Cuando llegaron bajaron cuidadosamente la camilla y la subieron al avión, los hombres contratados por Mario hablaron con el piloto retirándose del lugar en la misma camioneta.
Al irse llego Damián en varios carros con su gente y abordaron el avión.
Sabía lo que Mario tramaba, arreglo que el piloto no despegara, entro al lugar donde estaba la camilla y les pidió a sus hombres que la bajaran y trasladaran a su villa a las afueras de la ciudad, algunos doctores la esperaban para que la examinaran.
El asistente de Damián, Héctor suspiro impotente por la suerte de Alba ahora en adelante, la pobre estaba en coma y no sabía los planes que tenía su jefe para ella.
Al llegar a la Villa los doctores la examinaron y Héctor entro a verla, dándose cuenta que no era Alba, era otra mujer que tenía maquillaje haciendo que sus rasgos fueran muy parecidos, salió rápidamente del lugar para avisarle a su jefe.
“¡Busca en las cámaras del hospital, tiene que aparecer, investiga a quien es esta mujer!”. Damián gritaba molesto al enterarse de la noticia.
“Si señor”. El asistente empezó a buscar respuestas.
Días después Héctor llego a la oficina de Damián. “Señor tengo información”.
“Habla”. Damián dejo los papeles que estaba leyendo.
“Primero, las cámaras del hospital fueron manipuladas, mostrando 30 minutos de grabación repetitiva”.
Segundo, los hombres que contrato el señor Mario y el piloto han salido del país.
Tercero, El señor Mario y la señora Diana vendieron todas sus acciones y propiedades hace algunas semanas en secreto a familiares y amigos”.
Cuarto, la idea del señor Mario es que el avión explotara para que diéramos por muerta a la señora Alba.
Quinto, la mujer de la camilla es adicta y vive en la calle, dice que un hombre le ofreció dinero, pero no lo conoce”.
“Eso es todo”. Damián preguntaba pensativo.
“Si, señor, ¿Quiere que siga investigando?”. Héctor lo veía escéptico.
Damián se acercó a la ventana y vislumbro la ciudad. “Deja de buscar… ya no lleva a mi hijo no necesito nada mas de ella…”
Héctor observo su espalda e hizo una mueca. “Está bien señor, me retiro”. Cuando iba a salir se detuvo. “La señorita Brenda está esperándolo afuera”.“Que pase”. Héctor salió y le pidió a la mujer que pasara, cerrando la puerta, el asistente negó con la cabeza, nunca le gusto esta mujer, pero el jefe la quería como a una hermana.
La mujer entro a la oficina, era muy joven y elegante, vestía la ropa de la última temporada, su maquillaje era exquisito.
Ella se acomodó en el sillón de la oficina. “¡Damián!, Desde el funeral que no nos vemos ¿Cómo estás?”.
“Estoy bien”. Él contestó sin voltear a verla.
“¿Que paso con tu ex?”. Brenda preguntó tímidamente.
Damián seguía viendo por la ventana. “Se acabó”.
Brenda sonrió maliciosamente y camino hacia él, cambiando su semblante a triste en un instante. “Lo siento, sabes que me tienes a mí y siempre estaré contigo”. Esta le dijo abrazándose a su cintura.
Damián se separó de ella y se acercó a su escritorio.
Ella se sentó en la silla enfrente a él. “Sabes… quería saber si puedo visitar a tu hija Mariana es una pequeña hermosa, perdió a su madre y ahora perdió a su madrastra, se debe sentir muy sola, recuerdas cuando la visitaba antes que conocieras a tu ex, siempre le guste, puedo ayudarte a cuidarla”.
“Está bien, Mariana y su niñera están quedándose con mi padre, hoy iré a cenar con ellos, puedes venir”.
Brenda le sonrió. “Excelente podre saludar a mi padrino”.
Damián checo la hora en su reloj. “Vamos, iremos en mi coche para llegar a tiempo a la cena”.
Brenda sonrió y se agarró al brazo de Damián, al salir Héctor estaba checando algunos documentos y los observó, Héctor tenía un mal presentimiento sobre esta mujer, de ahora en adelante la vería muy seguido en la empresa como antes de que ambas esposas de Damián existieran.
“Héctor puedes irte a casa, mañana reanuda tus deberes”.
“Sí señor, que descanse”. Héctor vio a Brenda de reojo y ella le mostro una sonrisa falsa.
El asistente los veía alejarse por el gran pasillo hacia el elevador.
El padre de Damián, el señor José Alcántara tenía una bella Villa lejos de la ciudad, a él y su esposa Margarita les gustaba la tranquilidad, tenía un gran y bello jardín con una fuente en el centro de la entrada, cuando llego vislumbró a una pequeña niña de alrededor de 7 años jugando en el patio donde estaba lleno de flores de colores, llevaba un vestido de princesa rosa, su piel era clara y tenía unos grandes ojos azules, su cabello largo y negro se movía suavemente cuando ella corría en todas direcciones, mientras jugaba con su nana Camila, una mujer de mediana edad que cuido a Mariana desde su nacimiento.
La madre de Mariana murió en un accidente automovilístico cuando tenía 5 meses de nacida, Damián cuido solo a su hija hasta que conoció a Alba cuando la pequeña tenía 3 años, un año después, se casaron y formaron una familia hasta que paso la tragedia.
“¡Papá!”. La niña al ver a su padre corrió a encontrarlo.
Damián la cargo y la beso en la mejilla. “Princesa, ¿Me extrañaste?”.
La pequeña asintió. “¿Dónde está mami Aly?, también la extraño mucho”.
La sonrisa en la cara de Damián se perdió y solo se quedó en silencio.
Brenda se acercó y le dijo. “Mama Aly se fue a un viaje por eso no está aquí”.
Mariana se recargo en el cuello de su padre asustada por la presencia de Brenda, era la mujer más horrible que conocía, frente a su papá siempre era amable pero cuando estaban solas le gritaba mucho a su nana y a ella.
Entraron a la casa y cenaron junto al padre de Damián el señor Jose, ya estaba de mejores ánimos después de la muerte de su esposa. Tener a la pequeña Mariana en casa lo consolaba.
“Es bueno verte Brenda, ¿Tu madre como esta?”.
“Bien padrino, les manda saludos, todavía se siente triste por la perdida”. Ella bajo su cabeza demostrando tristeza.
El señor Jose suspiro. “El tiempo curara el dolor y sufrimiento”. Todos siguieron comiendo en silencio.
Sentados todos en la gran sala de la casa, conversaban tranquilamente de noticas del negocio y la sociedad, Mariana se rasco sus ojitos y bostezó. “Llevare a esta princesa a la cama”. Damián se levantó y la cargo caminando hacia las escaleras. “¿Puedo acompañarte?” Brenda se levantó preguntando. Mariana tembló abrazando más fuerte a su padre con miedo. Damián asintió y ella junto a Camila lo siguieron. Cuando llegaron a la habitación sonó el teléfono de Damián, era una llamada importante se disculpó, colocando a Mariana en la cama y salió de la habitación. Brenda se acercó a la niña comportándose amablemente. “Te ayudare a ponerte tu pijama”. Mariana negó con su cabecita y Camila se acercó. “Yo lo hago, es mi obligación señorita Brenda”. Subió el tono de su voz amenazando. “¡Dije que lo hare yo!, no escuchas estúpida”. Camila camino hacia atrás viendo a la pequeña asustada. Le dolía en el alma como esta mujer trat
Damián regreso a la mansión, abrió despacio la puerta de la habitación de su hija y observo como dormía, Camila estaba recostada durmiendo en un sillón cerca de la cama de Mariana. Ella sintió la presencia de alguien y abrió sus ojos observo a su jefe que la miraba.“Camila, ven conmigo al despacho”. Él se giró y salió en silencio.Camila se levantó nerviosa, acomodo las sabanas de la pequeña cubriéndola y salió detrás de él, entrando en la habitación. Damián estaba serio sentado en el gran escritorio miraba a Camila.“¿Tú sabes porque mi hija le tiene tanto miedo a Brenda?”. Examinaba su rostro.Ella lo miro por un momento y bajo su cabeza, ya no estaba Alba que siempre la defendía, ahora peligraba su trabajo y lo que mas le dolía es alejarse de la pequeña Mar
Las chicas regresaron a la mesa. “Aly que aburrida, ¿Porque no bailas con los chicos que te invitan?”. Le decía Valeria quien seguía bailando al ritmo de la música.Diana la miro. “Vamos Aly, es noche de diversión, disfruta con nosotras”.Alba se rio y apunto a Diana. “Tu deberías de tranquilizarte, Mario es tan celoso que lo creo capaz de estar por aquí escondido vigilándote, mientras tú bailas con esos chicos”.Diana rodo los ojos. “Déjame disfrutar esta noche, que hace tanto que no me divertía”.Valeria negó con la cabeza. “Alba no seas aguafiestas recordando al susodicho”. Giro para ver la pista y un chico la miraba sonriéndole, era alto y fornido lleno de tatuajes, se mordió el labio y le sonrió coquetamente.Alba y Diana la miraban riéndose de ella. Valeria era la tí
Valeria se convirtió en su mano derecha, era su asistente, pero también ayudaba en los diseños de las telas, Diana se encargaba del departamento de diseño mientras su novio Mario manejaba su propia empresa, su familia era dueña de algunos centros comerciales, en donde Alba tenía tiendas de telas.Alba estaba en su oficina cuando entro Valeria. “Llegaron los nuevos clientes, Damián y Álvaro Alcántara, vienen del consorcio Alca”.Alba se levantó cerrando su computadora. “¿Son los clientes para el nuevo edifico en la costa?”.Valeria afirmó. “Si, la inmobiliaria busca negociar para encargarnos de los diseños de interiores de sus nuevos departamentos”.Alba sonrió emocionada. “Genial, la propuesta les va a encantar, vamos”.Entraron a la sala de juntas, Damián miraba por la ventana y Álvaro esta
El tiempo transcurrió, el edifico se inauguró y fue renombrado ganando premios a la excelencia. Alba y Damián tenían una relación muy bonita, era tiempo de conocer a su familia, Damián ya conocía al padre de Alba, en ocasiones se encontraban en la fábrica cuando visitaba a su hija.Bajaron del coche juntos tomados de la mano. Alba estaba un poco nerviosa, temíaque no la aceptaran, Damián era viudo y su difunta esposa fue muy querida en la familia.Entraron y la pequeña Mariana apareció en el recibidor abrazando un pequeño unicornio de peluche, tenía unos tres años de edad, miraba a Alba detenidamente, Camila su nana estaba a un lado.Damián tomó de la mano a Alba aproximándose a Mariana. “Hola, princesa”.Mariana los observo. “Hola papi”.Damián se agacho a la altura de su hija mirá
Damián salió con Alba en su carro. “¿A dónde vamos?”.“Ya lo veras...” Él sonreía.“Ya dime, a donde”. Ella lo interrogaba.Él sonrió. “Tranquila, te va a gustar”.Viajaban por la carretera hasta llegar a un camino de terracería, al final se observaba un pequeño muelle que llevaba a una cabaña con grandes paredes de cristal, estaba construida sobre el lago, Damián estacionó el carro y bajo para ayudar a Alba con su vestido largo.“¿Este lugar, es tuyo?”. Alba examinaba todo alrededor.“Es de mi familia, mis padres vienen aquí cuando quieren tiempo para ellos”. La tomó de la mano para entrar.  
Damián trato de comunicarse con Alba, pero no h**o respuesta, habló con Diana y Valeria, pero tampoco tomaron sus llamadas. “Maldición”. Tiro el teléfono a la pared, no podía irse, tenía que terminar su trabajo en la ciudad. Cuatro días después Damián salía con sus maletas del aeropuerto Héctor ya lo esperaba. Le entrego el sobre donde estaban impresa las fotos. Damián está furioso, quien hizo esto lo pagaría caro. “Llévame a la fábrica”. Héctor termino de subir las maletas y subió al coche, al llegar entró fácilmente, la gente del lugar ya lo conocía y lo saludaban, subió a la oficina de Alba encontrándose con Valeria y Diana. Ambas se miraron. Damián las observo, también sabían del asunto. “¿Dónde está Alba?”. Valeria contestó molesta. "En su oficina, pero está ocupada”. Damián se rio y camino hacia la puerta, Valeria y Diana trataron de detenerlo, pero fue imposible, entraron los tres a la oficina, Alba levantó su cabeza al oír el e
Alba y Diana se miraron. Y Valeria rodo los ojos, entregando su celular a Alba. “No puedo creer que no las tengan ¡son evidencias!”. Negaba con la cabeza mientras les decía, Alba encontró una foto donde se mostraba mejor la cara de la mujer, la compararon con la foto. Y si era ella.La chica cambio su semblante y se asustó. “¿Qué quieren?”.Alba la miro. “¿Reconoces estas fotos?”. Le dijo mientras se la mostraba.La chica abrió mucho los ojos.Alba se enojó. “Dime, ¿Eres tú verdad?”.Ella ya asustada y con dolor ya que Valeria la tenia de los cabellos y del brazo asintió.Alba respiro profundo y preguntó. “¿Te acostaste con él?”.La chica negó con la cabeza sin hablar. Valeria apretó el agarre, “Di la verdad o te cortare esa bonita cara”.El