2. Canadá

Termino de poner la ropa en el closet y entra mi mejor amiga con una botella de wisky y chocolate. Empezamos a ver nuestra serie preferida The Vampire Diaries y comer chocolate como locas. Cuando nos hemos cansado de ver la tele nos ponemos a beber.

—¡Daemon es mi favorito! —grita mi amiga un poco borracha ya.

—Carol cálmate. Si mi hermano nos ve tomando nos matará —le recuerdo y nos ponemos a reír como estúpidas.

—Oye, tu hermano está bueno.

Yo enarco una ceja.

—¿Y a qué viene eso?

—Nada, solo quería que supieras mi opinión.

Nos quedamos en silencio unos segundos, yo preguntándome qué hay entre mi hermano y Carol y seguramente ella imaginándoselo desnudo.

Ay no, que asquito.

—¿Por qué no salimos de compras? —rompió el silencio ella.

—Es de noche estúpida. —me dejo caer sobre la cama un poco mareada.

—Entonces vamos mañana.

—Creo que el alcohol te está afectando mucho. Somos pobres mujer. Por si no lo sabías, para comprar algo hay que pagar con dinero y acabamos de llegar, no quiero molestar a mi hermano pidiéndole dinero.

—Él me dio una tarjeta —canturrea Carol mostrándomela—. Dice que no te la daba porque sabía que no la ibas a aceptar y que tiene dinero para que compremos lo que nos haga falta para la escuela y ropa ya que supuso que en Florida no hace el clima de aquí y necesitaremos abrigos.

—No quiero ir, ese dinero es de él. A parte, ¿de dónde se conocen?

—¿No recuerdas que me lo presentaste cuando fue a verte?

—¿Te estaría preguntando de ser así? —ella suelta un suspiro cansada de mis contraataques.

—En fin, mañana saldremos o te arrastraré fuera de esta cama. —dicho esto se va a su habitación golpeándose con todo lo que se cruce en su camino.

Estando ya sola me metí en la bañera y puse una bola de espuma con fragancia de Jazmín, mi flor favorita.

Al terminar el baño tenía mucho sueño pero no podía dormir sin antes comer algo, así que me dirigí a la gran cocina. Justo antes de entrar, escuché una conversación entre mi hermano y… ¿Carol? Pero si estaba borracha minutos atrás.

—¿Cuándo se lo vamos a decir? Ella tiene derecho a saber, está a punto cumplir los 18. —¿acaso hablaban de mí? Mi corazón se aceleró un poco, asustado.

—Shh… —escucho pasos, mi hermano llega hasta donde estoy y se me ocurre hacerme la medio dormida.— ¿Roni que haces despierta?

—Vine por-por algo de fruta para dormir —sonrío un poco.

Por Dios, por Dios, soy una malísima mentirosa.

Poner cara de sueño, check.

Pero, ¿fruta para dormir? ¿No se te podía ocurrir algo más estúpido cierto?

—Ah ok, nosotros nos vamos a dormir —bosteza.

—Hasta mañana tonta —se despide Carol.

Cuando dicen esto cojo una manzana y como se que ya se encuentran en sus habitaciones me acerco a la puerta de Brad por si se metieron ahí para hablar, pero, no se escucha nada.

Me rindo así que entro a mi cuarto y me como mi rica manzana, pongo una peli y hasta así quedarme dormida.

#

A la mañana siguiente me dispuse a no salir pero como dijo mi queridísima amiga, me arrastró de la cama y me obligo a ir de compras.

Cuando la loca sale de mi habitación entro al baño y me aseo, me pongo un jean de mezclilla y una enguatada de color rosa pastel, como hacía frío le pedí a Janet que me prestara un abrigo el cual era muy lindo de color carmelita y un pequeño gorro del mismo color, según ella era para que no me resfriara.

Estamos en uno de los centros comerciales, este lugar es muy bonito. Compramos mucha ropa y materiales para la escuela, nos sentamos a comer algo en la cafetería del lugar antes de irnos pero notaba a mi castaña amiga un poco distraída.

—¿Carol sucede algo?

—No, nada. Solo que tengo dolor de cabeza y ayer me llamaron para que fuera a reafirmar nuestra entrada en la Universidad.

—No te preocupes, no tengo ningún problema con ir. Solo que tú tomarás un taxi para casa porque con la camioneta me quedo yo. —comienzo a hacer un baile ridículo.

—Ok Verónica Smith. Y ya deja de bailar así, me avergüenzas.

#

Carol:

Mientras estábamos comiendo me vino un olor muy fuerte, pero no era malo, era un olor como a vainilla, sé que era eso y busqué por todos lados hasta que vi a mi chico. Estaba ahí tan lindo y no pude evitar lanzarme sobre él. Hace tanto que no lo veía.

—Mate. —le digo.

—Mía. —susurra él.

Cuando nos levantamos estaba un poco roja de la vergüenza.

—He tenido tantas ganas de hacer esto. —susurra besando mi cuello.

—Lo sé. Solo dame tiempo hasta que nuestra querida Veronica se entere de que sucede aquí.

—Tengo tantas ganas de ternera en mi cama, te he extrañado tanto —olisquea mi cuello.

—Lo sé y yo a ti cariño. —beso sus labios.— Pero si que me puedes tener en tu cama. He enviado a Verónica lejos por unas horas.

—¿A qué estamos esperando entonces?

Lo beso con muchas ganas y tomados de la mano vamos hasta su auto el cual nos llevará a su casa.

#

Verónica:

Cuando llegué del paseo, mi hermano no estaba en casa, la habitación de Carol estaba cerrada con llave y cuando toqué no respondió, pero si había alguien con quien hablar, Janet, así que decidí conocerla un poco.

—¿Desde cuándo trabajas para mi hermano?

—Desde hace tres años.

—¿Tienen algo verdad? —directo al punto y sin rodeos, así soy yo.

—No. Te admito que me gusta tu hermano pero él ya tiene a otra persona. —le brillan los ojos cuando habla de él.

—¿Dónde está él?

—Tenía una reunión con un socio, eso fue lo que me pidió que le dijera.

—¿Mi hermano es empresario?

—Sí, es la empresa familiar de una constructora muy buena aquí en Canadá. Tú tendrás la mitad de todo esto en cuanto cumplas dieciocho.

—¿Por qué nadie me ha dicho nada de esto?

—No lo sé, no tengo acceso a ese tipo de información, soy la empleada no la novia. —así que de eso hablaban él y Carol. Pero ¿Qué tiene que ver Carol en todo este lío familiar?

—Bueno, eso es importante ya que siempre he querido ser empresaria. —de pronto le entra un mensaje y me avisa que tiene que marcharse.

Como estaba aburrida y no tenía con quien hablar ya, me fui a mi habitación a ver Diario de un Vampiro.

Mientras veía la serie, comencé a sentirme mal y me desvanecí.

Escucho una voz, una que me tranquiliza mucho.

—Mi pequeñita, mi princesa. —es una mujer.—siempre recuerda, que mami te ama.

—Mami no me dejes por favor —era mi voz pero todo estaba oscuro.

Despierto y veo la cara de preocupación de mi hermano. Al instante lo abrazo y comienzo a llorar. Cuando ya podía hablar mi hermano se quedó conmigo cuidándome, haciendo chistes y viendo mi serie favorita conmigo. Me daba gracia cada vez que se alteraba porque yo le decía que Elena debería estar con Daemon y él decía que era con Stephan.

En ningún momento mencionó lo que me había pasado y se lo agradezco, no quería hablar de ello y me había propuesto olvidarlo.

Cuando ya me estaba quedando rendida mi hermano me acomodó en la cama y se fue.

FLASH BACK…

—Hija, tú madre y yo volveremos a por ti, ahora tienes que ir con este hombre —dice mi padre.

—¿Y por qué Brandon no puede venir conmigo papá? —le pregunto. Apenas tenía tres años pero sabía hablar muy bien.

—Porque él tiene que estar junto a mí ahora pequeña.

—No quiero irme papá —estaba al borde del llanto.

—Entonces tendré que hacer lo que menos quiero —me dice el hombre al borde del llanto también pero no deja escapar ni una lágrima.

FIN DEL FLASH BACK…

Me levanto abruptamente por lo que acaba de pasar y veo que estoy sudando. Me meto en la bañera a las 4 de la mañana y me relajo para luego irme a dormir con mi mejor amiga.

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