Capitulo 3

Ashley

-Oye... Yo, no sabes lo que me pasó.- la abrazo con fuerza y ella apenas me toca. No le presto atención y doy un paso atrás, para verla mejor.- Llegó un hombre, un hombre que jamás había visto en mi vida. Sus ojos eran de un violeta intenso, el más intenso que jamás he visto en mi vida y me dijo cosas muy locas, cosas sin sentido.

-No son sin sentido, Ash... Tenías que ir con él.- doy un paso atrás.

- ¿Qué? No entiendo... Emma- ella sonríe.

-No te preocupes, sí. No te harán daño.- frunzo el ceño y un auto negro se detiene junto nosotros. Tres hombres enormes salen de él y mi instinto me dice una sola cosa.

¡Corre!

Y eso trato, comienzo a correr, pero Emma me toma fuerte del brazo y me empuja hacia esos hombres, lo que me hace gritar, pidiendo ayuda.

Veo algunas personas comenzar a llamar, pero es muy tarde, porque me meten en ese auto con una facilidad enorme y lo peor es que Emma se monta conmigo y recibe varias patadas y cachetadas mías, porque lucho, Dios sabe que lucho con todas mis fuerzas para escapar de esa gente.

Hasta que un golpe en la cara me hace perder el conocimiento, no sin antes escuchar el grito enfurecido de Emma.

*******

Uzziel

Mi pie se mueve de una forma agitada, en un repiqueteo intenso que hace sonar la madera constante. El estrés hace mella en mí y debo tomar respiraciones profundas para no dejar salir mi lobo interior, conocido por destruir todo a su paso.

Las cosas no salieron como yo pensaba.

Realmente todo se torció en el último momento y los problemas me respiran en la nuca, problemas que yo me busqué por no buscar a Ashley antes. Mi conciencia me hizo dejarla en ese lugar, pensando que tendría una gran vida y que me lo agradecería después.

No fué así.

Ella no tuvo una mala vida, en realidad es feliz, pero mi acto de egoísmo solo provocó que tuviera que rechazar la hija de un alpha que lamentablemente mi comunidad necesita.

Nadie sabía que yo había encontrado mi luna. Lo mantuve en secreto todos estos años, y ahora me lo están cobrando.

-Señor. La señorita Ashley ha llegado salva.- miro al Omega y asiento, por lo que se retira.

Ashley va a tardar en entenderme, y mientras lo hace, una gran boda se está planeando, para que todos los clanes de lobos a nivel mundial se enteren que el alfa de Grecia, ha encontrado a su luna, su alfa. Su potenciador.

Ella debe ser mía para cuando termine la semana y debe conocer su poder para cuando finalice el mes.

Respiro profundo, tratando de tranquilizar mi corazón sin conseguirlo realmente.

-Tienes una cara horrible.- miro un segundo a mi Beta y después me hundo de nuevo en mi miseria.

-No me digas... Todo está saliendo mal.- Dioniso, mi beta, se ríe.

-Nadie te manda a dejar que ella tuviera una vida que no fueras tú. Tu alfa debe estar siempre a tu lado, no importa su edad. Si la hubiese traído en su juventud...

-Ella me odiaría ahora.- termino por él, solo para recibir su negación.

-No, porque ella debe vivir con y para usted.- niego.

-Lo único que esa niña recuerda es que un lobo enorme y feroz ocasionó el accidente que mató a sus padres. Ella tenía que sanar y no me arrepiento de esa decisión.... Ella era una niña y ahora que es una mujer, será mía.

-Esperemos... Y esperemos que acepte lo más pronto posible, porque han habido disturbios en varios pueblos a nivel mundial. La peste del lobo se está extendiendo. Muchos lobos están muriendo, mutantes y no mutantes. Si la profecía no la haces cumplir lo antes posible, gran parte de la comunidad va a fallecer y eso no será lo peor.

-Lo peor será que los dedos me van a señalar a mí.- asiente.

-Tiene que conocer su poder, porque es la única con el poder de acabar con todo esto.- asiento.

-Por eso está aquí. Ella será mi alfa y arreglaremos esto, unidos.- mi beta asiente y se marcha.

Yo aprovecho para levantarme e ir en la busca de mi mujer, pero una Emma nerviosa me detiene.

A ella la mandé a la protección de Ashley hace muchos años, es la única que conocía mi oscuro secreto, y solo porque juró protegerme siempre, debido a la mano que le tendí cuando era solo una niña, sedienta de sangre.

Una bruja la hechizo con la maldición de sed de sangre. Asesinó a todo su pueblo cuando tenía solo 9 años cuando el alguacil asesinó a su padre pensando que él era la bestia, pero era ella. Una dulce niña de ojos azules que salía a cazar almas injustas en la noche para entregarlas a la vieja bruja que se alimentaba de ellas para aumentar su poder.

Cuando la conocí, la mantuve en cautiverio hasta que logre conseguir una bruja, que aunque no le quitó la maldición, le dió el poder de envejecer como una mujer normal, solo que mucho más lento. Ella tiene 30 años, pero aparenta 20 años, la edad de Ashley.

Emma es un peligro para la humanidad, pero ama a Ashley y la protegería con su vida si no fuera inmortal.

- ¿Por qué esa cara? - le pregunto y ella suspira.

-Ash lucho contra los que mandaste a "buscarla" - el movimiento que hace con sus dedos no me gusta.- Luchó con uñas y dientes... Y puso nervioso a uno de tus lobos, quien la golpeó. Ella sigue inconsciente.- la ira crece dentro de mí y un gruñido lleno de poder brota, provocando que Emma salte.- Lo siento, yo no pude hacer nada. Solo me quedé con ella y la llevé hasta tu habitación.- asiento. Sé que no pudo hacer nada, porque escucho su corazón y realmente le afecta lo que pasó. Y a mí también.

-Ordena que lo lleven al calabozo. Después yo lo visito.- Emma asiente y yo camino hacia mí habitación, donde se encuentra Ashley.

Dónde se encuentra mi mujer.

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