- ¿Me estás prometiendo la luna? - le pregunto, dudando por completo de sus palabras. Todo lo que diga, me parece irreal.
Él sonríe. -No te estoy prometiendo la luna, tú eres mi luna.- busca tomar mi mano, y aunque quiero dársela, la quito y comienzo a caminar. Mi luna. Cada vez siento que estoy cayendo en un universo que no es mío. Doctor Strange anda haciendo jugadas de las suyas, y la que está pagando el precio soy yo. -Espera, te puedes perder.- llega a mí lado y yo lo miro mal. Él sonríe divertido y me señala con la mano hacia donde ir. -Eres muy risueño, algo que no esperé ver en un hombre de tu edad y menos con tu... Condición.- ni siquiera sé cómo decirle a lo que ví. Trato y trato de no pensar en esto. No darle vida a un recuerdo que no tiene sentido, pero una y otra vez vuelve. La forma en que su cuerpo se movió frenético por un segundo antes de que el pelo comenzara a brotar por todos lados. Su caída en cuatro patas y sus ojos violetas en una mirada furiosa, tan diferente a la que tiene ahora. Y lo peor, es que tantas veces he tenido sueños tan similares, que no me es imposible pensar que todo eso es un sueño. - ¿Condición? No tengo una condición... Bueno, tal vez sí. Soy un hombre lobo, puedo transformarme bajo decisión propia y obligatoria, ya que ciertos factores pueden afectarme, como la luna o la ira, por ese motivo, la serenidad es mi aliada. -Asi que si te doy una cachetada, ¿Puede que te transformes? - el trata de hablar, pero cierra la boca por un segundo antes de que las palabras salgan. -Puede ser, pero no lo hagas. No quiero asustarte.- asiento y sigo caminando, deteniendome cuando llegó a un lugar... Hermoso. Cómo sacado de un cuadro de esos que venden en la calle, donde muestran un paisaje lleno de color y romance aunque no salgan personas que demuestren amor, porque simplemente la imagen lo grita con sus trazos perfectos. Y este lugar, merecía ser plasmado. Desde una choza marrón, con flores cayendo, hasta unos asientos de madera colgantes que daban vista al mar. Sin embargo, la belleza no terminaba ahí, alrededor de esa choza, había una piscina que plasmaba naturaleza pura con un fondo de lago, y una cascada a unos metros. Había perros corriendo por ahí, libres, jugando entre ellos. Había un doberman, un Rottweiler y un cane Corso. Perros imponentes que desaparecieron de la vista cuando un lobo enorme apareció entre los árboles que no tapaban la vista del mar. El lobo era de un color blanco, y su pelaje se movía libre con el viento. -Ven, vamos.- ignore la voz de Uzziel, solo para ver cómo el lobo se convertía en una mujer... Una mujer completamente desnuda, con el cabello blanco, la piel morena y una confianza que impone como no tienen idea. Un hombre con uniforme aparece y le ofrece una bata que ella toma, se coloca y sigue caminando hasta perderse por una puerta. ¿En serio acabo de ver eso? -Eso del mundo diferente empezó más rápido de lo que pensé.- dirijo mi mirada hasta Uzziel.- Y por muy interesante que sea, tengo hambre y prefiero conocer de estas cosas después de comer.- él asiente y me señala la choza. -Lo que mi luna pida.- aunque mi corazón salta, no lo demuestro. No puedo hacerlo. -Por favor, basta con eso. Realmente no me conoces.- camino sobre el puente de madera y las ganas de lanzarme al agua son grandes, pero sigo caminando y me siento en una silla. El se sienta al frente de mí y un segundo después aparecen varios empleados que traen todo tipo de comida. Le sonrío a todos y mis ojos se llenan de gula cuando aprecio el banquete que puedo degustar. - Emma me dijo todo lo que te gustaba, así que fué lo que pedí... Tus gustos son bastante... Venezolanos. Aunque he de admitir que nunca he probado la mayoría de estos. La hallaca se ve magnífica.- sonrío, porque es lo primero que coloco en mi plato. -Mis padres eran venezolanos. Así que era muy común tener esta comida siempre presente. Cuando nos mudamos a Estados Unidos, ellos montaron un restaurante, el cual no pude mantener porque era solo una niña y quedó a manos de un familiar suyo que nunca conocí. - ¿Por qué dejaste Estados Unidos? - muevo una pasa lejos de la hallaca, porque es lo único que no me gusta. -Por Emma. Ella es mi amiga desde los 12 años.- aunque trato de recordar esos tiempos con molestia, no puedo hacerlo. Emma es mi mejor amiga y por eso su traición duele tanto, aunque algo me está comenzando a decir que hay más en esa historia. De verdad vivimos muy buenos momentos.- Cuando cumplimos 18, ella consiguió una beca en la universidad de sus sueños, la cual quedaba en Barcelona y me convenció de irme con ella. -Y ahora estás aquí.- asiento. -Y ahora estoy aquí, secuestrada.- lo miro con acidez y sigo comiendo, porque por más que sea, este plato esta divino. Una de las mejores hallacas que he probado. -¿Recuerdas algo del accidente de tus padres? - doy un bocado y asiento, tomando un sordo de jugo antes de responder. -¿Quieres saber si te recuerdo realmente? - miro como el tenedor se aleja lentamente de sus labios y una sonrisa sin ánimos aparece en los míos.- Recuerdo esos ojos violetas, pero te vi lobo, y no eres el que chocó contra el auto y nos hizo volcar, eres el que me sacó del auto, por lo que ahora te pregunto, ¿Quién mató a mis padres y por qué estabas tú esa noche? -No creo que sea una conversación para este momento.- llevo mi cuerpo hacia atrás y apoyo el tenedor en el plato. -La sinceridad debe ser fundamental en esto. Admito que tengo curiosidad de ciertas cosas, pero no importa que tan interesante sea tu mundo, sigo prefiriendo el mundo que no mató a mis padres.- sus ojos no dejan de estar fijos en los míos, y veo un poco de molestia en los suyos. - ¿Prefieres el mundo que te hizo pasar por loca? - su pregunta me molesta. -Ese mundo no sabe de este, tiene sentido que lo hayan pensando. Muchas veces yo pensé que estaba loca.- alzo mis brazos señalando todo.- Esto no es normal, es cosa de locos. -Y no has visto nada, por eso quiero que me dejes mostrarte todo. Quiero que veas que este mundo es mejor.- niego y me giro para ver caminar a la mujer de cabello blanco, ahora cubierta con un vestido blanco, con un gran escote en v y una gran apertura desde la cadera hasta los pies, mostrando que no tiene ni siquiera una tanga de su tono de piel. Su cabello blanco está recogido en una cola alta, y su mirada feroz está puesta en mí. ¿Y ahora? -¿Se puede saber quién es ella, Uzziel? - llega a mí y algo comienza a gritar peligro, algo que queda comprobado cuando siento la tensión y preocupación de Uzziel como si fuera mía. Percibo su temor y aunque no lo planeaba, yo comienzo a sentir el mismo, como si fuéramos uno solo. Su mano hace un movimiento y sin pensarlo lo obedezco. Me levanto y doy varios pasos lejos de esa mujer, que aunque el color blanco predomine en ella, lo único que siento es maldad. -Ohh, ya sé. Ahora lo noto. Ella es tu alma gemela, la luna por la que me rechazaste.- me mira de arriba abajo. -Alejate de ella, Hera. No es el momento ni el lugar.- sus ojos azules solo muestran ira... ¿No dijo Uzziel que la ira era un factor para la transformación? ¿Está mujer se va a transformar? - Te dije. Te lo advertí.- le muestra sus dientes a Uzziel en un gruñido y Uzziel mueve la cabeza hacia un lado, por lo que yo retrocedo dos pasos más, pero la cerca de madera en la choza me detiene.-No debiste jugar conmigo... Yo no tenía la culpa.- me mira y sus ojos se ablandan un segundo antes de cambiar por completo a psicóticos.- Pero ella si la tiene.Ashley La mujer Hera de repente hace que algo que me demuestra una cosa, y es el poder que ella tiene, ya que de la nada lanza una patada fuerte que levanta la mesa, dejándola vertical para después dar una vuelta rápida y golpear la mesa nuevamente, provocando que vuelve rápido hacia Uzziel, al cual solo le da tiempo de cubrirse con los brazos antes de que lo mandé sobre la cerca.Grito y corro hacia él, pero de la nada la mujer se convierte en una loba blanca enorme y se lanza hacia mí. Sus patas golpean fuerte mis hombros y me lanzan sobre la cerca. Ambas caemos al agua y yo cierro los ojos un segundo por el contacto brusco que me hunde. La boca de la loba se abre, pero es un perro en el agua, para ellos es difícil hundirse, por lo que yo muevo mis manos y me hundo lejos de ella. Veo sus patas moverse y nado hacia la orilla, presa del pánico hasta que una mano me toma de la mía y me saca de un jalón.Cuando veo los ojos de Uzziel, el miedo se va y de inmediato sé que es esa conexi
Uzziel La expresión de Ashley no tiene precio. Todo en ella grita ¡Esto no puede ser! ¡¿En dónde metí?! ¡Esa no puedo ser yo! -¡Estoy brillando! ¡Mi cabello está brillando! ¿Por qué parece que mi cuerpo se estuviese quemando? ¡¿QUÉ ESTA PASANDO?! - le toco el hombro y le transfiero un poco de mi calma.- ¿Vas a dejar que te explique? - le pregunto suavemente y la escucho tragar saliva.- ¿No va a salir nadie a matarme? - expresa su duda en un tono tan dulce que me coloco a su altura, dejando que vea mis ojos.-Nadie va a matarme. Primero tendrá que pasar sobre mí.- hace una mueca.-Ella pasó muy fácil sobre tí... Si no hubiésemos caído en el agua, estoy segura que me hubiese comido con sus dientotes.- me río y ella me mira mal, por lo que borro mi sonrisa.- No es broma, de verdad me iba a matar.Suspiro. Aceptar ese compromiso fué la peor decisión que pude tomar en mi vida. No, dejar ir a Ashley ese día fue la peor decisión. Lo que tenía que hacer después del accidente fue llevarla
Ashley Esto cada vez va de mal en peor.Camino de un lado a otro acomodando mi cabello hacia atrás una y otra vez, e incluso hay veces que la molestia, confusión y preocupación en mí hace que me los apriete con fuerza y jale, provocando dolor para tratar de controlar mis emociones.Incluso estoy brillando un poco.¿Por qué estoy brillando ahora? ¿Por qué no me pasó antes? Trato de recordar y creo que ya sé por qué. Primero, nunca había sentido celos por nadie y la única vez que sentí este tipo de emoción fué cuando murieron mis padres. Ese día se me viene a la mente y es como si me teletransportara a ese auto dando vueltas nuevamente. Mi pánico, mis gritos, los gritos de mis padres. El vidrio volando, partes de la carrocería chocando contra otra, todo lastimando a mis padres, acabando con su vida, y a mí, ni un rasguño pequeño.Mi cabeza duele, pero los recuerdos comienzan a llegar con más fuerza. Los sonidos externos, como si realmente estuviese ahí, con ellos.Me siento caer y m
AshleyUzziel me saca corriendo de la habitación y alerta a todos en el lugar. La primera en aparecer es Emma, que me da una leve mirada antes de enfocarse por completo en Uzziel.-Las brujas están aquí. No sé que planean hacer, ni como entraron, pero lograron que alguien en el palacio nos traicionara.- ¿Qué? ¿Cómo es posible? ¿Cómo lo sabes? - pregunta Emma mientras corremos y yo empiezo a escuchar risas. Me giro sin parar de correr y veo alguien al final del pasillo, de pie, solo observando antes de que crucemos a otro pasillo y lo pierda de vista.- Le dieron una poción para permitirse entrar en sus sueños. Tuvo que ser en el almuerzo, tal vez estaba en la comida.- salimos del palacio y corremos hacia un auto.- Pero, ¿A dónde irán? - Emma se detiene y aunque abren la puerta para que yo entre, no lo hago. Ni siquiera he procesado bien la información para que me estén llevando de esta forma."El quiere pasar sobre tí, pero tú tienes más poder"Salto y comienzo a buscar en todos la
UzzielMi pie se mueve frenéticamente sobre la madera, mientras mis párpados se cierran fuertemente. Mi corazón late con tanta fuerza que es como un taladro junto a mis oídos. Mis nervios están a flor de piel y las ganas me están consumiendo.Los lobos son criaturas sexuales y el instinto es realmente fuerte cuando tienes a tu Alfa a metros de distancia, sin ropa. Las ganas de entrar tienen mis uñas largas y mis colmillos queriendo salir, porque el lobo dentro de mí me está ordenando que me comporte como el alfa que soy y la reclame como mía justo ahora, cuando su cuerpo está a mi disposición.Gruño y me alejo lo más que puedo, tratando de controlarme lo suficiente para incluso dejar de escuchar el agua caer sobre su cuerpo y su suave canto. Su voz me incita más a entrar, por lo que aprieto mis uñas contra la palma de mi mano para concentrarme en el dolor y no en ella.Entrar y reclamarla como mía es un error que no debo cometer. Lo que quiero es que confíe en mí, agradarle lo suficie
Ashley Yo nunca, jamás, había besado a alguien. Una vez lo intenté en mi adolescencia con un chico que había conocido en una fiesta al que me llevaron arrastras. Traté de cumplir el reto, pero cuando me acerqué lo suficiente, simplemente no fuí capaz y salí corriendo como alma que huye del diablo. No estaba lista para ese beso.Sin embargo, estaba muy lista para este beso. Es como si mi cuerpo me lo exigiera, como si Uzziel fuese la fuerza del imán y yo un simple metal que busca su contacto, el cual apenas lo conseguí, me llenó de sensaciones que jamás pensé experimentar en mi vida.Me inclino más hacia él y trato de copiar todos sus movimientos, porque por mucho que se sienta bien y correcto, nunca he besado en mi vida y el temor de arruinarlo sigue latente.Un gruñido sale de Uzziel y me separo un poco para verlo, pensando que no lo gustó el beso, pero apenas me encuentro con sus ojos brilloso él me toma de las mejillas y me besa, consumiendo mi escencia por completo, como si mis
Ashley Cierro mis manos en puños y trato de tranquilizarme, pero nuevamente los recuerdos me golpean y no solo siento ira, también una profunda tristeza por como se dieron las cosas ese día.Tal vez, si él no se hubiese aparecido y chocado contra el auto, mis padres seguirán vivos y yo nunca hubiese conocido a Uzziel ese día, por lo que no estaría metida en esta situación. En resumen, todos los problemas de mi vida fueron causados por él.-Ashley, por favor.- Uzziel aparece y trata de tocarme, pero yo me alejo de su toque, sin dejar de ver ese hombre que tampoco pierde mis movimientos.-Hola, cuñada.- doy una respiración profunda y las ganas de lanzarme sobre él son grandes, demasiado.- No soy tu cuñada... Tú.- lo señalo y después cierro el puño, exhalando. Todo lo que siento dentro de mí está empeorando, es como si la ira comenzará a tomar cada parte de mí.- Tu destruiste mi familia.- hablo más calmada y me giro hacia Uzziel, de repente sintiendo el rencor que no había sentido ante
UzzielPresenciar como Ashley me come con sus ojos lo único que ha hecho es encenderme de una manera descomunal. Quedarme aquí de pie ha Sido una estrategia para no saltar sobre ella y reclamarla como mía.Sin embargo, no se ha detenido, y estoy perdiendo el control, nuevamente, solo que está vez, mi instinto se mezcla exclusivamente con la lujuria, la cual solo desata ella.-¡Ashley! - grito su nombre y ella reacciona, sonrojándose inmediatamente. Su inocencia solo hace que me calme todavía más, solo que mi amiguito no entiende razones y está duro como una piedra desde que bajo esas escaleras y la Vi con ese vestido dulce.Sé que ella no es de usar esa ropa, la he observado durante demasiado tiempo para no saberlo, pero en mis fantasias siempre me la imaginé con esos vestidos, la facilidad con la que podría pasar mis manos por su muslos, subirlas y llegar al paraíso, dónde su placer sería mi recompensa, es simplemente demasiado exitante para dejarlo pasar y ahora, justo ahora, me est