Hace ya casi tres meses de mi trimesario con Dayron. En la primera semana me sentía mal y me hice una prueba de embarazo, por suerte o por desgracia no lo estaba.
En estos días habían asistido Alfas de otras manadas a unas reuniones que se realizaban en la mansión anualmente.Dayron le declaró la guerra a Blood Moon para dentro de cinco días. Me encontraba un poco nerviosa. No quería que nada le sucediera a ninguna de mis familias.El plan era hacer que Aitana se hiciera presente en la manada y gracias a un ritual que aprendí ya sabía cómo sacarla del cuerpo de mi madre.Ahora me encontraba en el jardín haciendo crecer algunas flores. Hoy el bosque me llamaba la atención más que nunca.Tenía la intención de entrar aunque sabía que no debía, si salía del territorio de la mansión no tenía protección ninguna.La curiosidad pudo más que yo y me adentré en el bosque.—Veronica. —escuché pero no sabía de dondeHoy es el gran día. El día en que se desató la guerra. Les explico cómo sucedió todo porque se nos adelantaron un día.En estos días Dayron estuvo apegado a mi todo el tiempo. Al principio no quería que yo luchara, quería que estuviera en el lugar donde sacaríamos a la bruja del cuerpo de mi madre, pero lo convencí y ahora estoy en mi habitación. Chris entra por la puerta con una sonrisa enorme.—Hola guapo. —lo beso en la mejilla.—Estoy ansioso, ya quiero que llegue mañana para luchar contra esos vampiros.Le hace algunos golpes al aire haciéndome sonreír.—Recuerda que pertenecemos a esa especie.—No importa, lo que hacen no es justo.Nos quedamos en silencio mientras él sigue dándole golpes al aire, eso me hace recordar.—¿No tenemos entrenamiento?—Sí, hay que ir. Ya sabes cómo se pone tu novio.Reímos y nos vamos al terreno de entrenamiento que estaba en el bosque Este
Ahora mismo no sé qué es real y que no, todo esto podría ser un sueño o podría ser la visión que tenía mientras hablaba con Dayron y que aún no hubiese terminado. En cualquier caso, ya no sé cuál es la realidad y cuál es mi imaginación, ya no sé diferenciarlos.Mi cuerpo aún no reaccionaba por la noticia y gracias a Dayron es que me pude poner en pies.Escucho que alguien corre hasta nosotros y giro mi cabeza.—Derek —dice la mujer desconsolada. Era mamá. Llega hasta donde está él y lo abraza.— ¿Qué está sucediendo aquí? —mira desconcertada todo a su alrededor.—¿Acaso no sabes qué Ainara vendría a una guerra? —pregunta Dayron.—Mamá no toma control de su cuerpo desde hace más de una semana, esa mujer la tenía dormida —habla Victoria con algunas lágrimas fuera.—De todas forma no estoy aquí para hablar de eso. —mi padre toma la mano de Victoria y la pone a mi lado.— Mis dulces niñas, tienen que estar unidas, ¿saben qu
Por fin llega la noche y aunque todo esté bien, yo siento que no es así. Le dejé una nota a Dayron diciéndole que necesitaba un momento a solas y que regresaría lo más temprano posible.Ahora me encontraba cerca de la ciudad, las luces desde aquí se veían magníficas, el fresco de la noche me tranquilizaba un poco.—¿Recuerdas cuando nos conocimos? —la voz de Chris me sobresalta, estaba tan concentrada en la vista que no lo escuché llegar.— Fue en este mismo lugar.—¿En serio?—Sí y te dije que no era seguro que anduvieras por aquí sola. —Chris se sienta a mi lado.—Necesitaba estar a solas. —apoyo mi cabeza en su hombro.—¿Quieres hablarlo? —niego con la cabeza varias veces.— Hablarlo te quitará el peso de cargarlo tú solamente, pequeña.—Es que… necesito aclarar mi mente Chris. Estos últimos días han sido demasiado fuertes para mí —confieso—. Primero está la guerra sorpresiva, luego mi padre muerto nos hac
Narra Verónica—Buenos días hija —saluda mi madre desde la puerta—. Ve a lavarte qué ya Carol debe estar por llegar.—Ya voy mamá. Me levanto de la cama y voy al baño de mi habitación. Me doy un baño y me pongo unos jeans de mezclilla, una chamarra gris y unos tenis deportivos. Me recojo el cabello en una coleta y me dispongo a empezar a empacar. Pues así soy, empacando a última hora. Me considero una chica como cualquier otra. Mi pelo es negro como el carbón y largo hasta mi cadera. Tengo un buen trasero gracias a... a quien le tenga que agradecer. Mis ojos son verdes y mi mejor amiga dice que tengo los labios que cualquier chica desea, es decir en forma de corazón. Mi estatura está entre 1.65 y 1.70 y eso es todo sobre mi cuerpo. Hoy es el día en que me voy a otro país con mi mejor amiga Carol. Allí viviremos un tiempo con mi hermano mayor. Al principio a mi madre no le pareció la idea ya que mi padre decidió vivir con esa familia y solo me mandaba regalos en días festivos, pero b
Termino de poner la ropa en el closet y entra mi mejor amiga con una botella de wisky y chocolate. Empezamos a ver nuestra serie preferida The Vampire Diaries y comer chocolate como locas. Cuando nos hemos cansado de ver la tele nos ponemos a beber.—¡Daemon es mi favorito! —grita mi amiga un poco borracha ya.—Carol cálmate. Si mi hermano nos ve tomando nos matará —le recuerdo y nos ponemos a reír como estúpidas.—Oye, tu hermano está bueno.Yo enarco una ceja.—¿Y a qué viene eso?—Nada, solo quería que supieras mi opinión.Nos quedamos en silencio unos segundos, yo preguntándome qué hay entre mi hermano y Carol y seguramente ella imaginándoselo desnudo.Ay no, que asquito.—¿Por qué no salimos de compras? —rompió el silencio ella.—Es de noche estúpida. —me dejo caer sobre la cama un poco mareada. —Entonces vamos mañana.—Creo que el alcohol te está afectando mucho. Somos pobres mujer. Por si no lo sabías, para comprar algo hay que pagar con dinero y acabamos de llegar, no quiero
Ya han pasado dos días desde que tuve esas pesadillas y no le he contado nada de lo que veo a nadie.Ahora me estoy preparando para el primer día de la Universidad. Me pongo una saya pegada a mi cuerpo negra de cuero y una enguatada gris, acompañando esto me pongo unas botas grises de tacón alto que me llegan por las rodillas y me trenzo el cabello porque suelto se me enreda mucho.Bajo a desayunar y ya están todos en la mesa. Nos sirven mi desayuno favorito Hot cakes de manzana y mi hermano me mira con una sonrisa. Seguro fue idea suya.—Hermanita quiero darte un regalo por el comienzo de curso —habla mi hermano, se para y me coloca una manilla de oro con un lobo aullando de dije.—Es hermosa, gracias —lo abrazo.Cuando mi mejor amiga y yo terminamos de desayunar, nos vamos a estudiar.Al llegar a la Universidad me di cuenta de que era enorme, así que aquí se debían dar muchas carreras universitarias. —Bueno, aquí nos separamos.—¿Por que no elegiste empresaria como yo? —le reprocho
Al despertar estoy en mi habitación. El chico de la escuela está durmiendo en un sofá frente a mi.—Mmm… ¿qué haces aquí?—Cuidarte preciosa. —Me llamo Verónica no preciosa y lo sabes.—Estaba esperando a que despertaras preciosa. —me acaricia la mejilla pero aparto su mano.— No hagas más eso —me dice en un tono seco y se gira dándome la espalda—. A partir de hoy vivimos juntos.—¡¡Estás loco si crees que mi hermano permitirá esto!! —grito furiosa— ¿Quién te crees?—¡Yo soy Dayron Wolff y harás lo que te digo! —me sorprendo al oír su nombre, es bastante lindo.— Puede que haya cedido a no llevarte conmigo hace dos dias atrás, pero ahora ni tu hermano ni nadie puede cambiar mis decisiones.—Me importa una mierda quien seas. Me importa una mierda lo que permitas o no. Solo te advierto que mi hermano nunca me dejará con un desconocido. Y si se atreve a hacerlo, te acusaré de secuestro y al él de tráfico de personas.—Ya lo veremos. —noto como tenía una sonrisa ladeada en su rostro aunq
—Permiso, voy de salida —le informo a ambos hombres pero cuando quiero salir no me lo permiten.—No puede salir Luna. Tengo ordenes estrictas del Al…—¡Que me llamo Verónica! —lo interrumpo.— Y puedo salir si me apetece.—El señor no dijo eso.—¡¡Me importa un pepino lo que diga tu señor!! —grito ya histérica intentando salir, pero es en vano.—¡¿Quién ha dicho que está permitido gritar en mi casa?! —escucho la voz del imbecil detrás de mi.—Señor, ella quiere salir.Aproveché que ambos guardias estaban distraído y empecé a echar una carrera fuera de la mansión, por suerte la verja estaba abierta porque si no me hubiese estrellado.—¡¡Verónica vuelve aquí!! —me grita Dayron, desesperado.Yo sigo corriendo como loca en dirección al bosque pero antes de poner un pie en este él me atrapa.—¿No entiendes lo que es que vuelvas? —A ver, si entiendo el español pero no sigo órdenes de idiotas.Él me mira con diversión pero al pasar su vista de arriba abajo su rostro se convierte en uno furio