Alba y Diana se miraron. Y Valeria rodo los ojos, entregando su celular a Alba. “No puedo creer que no las tengan ¡son evidencias!”. Negaba con la cabeza mientras les decía, Alba encontró una foto donde se mostraba mejor la cara de la mujer, la compararon con la foto. Y si era ella.
La chica cambio su semblante y se asustó. “¿Qué quieren?”.
Alba la miro. “¿Reconoces estas fotos?”. Le dijo mientras se la mostraba.
La chica abrió mucho los ojos.
Alba se enojó. “Dime, ¿Eres tú verdad?”.
Ella ya asustada y con dolor ya que Valeria la tenia de los cabellos y del brazo asintió.
Alba respiro profundo y preguntó. “¿Te acostaste con él?”.
La chica negó con la cabeza sin hablar. Valeria apretó el agarre, “Di la verdad o te cortare esa bonita cara”.
Ella lloraba de miedo. “No, solo me tome las fotos, una mujer me ofreció dinero y pago el vuelo de ida y vuelta, yo solo tenía que estar en la habitación y tomarme las fotos, pero no hicimos nada, el hombre estaba dormido”.
Valeria estaba furiosa. “¿Por qué lo hiciste? No te das cuenta que es un delito”.
Ella negó. "La mujer me dijo que era una broma para una amiga y yo necesitaba el dinero”.
Alba examino a la chica, era muy joven y por lo que vio es adicta y alcohólica este tipo de personas harían cualquier cosa por tener su vicio. “Suéltala Valeria”.
Su amiga no muy convencida la soltó y le dijo. “Dime como era la mujer”.
La chica les describió a la persona que le dio el dinero y los boletos, cuando la escucharon se miraron unas a otras diciendo en unisonó. “¡Brenda!”.
Alba le dio algo de dinero y le pidió que no dijera nada de lo ocurrido. Las tres salieron del bar.
“Esa arpía, cuando la tenga enfrente le voy a dar una golpiza que no se podrá levantar en una semana”. Decía Valeria enojadísima.
Alba negó. “No podemos hacer eso… la madre de Damián la quiere como una hija, recuerdan cuando les conté que Damián se había quejado de ella y como su madre la defendió a capa y espada”. Sus amigas sintieron.
Alba las miro. “Esto me lo cobro yo a mi manera, ya verán que se arrepiente de lo que hizo”.
Al día siguiente era sábado, Damián se despertó con resaca, estos días eran un infierno sin saber de Alba y sin nada de información de la mujer de las fotos.
Bajo a desayunar y Brenda estaba sentada ayudando a Mariana a comer, pero al parecer su hija no quería comer, con su dolor de cabeza y el llanto de su hija se molestó. “Mariana hazle caso a Brenda y come”. La pequeña agacho su cabecita en silencio.
Brenda se levantó aproximándose a Damián que se frotaba la cara de dolor.
“Tranquilo Damián es solo una niña te traeré un analgésico para la resaca”. Giro un poco para mirar a la niña y la pequeña se asustó salió corriendo a su habitación, Camila se fue detrás de ella.
Damián negaba con la cabeza, Brenda regreso y le entrego la pastilla y un vaso de agua acercándose mucho a él, tocando levemente su pecho.
Alba entró junto con la ama de llaves y presencio la escena, levantó una ceja y trato de fingir una sonrisa lo más que pudo. <Esta maldita mujer…> pensaba por dentro.
Damián levantó la mirada y la vio en ese instante aventó a Brenda a un lado para acercarse.
“¿Alba que haces aquí?”. Él estaba encantado de tenerla en casa después de muchos días de no verla.
“Vine a ver a Mariana, espero no te moleste”. Alba le sonreía coquetamente.
Damián sonreía alegre. “Claro que no, ella está en su habitación, te acompaño”.
Los dos empezaron a subir las escaleras, pero recordó que Brenda estaba ahí giro y le dijo. “Brenda gracias por venir, pero te dije que no era necesario, puedes irte”.
Brenda se quedó en su lugar y los vio subir, Damián abrazaba de la cintura a Alba. < ¿Pero qué paso?> Estaba furiosa mientras pensaba.
Después de una hora los tres bajaron con Mariana y Damián ya cambiados. Brenda seguía en la sala sentada esperando a que Damián bajara, cuando se encontraron de nuevo Alba la miro <Que no le dijo Damián que se fuera>. Pensaba.
Damián frunció el ceño. “¿Por qué todavía estas aquí?”.
Ella se levantó. “Te dolía la cabeza quería saber si ya estabas mejor”.
Alba sonrió. “No te preocupes a partir de hoy yo los cuidare, puedes seguir con tu vida…”
Brenda se quedó en silencio, esta furiosa. Alba la miro y giro para ver a Damián. “Ve por el auto yo me quedo con Brenda". Damián salió con su hija en brazos.
Alba espero a que se fuera Damián y miro a Brenda. “Tu farsa y las fotos no me van a separar de Damián, será mejor que te alejes de él”
Brenda la reto. “¿Porqué?”.
Alba se rio sarcásticamente. “¿Por qué él nunca te va hacer caso, nunca lo tendrás y porque es mío”. Se giro y salió de la casa.
Brenda se quedó parada en la sala y solo dijo. “Ya lo veremos”.
Los tres disfrutaron de la tarde juntos, Alba aún estaba molesta con Damián y trato de estar tranquila y disfrutar, llegaron a un parque y ambos veían Mariana jugar en los columpios sentados en una banca con distancia entre ellos. Damián coloco sus brazos en el respaldo y con sus dedos acariciaba el hombro de Alba.
La miraba detenidamente, mientras ella solo observaba a Mariana. “Te extraño mucho Alba…”
Ella giro su cabeza para verlo. “Yo también Damián, pero esto que paso me dolió mucho".
Damián se acercó tomando su barbilla. “Dame la oportunidad de volver a conquistarte”.
Alba se acercó y beso su mejilla. “Está bien, tienes una oportunidad no la desperdicies…”
Damián la tomó de las mejillas y la beso apasionadamente se retiró solo un poco pegando las frentes fue cuando se escuchó un sonido “¡Iugh!”. era Mariana que le daba asco como se besaban, ellos solo sonrieron y Damián la cargo. “Para usted también tengo señorita”. y empezó a besarla toda haciéndole cosquillas, la niña gritaba feliz a Alba que la salvara.
Días después Alba y Damián cenaban en un restaurante, las cosas iban bien, pero Alba todavía no aceptaba del todo a Damián, él prometió encontrar a los responsables, pero hasta ahora no había nada y todo era por que buscaban en el lugar equivocado. “¿Qué pasa Damián?, te notó distraído”. Alba lo miraba mientras comían, estaba muy serio. El suspiro y dejo sus cubiertos. “No he podido dar con la mujer de las fotos… Ni el hombre que habló conmigo en el bar”. Ella bajo su cabeza jugando con su comida y le dijo. “Ya no busques más, dejemos eso por la paz”. Damián la observo. “No puedo Alba, nosotros todavía no estamos bien y te prometí explicarte lo que paso”. Ella tomó un sorbo de su vino. “Se que no te acostaste con esa mujer, la encontré y la obligué a decirme la verdad…” Ella siguió comiendo. Damián extrañado le preguntó. “¿Por qué no me dijiste nada? ¿Dime donde esta, necesito saber la verdad?”. “No es necesario Damián… l
Benjamín frunció el ceño. “¿No crees que es extraño?” Se levantó del sillón. "Dijiste... desde el día que la déjate en su departamento”. "Si, ¿Por qué?” Damián lo miro extraño. “¿No recuerdas que ella te recogió en el bar?”. Damián se quedó pensativo, el alcohol hizo estragos en él, al día siguiente no recordó nada, solo despertó desnudo, pero había imágenes y fragmentos de un sueño en donde … Alba estuvo con él… < ¿Por qué se fue?>. Pensaba Damián. Reviso su teléfono y no había llamadas de Alba, intento comunicarse, pero está fuera de servicio, esto se le hizo extraño y llamo a la oficina, Valeria le dijo que estaba de viaje y no regresaría en una semana. Ella no quiso decirle a donde y Damián se enojó. Alba llego al aeropuerto un hombre mayor ya la esperaba con un letrero en sus manos. “Hola, soy Alba María”. Ella saludo al hombre cortésmente. “Buen día señorita mi jefe me pidió que la recogiera”. La ayudo con su maleta
No muy lejos de ahí, Álvaro disfrutaba de una tarde en la misma playa con una chica, giro y vio a Alba con un hombre, frunció el ceño y siguió espiándola por un rato más. Llamo a Damián. “¿Oye hermano que rayos hiciste?”. Estaba muy molesto, Alba le gusto el día que se conocieron en la fábrica, pero cuando se enteró que Damián la conoció primero y al parecer le gustaba le dejo el camino libre a su hermano, Ahora Alba estaba en una playa con otro hombre. Damián enojado. “¿Qué quieres Álvaro?, tengo mucho trabajo”. “Tanto trabajo, como para dejar que Alba este con otro hombre”. Damián se levantó de la silla. “¿De qué hablas? ¿La viste?”. “Si, estoy en Manzanillo te mandare los datos”. Álvaro colgó y camino hacia Alba, ella conversaba alegre con Ernesto. “Alba, que coincidencia”. Ambos giraron para ver a Álvaro y Alba solo negó con la cabeza. <De tantos lugares porque tenía que encontrárselo aquí, lo más probable es que Damián
Los días pasaron Alba trabajaba y en su tiempo libre preparaba todo para la boda junto a sus amigas, Estaban juntas en la tienda de vestidos, Alba buscaba su vestido perfecto, pero no encontraba el indicado, sus amigas negaban con la cabeza cada vestido que se probaba tampoco creían que fueran buenos. Diana miro a Valeria mientras Alba se probará otro vestido. “¿Cómo te fue en la cita con Benjamín?”. Valeria cerro los ojos asqueada. “Ni me lo recuerdes, aunque el sexo fue bueno, es un arrogante de primera un completo patán”. Diana la miraba divertida. “Si era arrogante y un patán porque te acostaste con él”. Valeria movió los hombros. “No me iba a perder semejante bombón”. Diana rodo los ojos y Alba negó con la cabeza. Valeria y Benjamín era tan parecidos y tan opuestos a la vez. Alba les preguntó. ¿Qué les parece este?”. Ambas amigas giraron para verla, era un vestido tipo princesa con escote en forma de corazón lleno de pedrería en l
La limosina se detuvo, pero las mujeres estaban con los retoques del vestido que ni se dieron cuenta, después de unos minutos el chofer toco la ventana de las chicas. “Señoritas lo siento, pero el motor tiene problemas”. Las tres se miraron asombradas. “No me digas que es obra de esa bruja”. Decía Valeria muy molesta. Alba y las chicas salieron de la limosina, estaban en medio de una carretera no había taxis en ese lugar, solo pasaban camiones de carga y algunos coches, pero no se detenían. Diana angustiada preguntó. “¿Qué hacemos?”. Ni siquiera había señal para llamar. Alba miraban a la carretera, el chofer seguía revisando la limosina. A lo lejos vieron un tráiler, Alba y Valeria se miraron, pensando lo mismo. Diana las observo y vio el tráiler. “Oh no, no lo haremos”. Manoteaba negando la ocurrencia de sus amigas. Valeria le contestó. “¿Tienes otra idea?”. Diana se quedó en silencio y juntas le pidieron aventón al chofer, él
Mas tarde Damián y Alba conversaban con Benjamín y su acompañante. Alba sonreía cortésmente, pero la denominada Rubia plástica, no tenía un buen tema de conversación, solo hablaba de moda, zapatos y tendencias. Damián y Álvaro conversaban de negocios, estaba tan aburrida, Diana y Mario bailaban y buscaba a Valeria, pero no la encontró por ningún lado, después de mucho buscarla la vio salir de los baños detrás de ella estaba Álvaro se sonreían mutuamente. Valeria se acercó a ella. “Amiga al fin te encuentro, Felicidades”. Alba la abrazo. “Gracias, ¿Dónde estabas?”. Valeria miro a Álvaro. “Por ahí”. Alba no quiso preguntar más, se imaginaba que hacían juntos Valeria y Álvaro en el baño. Álvaro felicitó a Damián despidiéndose. “Bueno hermano yo me retiro, tengo una cita con una linda chica”. Giro para ver a Valeria y ella solo le sonrió. Benjamín era testigo de lo que hablaban y los miraba molesto, pero en realidad no sabía él por
Álvaro se estacionó afuera del departamento de Valeria. “Gracias por traerme, nos veremos después”. Ella alcanzo la perilla de la puerta, pero Álvaro la detuvo. “Podemos volver a vernos”. Valeria lo observo. “Claro, llámame y saldremos algún lado”. Le dijo, recordando que fueron las mismas palabras que le dijo a Benjamín, pero él nunca la llamó. Alba y Damián salieron al aeropuerto dos días después, su luna de miel seria en Paris, disfrutarían del hermoso lugar durante dos semanas. Valeria se quedó a cargo de la fábrica y Álvaro de la empresa. Esas semanas Álvaro salió con Valeria un par de veces, un día disfrutaban de una deliciosa cena en un lujoso restaurante, la conversación era entretenida de vez en cuando ella reía de las ocurrencias de Álvaro. Ahí mismo Benjamín también comía con una mujer, pero la conversación era aburrida, ella hablaba de marcas de lujo y del dinero que tenían ciertas familias, estaba cansándose de ella. Miro de reojo
Pasaron dos semanas y la casa todavía no estaba lista, Brenda visitaba a diario a su madrina y tenía encuentros con Alba, pero su suegra siempre defendía a su ahijada , Alba quedaba mal en las situaciones y Brenda disfrutaba de esto, Damián regreso del trabajo temprano, quería cenar con su esposa y su familia, después del viaje el trabajo se acumuló y no tenía mucho tiempo para estar con Alba, entro a la casa, vio a Brenda y su madre muy sonrientes en la sala, las saludo subiendo a su habitación. Al entrar estaba todo obscuro en la cama Alba recostada dormida, él se recostó en la cama abrazando a Alba por la cintura, ella solo estaba medio dormida abrió sus ojos y le sonrió. “Llegas temprano”. Damián la beso. “Si, quería cenar con mi esposa y la familia, lo siento he tenido muchos pendientes”. Ella asintió besándolo. Damián acomodo su cabello para observar más su rostro. “Vamos a bañarnos para bajar a cenar”. Damián se levantó y la cargo para llevarla