una manera que me desconcierta, ¿Estará molesto? O es ¿Por qué de verdad quiere casarse con ella?—¿Por qué lo hiciste? —Me está acusando, ¿Por qué? Se supone que así no era como se darían las cosas.—Entonces ¿De verdad te quieres casar con ella? Es eso ¿Cierto? … No hay necesidad que me respondas tu silencio lo dice todo —Me siento dolida, me siento frente a él con las manos sobre mi cabeza, la respiración se me dificulta un poco, pongo la mano sobre mi pecho como si así me pudiera calmar, no puedo creer que de verdad se quiera casar con ella.Tengo que tomar consciencia de todo esto, decido tomar unas tijeras y cortar sus amares aún la luna llena ilumina la noche, mis lágrimas caen sobre sus manos, como puedo
SEBASTIÁNAl despertar luego de esas horas, no pude acariciar su rostro mientras observaba su cuerpo desnudo solo cubierto con mi chaqueta, es imposible no ver sus mulos y pensar que hace solo unas horas toque cada parte de ella, aunque volver a sentirla fue la gloria el día se acercaba y sabía que ese sueño acabaría, no soportaría despedirme de lela y volverla a ver llorar, la vista y el destino no nos quiere juntos ya lo entendí, solo espero que ella sea feliz, aunque no sea conmigo,…Ahora estoy parado frente al altar, esperando porque ella atraviese el pasillo de la iglesia, mi mente está en blanco no quiero pensar en nada, a veces mi mene quiere viajar a ese momento en disfrute de verme en vuelto con sus manos, sus caricias, sus besos y la manera en que se entregó a mí, fue mucho mejor que aq
SEBASTIÁNNo me veo sin ella, no me veo sin la mujer que amo, cuando el paramédico dijo que la estaba perdiendo, sentí como si mi mundo se viniera abajo y me lo devolvieran al escuchar su ritmo cardiaco nuevamente. Ahora estoy como un loco a las afueras de la sala de emergencia, estoy con la ropa manchada de sangre, el cabello un desastre, pero es lo que menos me importa hasta que luego de horas la puerta se abre y el mismo médico que reconozco que la recibió me busca con la mirada.—¿Cómo está ella? —Su rostro es frío, no muestra emociones y eso me cabrea más, porque lo que quiero es que me diga que ella está bien o que me diga que esto es una pesadilla.—Logramos estabilizarla, en unas horas la trasladan a una habitación luego de hacerle otros estudios, su novia tuvo mucha suerte.
LINDA CINCO AÑOS DESPUÉS —¡Mami! — Y corre a mis brazos mi pequeño castaño de ojos azules y cabello de brócoli como yo le digo. —¿Cómo le fue al niño de mamá? En su primer día — Mientras se sienta sobre mi regazo. —Muy bien mami, también que papi me compró una — Y se tapa la boca inmediatamente y sabe muy por qué lo hace, hasta que aparece mi grandote agitado como si hubiera corrido una maratón. —Le dije que no corriera, pero parece que tiene las piernas de Usain Bolt, Sebas ¿Por qué tienes las manos sobre la boca? No me digas que —Que me iba a contar que comieron pizza ¿Tal vez? —Sebas hace lo que quiera con su padre, no quiero ni pensar lo que pasara cuando nazca nuestra pequeña que descansa en mi incipiente vientre, quisiera tener una enorme barriga para presumirla, pero parece que mi niña se quiere esconder.
Tuve que hacerlo, aunque sabía que le rompería el corazón porque Sebastián era para mí el hombre más dulce del mundo que me amo a pesar de mi apariencia de patito feo, a pesar de mis feos lentes que no necesitaba o los frenos que mamá me obligaba a usar para disimular mi verdadera apariencia, por años viví un martirio y odiaba andar en zozobra constante o con ese delirio de persecución y lo que más odie, lo peor de todo fue alejarme de él, de mi Sebas, mi osito cariñosito, mi grandote.—Mamá si hago eso le romperé el corazón a Sebastián, tú lo sabes—Lo siento cariño de verdad que no quisiera hacerte esto, sé que Sebastián es un chico maravilloso, pero se trata de tu familia, de tus hermanos pequeños y hasta tu misma vida, sé que va a d
—Ya estoy lista mamá — Mientras ella me observa de pies a cabeza, mientras yo estoy tratando de estirar las arrugas de mi blusa blanca con rayas celes verticales muy finas, mi pantalón de vestir azul marino, junto con mi cabello rubio con pequeñas hondas caen hasta mis caderas y también veo el reflejo de mi rostro sobre el brillo de mis zapatos de tacón alto, aún recuerdo que desde esa época nunca más volví a usar unos de tamaño bajo, cada cosa que pasa en mi vida siempre me lleva a recordarlo.—¿Estás segura, cariño de toda esta locura? — Me mira de una manera que me parte el corazón, tiene miedo que todo termine mal, pero necesito hacerlo, llevo años con esta pesadilla y este sentimiento de culpa que me está carcomiendo hasta los huesos, estoy cansada de tener miedo, no puedo seguir con esto clavado en alma, quie