Sentados todos en la gran sala de la casa, conversaban tranquilamente de noticas del negocio y la sociedad, Mariana se rasco sus ojitos y bostezó.
“Llevare a esta princesa a la cama”. Damián se levantó y la cargo caminando hacia las escaleras.
“¿Puedo acompañarte?” Brenda se levantó preguntando.
Mariana tembló abrazando más fuerte a su padre con miedo. Damián asintió y ella junto a Camila lo siguieron.
Cuando llegaron a la habitación sonó el teléfono de Damián, era una llamada importante se disculpó, colocando a Mariana en la cama y salió de la habitación.
Brenda se acercó a la niña comportándose amablemente. “Te ayudare a ponerte tu pijama”.
Mariana negó con su cabecita y Camila se acercó. “Yo lo hago, es mi obligación señorita Brenda”.
Subió el tono de su voz amenazando. “¡Dije que lo hare yo!, no escuchas estúpida”.
Camila camino hacia atrás viendo a la pequeña asustada. Le dolía en el alma como esta mujer trataba a la niña, nadie en la casa sospechaba que Brenda no era una buena mujer, solo la señora Alba fue testigo de cómo las trataba y las defendía.
Alba le prohibió volver a acercarse a Mariana y a Camila si no estaba alguien presente, no podía hacer más porque Brenda era muy querida por Margarita su suegra que desgraciadamente no tenían buena relación por las mentiras que Brenda le decía, Camila estimaba mucho a Alba, era una buena mujer y sabía que era inocente.
Damián perdió la llamada y regreso a la habitación, alcanzo a escuchar a Brenda y un pequeño sollozo de su hija, apretó los puños y recordó lo que una vez Alba le dijo –Nunca dejes a Mariana a solas con Brenda- él entro en la habitación y sus ojos se posaron en su hija.
Brenda se recompuso, le regalo una sonrisa a Damián y le dijo. “Tiene un poco de miedo de dormir por la noche, le dije que le contare un cuento y dormirá tranquila, ¿Verdad Cariño?”. Brenda miraba a Mariana y ella asintió con miedo.
Damián volteo con Camila y ella solo bajo su mirada también asustada y preocupada.
“Es tarde, déjame llevarte a tu casa, Camila le contara un cuento”.
Brenda asintió y le dio un beso a la niña, Mariana se estremeció de nuevo, salieron de la habitación y Camila cerró la puerta. La pequeña corrió a los brazos de su nana sollozando bajito. “Camila ¿Dónde está mamá Aly? ¿Ya no me quiere? ¿Porque se fue?”.
“Mi niña ya no llores por favor, ella tuvo que irse, algún día regresará y estará con nosotras”. Camila la arrullo hasta que se quedó dormida.
Damián llevo a Brenda a su casa, era un departamento de lujo que la familia Alcántara les prestó a ella y a su madre Martina Rodríguez para vivir.
La madre de Damián la señora Margarita y Martina madre de Brenda, eran amigas desde la adolescencia, Margarita estimaba mucho a Martina, cuando quedo embarazada de Brenda y el novio la abandono, Margarita la apoyo apadrinando a Brenda todos estos años, siempre deseo tener una hija, pero solo pudo dar a luz a dos varones, Damián y Álvaro.
Llegaron a la puerta del edifico. “Gracias Damián, sigues siendo todo un caballero”. Beso la mejilla de Damián, pero el solo hizo una mueca.
Brenda lo vio, pero aguanto el enfado. “Iré a verte mañana a la oficina para almorzar”.
Él contestó serio. “No es necesario, debes acompañar a Martina ahora que mi madre no está”.
Ella asintió no muy convencida. “Solo quiero hacerte compañía, tu sabes lo importante que eres para mí...”
El frunció el ceño. “Ya hemos hablado de esto, yo te veo como mi hermana y siempre será así”.
Brenda lo observo. “Lo sé, pero me gustaría que con el tiempo puedas verme de otra manera”.
El ya no le contestó, esta charla ya la habían tenido antes en varias ocasiones.
Brenda observo como el carro se aleja, entró al departamento y su madre la esperaba.
“¿Niña dónde estabas? La señora Ruiz me habló sobre su sobrino, acaba de llegar del extranjero y busca una esposa”.
Brenda molesta se dejo caer en el sillón. “Martina, ya no busques, voy a conquistar a Damián ahora que la odiosa de Alba no está”.
Martina negaba. “Eres tan terca, ese hombre nunca te ha visto como mujer”.
Ella le gritó enojada. “Cállate Martina, maldita sea, hare que Damián se arrodille ante mí, ya lo veras”. Se levantó y entró a su cuarto azotando la puerta.
Martina negaba tristemente. Brenda había crecido junto a ella y Margarita, pero su amiga siempre la consintió mucho al grado de que ya ni siquiera la respetaba, se avergonzaba de tenerla como madre, solo fingía quererla en público.
Brenda creía que pertenecía a la alta sociedad, era soberbia y malvada, pero fingía ser buena con la familia Alcántara en especial con Margarita la difunta.
Ya en su habitación maldecía a su madre tirando las cosas de la habitación también estaba molesta por que Damián no la queria cerca.
Tantas veces trató de conquistarlo, se metió en su cama desnuda y él la rechazo, Brenda alejaba de distintas formas a las mujeres con las que Damián salía.
Hasta que Damián conoció a su primera esposa, con ella le fue imposible separarlos, cuando se entero de que se casarían, estaba muy molesta, los dejo ser felices durante un año.
Mariana quedo embarazada y Brenda no podía permitir que ella llevara un hijo de Damián, creía que solo ella era digna, por todo el amor que le tenía, después de que naciera la pequeña Mariana que fue nombrada como su madre, Brenda arreglo los frenos de la mujer, causando el accidente donde murió, dejando a la pequeña Mariana de meses de nacida.
Brenda era una mujer fría y calculadora, soberbia, pero todo esto también fue culpa de la señora Margarita, quien le decía constantemente que desearía que ella fuera la esposa de Damián, que ella era la nuera perfecta, Brenda creció con esa idea desde que tiene memoria.
Damián regreso a la mansión, abrió despacio la puerta de la habitación de su hija y observo como dormía, Camila estaba recostada durmiendo en un sillón cerca de la cama de Mariana. Ella sintió la presencia de alguien y abrió sus ojos observo a su jefe que la miraba.“Camila, ven conmigo al despacho”. Él se giró y salió en silencio.Camila se levantó nerviosa, acomodo las sabanas de la pequeña cubriéndola y salió detrás de él, entrando en la habitación. Damián estaba serio sentado en el gran escritorio miraba a Camila.“¿Tú sabes porque mi hija le tiene tanto miedo a Brenda?”. Examinaba su rostro.Ella lo miro por un momento y bajo su cabeza, ya no estaba Alba que siempre la defendía, ahora peligraba su trabajo y lo que mas le dolía es alejarse de la pequeña Mar
Las chicas regresaron a la mesa. “Aly que aburrida, ¿Porque no bailas con los chicos que te invitan?”. Le decía Valeria quien seguía bailando al ritmo de la música.Diana la miro. “Vamos Aly, es noche de diversión, disfruta con nosotras”.Alba se rio y apunto a Diana. “Tu deberías de tranquilizarte, Mario es tan celoso que lo creo capaz de estar por aquí escondido vigilándote, mientras tú bailas con esos chicos”.Diana rodo los ojos. “Déjame disfrutar esta noche, que hace tanto que no me divertía”.Valeria negó con la cabeza. “Alba no seas aguafiestas recordando al susodicho”. Giro para ver la pista y un chico la miraba sonriéndole, era alto y fornido lleno de tatuajes, se mordió el labio y le sonrió coquetamente.Alba y Diana la miraban riéndose de ella. Valeria era la tí
Valeria se convirtió en su mano derecha, era su asistente, pero también ayudaba en los diseños de las telas, Diana se encargaba del departamento de diseño mientras su novio Mario manejaba su propia empresa, su familia era dueña de algunos centros comerciales, en donde Alba tenía tiendas de telas.Alba estaba en su oficina cuando entro Valeria. “Llegaron los nuevos clientes, Damián y Álvaro Alcántara, vienen del consorcio Alca”.Alba se levantó cerrando su computadora. “¿Son los clientes para el nuevo edifico en la costa?”.Valeria afirmó. “Si, la inmobiliaria busca negociar para encargarnos de los diseños de interiores de sus nuevos departamentos”.Alba sonrió emocionada. “Genial, la propuesta les va a encantar, vamos”.Entraron a la sala de juntas, Damián miraba por la ventana y Álvaro esta
El tiempo transcurrió, el edifico se inauguró y fue renombrado ganando premios a la excelencia. Alba y Damián tenían una relación muy bonita, era tiempo de conocer a su familia, Damián ya conocía al padre de Alba, en ocasiones se encontraban en la fábrica cuando visitaba a su hija.Bajaron del coche juntos tomados de la mano. Alba estaba un poco nerviosa, temíaque no la aceptaran, Damián era viudo y su difunta esposa fue muy querida en la familia.Entraron y la pequeña Mariana apareció en el recibidor abrazando un pequeño unicornio de peluche, tenía unos tres años de edad, miraba a Alba detenidamente, Camila su nana estaba a un lado.Damián tomó de la mano a Alba aproximándose a Mariana. “Hola, princesa”.Mariana los observo. “Hola papi”.Damián se agacho a la altura de su hija mirá
Damián salió con Alba en su carro. “¿A dónde vamos?”.“Ya lo veras...” Él sonreía.“Ya dime, a donde”. Ella lo interrogaba.Él sonrió. “Tranquila, te va a gustar”.Viajaban por la carretera hasta llegar a un camino de terracería, al final se observaba un pequeño muelle que llevaba a una cabaña con grandes paredes de cristal, estaba construida sobre el lago, Damián estacionó el carro y bajo para ayudar a Alba con su vestido largo.“¿Este lugar, es tuyo?”. Alba examinaba todo alrededor.“Es de mi familia, mis padres vienen aquí cuando quieren tiempo para ellos”. La tomó de la mano para entrar.  
Damián trato de comunicarse con Alba, pero no h**o respuesta, habló con Diana y Valeria, pero tampoco tomaron sus llamadas. “Maldición”. Tiro el teléfono a la pared, no podía irse, tenía que terminar su trabajo en la ciudad. Cuatro días después Damián salía con sus maletas del aeropuerto Héctor ya lo esperaba. Le entrego el sobre donde estaban impresa las fotos. Damián está furioso, quien hizo esto lo pagaría caro. “Llévame a la fábrica”. Héctor termino de subir las maletas y subió al coche, al llegar entró fácilmente, la gente del lugar ya lo conocía y lo saludaban, subió a la oficina de Alba encontrándose con Valeria y Diana. Ambas se miraron. Damián las observo, también sabían del asunto. “¿Dónde está Alba?”. Valeria contestó molesta. "En su oficina, pero está ocupada”. Damián se rio y camino hacia la puerta, Valeria y Diana trataron de detenerlo, pero fue imposible, entraron los tres a la oficina, Alba levantó su cabeza al oír el e
Alba y Diana se miraron. Y Valeria rodo los ojos, entregando su celular a Alba. “No puedo creer que no las tengan ¡son evidencias!”. Negaba con la cabeza mientras les decía, Alba encontró una foto donde se mostraba mejor la cara de la mujer, la compararon con la foto. Y si era ella.La chica cambio su semblante y se asustó. “¿Qué quieren?”.Alba la miro. “¿Reconoces estas fotos?”. Le dijo mientras se la mostraba.La chica abrió mucho los ojos.Alba se enojó. “Dime, ¿Eres tú verdad?”.Ella ya asustada y con dolor ya que Valeria la tenia de los cabellos y del brazo asintió.Alba respiro profundo y preguntó. “¿Te acostaste con él?”.La chica negó con la cabeza sin hablar. Valeria apretó el agarre, “Di la verdad o te cortare esa bonita cara”.El
Días después Alba y Damián cenaban en un restaurante, las cosas iban bien, pero Alba todavía no aceptaba del todo a Damián, él prometió encontrar a los responsables, pero hasta ahora no había nada y todo era por que buscaban en el lugar equivocado. “¿Qué pasa Damián?, te notó distraído”. Alba lo miraba mientras comían, estaba muy serio. El suspiro y dejo sus cubiertos. “No he podido dar con la mujer de las fotos… Ni el hombre que habló conmigo en el bar”. Ella bajo su cabeza jugando con su comida y le dijo. “Ya no busques más, dejemos eso por la paz”. Damián la observo. “No puedo Alba, nosotros todavía no estamos bien y te prometí explicarte lo que paso”. Ella tomó un sorbo de su vino. “Se que no te acostaste con esa mujer, la encontré y la obligué a decirme la verdad…” Ella siguió comiendo. Damián extrañado le preguntó. “¿Por qué no me dijiste nada? ¿Dime donde esta, necesito saber la verdad?”. “No es necesario Damián… l