En otro hospital, Alba seguía en cirugía, Mario y Diana estaban a fuera del quirófano esperando noticias, pero ya había pasado demasiado tiempo.
Diana preguntó. “¿Porque no hay noticias Mario, porque no salen?, estoy muy preocupada”.
“Cálmate Diana, pronto saldrá mi tío, es un muy buen doctor y la salvara”. Le decía mientras la abrazaba consolándola.
“Ella ha sufrido mucho, su bebe… podría perder a su bebe”. Diana decía con lágrimas.
Mario miro a Diana triste. “Fue una larga caída, puede que él bebe no se salve”.
“Ella debe vivir, es una buena mujer, ¿Porque le paso todo esto?, ella era feliz con su familia.” Diana sollozaba. “Mariana y Damián eran su adoración y este bebe lo esperaban con tanto gozo, ahora todo está mal”.
Mario seguía abrazando a su novia.
Alba y Mario eran amigos desde la secundaria, eran como hermanos. En la secundaria conocieron a Diana y desde ahí los tres fueron inseparables, Mario se le declaro a Diana en la graduación de secundaria y por años son una pareja que se ama.
Se escucharon pasos de gente acercándose, era Damián y su asistente seguido de sus guardaespaldas.
“¿Dónde está ella?, ¿Por qué se la llevaron?”. Damián estaba furioso.
Mario alejo a Diana y se paró frente a Damián. “Ella está en el quirófano luchando por su vida será mejor que te vayas”.
“¡Es mi esposa, puedo quedarme lo que yo quiera!”. Damián le gritó.
Mario se puso frente a él. “Guarda silencio porque este es un hospital y tú ya no eres nada de Alba, recuerda que la hiciste firmar los papeles de divorcio”.
El doctor salió del quirófano, vio a todas las personas que estaban en el pasillo esperando, noto a su sobrino y a Damián, Diana se acercó al él y preguntó. “¿Cómo esta Alba doctor?”.
“Ella está grave, tiene un brazo y las piernas rotas, laceraciones en todos el cuerpo y un fuerte golpe en la cabeza, esto afectara su cerebro, pero no sabemos hasta qué grado, Esta completamente sedada hasta mañana, debemos esperar 24 horas a que ella reaccione, si es que lo hace”. Diana se cubrió la boca con la mano y empezó a llorar, Mario se acercó a ella para consolarla.
“Él bebe… ¿Cómo está?”. Pregunto Damián.
El doctor lo observo por un momento y negó con la cabeza.
Damián se quedó estático, Alba perdió él bebe y estaba entre la vida y la muerte, esto no era lo que él quería, esto no debía pasar.
Mario observo al doctor y asintió, el doctor hizo lo mismo. “Deberían ir descansar ella no despertara hasta mañana”.
Héctor el asistente de Damián lo saco del lugar, tenía una mirada completamente perdida, Mario espero a que salieran para ir a la oficina del doctor. Al entrar su tío ya lo esperaba.
“Lo que estás haciendo es muy peligroso, tanto para ti como para mí”. Le dijo el doctor a Mario.
“Lo se tío, pero Alba es como mi hermana y sé que es inocente, la ayudaremos en lo que podamos, sabes que Damián terminara por destruirla completamente, ella está viva por una razón y es por eso que no la dejare sola”.
El doctor suspiro. “Él bebe se salvó… también es un milagro, pero no sabemos si ella despertara”.
Leyó algunos papeles y los introdujo a una trituradora. “Necesito que actúes rápido o pronto se darán cuenta de que el embarazo sigue, es todo lo que puedo hacer por ti”.
“Gracias Tío, sé que esta semana es tu jubilación, espero que disfrutes tu descanso”.
“Tu tía y yo queríamos viajar, ahora con todo esto nos iremos del país lo antes posible”.
“Arreglare todo y también nosotros nos vamos con Alba”. Comentó Mario a su tío despidiéndose.
El día siguiente Alba no despertó, pasaron algunos días y no hubo ninguna reacción de ella, se le realizaron más estudios, pero no hubo cambios en ella, no sabían cuando despertaría.
Diana y Mario cuidaban de ella todos los días, Damián aparecía a altas horas de la madrugada, solo se paraba cerca de la cama y la observaba durante un tiempo, para después desaparecer por los pasillos del hospital.
Tres semanas después ella seguía en coma, Mario y Diana se casaron ante miles de personas y medios de comunicación, ellos como Alba venían de familias adineradas y prestigiosas que heredaban empresas de generación en generación.
Ellos confirmaron la unión de sus empresas, convirtiéndose en una nueva y muy consolidada, pero esto los llevo a buscar mudarse a un nuevo país para generar mejores ingresos y oportunidades además de alejarse de Damián que ya los tenía en la mira por apoyar a Alba.
Damián veía la entrevista de Mario y Diana en la televisión en silencio, cuando se enteró de esto se sintió inquieto, ¿Cómo es posible que se casaran y se mudarían si su mejor amiga casi hermana estaba en el hospital?, había algo que no cuadraba.
“Señor, me llamo”. dijo su asistente Héctor.
“Manda más guardias al hospital, que estén atentos a todo”.
El asistente observo la televisión y entendido lo que su jefe le pedía. “Enseguida señor”.
Al siguiente día, Damián estaba sentado cerca de la cama de Alba, la observaba detenidamente. Solo se escuchó en un susurro. “¿Por qué no puedo dejar de amarte?”. Estuvo con ella un tiempo más, salió de la habitación y se fue.
Una hora después algunas personas aparecieron, entraron en la habitación tardando unos minutos en salir, llevaba una camilla con una persona completamente tapada con una sábana, se movieron hacia el elevador y bajaron hasta el estacionamiento.
Todo fue en completo silencio y sigilosos, abrieron una camioneta negra y metieron la camilla para dirigirse al aeropuerto.
Pero lo que no sabían es que los hombres de Damián los seguían, el camino fue largo ya en una carretera desierta se detuvieron y bajaron hablando entre ellos, después de unos minutos la camioneta siguió su camino, los hombres las siguieron hasta el aeropuerto, ya estaba un avión privado esperándolos a las afueras de la pista de aterrizaje.
Cuando llegaron bajaron cuidadosamente la camilla y la subieron al avión, los hombres contratados por Mario hablaron con el piloto retirándose del lugar en la misma camioneta. Al irse llego Damián en varios carros con su gente y abordaron el avión. Sabía lo que Mario tramaba, arreglo que el piloto no despegara, entro al lugar donde estaba la camilla y les pidió a sus hombres que la bajaran y trasladaran a su villa a las afueras de la ciudad, algunos doctores la esperaban para que la examinaran. El asistente de Damián, Héctor suspiro impotente por la suerte de Alba ahora en adelante, la pobre estaba en coma y no sabía los planes que tenía su jefe para ella. Al llegar a la Villa los doctores la examinaron y Héctor entro a verla, dándose cuenta que no era Alba, era otra mujer que tenía maquillaje haciendo que sus rasgos fueran muy parecidos, salió rápidamente del lugar para avisarle a su jefe. “¡Busca en las cámaras del hospital, tiene que
Sentados todos en la gran sala de la casa, conversaban tranquilamente de noticas del negocio y la sociedad, Mariana se rasco sus ojitos y bostezó. “Llevare a esta princesa a la cama”. Damián se levantó y la cargo caminando hacia las escaleras. “¿Puedo acompañarte?” Brenda se levantó preguntando. Mariana tembló abrazando más fuerte a su padre con miedo. Damián asintió y ella junto a Camila lo siguieron. Cuando llegaron a la habitación sonó el teléfono de Damián, era una llamada importante se disculpó, colocando a Mariana en la cama y salió de la habitación. Brenda se acercó a la niña comportándose amablemente. “Te ayudare a ponerte tu pijama”. Mariana negó con su cabecita y Camila se acercó. “Yo lo hago, es mi obligación señorita Brenda”. Subió el tono de su voz amenazando. “¡Dije que lo hare yo!, no escuchas estúpida”. Camila camino hacia atrás viendo a la pequeña asustada. Le dolía en el alma como esta mujer trat
Damián regreso a la mansión, abrió despacio la puerta de la habitación de su hija y observo como dormía, Camila estaba recostada durmiendo en un sillón cerca de la cama de Mariana. Ella sintió la presencia de alguien y abrió sus ojos observo a su jefe que la miraba.“Camila, ven conmigo al despacho”. Él se giró y salió en silencio.Camila se levantó nerviosa, acomodo las sabanas de la pequeña cubriéndola y salió detrás de él, entrando en la habitación. Damián estaba serio sentado en el gran escritorio miraba a Camila.“¿Tú sabes porque mi hija le tiene tanto miedo a Brenda?”. Examinaba su rostro.Ella lo miro por un momento y bajo su cabeza, ya no estaba Alba que siempre la defendía, ahora peligraba su trabajo y lo que mas le dolía es alejarse de la pequeña Mar
Las chicas regresaron a la mesa. “Aly que aburrida, ¿Porque no bailas con los chicos que te invitan?”. Le decía Valeria quien seguía bailando al ritmo de la música.Diana la miro. “Vamos Aly, es noche de diversión, disfruta con nosotras”.Alba se rio y apunto a Diana. “Tu deberías de tranquilizarte, Mario es tan celoso que lo creo capaz de estar por aquí escondido vigilándote, mientras tú bailas con esos chicos”.Diana rodo los ojos. “Déjame disfrutar esta noche, que hace tanto que no me divertía”.Valeria negó con la cabeza. “Alba no seas aguafiestas recordando al susodicho”. Giro para ver la pista y un chico la miraba sonriéndole, era alto y fornido lleno de tatuajes, se mordió el labio y le sonrió coquetamente.Alba y Diana la miraban riéndose de ella. Valeria era la tí
Valeria se convirtió en su mano derecha, era su asistente, pero también ayudaba en los diseños de las telas, Diana se encargaba del departamento de diseño mientras su novio Mario manejaba su propia empresa, su familia era dueña de algunos centros comerciales, en donde Alba tenía tiendas de telas.Alba estaba en su oficina cuando entro Valeria. “Llegaron los nuevos clientes, Damián y Álvaro Alcántara, vienen del consorcio Alca”.Alba se levantó cerrando su computadora. “¿Son los clientes para el nuevo edifico en la costa?”.Valeria afirmó. “Si, la inmobiliaria busca negociar para encargarnos de los diseños de interiores de sus nuevos departamentos”.Alba sonrió emocionada. “Genial, la propuesta les va a encantar, vamos”.Entraron a la sala de juntas, Damián miraba por la ventana y Álvaro esta
El tiempo transcurrió, el edifico se inauguró y fue renombrado ganando premios a la excelencia. Alba y Damián tenían una relación muy bonita, era tiempo de conocer a su familia, Damián ya conocía al padre de Alba, en ocasiones se encontraban en la fábrica cuando visitaba a su hija.Bajaron del coche juntos tomados de la mano. Alba estaba un poco nerviosa, temíaque no la aceptaran, Damián era viudo y su difunta esposa fue muy querida en la familia.Entraron y la pequeña Mariana apareció en el recibidor abrazando un pequeño unicornio de peluche, tenía unos tres años de edad, miraba a Alba detenidamente, Camila su nana estaba a un lado.Damián tomó de la mano a Alba aproximándose a Mariana. “Hola, princesa”.Mariana los observo. “Hola papi”.Damián se agacho a la altura de su hija mirá
Damián salió con Alba en su carro. “¿A dónde vamos?”.“Ya lo veras...” Él sonreía.“Ya dime, a donde”. Ella lo interrogaba.Él sonrió. “Tranquila, te va a gustar”.Viajaban por la carretera hasta llegar a un camino de terracería, al final se observaba un pequeño muelle que llevaba a una cabaña con grandes paredes de cristal, estaba construida sobre el lago, Damián estacionó el carro y bajo para ayudar a Alba con su vestido largo.“¿Este lugar, es tuyo?”. Alba examinaba todo alrededor.“Es de mi familia, mis padres vienen aquí cuando quieren tiempo para ellos”. La tomó de la mano para entrar.  
Damián trato de comunicarse con Alba, pero no h**o respuesta, habló con Diana y Valeria, pero tampoco tomaron sus llamadas. “Maldición”. Tiro el teléfono a la pared, no podía irse, tenía que terminar su trabajo en la ciudad. Cuatro días después Damián salía con sus maletas del aeropuerto Héctor ya lo esperaba. Le entrego el sobre donde estaban impresa las fotos. Damián está furioso, quien hizo esto lo pagaría caro. “Llévame a la fábrica”. Héctor termino de subir las maletas y subió al coche, al llegar entró fácilmente, la gente del lugar ya lo conocía y lo saludaban, subió a la oficina de Alba encontrándose con Valeria y Diana. Ambas se miraron. Damián las observo, también sabían del asunto. “¿Dónde está Alba?”. Valeria contestó molesta. "En su oficina, pero está ocupada”. Damián se rio y camino hacia la puerta, Valeria y Diana trataron de detenerlo, pero fue imposible, entraron los tres a la oficina, Alba levantó su cabeza al oír el e