—Tranquila mamá estaré bien, sabes que lo necesito hacer — Ella no entiende la magnitud de culpa que he tenido estos años, no podría entender nunca, el dolor que sentí aquel día.
HACE SIENTE AÑOS
—Mamá, pero no es posible, eso no es verdad — Sentía que el mundo se me estaba cayendo por pedazos, ¡Esos malditos nos encontraron! Mi amor mi Sebas, acaricio su rostro mientras duerme como un ángel, siento que no debería dejarlo, siento que debería confesarle la verdad.
—Pero hija entiende, es lo mejor para todos, pondrás en riesgo su vida, si lo amas en tu corazón sabes la respuesta.
Mamá tiene razón, lo amo y no puedo poner su vida en riesgo, espero un día regresar y obtener tu perdón, juro mi amor que tengo el corazón destrozado y nunca volveré a amar a alguien, mi corazón y mi cuerpo solo te pertenece a ti y eso será para siempre.
Aquel día me prometí a mí misma, que un día regresaría y obtendría su perdón y la única manera que tengo es esta, para llegar a él tengo que hacer lo que sea, lo amo y no puedo dejar de amarlo, no puedo negar que llegar aquí no es fácil, estudie la carrera de administración de negocios, así como otros cursos todo vía online solo para llegar a este momento, solo para estar cerca de mi amor, a mi Sebas, mi grandote
—¿Estás perdida? — Es que, al llegar a la empresa, me dejaron algunos pendientes y Carla me dijo que luego que imprimiera unos archivos del USB y los tenga listo lo más pronto posible, pero no sé dónde es el área para eso, estoy muy nerviosa por volver a verlo, que debo parecer una loca mirando a todos lados.
—Disculpa que te moleste, pero es que no sé dónde puedo tener los documentos que me entregaron listos, es mi primer día me llamo Linda Olivares soy la asistente de la señorita Carla — Él me devuelve el saludo y se presenta, mientras le escribo a Carla para decirle donde estoy.
Hasta que por fin aprendí a usar esa máquina y Marcelo fue muy amable, me invito a almorzar y presentarme a mis demás compañeros, pero me excuse, no quiero estar mucho tiempo lejos de mi Sebas.
—Llévale esos documentos al señor Rentería y te quedas para tomar apuntes, mientras yo envió los contratos a los futuros clientes para que los vayan evaluando y me den su punto de vista — Yo solo obedezco, siento que mi corazón está a punto de salir de su lugar, siento como si fuera una película en cámara lenta, toco la puerta y al no recibir ninguna respuesta tomo la manija, tomo aire y la giro a la derecha, está ahí tan guapo como siempre, en un traje de tres piezas por un instante recuerdo la vez que lo conocí y miles de rayos de electricidad atravesaron mi cuerpo, me siento casi como en ese momento, queriendo que me mire y se dé cuenta de que regrese, pero es imposible, no sabe quién soy.
—¿Es usted la nueva empleada cierto? — Su voz, aunque más grave de lo que recordaba sigue siendo él, aquella que me enamoro tantas veces al oírlo cantarme bajo la luz de la luna.
—Si señor soy yo, mi nombre es Linda Olivares para servirle — No sé cómo mis palabras no salieron atropelladas, pero necesito mantener la calma si quiero volver a ser su amor.
—Muy bien te diré mis reglas básicas, primero estar a mis órdenes veinticuatro por siete, segundo para ti siempre seré señor Rentería, tres solo habla cuando se te ordene y por último y lo más importante nunca, pero nunca entres sin tocar tres veces la puerta.
Su voz, su manera de mirarme como si yo fuera poca cosa no me hace sentir bien, sabía que sería difícil así que debo hacer a la idea que así será hasta que se vaya dando cuenta que soy lo mejor que le puede pasar.
—Si señor entendí lo que me quiso decir, con su permiso — Me pare a su lado sin decirle palabras, se me había dado una orden y tenía que cumplirla.
—¿Qué haces ahí parada como estatua? Ve y prepara la mesa de juntas y acomoda los documentos que has traído — Estoy como ida, es el efecto Rentería en mí. No sé cómo no me caí con los pequeños pasos apresurados que di.
Finalmente, todos los documentos están apartados y antes de que la reunión empiece, Carla llega y me dice que me pare a lado de la puerta cuando ingresen los asistentes me dijo que son los Henderson, una compañía muy importante y por ende un contrato muy lucrativo para la empresa, cuando veo que mi grandote se para, su tamaño me sigue impresionando como siempre, tan alto, tan grandote, se acerca al centro de la mesa y toma asiento como le corresponde por ser el presidente de la compañía.
—Muy buenas tardes, bienvenidos — Se supone que no debía hablar, pero yo para geisha no nací, los Henderson me observan de pies a cabeza en especial uno que está guapo con su traje azul marino de dos piezas y corbata del mismo color junto con una camisa blanca y gemelos de oro macizo en ambas mangas.
—Me imagino que eres nueva, porque a mí siempre me recibe la muda de Carla — Carla se ve que no le gusto para nada como lo dijo y a mí tampoco, pero es un contrato importante para mi grandote así que yo solo sonreí y le señalo la mesa para que tome su lugar.
La reunión transcurrió casi normal, si no fuera por las miradas que ahora sé que se llama Santiago Henderson, el presidente de la cadena de hoteles Blu Ice, se despiden con un apretón de manos, pero mi grandote no se ve muy feliz y menos cuando el señor Santiago se acerca a mí y tomo mis manos y me deja una tarjeta de su compañía yo lo observo detenidamente y ante que se vaya corro hacia él.
—Señor disculpé se le olvidó esto — Le devuelvo la tarjeta de la misma manera en que lo hizo él y se sorprende —Estoy halagada, pero es mi primer día hoy y no estoy pensando en otro empleo ¿Me imagino que es por eso cierto? Muchas gracias por el ofrecimiento, pero declino de su oferta
Sé que está muy molesto por rechazarlo, pero mi propósito es otro y no perder el tiempo en galanes de pacotilla, siempre me dijeron que las mujeres podemos ser muy inteligente y astutas, así que espero que entienda la indirecta, creo que, si porque se marchó y la sonrisa que tenía al principio se le terminó borrando, cuando todos se han marchado yo estoy ordenando la mesa retirando lo que no debe estar ahí, cuando mi grandote me mira y me dice.
—Agradezca su buena suerte y esa jugada suya, porque si no hubiera marcado un récord y en su primer día hubiera sido despedida antes el medio día de hoy, no me agradan las empleadas coquetas que andan moviendo las pestañas como abanicos cuando ven un hombre como potencial de marido.
No puedo creerlo, ¿Cómo puedo soportar su acusación y no decir nada? No me queda de otra, prefiero guardarme mis opiniones y salir de ahí, al hacerlo Carla se me acerca como si hubiera pasado algo muy grave.
—¿No te despidió cierto? Dios tenía miedo que lo hiciera en tu primer día — No entiendo por qué lo dice, ni que mi grandote fuera un ogro como ella lo quiere dar a entender.
—¿Por qué lo dices? — Yo que es de mala educación contestar una pregunta con otra, pero ni modo.
—Es que nuestro jefe, detesta y odia a las mujeres que trabajan en esta empresa sonrían y menos en una reunión tan importante.
¿Cómo que odia que sonrían? Que estupidez es esta, mi grandote no es así, mi grandote es el ser ms dulce del planeta que haría lo que fuera por verte sonriendo.
Estoy de regreso en mi departamento, ha sido un primer día accidentado, pero después de todo lo pude ver de cerca hasta casi sentir su aroma, pego una fotografía que tengo en mi departamento de él contra mi pecho y suspiro como tonta recordando su sonrisa, su manera que tenía de arreglar mi cabello o cuando me sentaba junto con el bajo un árbol y escuchamos música pegando nuestras cabezas al lado de la otra. Esas épocas de mi vida que no podre y no quiero olvidar, aunque también que fue la época en él mido vivía en mi sistema, pero me deja llevar por la esperanza que por fin podría ser feliz junto con él, por eso y muchas cosas más estoy dispuesta a soportar lo que sea, a sus gritos, a su manera tan fría de tratar a las personas, yo me voy a encargar de derretir ese corazón de hielo, él volviera a ser mi grandote el hombre más alegre y sonriente que había conocido, el que me enseñó a sonreír de nuevo. Llevo horas aquí, es que por algún motivo qu
Estoy cansada y con el cuerpo molido, descubrí varias cosas como por ejemplo que Marcelo es gay, aunque en la empresa nadie lo sabe o debe saberlo, Carla tiene dos hijos y está casada hace diez años, su esposo fue quien nos dejó a cada uno en su destino, Susana por otro lado es una loca de atar se fue a su casa con un chico que conoció en el lugar y por otro lado no pude averiguar mucho de mi grandote, estaban tan animados que cuando preguntaba cambiaban de tema y me jalaban a bailar, hacía mucho que disfrutaba de ser una chica común y corriente, me la pasaba estudiando estos años para lograr ser quien puedo completar a Sebastián ser la mujer que él se merece hasta aprendí tres idiomas solo por él. Soy regresada a la realidad, cuando mi teléfono suena y es mi madre quien llama.—Si mamá, todo va bien ¿Cómo este papá y mis her
LINDAMe gustaría tanto estar en una de mis clases de King boxing, de patear la lona hasta que mis piernas estén molidas. Sebas me confunde por ratos siento su mirada sobre mí, sé que le atraigo, que cuando me ve con el uniforme que lo uso más ajustado que el resto me queda entallada en ciertas zonas que sé que le llamarían la atención, pero esta vez pasaré a la fase dos ya empiezo a hacerme notar, ahora queda provocarlo.—¿Ahora porque te grito? Nuestro jefecito anda más iracundo de lo acostumbrado. Aún recuerdo cuando — Me sentía a la expectativa, esperando que me diga algo de mi grandote cuando el teléfono sonó y Pam esa esperanza se fue volando cuál paloma al viento.HORAS DESPUÉS
—Buenas noches, con todos, mi nombre de Linda Olivares y seré la asistente del señor Rentería por esa noche, ya que la señorita Carla por inconvenientes personales no ha podido asistir — Motivos personales un comino, ella no debiera estar aquí con esta manada de lobos hambrientos por comérsela, el único lobo hambriento soy yo, vamos Sebastián cálmate, nunca te acuestas con empleadas ya lo sabes.—Dejen de mirarla como si nunca hubieran visto una mujer hermosa en sus vidas, siéntate a mi lado dulzura, que mal educado eres Rentería dejar a tu asistente parada — Era cierto de lo impactado que me encuentro con su manera de vestir que hace que todo en ella resalte de manera elegante, no está siendo vulgar, el blanco le quedo perfecto con su cabellera rubia hasta su cadera y esa sonrisa que muestra, siento que esa sonrisa me quema por dentro, sient
LINDASu prometida, esas palabras me parten el corazón, cuando investigue sobre su presente, no quise saber nada de chismes o comentarios faranduleros mucho menos de su vida sentimental, pero que voy a saber yo que se comprometería con una mujer como ella, es yo solo quise saber lo que me importaba su empresa, sus gustos e inclinaciones, yo me quería adaptar a él, pero nunca imagine que cayera en las redes de esa tarántula, al parecer finalmente consiguió lo que quería, sus palabras se volvieron proféticas.—Un día de estos caerás y ahí estaré yo esperando con los brazos abiertos por Sebastián y juro que lo tendré comiendo de mi mano y arrastrándose a mis pies.Decido regresar a la mesa y la señorita esta ya no se e
LINDANo mencionamos palabras en el trayecto al aeropuerto donde nos esperaba su avioneta privada, me vino a buscar junto con su chofer agradezco que el auto sea enorme por dentro, ya que cada uno guardo distancia, por momentos sentí como si quisiera decirme algo, pero luego lo veía cerrar su puño y mirar hacia la calle.—Tiene un tour mañana temprano por los dos locales que tienen proyección para el proyecto, además tiene una cena esta noche con algunos empresarios y autoridades del país, también — Iba a seguir hablando sobre su agenda de los días que estaría por aquí, cuando su teléfono empezó a sonar vio la pantalla lanzo un bufido y contesto adelantándose a mí.—Está bien como quieras, no en la misma habitación no, está bien teespero a las
No tenía ganas de salir de mi habitación no he podido dormir bien desde que estuve a centímetros de ella, de tocar sus labios, es como si algo inundara mi sistema y no me deja pensar, es como si mi cuerpo la reconociera de alguna manera, pero eso es imposible, tomo un trago antes de dormir, pero Lena me aviso que en el lobby del hotel había algunos empresarios que estarían en la cena de mañana, así que tenía que aprovechar, cuando baje ahí estaba ella, toda risas con esos empresarios, por un momento me dije que debería sentir celos, ante todos es mi prometida la que está coqueteando abiertamente con ellos, pero por otro lado me di cuenta de que tampoco me importaba, por ratos me estaba cansando de este jueguito y tal vez en cualquier momento lo mandaría todo el tacho, al final quien más perdía era ella.&mda
LINDANo puedo creer que este así tan cerca de mí, tengo ganas de acariciar su rostro tallado por los dioses, no puedo evitar alzar la mirada, es como un imán que me atrae hacia él, recuerdo la época en que hacia eso y yo enredaba mis brazos alrededor de su cuello y me colgaba cuál primate de él.—Estoy bien, gracias — Y lo observo verme de una manera que creo ver sus pupilas dilatarse y pasar saliva por su garganta, saborea sus propios labios, quisiera saber que está pasando por su cabeza, mi corazón late tan rápido que fácilmente podría darse cuenta, solo él tiene ese efecto en mí.Las puertas se abren y de manera apresurada salgo de ahí, Sebas se queda unos segundos dentro hasta que reacciona, se acomoda la corbata y sale tan tranquilo como si el ambiente no hubiera estado