Días después Alba y Damián cenaban en un restaurante, las cosas iban bien, pero Alba todavía no aceptaba del todo a Damián, él prometió encontrar a los responsables, pero hasta ahora no había nada y todo era por que buscaban en el lugar equivocado.
“¿Qué pasa Damián?, te notó distraído”. Alba lo miraba mientras comían, estaba muy serio.
El suspiro y dejo sus cubiertos. “No he podido dar con la mujer de las fotos… Ni el hombre que habló conmigo en el bar”.
Ella bajo su cabeza jugando con su comida y le dijo. “Ya no busques más, dejemos eso por la paz”.
Damián la observo. “No puedo Alba, nosotros todavía no estamos bien y te prometí explicarte lo que paso”.
Ella tomó un sorbo de su vino. “Se que no te acostaste con esa mujer, la encontré y la obligué a decirme la verdad…” Ella siguió comiendo.
Damián extrañado le preguntó. “¿Por qué no me dijiste nada? ¿Dime donde esta, necesito saber la verdad?”.
“No es necesario Damián… la encontramos en un bar, Valeria, Diana y yo, la interrogamos Y nos dijo que una mujer le pago para hacerlo”.
“¿Que mujer? ¿Te dijo quién era?”.
Alba lo miro. “Esa mujer que está en las fotos contigo vive de vicios, le pagaron para hacer todo el teatro y no recuerda quien, quiero que dejemos eso y sigamos adelante”.
Damián no se quedó muy convencido, le pidió a Héctor que investigara en el bar, ellos salieron del restaurante y subieron al carro, Damián estaba molesto, < ¿Por qué Alba no le había contado nada hasta ahora?> Pensaba.
“Te llevare a tu casa”. Le dijo serio.
Alba lo miro y le dijo que se detuviera para hablar.
Damián no le hizo caso y discutieron en el camino, cuando llegaron al departamento de Alba ella se bajó y Damián se fue. Alba solo se apretó las cienes, estaba cansada y no pensó que se molestara tanto.
En el bar Damián tomaba los tragos como si fuera agua. “Cálmate amigo, ¿Que te tiene así?”. Benjamín le quito el vaso.
Damián solo susurro. “Alba…”
“Creí que las cosas iban bien, ¿Ahora que paso?”. Benjamín dijo sentándose a su lado.
“Me oculto algo importante, la mujer, esa de las fotos, ella sabe quién es y no me lo dijo”.
“Ella debe tener una razón para hacerlo”. Benjamín lo miro.
Damián siguió bebiendo hasta quedar alcoholizado, Benjamín llamó a Alba para preguntarle si dejaba a Damián en las habitaciones del bar o vendría por él.
Alba que ya estaba en la cama, se cambió y salió rumbo al bar. Cuando llego Benjamín ya la esperaba.
“¿Dónde está?” Le preguntó Alba.
Benjamín la guio. “Sigue en la cabina”.
Alba entro en la cabina y encontró a Damián dormido recostado en el sillón. Benjamín la ayudo a llevarlo al carro, Alba le agradeció saliendo del lugar.
Lo llevo a su departamento, ella intento despertarlo, pero era imposible, se acercó al edificio y le pidió al portero que la ayudara, Damián era mucho más alto que ella y era pesado.
Al llegar a su piso lo recostaron en la cama, ella agradeció la ayuda, acompaño al portero a la puerta regresando a la habitación, le quito los zapatos y empezó a desabotonar su camisa para que estuviera más cómodo.
Ella se asustó cuando Damián le agarro la mano fuerte. “Tú maldita mujer… te voy a encontrar… y pagaras lo que hiciste…” El balbuceaba mientras estaba medio dormido y borracho.
“Damián, soy Alba”. Quería que la soltara de su fuerte agarre.
La observo. “Eres... Alba… mi Aly…”
“Si soy tu Aly, ¿Puedes soltarme?”.
Damián la soltó y tomó su mejilla. “Mi Aly… esa mujer va a pagar por hacerte llorar… la voy a destruir… nadie se mete con Damián Alcántara mucho menos... con mi Aly”.
Alba estaba un poco asustada, la forma en que lo decía… le daba miedo este Damián vengativo.
“Damián, dejémoslo ya en paz, ahora estamos juntos y nadie nos va a separar”.
Damián soltó su mejilla y paso su dedo por el cuello y el pecho de Alba. “Eres tan hermosa… Nadie puede tocarte ni un cabello…”
Alba estaba quieta escuchaba atentamente a Damián, la acerco para besarla, arrastrandola a la cama, no habían tenido sexo desde el viaje que hizo Damián, ambos se entregaron a la pasión de la noche, pero esta vez fue agresivo con ella, estaba molesto y alcoholizado, cuando él se quedó dormido, Alba se levantó vistiendose y salio del departamento, estaba un poco incomoda por las palabras y la forma que se comportó de Damián.
Dos días pasaron y Damián no se comunicó con ella, Alba estaba triste, nunca imagino que él lo tomara tan mal. Valeria y Diana entraron a la oficina.
Valeria se acercó. “¿Nada de Damián?”.
Alba negó.
Diana trato de animarla. “Y si le dices todo, que fue Brenda y que no querías decirle para no hacer conflictos entre él y su madre”.
“No cambiare de opinión, esperare a que se le pase”.
Valeria la miro. “¿Y si no se le pasa?”.
Alba suspiro. “Ya veré que hago, por lo pronto tenemos que terminar los nuevos diseños, tenemos mucho trabajo pendiente”.
Valeria le comentó. “Por cierto... mañana debes ir a Manzanillo, la inmobiliaria Vasco te estará esperando con el proyecto”.
Alba se apretó las cienes. “Lo había olvidado, iré a casa por mi maleta, pide los boletos para mañana temprano”.
“Ok, les avisare, ellos ofrecieron una habitación en casa del señor Vasco y su familia, te recogerán en el aeropuerto”.
Al dia siguiente Alba esta apuntó de subir al avión, llamó a Damián y él no contestó, ella subió al avión completamente desanimada.
Benjamín llego a la oficina de Damián. “No te he visto desde el día que te emborrachaste”.
Damián lo miro desanimado. “Tengo mucho trabajo y Álvaro está de viaje, necesito terminarlo”.
“Y… ¿Que paso con Alba?”. Benjamín preguntó sirviéndose un trago del minibar.
“No he tenido oportunidad de hablar con ella desde que la deje en su casa y no me ha llamado”.
Benjamín frunció el ceño. “¿No crees que es extraño?” Se levantó del sillón. "Dijiste... desde el día que la déjate en su departamento”. "Si, ¿Por qué?” Damián lo miro extraño. “¿No recuerdas que ella te recogió en el bar?”. Damián se quedó pensativo, el alcohol hizo estragos en él, al día siguiente no recordó nada, solo despertó desnudo, pero había imágenes y fragmentos de un sueño en donde … Alba estuvo con él… < ¿Por qué se fue?>. Pensaba Damián. Reviso su teléfono y no había llamadas de Alba, intento comunicarse, pero está fuera de servicio, esto se le hizo extraño y llamo a la oficina, Valeria le dijo que estaba de viaje y no regresaría en una semana. Ella no quiso decirle a donde y Damián se enojó. Alba llego al aeropuerto un hombre mayor ya la esperaba con un letrero en sus manos. “Hola, soy Alba María”. Ella saludo al hombre cortésmente. “Buen día señorita mi jefe me pidió que la recogiera”. La ayudo con su maleta
No muy lejos de ahí, Álvaro disfrutaba de una tarde en la misma playa con una chica, giro y vio a Alba con un hombre, frunció el ceño y siguió espiándola por un rato más. Llamo a Damián. “¿Oye hermano que rayos hiciste?”. Estaba muy molesto, Alba le gusto el día que se conocieron en la fábrica, pero cuando se enteró que Damián la conoció primero y al parecer le gustaba le dejo el camino libre a su hermano, Ahora Alba estaba en una playa con otro hombre. Damián enojado. “¿Qué quieres Álvaro?, tengo mucho trabajo”. “Tanto trabajo, como para dejar que Alba este con otro hombre”. Damián se levantó de la silla. “¿De qué hablas? ¿La viste?”. “Si, estoy en Manzanillo te mandare los datos”. Álvaro colgó y camino hacia Alba, ella conversaba alegre con Ernesto. “Alba, que coincidencia”. Ambos giraron para ver a Álvaro y Alba solo negó con la cabeza. <De tantos lugares porque tenía que encontrárselo aquí, lo más probable es que Damián
Los días pasaron Alba trabajaba y en su tiempo libre preparaba todo para la boda junto a sus amigas, Estaban juntas en la tienda de vestidos, Alba buscaba su vestido perfecto, pero no encontraba el indicado, sus amigas negaban con la cabeza cada vestido que se probaba tampoco creían que fueran buenos. Diana miro a Valeria mientras Alba se probará otro vestido. “¿Cómo te fue en la cita con Benjamín?”. Valeria cerro los ojos asqueada. “Ni me lo recuerdes, aunque el sexo fue bueno, es un arrogante de primera un completo patán”. Diana la miraba divertida. “Si era arrogante y un patán porque te acostaste con él”. Valeria movió los hombros. “No me iba a perder semejante bombón”. Diana rodo los ojos y Alba negó con la cabeza. Valeria y Benjamín era tan parecidos y tan opuestos a la vez. Alba les preguntó. ¿Qué les parece este?”. Ambas amigas giraron para verla, era un vestido tipo princesa con escote en forma de corazón lleno de pedrería en l
La limosina se detuvo, pero las mujeres estaban con los retoques del vestido que ni se dieron cuenta, después de unos minutos el chofer toco la ventana de las chicas. “Señoritas lo siento, pero el motor tiene problemas”. Las tres se miraron asombradas. “No me digas que es obra de esa bruja”. Decía Valeria muy molesta. Alba y las chicas salieron de la limosina, estaban en medio de una carretera no había taxis en ese lugar, solo pasaban camiones de carga y algunos coches, pero no se detenían. Diana angustiada preguntó. “¿Qué hacemos?”. Ni siquiera había señal para llamar. Alba miraban a la carretera, el chofer seguía revisando la limosina. A lo lejos vieron un tráiler, Alba y Valeria se miraron, pensando lo mismo. Diana las observo y vio el tráiler. “Oh no, no lo haremos”. Manoteaba negando la ocurrencia de sus amigas. Valeria le contestó. “¿Tienes otra idea?”. Diana se quedó en silencio y juntas le pidieron aventón al chofer, él
Mas tarde Damián y Alba conversaban con Benjamín y su acompañante. Alba sonreía cortésmente, pero la denominada Rubia plástica, no tenía un buen tema de conversación, solo hablaba de moda, zapatos y tendencias. Damián y Álvaro conversaban de negocios, estaba tan aburrida, Diana y Mario bailaban y buscaba a Valeria, pero no la encontró por ningún lado, después de mucho buscarla la vio salir de los baños detrás de ella estaba Álvaro se sonreían mutuamente. Valeria se acercó a ella. “Amiga al fin te encuentro, Felicidades”. Alba la abrazo. “Gracias, ¿Dónde estabas?”. Valeria miro a Álvaro. “Por ahí”. Alba no quiso preguntar más, se imaginaba que hacían juntos Valeria y Álvaro en el baño. Álvaro felicitó a Damián despidiéndose. “Bueno hermano yo me retiro, tengo una cita con una linda chica”. Giro para ver a Valeria y ella solo le sonrió. Benjamín era testigo de lo que hablaban y los miraba molesto, pero en realidad no sabía él por
Álvaro se estacionó afuera del departamento de Valeria. “Gracias por traerme, nos veremos después”. Ella alcanzo la perilla de la puerta, pero Álvaro la detuvo. “Podemos volver a vernos”. Valeria lo observo. “Claro, llámame y saldremos algún lado”. Le dijo, recordando que fueron las mismas palabras que le dijo a Benjamín, pero él nunca la llamó. Alba y Damián salieron al aeropuerto dos días después, su luna de miel seria en Paris, disfrutarían del hermoso lugar durante dos semanas. Valeria se quedó a cargo de la fábrica y Álvaro de la empresa. Esas semanas Álvaro salió con Valeria un par de veces, un día disfrutaban de una deliciosa cena en un lujoso restaurante, la conversación era entretenida de vez en cuando ella reía de las ocurrencias de Álvaro. Ahí mismo Benjamín también comía con una mujer, pero la conversación era aburrida, ella hablaba de marcas de lujo y del dinero que tenían ciertas familias, estaba cansándose de ella. Miro de reojo
Pasaron dos semanas y la casa todavía no estaba lista, Brenda visitaba a diario a su madrina y tenía encuentros con Alba, pero su suegra siempre defendía a su ahijada , Alba quedaba mal en las situaciones y Brenda disfrutaba de esto, Damián regreso del trabajo temprano, quería cenar con su esposa y su familia, después del viaje el trabajo se acumuló y no tenía mucho tiempo para estar con Alba, entro a la casa, vio a Brenda y su madre muy sonrientes en la sala, las saludo subiendo a su habitación. Al entrar estaba todo obscuro en la cama Alba recostada dormida, él se recostó en la cama abrazando a Alba por la cintura, ella solo estaba medio dormida abrió sus ojos y le sonrió. “Llegas temprano”. Damián la beso. “Si, quería cenar con mi esposa y la familia, lo siento he tenido muchos pendientes”. Ella asintió besándolo. Damián acomodo su cabello para observar más su rostro. “Vamos a bañarnos para bajar a cenar”. Damián se levantó y la cargo para llevarla
La acomodaron en una de las sillas y la sirvienta llamó al médico. Damián estaba asustado, su madre siempre fue muy sana. “¿Qué pasa mamá?, ¿Que molestias tienes?”. Margarita fingió el dolor. “Me duele el pecho”. Minutos después el medico revisaba a la señora en su habitación. Ella estaba nerviosa y muy agitada, no quería que supieran que estaba fingiendo. Don José y Damián la miraban en silencio angustiados, ella realmente se sentía mal por mentirles, pero era la única forma de que Damián se quedara. El doctor giro para mirar a los dos hombres. “La señora ha estado muy agitada eso afectara su corazón en determinado tiempo, traten de que este tranquila y en un ambiente cómodo, les pediré que la lleven al hospital a un chequeo completo”. Ellos atentos escucharon y aceptaron, el señor José acompaño al médico a la salida y Damián se quedó con ella. “¿Qué pasa mamá porque estas nerviosa y ansiosa?”. Ella miro la puerta para que su esposo no escuch