Odessa:
Odiaba despertarme temprano, pero iría a ver a James, por lo que la emoción había opacado esa sensación.
Me había bañado y vestido rápido, el señor Adam ya me esperaba, me pondría la peluca cerca del edificio donde sería la junta.
Una vez que llegamos bajo y camino un poco ya que no había donde estacionarse enfrente, veo algunas personas que se acercan para saludar y tomarse fotos, me gustaba bastante convivir con las personas.
- Gracias por la foto ‒le sonrío a una chica mientras asiento.
- Señorita Odessa, la vi la otra noche, me encantó su vestido ‒dice otra chica mientras nos tomamos la foto.
- Muchas gracias, visiten a Monique ‒les guiño un ojo, veo a Rose acercarse‒. Un gusto chicas, pero tengo que irme ‒les sonrío mientras camino hacia mi amiga, ella saluda a las chicas detrás antes de caminar a mi lado rumbo a la entrada.
Saludamos a la chica de la recepción y al guardia, todos eran muy amables.
- Vamos a trabajar duro amiga ‒me guiña un ojo y rio bajo antes de entrar a la sala, ahí puedo ver a James junto al resto del elenco.
- Damas, caballeros y Omar ‒este suelta una carcajada, se acerca para darme un abrazo.
- Hola Odessa, ¿cómo estás? ‒ahora es Beth la que se acerca, la saludo con un beso en la mejilla.
- Muy bien Beth, ¿y tú? ‒le sonrío, me acercó para saludar a todos.
Tras ponernos al día, procedemos a hablar sobre la segunda temporada, al parecer James había tenido nuevas ideas y quería agregarlas, algunas se habían modificado y otras quitado por las nuevas.
Comenzaríamos a grabar a partir del miércoles ya que el lunes y martes haríamos prueba de vestuario, y eso me emocionaba aún más, amaba el vestuario aunque en ciertos momentos fuera pesado.
Era bastante tarde cuando la reunión terminó, por suerte había podido comer.
Rose había ido por mi ropa para el evento de la noche, por lo que pasé al baño para cambiarme y con ayuda de Rose, a retocarme el maquillaje, ella también se había cambiado y yo le había ayudado con su maquillaje.
- Que guapa ‒Rose me guiña un ojo, le mando un beso.
- Tu también querida ‒nos miramos una última vez en el espejo, yo usaría un jumpsuit de pantalón azul bebé con un hombro descubierto, un cinturón rosa pálido y unos botines negros, Rose había escogido uno igual pero este era de short en color borgoña junto a unos zapatos abiertos de tacón corrido.
Nos asentimos satisfechas antes de salir tanto del baño como del edificio, notamos que el señor Adam ya está, tan puntual como siempre.
Lo saludamos nada más subir y tras saludar de vuelta comienza el viaje hasta el evento, Rose tenía en su teléfono las invitaciones ya que eran digitales.
Tras unos minutos llegamos, un chico del valet se acerca para ayudarnos a bajar, le agradezco al señor Adam antes de bajar.
Saludo a todos los reporteros mientras camino, me acerco a algunos para responder algunas preguntas.
- Que guapas, adivino, ¿Monique? ‒pregunta Tatiana, ella solía ser muy respetuosa siempre que me entrevistaba.
- Claro, no me visto en ningún otro lado ‒le guiño un ojo, ella ríe. Me despido y sigo con el camino.
- ¿Estás emocionada? Después de todo, hace poco estuviste en un video musical ‒asiento con una gran sonrisa.
- Bueno, sí estoy emocionada, pero eso es porque siempre quise ir a una presentación de ella, me gusta su música y la admiro mucho como mujer ‒el reportero asiente.
- Espero que te diviertas mucho ‒le sonrío antes de asentir, se despide también de Rose y seguimos caminando hasta que llegamos al recinto, alguien del personal nos acompaña al frente del escenario, mientras íbamos caminando reconocí algunas caras y nos detuvimos a saludar a algunas personas, había coincidido en algunos otros eventos.
- Tantos cantantes ‒Rose chilla emocionada, se había hecho fotos con muchos de ellos.
- Sí, me alegra que pudiéramos venir juntas ‒había recibido la notificación para la compra de los boletos, así que no lo había pensado dos veces y comprado dos entradas.
- Gracias Ody ‒me abraza muy feliz, le devuelvo el abrazo.
- Señoritas, que gusto verlas ‒me giro ante la conocida voz, sonrío con emoción al reconocer a Damiano y Dott.
- Me alegra verlos chicos ‒me acerco a saludar, había tenido la oportunidad de conocer a Dott en otros eventos, así que no éramos desconocidas.
- Causaste un gran revuelo querida Odessa ‒suelto una sonora carcajada.
- Que te puedo decir, me aman ‒le guiño un ojo, ambos ríen.
- Espero que se diviertan señoritas ‒ambos sonríen mientras Rose y yo asentimos, ellos se despiden y alejan.
- Se ven tan lindos juntos ‒mi amiga suspira, amaba el romance.
- Algún día tendrás tu oportunidad, eres hermosa, inteligente y maravillosa ‒me abraza con fuerza, a Rose le habían roto el corazón en el pasado de una manera que la había dejado con mala autoestima, bromeaba con encontrar un chico pero sabía que no se lanzaría, en ese sentido nos parecíamos, también tenía miedo de confiar en alguien más, niego, esta noche era para divertirse.
- Gracias, y en todo caso, podremos quedarnos juntas y criarlo ‒me guiña un ojo, eso último lo había dicho bajo. Comienzo a reír mientras niego.
- Buenas noches señoritas, ¿me puedo unir a ustedes? ‒me giro algo rígida ante aquella voz, pongo la mejor sonrisa que puedo.
- Señor Bauer-Fiore ‒mi amiga le sonríe con autentica felicidad.
- Señorita Atwater, me gustaría que me llamara Ancel ‒le sonríe coqueto, quería rodar los ojos‒, lo mismo que usted señorita Abney.
- Claro, pero también debe llamarme Rose, ¿le parece? ‒él asiente sonriendo.
- Entonces puede llamarme por mi nombre ‒no quería, sin embargo era capaz de ver que me había acorralado.
- Un gusto, Odessa ‒me estremezco por la forma en que lo pronuncia‒. Espero no les moleste que me quedé aquí con ustedes, no conozco a nadie más ‒estaba segura que era una gran mentira, pero no podría saberlo con certeza.
Me giro un poco para ver al resto de los asistentes y no puedo creer que la vida me odié tanto, a lo lejos pude distinguir la cara de Duncan junto a Jane, lo bueno es que con tanta gente era difícil que me vieran, ¿verdad? No había olvidado que esa loca me tiro del cabello sin razón, a diferencia de mí que nunca le hice nada a pesar de tener los motivos suficientes, pero en fin.
Me giro para prestar atención a la conversación de Rose y Ancel, era mejor a correr el riesgo de que me vean.
Las luces se apagan y pronto comienza el espectáculo, aplaudo y grito como todos cuando Shakira comienza el espectáculo, comienzo a bailar mientras reconozco la canción, era bien sabido que cuando asistía a un evento de música, mi atención estaba en el espectáculo.
En un momento me giro y veo a Rose grabándome, sabía que era para mis redes sociales, así que les mando un beso antes de seguir bailando y cantando.
Duncan:
Jane me había pedido venir a pesar de que yo jamás había oído la música de esta mujer, pero ella era muy fan así que aquí estaba, y si era sincero, tenía la esperanza de ver a Odessa, según había dicho en el programa de Francis Jensen que asistiría, así que por esa parte no me resistí a venir con ella.
Y parece que la suerte estaba de mi lado porque pude verla a lo lejos, estaba con su asistente y un hombre que conocía muy bien ya que era competencia: Ancel Bauer-Fiore, y por lo que había visto, él estaba muy interesado en ella, y a diferencia de mí, ella parecía más receptiva a sus avances.
- ¡Duncan! ‒siento un tirón en mi ropa y me giro a ver a Jane‒. M*****a sea, al menos disimula que estás viendo a esa perra ‒suspiro, debía calmarla.
- Jane, estaba viendo a Bauer-Fiore ‒sabía que era un mal intento de defensa pero tenía que aferrarme a lo que pudiera.
- Claro, ¿crees que soy estúpida? ‒siento que clava sus uñas en mi muñeca, tomo su mano con firmeza.
- Cálmate Jane o nos vamos, decide ‒veo como sus ojos arden en rabia, me suelta y se queda callada, suspiro.
No había extrañado a Edith hasta después de dos años, ella era dulce y amable a pesar de que yo era un completo imbécil, era dócil y complaciente, Jane, por el contrario era berrinchuda, egoísta, caprichosa y siempre había algo por lo que pelear, algo que no me gustaba. Al inicio no era así, supongo que planeaba mostrar sus verdaderos colores hasta lograr casarse conmigo, me daba mucha risa que yo creí que la interesada era Edith por la manera en que logró que nos casáramos, pero al momento del divorcio no pidió nada e incluso rechazó la herencia que mi abuelo le dejó, se fue como llegó, sin nada.
Las luces se apagan y el concierto comienza, gracias al cielo Jane se centra por completo, lo que me permitía ver a Odessa bailar, podía ver que Bauer-Fiore no le quitaba la vista de encima.
- Esa perra ‒la escucho maldecir‒, estoy segura que está cantando esa canción para mí ‒la miro sin entender, veo a Odessa mover las manos señalando y presto atención.
A ti te quede grande y por eso estás con una igualita que tú uuuh, pa’ tipos como tú uhhh.
- ¿Por qué ella te dedicaría esa canción? Ella no es Edith, deja de decir tonterías ‒estaba harto, pero la culpa de esto también era mía, porque desde que la vi en la villa he estado muy interesado en ella, siguiendo sus publicaciones, viendo los programas a los que asiste y todo porque se parece a mí ex esposa, y eso había alterado a Jane, si debía ser sincero, Edith era una sombra en nuestro matrimonio desde que una vez las comparé, a partir de ese día mi vida se volvió un infierno.
La muerte de mi abuelo había dejado a todos alterados, sobre todo por la línea de sucesión, había trabajado muy duro y me gustase o no, tenía la ventaja gracias a Edith, así que esperaba convertirme en el nuevo CEO.- Aquí tienes ‒alzo la vista de los papeles que estaba revisando, mi madre y mi tía se encargaban de planear el funeral.- ¿Qué es esto? ‒los tomo y lo primero que salta es divorcio.- Los papeles del divorcio, no quiero nada así que sólo firma ‒me giro a verla, por primera vez desde hace meses o incluso años, entonces noto que ya no es esa pequeña con la que me casé, lucía cansada, derrotada por no decir hastiada, no había vida en sus ojos.- No puedo creer que no quieras nada ‒rio con burla mientras niego.- Puedes revisarlo si quieres, dárselo a un experto o lo que quieras, pero nada de lo que te pertenece irá a parar a mis manos ‒bajo la vista y comienzo a leer con rapidez, en efecto, ella no pedía nada salvo la disolución.- ¿Es por qué ya tienes a otro? ‒la veo rodar
El domingo había dormido hasta el mediodía y después habíamos salido a comer fuera y mientras mi abuela iba a su reunión de juego, mi pequeño y yo nos habíamos quedado un rato en el parque.Sin despegar la vista de mi pequeño hablo con Rose, estábamos cotilleando del día anterior, también de cuántas horas dedicaría al entrenamiento para la película de acción y también programar las sesiones para la otra película además del tiempo que tomaría filmar la segunda temporada, tendría que hablar con James por si algunas grabaciones se sobreponían, él era el más comprensivo y sin duda me dejaría faltar algunos días o incluso grabar algunas escenas mías y los días que no, las de otros.- Cuando quieras te hago una cita con él, sé que esta soltero ‒suelto una carcajada, había estado coqueteando con Gustaf Karlsson, un guapísimo actor en su mayoría películas de terror y misterio, eran muy buenas. La escucho chillar emocionada y cuelgo tras eso.- Mami, mami ‒me giro a la voz de mi pequeño, le so
Ancel:Miraba por la ventana de mi oficina, a diferencia de otras grandes empresas, no era un edificio enorme de cincuenta pisos, tenía como máximo cinco y era más un viejo edificio que uno nuevo y me encantaba, además, era mucho más funcional para lo que hacíamos.Era uno de esos días, o noches en este caso; dónde estaba por estar, no tenía ganas de estar en casa, en la calle, bar o cualquier lugar, aquí podría llegar algún trabajo interesante, hace mucho no tenía uno que me llamara la atención o en el cual quisiera involucrarme. Por eso cuando recibí aquella llamada me sorprendió mucho la voz al otro lado.- Edith, que agradable sorpresa, pensé que nunca me llamarías ‒hablo jovial hasta que escucho su voz quebrada por el llanto‒. ¿Qué ocurre? ‒eso me había puesto en alerta‒, calma, calma, ven a mi oficina si te parece bien ‒podía oírla moverse por la habitación, incluso maldijo tras golpearse con algo‒, ¿quieres que vaya uno de mis hombres por ti? ‒ella niega y me dice que irá tan p
Edith:No había dormido casi nada debido a la incertidumbre y la preocupación, me había dado un baño rápido y tras eso le envíe un mensaje a James para decirle que hoy no podría ir por asuntos familiares, él no había preguntado que era y me había dicho que estaba bien, sabía que no habría problema con él.Voy a la cocina para preparar hot-cakes, picar fruta y preparar malteadas, no podía dejar de ver mi teléfono en espera de la llamada o mensaje de Ancel, la verdad es que se había portado muy amable anoche, algo que me había sorprendido, suspiro y entonces escucho pequeños pasos, me pongo de pie del taburete como un resorte y los veo bajar, lucían adorables ya que Bras lo había tomado de la mano, eso hizo que mi corazón se calentara y me hiciera ver que estaba tomando la decisión correcta.- Buenos días mis pequeños ‒me acerco para abrazarlos y besar sus mejillas.- Buenos días mami ‒mi pequeño Bras bosteza.- Ben ia mami ‒Luc dice lo último bajo, muerdo mi labio para evitar llorar.-
Edith:Ancel había mantenido todo lo de la adopción en total secreto, no sé cómo lo había hecho, ningún periodista se había enterado de nada, lo que era un alivio.Durante un mes había ido y venido al juzgado, visitas de una asistente social y llamadas con el señor Patel.Había llevado a los pequeños a la fiesta de los hijos de Omar y Lilia, sus mellizos que eran como primos para Brassen, se habían llevado bien y me alegraba que todos lo hicieran sentir bienvenido.Durante todo ese tiempo estuvimos con el pediatra de Bras, él iba evaluando el desarrollo, también iba con una terapeuta de lenguaje y poco a poco comenzaba a mejorar, había ganado algo de peso y hablaba un poco mejor.- Hermano, hermano ‒escucho que Bras grita en la puerta, se había acercado con Melinda para abrirla, me estaba encargando de limpiar las manos de Luc ya que se había ensuciado con pintura, él y Bras dibujaban‒, adivina, adivina ‒sonrío al oír la emoción en su voz, a todos le decía que tenía un hermano menor.
Odessa:Había terminado de filmar la película que parecía un documental acerca del aborto, había servido como una catarsis para mí, sin duda había ayudado mucho y esperaba que ayudará a todas aquellas mujeres que pasaban por algo así en silencio.No había dejado de lado el entrenamiento para la otra película, estaba avanzando lento y no por mí, dos de los escritores habían renunciado y eso había retrasado todo ya que uno de los antiguos no permitió el uso de su obra, así que tuvieron que reescribirla casi en su totalidad, lo que había retrasado un poco el inicio, aunque me ayudó para concentrarme durante cuatro meses en la película, entrenar y pasar tiempo con mi hijo.- Hasta luego ‒me despido de todos, esta vez no me quedaría ya que quería volver a casa.- Señorita Odessa, ¿me concede un minuto? ‒me giro al oír que me llaman, enseguida reconozco al hombre, era Justin Henderson, era un conocido periodista amarillista, jamás había hablado con él por lo mismo.- Señor Henderson, tengo
Gente, la siguiente escena esta un poco subida de tono, así que si te sientes incómodo, pueden saltárselo, pero si no es el caso, espero lo disfrutes.ALERTA +18Edith:Había disfrutado lo más que había podido sin ponerme nerviosa, les había dicho que tenía que irme unos días por cuestiones de trabajo, mis pequeños no cuestionaban nada gracias al cielo y eso era todo lo que importaba.Esta vez el señor Adam no me recogería, Ancel había enviado a alguien para esa tarea, había comprado alguna ropa adecuada, no sabía muy bien como iría todo, pero debía estar preparada.Antes de subirme saludé al hombre y este me devolvió el saludo de manera muy amable, cosa que agradecí porque ya estaba nerviosa.El viaje duro cerca de dos horas, en otras circunstancias habría intentado dormir, pero sin duda, ahora era imposible. Incluso intente distraerme con el paisaje, que era muy bello pero no me ayudó mucho con aquello.Cuando el chófer avisó que ya habíamos llegado, me sorprendió ver una preciosa y
Edith:Había vuelto muy temprano por la mañana, el llamado comenzaba a medio día por lo que tenía tiempo, por suerte había podido ver a mis hijos antes de que Bras se fuera a la escuela y el tutor de Luc llegará.No fue hasta que mi abuela me hizo la observación que recordé las marcas que Ancel me había dejado, tuve que mentirles a mis hijos y decirle que al lugar donde fue había mosquitos y plantas que me habían picado. Mi abuela no dijo nada pero basto con su mirada juzgadora para saber lo que pensaba.Dios santo, era una adulta y lo único que había hecho era saldar una deuda pendiente, aunque hubiese disfrutado muchísimo pagándola.Estaba agotada, anoche no me había dado tregua y nos habíamos quedado despiertos hasta bien entrada la madrugada, así que acaso había dormido unas tres o cuatro horas, y si hacíamos el recuento total de las horas que dormí durante esos tres días, no daban ni ocho horas, no sé cómo había podido aguantar tanto, aunque si nos enfocábamos en lo positivo, sig