Damián salió con Alba en su carro. “¿A dónde vamos?”.
“Ya lo veras...” Él sonreía.
“Ya dime, a donde”. Ella lo interrogaba.
Él sonrió. “Tranquila, te va a gustar”.
Viajaban por la carretera hasta llegar a un camino de terracería, al final se observaba un pequeño muelle que llevaba a una cabaña con grandes paredes de cristal, estaba construida sobre el lago, Damián estacionó el carro y bajo para ayudar a Alba con su vestido largo.
“¿Este lugar, es tuyo?”. Alba examinaba todo alrededor.
“Es de mi familia, mis padres vienen aquí cuando quieren tiempo para ellos”. La tomó de la mano para entrar.
El lugar era muy bonito y acogedor, una pequeña sala con dos sillones al centro, de lado izquierdo una cocina pequeña pero linda con las cosas necesarias para disfrutar de una comida, un comedor redondo y pequeño que estaba cerca de uno de los ventanales de la casa donde podías ver el gran lago, a la derecha de la sala una gran cama con sábanas blancas.
“Este lugar es muy bello Damián”. Alba le decía mientras acariciaba la mesa y los sillones.
Damián la tomó abrazándola de la cintura por atrás quedando con su rostro en el hombro. “Qué bueno que te guste, ven te mostrare el lago”.
Llegaron a uno de los ventanales salieron a un pequeño balcón donde se encontraban dos mecedoras de madera. Se observaba como la luna daba luz al gran lago donde el agua se movía con el viento.
Damián volvió abrazarla por detrás y empezó a besar su espalda lentamente mientras desabrochaba el cierre del vestido. Alba disfrutaba perdida en sus caricias, Damián dejo caer el vestido, ella estaba completamente desnuda, la tomó de la cintura quedando frente a ella besándola más candente, ella se abrazó a su cuello, Damián la cargo para llevarla a la cama colocándola debajo de él para seguir dándole besos por toda su piel. Fue una noche mágica para ambos.
Al despertar al día siguiente Alba sentía como Damián la besaba en todo el rostro, los besos no se detenían recorría su mandíbula, su cuello sus hombros, sus brazos, ella estaba completamente perdida en Damián, tomo su mano y beso cada uno de sus dedos despacio, ella lo miraba con una gran sonrisa mientras él seguía besando sus dedos hasta detenerse en el anular…
“Creo que aquí le falta algo señorita González…”
Ella seguía divertida. “¿Ha sí? ¿Qué cree que falte señor Alcántara?”.
Damián la miro con una gran sonrisa mientras colocaba un gran anillo de diamantes en su dedo, Alba sintió el anillo y miro su mano asombrada.
“Damián… esto…”
Él sonrió y le dijo. “Mira por la ventana”.
La ayudo a levantarse y cubrirse con la sabana de la cama, caminaron hacia la ventana para salir al balcón y Alba observo el lago, había muchas flores flotando por toda el agua alrededor de la casa.
Ella estaba extasiada. Giro para buscar a Damián y tenía una caja en las manos, dentro había un pastel de fresas con la frase “Te quieres casar conmigo”.
Era su postre favorito. “Damián…” Ella sonreía feliz.
“Entonces … ¿Quieres ser la señora Alcántara?”
Alba se lanzó a él casi tirando el pastel, Damián alcanzo a cargarla, dejo el pastel en la mesita para tomarla y que ella se enrollara en él. “Si, acepto casarme y ser la señora Alcántara”.
Damián abrazo a Alba más fuerte y empezó a besarla sin control llevándola a la cama de nuevo.
La noticia se esparció y Brenda estaba que le hervía la sangre tenía que alejar a Alba de Damián lo más pronto posible.
Damián salió de viaje, Alba no pudo acompañarlo por trabajo en su fábrica, ellos hablaban diario por la noche antes de dormir, un día Damián no llamó y ella no pudo comunicarse con él, fue extraño se quedó dormida en su cama esperando que él la llamara.
Al siguiente día Alba llegaba a la fábrica, tenía muchos pendientes y los revisaría con Valeria, entraron juntas a la oficina cuando sonó su teléfono.
“Debe ser Damián”. Le comentó a Valeria desbloqueando su teléfono y lo que encontró fue un mensaje con varias imágenes, recibió fotos de Damián desnudo con otra mujer.
Alba se quedó paralizada por un momento.
“¿Qué pasa Aly?”. Preguntó Valeria extrañada. Las lágrimas de Alba corrían por su rostro y se dejó caer en la silla solo susurro. “¿Por qué? ...”
Valeria tomó el teléfono y las vio… “No puede ser…” Miro a su amiga y la abrazo. “Lo siento Alba”.
Diana entro, para saludarlas, sonreía alegremente, pero al verlas cambio su rostro. “¿Por qué están así?”.
Valeria le entrego el celular y Diana vio las fotos. “Esto… esto no puede ser cierto Aly, debe haber una explicación”.
Alba miro a Diana. “Que más pruebas quieres, él me engaño, ayer estuve llamándolo y no contestó, es porque estaba con esa mujer”.
Damián, despertó en una habitación extraña, su cabeza dolía mucho, estaba desnudo no entendía que hacía en ese lugar, se levantó buscando su ropa y pertenencias para salir del lugar, su teléfono estaba apagado, lo encendió y verifico todas las llamadas, eran de su asistente y de Alba, llamó a Héctor que se quedó en México encargado de la oficina.
“¡Señor, al fin llama!”. Héctor se levantó de la silla conmocionado. “¿Dónde estaba?”.
Damián se apretó las cienes. “No sé porque desperté en una habitación de otro hotel”.
“Señor… ¿Usted estuvo con una mujer?”. Héctor le preguntó.
“No, no recuerdo nada ¿Por qué lo dices?”. Preguntó extrañado.
Héctor negó con la cabeza, la señorita Alba recibió fotografías de usted con una mujer”.
Damián se quedó un instante quieto en su lugar. “Yo no…” Trataba de recordar el día anterior.
“Sali al bar del restaurante con los clientes, solo tomé dos tragos… luego me despedí para quedarme en la barra… un hombre se acercó y me preguntó algo sentándose a mi lado y no recuerdo nada más”.
"Señor, le mandare las fotos para que las vea, le llegaron a la señorita hoy en la mañana".
Damián trato de comunicarse con Alba, pero no h**o respuesta, habló con Diana y Valeria, pero tampoco tomaron sus llamadas. “Maldición”. Tiro el teléfono a la pared, no podía irse, tenía que terminar su trabajo en la ciudad. Cuatro días después Damián salía con sus maletas del aeropuerto Héctor ya lo esperaba. Le entrego el sobre donde estaban impresa las fotos. Damián está furioso, quien hizo esto lo pagaría caro. “Llévame a la fábrica”. Héctor termino de subir las maletas y subió al coche, al llegar entró fácilmente, la gente del lugar ya lo conocía y lo saludaban, subió a la oficina de Alba encontrándose con Valeria y Diana. Ambas se miraron. Damián las observo, también sabían del asunto. “¿Dónde está Alba?”. Valeria contestó molesta. "En su oficina, pero está ocupada”. Damián se rio y camino hacia la puerta, Valeria y Diana trataron de detenerlo, pero fue imposible, entraron los tres a la oficina, Alba levantó su cabeza al oír el e
Alba y Diana se miraron. Y Valeria rodo los ojos, entregando su celular a Alba. “No puedo creer que no las tengan ¡son evidencias!”. Negaba con la cabeza mientras les decía, Alba encontró una foto donde se mostraba mejor la cara de la mujer, la compararon con la foto. Y si era ella.La chica cambio su semblante y se asustó. “¿Qué quieren?”.Alba la miro. “¿Reconoces estas fotos?”. Le dijo mientras se la mostraba.La chica abrió mucho los ojos.Alba se enojó. “Dime, ¿Eres tú verdad?”.Ella ya asustada y con dolor ya que Valeria la tenia de los cabellos y del brazo asintió.Alba respiro profundo y preguntó. “¿Te acostaste con él?”.La chica negó con la cabeza sin hablar. Valeria apretó el agarre, “Di la verdad o te cortare esa bonita cara”.El
Días después Alba y Damián cenaban en un restaurante, las cosas iban bien, pero Alba todavía no aceptaba del todo a Damián, él prometió encontrar a los responsables, pero hasta ahora no había nada y todo era por que buscaban en el lugar equivocado. “¿Qué pasa Damián?, te notó distraído”. Alba lo miraba mientras comían, estaba muy serio. El suspiro y dejo sus cubiertos. “No he podido dar con la mujer de las fotos… Ni el hombre que habló conmigo en el bar”. Ella bajo su cabeza jugando con su comida y le dijo. “Ya no busques más, dejemos eso por la paz”. Damián la observo. “No puedo Alba, nosotros todavía no estamos bien y te prometí explicarte lo que paso”. Ella tomó un sorbo de su vino. “Se que no te acostaste con esa mujer, la encontré y la obligué a decirme la verdad…” Ella siguió comiendo. Damián extrañado le preguntó. “¿Por qué no me dijiste nada? ¿Dime donde esta, necesito saber la verdad?”. “No es necesario Damián… l
Benjamín frunció el ceño. “¿No crees que es extraño?” Se levantó del sillón. "Dijiste... desde el día que la déjate en su departamento”. "Si, ¿Por qué?” Damián lo miro extraño. “¿No recuerdas que ella te recogió en el bar?”. Damián se quedó pensativo, el alcohol hizo estragos en él, al día siguiente no recordó nada, solo despertó desnudo, pero había imágenes y fragmentos de un sueño en donde … Alba estuvo con él… < ¿Por qué se fue?>. Pensaba Damián. Reviso su teléfono y no había llamadas de Alba, intento comunicarse, pero está fuera de servicio, esto se le hizo extraño y llamo a la oficina, Valeria le dijo que estaba de viaje y no regresaría en una semana. Ella no quiso decirle a donde y Damián se enojó. Alba llego al aeropuerto un hombre mayor ya la esperaba con un letrero en sus manos. “Hola, soy Alba María”. Ella saludo al hombre cortésmente. “Buen día señorita mi jefe me pidió que la recogiera”. La ayudo con su maleta
No muy lejos de ahí, Álvaro disfrutaba de una tarde en la misma playa con una chica, giro y vio a Alba con un hombre, frunció el ceño y siguió espiándola por un rato más. Llamo a Damián. “¿Oye hermano que rayos hiciste?”. Estaba muy molesto, Alba le gusto el día que se conocieron en la fábrica, pero cuando se enteró que Damián la conoció primero y al parecer le gustaba le dejo el camino libre a su hermano, Ahora Alba estaba en una playa con otro hombre. Damián enojado. “¿Qué quieres Álvaro?, tengo mucho trabajo”. “Tanto trabajo, como para dejar que Alba este con otro hombre”. Damián se levantó de la silla. “¿De qué hablas? ¿La viste?”. “Si, estoy en Manzanillo te mandare los datos”. Álvaro colgó y camino hacia Alba, ella conversaba alegre con Ernesto. “Alba, que coincidencia”. Ambos giraron para ver a Álvaro y Alba solo negó con la cabeza. <De tantos lugares porque tenía que encontrárselo aquí, lo más probable es que Damián
Los días pasaron Alba trabajaba y en su tiempo libre preparaba todo para la boda junto a sus amigas, Estaban juntas en la tienda de vestidos, Alba buscaba su vestido perfecto, pero no encontraba el indicado, sus amigas negaban con la cabeza cada vestido que se probaba tampoco creían que fueran buenos. Diana miro a Valeria mientras Alba se probará otro vestido. “¿Cómo te fue en la cita con Benjamín?”. Valeria cerro los ojos asqueada. “Ni me lo recuerdes, aunque el sexo fue bueno, es un arrogante de primera un completo patán”. Diana la miraba divertida. “Si era arrogante y un patán porque te acostaste con él”. Valeria movió los hombros. “No me iba a perder semejante bombón”. Diana rodo los ojos y Alba negó con la cabeza. Valeria y Benjamín era tan parecidos y tan opuestos a la vez. Alba les preguntó. ¿Qué les parece este?”. Ambas amigas giraron para verla, era un vestido tipo princesa con escote en forma de corazón lleno de pedrería en l
La limosina se detuvo, pero las mujeres estaban con los retoques del vestido que ni se dieron cuenta, después de unos minutos el chofer toco la ventana de las chicas. “Señoritas lo siento, pero el motor tiene problemas”. Las tres se miraron asombradas. “No me digas que es obra de esa bruja”. Decía Valeria muy molesta. Alba y las chicas salieron de la limosina, estaban en medio de una carretera no había taxis en ese lugar, solo pasaban camiones de carga y algunos coches, pero no se detenían. Diana angustiada preguntó. “¿Qué hacemos?”. Ni siquiera había señal para llamar. Alba miraban a la carretera, el chofer seguía revisando la limosina. A lo lejos vieron un tráiler, Alba y Valeria se miraron, pensando lo mismo. Diana las observo y vio el tráiler. “Oh no, no lo haremos”. Manoteaba negando la ocurrencia de sus amigas. Valeria le contestó. “¿Tienes otra idea?”. Diana se quedó en silencio y juntas le pidieron aventón al chofer, él
Mas tarde Damián y Alba conversaban con Benjamín y su acompañante. Alba sonreía cortésmente, pero la denominada Rubia plástica, no tenía un buen tema de conversación, solo hablaba de moda, zapatos y tendencias. Damián y Álvaro conversaban de negocios, estaba tan aburrida, Diana y Mario bailaban y buscaba a Valeria, pero no la encontró por ningún lado, después de mucho buscarla la vio salir de los baños detrás de ella estaba Álvaro se sonreían mutuamente. Valeria se acercó a ella. “Amiga al fin te encuentro, Felicidades”. Alba la abrazo. “Gracias, ¿Dónde estabas?”. Valeria miro a Álvaro. “Por ahí”. Alba no quiso preguntar más, se imaginaba que hacían juntos Valeria y Álvaro en el baño. Álvaro felicitó a Damián despidiéndose. “Bueno hermano yo me retiro, tengo una cita con una linda chica”. Giro para ver a Valeria y ella solo le sonrió. Benjamín era testigo de lo que hablaban y los miraba molesto, pero en realidad no sabía él por