Valeria se convirtió en su mano derecha, era su asistente, pero también ayudaba en los diseños de las telas, Diana se encargaba del departamento de diseño mientras su novio Mario manejaba su propia empresa, su familia era dueña de algunos centros comerciales, en donde Alba tenía tiendas de telas.
Alba estaba en su oficina cuando entro Valeria. “Llegaron los nuevos clientes, Damián y Álvaro Alcántara, vienen del consorcio Alca”.
Alba se levantó cerrando su computadora. “¿Son los clientes para el nuevo edifico en la costa?”.
Valeria afirmó. “Si, la inmobiliaria busca negociar para encargarnos de los diseños de interiores de sus nuevos departamentos”.
Alba sonrió emocionada. “Genial, la propuesta les va a encantar, vamos”.
Entraron a la sala de juntas, Damián miraba por la ventana y Álvaro estaba sentado usando su móvil.
“Buenos días señores”. Alba habló llamando su atención.
Los dos hombres la miraron, Damián giro observándola y Álvaro dejo de lado su celular levantándose de su asiento”.
Álvaro la examinó, el traje ejecutivo en color vino que ella llevaba le quedaba a la medida mostrando sus atributos adecuadamente, pero discreto, su cabello estaba recogido con un lazo alto y algunos cabellos sueltos en su frente, sus rasgos eran delicados y finos, era una mujer hermosa.
Álvaro fue el primero en acercarse. “Hola, un gusto, soy Álvaro Alcántara, usted debe ser la señorita Alba”.
Ella le sonrió. “Si, un gusto mi nombre es Alba María González Téllez, soy la nueva presidenta de GONTELL". Ella hablaba con gran orgullo.
Damián se acercó y le sonrió. “Soy Damián Alcántara, es un gusto volverla a ver”.
Ella lo observo y recordó el día en el bar. “Es una gran conciencia, ¿No cree?”.
Damián la seguía mirando fijamente. "Lo es, después de darme su número equivocado, puede que sea el destino”.
Ella levantó una ceja y los demás estaban extrañados.
Álvaro les preguntó. “¿De dónde se conocen?”
Valeria abrió mucho los ojos y dijo. “¡Oh Es el hombre del bar!”.
Alba le dio una mirada de advertencia y su amiga se quedó en silencio, Álvaro notó la incomodidad y saludo a Valeria.
"Hola, soy Álvaro Alcántara, señorita". El estrecho la mano de Valeria. Mientras ella le sonreía, era realmente muy guapo. "Valeria Ordoñez, soy la asistente de la señorita Alba".
Empezaron la junta, Alba estaba al frente explicándoles a detalle toda la propuesta, Damián y Álvaro la observaban atentamente, las miradas entre Alba y Damián no pasaban desapercibidas para Álvaro y Valeria.
Al terminar Alba les preguntó. “¿Tienen alguna pregunta?”.
Damián sonrió. “Se que es nueva en este mercado, los diseños son buenos, pero ¿Cómo estaremos seguros que esto le gustara al cliente?”.
Ella lo miro. “Yo crecí aquí señor Alcántara, cada esquina, habitación y bodega de este lugar la conozco perfectamente, así como a cada empleado nuevo y que se ha jubilado a lo largo de los años, conozco la vida que llevaba cada uno de ellos porque así mis padres me enseñaron, he conocido gente rica y con gustos muy *Especiales y caros* pero también conozco las necesidades de familias de clase media a baja".
Mientras ella hablaba un pequeño brillo en los ojos de Damián se reflejaban. "Conozco su proyecto, los nuevos departamentos no van dirigidos a los ricos…
Ustedes quieren que gente de clase media a baja puedan tener la oportunidad de viajar y poder hospedarse en estos departamentos con sus familias que muchas veces son numerosas.
Por lo que recuerdo, los departamentos de este edifico serán económicos y ofrecerán muchos paquetes y descuentos, pero sin dejar de lado el confort y el diseño de un buen lugar para descansar y disfrutar”.
Álvaro se levantó feliz. “¡Ella deveras es asombrosa!”.
Alba y todo se rieron. Damián la observaba detenidamente, era bella e inteligente nunca había conocido a una mujer como ella.
Desde su asiento el comento. “Bueno, al parecer ustedes entienden lo que estamos buscando, estamos de acuerdo con firmar, pero solo tengo un pequeño pedido…”
Alba sonrió. “Claro, dígame podemos revisarlo”.
Damián se paró y camino para quedar frente a ella. “Quiero su número correctamente para invitarla a comer”.
Alba lo observaba su colonia golpeo su nariz, se tranquilizó diciendo. “¿Qué te parece si vamos de una vez?”.
Él sonrió. “Me parece perfecto”.
Alba y Damián salieron por algunas semanas, era todo un caballero y ella estaba feliz, le gustaban mucho todos sus detalles.
Alba llego al piso donde estaba su oficina, Valeria la miraba muy sonriente desde su escritorio. “¿Qué pasa? ¿Por qué estas tan feliz?”.
Valeria se cubrió la boca. “Nada creo que hoy será un día muy especial…”
Alba negó con la cabeza y abrió la puerta de su oficina, se quedó deslumbrada, con la boca abierta, el lugar estaba completamente lleno de ramos de flores en jarrones, margaritas, azucenas, rosas de diferentes colores estaban colocados en todas las mesas de la habitación, el escritorio el piso donde observaras había jarrones.
Ella sonrió acercándose a uno de los jarrones de su escritorio, tocando y oliendo las hermosas flores.
Se escuchó la puerta cerrarse y la voz varonil de un hombre “¿Te gustan?”.
Ella giro y sonreía alegremente, lanzándose a sus brazos. “Es hermoso… todo es hermoso, gracias”.
Damián la tomó de la mano y la acerco a la ventana diciendo. “Eso no es todo”.
Miro extrañada hacia abajo por la ventana, en la explanada de la fábrica había un gran letrero que decía “¿Quieres ser mi novia?”.
Alba lo miraba asombrada y giro para verlo, tenía en su mano una pequeña cajita de terciopelo, la abrió y Alba vio un colgante en forma de corazón, llevaba una piedra roja en el centro. “Es hermoso Damián”. Ella le decía mientras acariciaba la joya.
“¿Entonces... aceptas?”
Alba se carcajeo. “La verdad es que pensé que ya lo éramos, bueno tenemos saliendo semanas, pero esto en verdad es una gran sorpresa y todo es hermoso gracias”.
Damián la tomó de las mejillas para quedar rostro a rostro. “Alba, te quiero desde el día en que te conocí en ese bar, no deje de pensar en ti desde esa noche, salí con otras, pero no pude sacarte de mi cabeza, cuando te llame y me di cuenta que el número ni siquiera existía maldije, tenía que buscarte, pensaba en contratar un investigador para dar contigo, pero el destino fue bueno conmigo y te encontré de nuevo en la fábrica”.
Ella se rio. “Perdón por lo del número equivocado, no te conocía y no tenía intenciones de ningún tipo de relación, quería centrarme en el negocio, pero estaba equivocada, como lo dices el destino era encontrarnos y amarnos”.
El tiempo transcurrió, el edifico se inauguró y fue renombrado ganando premios a la excelencia. Alba y Damián tenían una relación muy bonita, era tiempo de conocer a su familia, Damián ya conocía al padre de Alba, en ocasiones se encontraban en la fábrica cuando visitaba a su hija.Bajaron del coche juntos tomados de la mano. Alba estaba un poco nerviosa, temíaque no la aceptaran, Damián era viudo y su difunta esposa fue muy querida en la familia.Entraron y la pequeña Mariana apareció en el recibidor abrazando un pequeño unicornio de peluche, tenía unos tres años de edad, miraba a Alba detenidamente, Camila su nana estaba a un lado.Damián tomó de la mano a Alba aproximándose a Mariana. “Hola, princesa”.Mariana los observo. “Hola papi”.Damián se agacho a la altura de su hija mirá
Damián salió con Alba en su carro. “¿A dónde vamos?”.“Ya lo veras...” Él sonreía.“Ya dime, a donde”. Ella lo interrogaba.Él sonrió. “Tranquila, te va a gustar”.Viajaban por la carretera hasta llegar a un camino de terracería, al final se observaba un pequeño muelle que llevaba a una cabaña con grandes paredes de cristal, estaba construida sobre el lago, Damián estacionó el carro y bajo para ayudar a Alba con su vestido largo.“¿Este lugar, es tuyo?”. Alba examinaba todo alrededor.“Es de mi familia, mis padres vienen aquí cuando quieren tiempo para ellos”. La tomó de la mano para entrar.  
Damián trato de comunicarse con Alba, pero no h**o respuesta, habló con Diana y Valeria, pero tampoco tomaron sus llamadas. “Maldición”. Tiro el teléfono a la pared, no podía irse, tenía que terminar su trabajo en la ciudad. Cuatro días después Damián salía con sus maletas del aeropuerto Héctor ya lo esperaba. Le entrego el sobre donde estaban impresa las fotos. Damián está furioso, quien hizo esto lo pagaría caro. “Llévame a la fábrica”. Héctor termino de subir las maletas y subió al coche, al llegar entró fácilmente, la gente del lugar ya lo conocía y lo saludaban, subió a la oficina de Alba encontrándose con Valeria y Diana. Ambas se miraron. Damián las observo, también sabían del asunto. “¿Dónde está Alba?”. Valeria contestó molesta. "En su oficina, pero está ocupada”. Damián se rio y camino hacia la puerta, Valeria y Diana trataron de detenerlo, pero fue imposible, entraron los tres a la oficina, Alba levantó su cabeza al oír el e
Alba y Diana se miraron. Y Valeria rodo los ojos, entregando su celular a Alba. “No puedo creer que no las tengan ¡son evidencias!”. Negaba con la cabeza mientras les decía, Alba encontró una foto donde se mostraba mejor la cara de la mujer, la compararon con la foto. Y si era ella.La chica cambio su semblante y se asustó. “¿Qué quieren?”.Alba la miro. “¿Reconoces estas fotos?”. Le dijo mientras se la mostraba.La chica abrió mucho los ojos.Alba se enojó. “Dime, ¿Eres tú verdad?”.Ella ya asustada y con dolor ya que Valeria la tenia de los cabellos y del brazo asintió.Alba respiro profundo y preguntó. “¿Te acostaste con él?”.La chica negó con la cabeza sin hablar. Valeria apretó el agarre, “Di la verdad o te cortare esa bonita cara”.El
Días después Alba y Damián cenaban en un restaurante, las cosas iban bien, pero Alba todavía no aceptaba del todo a Damián, él prometió encontrar a los responsables, pero hasta ahora no había nada y todo era por que buscaban en el lugar equivocado. “¿Qué pasa Damián?, te notó distraído”. Alba lo miraba mientras comían, estaba muy serio. El suspiro y dejo sus cubiertos. “No he podido dar con la mujer de las fotos… Ni el hombre que habló conmigo en el bar”. Ella bajo su cabeza jugando con su comida y le dijo. “Ya no busques más, dejemos eso por la paz”. Damián la observo. “No puedo Alba, nosotros todavía no estamos bien y te prometí explicarte lo que paso”. Ella tomó un sorbo de su vino. “Se que no te acostaste con esa mujer, la encontré y la obligué a decirme la verdad…” Ella siguió comiendo. Damián extrañado le preguntó. “¿Por qué no me dijiste nada? ¿Dime donde esta, necesito saber la verdad?”. “No es necesario Damián… l
Benjamín frunció el ceño. “¿No crees que es extraño?” Se levantó del sillón. "Dijiste... desde el día que la déjate en su departamento”. "Si, ¿Por qué?” Damián lo miro extraño. “¿No recuerdas que ella te recogió en el bar?”. Damián se quedó pensativo, el alcohol hizo estragos en él, al día siguiente no recordó nada, solo despertó desnudo, pero había imágenes y fragmentos de un sueño en donde … Alba estuvo con él… < ¿Por qué se fue?>. Pensaba Damián. Reviso su teléfono y no había llamadas de Alba, intento comunicarse, pero está fuera de servicio, esto se le hizo extraño y llamo a la oficina, Valeria le dijo que estaba de viaje y no regresaría en una semana. Ella no quiso decirle a donde y Damián se enojó. Alba llego al aeropuerto un hombre mayor ya la esperaba con un letrero en sus manos. “Hola, soy Alba María”. Ella saludo al hombre cortésmente. “Buen día señorita mi jefe me pidió que la recogiera”. La ayudo con su maleta
No muy lejos de ahí, Álvaro disfrutaba de una tarde en la misma playa con una chica, giro y vio a Alba con un hombre, frunció el ceño y siguió espiándola por un rato más. Llamo a Damián. “¿Oye hermano que rayos hiciste?”. Estaba muy molesto, Alba le gusto el día que se conocieron en la fábrica, pero cuando se enteró que Damián la conoció primero y al parecer le gustaba le dejo el camino libre a su hermano, Ahora Alba estaba en una playa con otro hombre. Damián enojado. “¿Qué quieres Álvaro?, tengo mucho trabajo”. “Tanto trabajo, como para dejar que Alba este con otro hombre”. Damián se levantó de la silla. “¿De qué hablas? ¿La viste?”. “Si, estoy en Manzanillo te mandare los datos”. Álvaro colgó y camino hacia Alba, ella conversaba alegre con Ernesto. “Alba, que coincidencia”. Ambos giraron para ver a Álvaro y Alba solo negó con la cabeza. <De tantos lugares porque tenía que encontrárselo aquí, lo más probable es que Damián
Los días pasaron Alba trabajaba y en su tiempo libre preparaba todo para la boda junto a sus amigas, Estaban juntas en la tienda de vestidos, Alba buscaba su vestido perfecto, pero no encontraba el indicado, sus amigas negaban con la cabeza cada vestido que se probaba tampoco creían que fueran buenos. Diana miro a Valeria mientras Alba se probará otro vestido. “¿Cómo te fue en la cita con Benjamín?”. Valeria cerro los ojos asqueada. “Ni me lo recuerdes, aunque el sexo fue bueno, es un arrogante de primera un completo patán”. Diana la miraba divertida. “Si era arrogante y un patán porque te acostaste con él”. Valeria movió los hombros. “No me iba a perder semejante bombón”. Diana rodo los ojos y Alba negó con la cabeza. Valeria y Benjamín era tan parecidos y tan opuestos a la vez. Alba les preguntó. ¿Qué les parece este?”. Ambas amigas giraron para verla, era un vestido tipo princesa con escote en forma de corazón lleno de pedrería en l