Ashley - Hay que decirle a Uzziel esto.- habla Asclepio sin dejar de tocarse su piel, como si todavía no creyera que está vida. Lo entiendo perfectamente, debe ser demasiado extraño pasar de estar vivo al infierno, y de muerto a la tierra, como si nada hubiese pasado. Supongo que muchas historias les faltó eso. Ellos volvían a la vida un cuerpo cuerpo, el cual no conservaba recuerdos ni un alma que lo hiciera un humano, porque para que ellos volvieran igual, tenían que devolverle su propiedad más preciada, esa propiedad que te hace ser quien eres en todo momento y en todo los lugares. Por eso Asclepio está aquí, gracias a qué su allá se conservaba en un lugar donde yo podía entrar por el simple hecho de ser descendiente directo de aquellos que gobiernan lo que muchos pueden interpretar como Tártaro, un lugar lleno de sufrimiento y dolor. - ¿Dónde están los cuerpos de ellos? - pregunta Asclepio al ver que los otros dos lobos están buscando sus cuerpos, los cuales obviamente no e
Situaciones. Giros. Desastres. Mi vida cambió por completo el día que un extraño accidente me quitó a mis padres. Mi memoria reproduce ese suceso cada noche, porque es realmente traumático aunque todos me dicen que eso nunca pasó. Yo estuve ahí, estuve en ese auto. Lo viví, lo sentí en todo mi cuerpo, las heridas se mantuvieron conmigo durante meses y la gente siempre me decía lo mismo. Eso no fue lo que pasó. No pudo pasar. Todo era tan irreal que todo hicieron un veredicto: Yo estaba tan traumada que quede en shock y mi mente creo una excusa que le diera sentido a mi situación, a perderlo todo en un segundo. Pero no fue así. Yo si ví un enorme lobo chocar contra el auto. Estuve ahí cuando el auto giró por completo, las ventanas se rompieron y ni siquiera me tocaron, ni un pedazo de vidrio. También ví cuando a mis padres si los tocó, como se golpearon una y otra vez, sus gritos, el calor intenso, la agonía. Y de repente, un silencio. Yo no pude escuchar nada durante ap
Ashley -Disculpe, había tráfico.- miento, porque no puedo decirle que en realidad estoy llegando 10 min antes de mi hora de entrada..-No vives lejos, pero bueno. Te presento al Sr. McCullen, un nuevo inversionista que va a instalarse en la cuidad por unos días, por lo tanto, necesito que registres todo y hagas los arreglos de dónde se va a instalar, el transporte, los horarios de las reuniones, todo. Ya sabes cómo funciona.-Si, señora. ¿Se le ofrece algo más? - ella asiente, y va hablar, pero el señor McCullen la interrumpe.-En realidad, a mí se me ofrece algo.- mis ojos se van hacia él y debo tragar saliva. Es realmente muy atractivo y lo peor de todo es que mi cuerpo no deja de vibrar de una forma extraña, como si lo deseara enormemente.-Digame, señor. ¿Qué..- me aclaro la garganta y juro que noto la esquina de sus labios alzarse.- ¿Qué se le ofrece? -Que la señora Andrade me traiga un café, negro sin azúcar.- deja de mirarme y se enfoca en mi jefa, que lo mira confundida.-D
Ashley -Oye... Yo, no sabes lo que me pasó.- la abrazo con fuerza y ella apenas me toca. No le presto atención y doy un paso atrás, para verla mejor.- Llegó un hombre, un hombre que jamás había visto en mi vida. Sus ojos eran de un violeta intenso, el más intenso que jamás he visto en mi vida y me dijo cosas muy locas, cosas sin sentido.-No son sin sentido, Ash... Tenías que ir con él.- doy un paso atrás.- ¿Qué? No entiendo... Emma- ella sonríe.-No te preocupes, sí. No te harán daño.- frunzo el ceño y un auto negro se detiene junto nosotros. Tres hombres enormes salen de él y mi instinto me dice una sola cosa.¡Corre! Y eso trato, comienzo a correr, pero Emma me toma fuerte del brazo y me empuja hacia esos hombres, lo que me hace gritar, pidiendo ayuda.Veo algunas personas comenzar a llamar, pero es muy tarde, porque me meten en ese auto con una facilidad enorme y lo peor es que Emma se monta conmigo y recibe varias patadas y cachetadas mías, porque lucho, Dios sabe que lucho co
UzzielLa observo dormir y las ganas de acostarme con ella son impresionantes, pero me resisto, porque lo único que lograría es ponerla nerviosa, y se qué cuando se despierte, va a entrar en pánico, diciendo que la secuestramos y miles de cosas más que pueden provocar que tenga un ataque nervioso y todo por mi culpa, por no saber manejar la situación.Tenía que usar otro método para traerla conmigo... Ni siquiera debí ir a su lugar de trabajo, pero traté de hacer las cosas pasivamente. Obviamente no funcionó.Lo único de mi mundo que ella vio, fue un lobo feroz que asesinó a sus padres en un accidente. Ella no logró entender la situación porque yo no se lo expliqué y solo hice que Emma perdiera la confianza que Ashley tenía sobre ella.Mierda.Toco mi cabello y respiro profundo.Desde que estoy en el poder, hago todo mal. Trato de ser un lobo civilizado, pero las situaciones me recuerdan algo, y es que un hombre lobo no es el héroe, nunca lo será. Somos criaturas ferozos que caminan
Ashley Me despierto con un tremendo dolor de cabeza, como si me hubiese bebido una botella de vodka entera. Me siento en la cama y cuando trato de darme vuelta para buscar el vaso de agua que siempre dejo en mi mesita, algo me detiene. Con los ojos entrecerrados me doy vuelta y veo la esposa que me mantiene en mi lugar. Todo viene a mi de golpe y mis ojos se llenan de lágrimas al instante. -Oh, señor. ¿Que he hecho yo? ¿Que estoy pagando? - miro el techo y recuerdo todo lo que pasó. El encuentro con ese hombre. Mi huida. La traición de Emma, mi supuesta mejor amiga, el golpe (me paso la mano por mi mejilla), despertar en este lugar, la conversación con ese hombre de nuevo... Su... Cambio, transformación ¿Qué está pasando? -Hola.- me giro hacia esa voz y me encuentro otro hombre. Debe ser del tamaño de mi secuestrador, pero este tiene una cara más amigable, más aniñada, aunque comparte rasgos con el otro. Otra diferencia notable es que mi cuerpo no reacciona a él, no prod
- ¿Me estás prometiendo la luna? - le pregunto, dudando por completo de sus palabras. Todo lo que diga, me parece irreal.Él sonríe.-No te estoy prometiendo la luna, tú eres mi luna.- busca tomar mi mano, y aunque quiero dársela, la quito y comienzo a caminar.Mi luna.Cada vez siento que estoy cayendo en un universo que no es mío. Doctor Strange anda haciendo jugadas de las suyas, y la que está pagando el precio soy yo.-Espera, te puedes perder.- llega a mí lado y yo lo miro mal. Él sonríe divertido y me señala con la mano hacia donde ir.-Eres muy risueño, algo que no esperé ver en un hombre de tu edad y menos con tu... Condición.- ni siquiera sé cómo decirle a lo que ví. Trato y trato de no pensar en esto. No darle vida a un recuerdo que no tiene sentido, pero una y otra vez vuelve. La forma en que su cuerpo se movió frenético por un segundo antes de que el pelo comenzara a brotar por todos lados. Su caída en cuatro patas y sus ojos violetas en una mirada furiosa, tan diferente
Ashley La mujer Hera de repente hace que algo que me demuestra una cosa, y es el poder que ella tiene, ya que de la nada lanza una patada fuerte que levanta la mesa, dejándola vertical para después dar una vuelta rápida y golpear la mesa nuevamente, provocando que vuelve rápido hacia Uzziel, al cual solo le da tiempo de cubrirse con los brazos antes de que lo mandé sobre la cerca.Grito y corro hacia él, pero de la nada la mujer se convierte en una loba blanca enorme y se lanza hacia mí. Sus patas golpean fuerte mis hombros y me lanzan sobre la cerca. Ambas caemos al agua y yo cierro los ojos un segundo por el contacto brusco que me hunde. La boca de la loba se abre, pero es un perro en el agua, para ellos es difícil hundirse, por lo que yo muevo mis manos y me hundo lejos de ella. Veo sus patas moverse y nado hacia la orilla, presa del pánico hasta que una mano me toma de la mía y me saca de un jalón.Cuando veo los ojos de Uzziel, el miedo se va y de inmediato sé que es esa conexi