Al despertar estoy en mi habitación. El chico de la escuela está durmiendo en un sofá frente a mi.
—Mmm… ¿qué haces aquí?—Cuidarte preciosa.—Me llamo Verónica no preciosa y lo sabes.—Estaba esperando a que despertaras preciosa. —me acaricia la mejilla pero aparto su mano.— No hagas más eso —me dice en un tono seco y se gira dándome la espalda—. A partir de hoy vivimos juntos.—¡¡Estás loco si crees que mi hermano permitirá esto!! —grito furiosa— ¿Quién te crees?—¡Yo soy Dayron Wolff y harás lo que te digo! —me sorprendo al oír su nombre, es bastante lindo.— Puede que haya cedido a no llevarte conmigo hace dos dias atrás, pero ahora ni tu hermano ni nadie puede cambiar mis decisiones.—Me importa una m****a quien seas. Me importa una m****a lo que permitas o no. Solo te advierto que mi hermano nunca me dejará con un desconocido. Y si se atreve a hacerlo, te acusaré de secuestro y al él de tráfico de personas.—Ya lo veremos. —noto como tenía una sonrisa ladeada en su rostro aunque estaba de espaldas y termina saliendo de la habitación.Yo me levanto y quiero ir al baño pero me siento débil, mejor decidí acostarme y en poco tiempo vuelvo a caer en los brazos de Morfeo.Horas más tarde cuando me siento mejor, salgo de la habitación y busco a mi hermano por toda la mansión, Después de quince minutos buscándolo, termino por encontrarlo en el jardín.—¿Por qué Dayron dice que viviré con él? Tú lo dijiste, esta es mi casa. Yo quiero vivir aquí.—No puedes. —evita mírame y eso me molesta aún más. Me paro enfrente de él y le golpeo el pecho.— Verónica, él quiso llevarte hace dos dias cuando te vió en el bosque y por los pelos pude convencerlo de esperar a que despertaras.¿Habían pasado dos días? ¿Quería secuestrarme acaso?—¿Acaso me estás vendiendo o algo así? —reclamo ofendida.—No es eso Roni, jamás haría eso.—Entonces no dejes que me lleve, no quiero ir con él, por favor Brandon no lo conozco.—Yo si lo conozco. Estarás bien, te lo juro, sólo que no puedo impedir que te lleve.Al decirme esto yo sigo llorando y él me abraza con mucha fuerza hasta que llega Dayron, me aleja de él y me sube a un auto.En el camino él intenta hablar conmigo pero siempre lo evito para no darle una mala contesta.—Estarás bien te lo prometo.—¿Tú crees que estaré bien? Estaría bien si estuviera en mi casa. No en puto coche en camino a Dios sabe donde.—No me hables de esa manera Verónica, no te busques un castigo por gusto.—No me importa lo que vallas hacer por cómo te hable, solo te digo una cosa, nunca conseguirás que me sienta bien a tu lado.—¡¡Cállate!! —sus ojos hicieron un flash rojo y supe que eso no era nada bueno así que decidí seguir concentrada en el viaje hasta que me quedé dormida.No sé cuánto tiempo estuve dormida hasta que Dayron me empezó a acariciar las mejillas diciendo que ya habíamos llegado pero yo sin ánimos de ponerme de pie me sumergí un poco más en mi sueño. Escuché que él al verme rió y me cargo hasta ponerme en una suave cama, así quedé nuevamente profunda en mis sueños.FLASH BACK.—Mami, ¿algún día seré reina como tú?—Claro mi amor. Serás una reina fuerte y hermosa —responde mi madre peinando mi cabello.Ella era una mujer hermosa. Su pelo era mucho más largo que el mío por eso siempre se lo trenzaba.—¿Y tendré una pareja que me ame así como tú a papi?—Claro pequeña pero aún eres muy joven para encontrarla. —asiento y sigo jugando con mis muñecas.—¿Dónde están mis dos hermosas mujeres? —mi padre hace presencia en la habitación junto a mi hermano.—¡Papi te extrañé mucho! —chillo emocionada por verlo.— Hoy te toca contarme una historia antes de dormir.—Claro princesita, pero antes quiero un beso. —se lo doy y me dirijo a mi hermano.—Hermano mayor acompáñame al jardín, hay muchas mariposas para atrapar a esta hora.—Roni, Brad, no os demoreis mucho. —habla mi madre.—No mamá. Yo y mi hermano ya somos niños grandes.Cierro la puertalos ojos verdes de mi madre, junto a los azules de mi padre y una sonrisa por parte de ambos, se queda grabado en mi memoria.FIN DEL FLASH BACK.Me despierto y no puedo parar de llorar. No sé quien es esa mujer pero se me hace tan conocida. No se por que le decía mamá. No aguanto estos sueños. ¿Qué está sucediéndome?Sin darme cuenta Dayron ya se encontraba en la habitación y estoy llorando en su pecho.—¿Qué sucede?—No… no quiero hablar de ello por favor.Él me sigue abrazando, se que no lo soporto pero me siento tan cómoda en sus brazos.Dayron me prepara el baño y me pide que me meta en la bañera para que me relaje, pensaba negarme pero después creí que era lo mejor, si decía que no, me insiste Iri, comenzaríamos a discutir y no estaba para eso.—Estaré afuera por si me necesitas —avisa y le tomo la mano antes de que salga.—Gracias.Me sumerjo en la bañera que está biem calentita y dejo de pensar.Al salir me envuelvo en una toalla y recuerdo que él está ahí cuando ya estoy fuera. Él me mira con diversión y yo me sonrojo muchísimo.—¿Qué me puedo poner? Mi ropa no está aquí.—Coge uno de mis pullovers que están colgados y unos calzones en la tercera gaveta de la izquierda. Te aseguro que son nuevos.—Ok ¿puedes girarte? —asiente pero no se gira, se pone a ver algo en su móvil.Para probar más fuerza que él, dejó caer la toalla al piso y buscó lo que me dijo, no es la primera vez que estaría desnuda frente a un chico.Al meterme en la cama nuevamente, ya no está vacía, ahora tiene unos cuantos chocolates.—Gracias por el chocolate. —el sólo sonríe y agarra algunos para comerlos junto a mí.Mientras como, me fijo un poco en el cuarto, es muy parecido a mi habitación en casa de mi hermano o mi casa, no sé cómo decirlo. La diferencia es que en esta los muebles son negros, las colchas de la cama son blancas y tiene un gran balcón el cual tiene las puertas de vidrio transparente.Me paro y Dayron me toma por la cintura pegándome a él.—¿A dónde vas? —susurra en mi oído.—Solo al balcón idiota. Suéltame. —lo aparto con brusquedad pero es inútil su agarre sigue fuerte en mi cintura.—Eres mia Veronica Smith. —se limita a susurrar muy cerca de mis labios pero al final deja un beso en mi frente y me suelta.Me adentro en el balcón y puedo respirar aire fresco. Me fijo en qué hay un bosque muy hermoso como a 10 minutos y una gran aldea. Tengo muchas ganas de ir allí.Bajo las escaleras muy contenta rumbo a ese hermoso bosque y me encuentro con dos hombres en la entrada.—Permiso, voy de salida —le informo a ambos hombres pero cuando quiero salir no me lo permiten.—No puede salir Luna. Tengo ordenes estrictas del Al…—¡Que me llamo Verónica! —lo interrumpo.— Y puedo salir si me apetece.—El señor no dijo eso.—¡¡Me importa un pepino lo que diga tu señor!! —grito ya histérica intentando salir, pero es en vano.—¡¿Quién ha dicho que está permitido gritar en mi casa?! —escucho la voz del imbecil detrás de mi.—Señor, ella quiere salir.Aproveché que ambos guardias estaban distraído y empecé a echar una carrera fuera de la mansión, por suerte la verja estaba abierta porque si no me hubiese estrellado.—¡¡Verónica vuelve aquí!! —me grita Dayron, desesperado.Yo sigo corriendo como loca en dirección al bosque pero antes de poner un pie en este él me atrapa.—¿No entiendes lo que es que vuelvas? —A ver, si entiendo el español pero no sigo órdenes de idiotas.Él me mira con diversión pero al pasar su vista de arriba abajo su rostro se convierte en uno furio
Mi hermano me acerca al rubio el cual ahora que me fijo tiene los ojos miel.—Verónica, él es nuestro primo. —esto me ha dejado en un pequeño shock. Nunca me han dicho que tengo más familia aparte de mi hermano y mis padres. Me dijeron que mi padre era hijo único.—Eso es imposible Brad, nuestro padre era hijo único.—Hermanita por favor siéntate —me siento intentando procesar todo y mi hermano en la silla a la derecha mia ya que estoy de cabecera en la mesa. Mi hermano me toma las manos y mi primo está parado detrás de él.—Por favor explícame esto ahora mismo Brandon Smith.—Roni, como ves nosotros dos nos parecemos mucho, la razón es que padre era gemelo de su padre y por eso nos parecemos tanto. Solo que él es rubio por su madre y yo soy de pelo por nuestro padre y ojos verdes por... mi madre.—¿Por que nunca me dijeron nada?—Porque quería que lo conocieras tú misma.—Y es mi novio —notifica Adelaide.—Y yo soy pareja de Carol. —me revela mi hermano dándole un beso en los nudill
—¿Tú lo sabías Carolina? —pregunto al borde del llanto, ella intenta tocarme pero retrocedo.—No tenías que haberte enterado así.—Pero me enteré. —subo a la habitación y ella detrás de mí.—¿Tú también eres una de ellos?—En cierto modo lo soy —responde—. Tú también lo eres, pero te convertirás cuando cumplas dieciocho. —mi boca se abre en forma de; ¿qué?—Yo no puedo ser un bestia. No lo seré, no, primero me mato.—Roni, creo que tú hermano te explicará mejor esto. —el mencionado hace presencia en el lugar y mi supuesta mejor amiga, que me oculta demasiadas cosas, se va.Aunque estoy muy molesta con él lo abrazo y comienzo a llorar en su pecho. Cuando me calmo comienza a hablar.—Hermanita, cuando éramos pequeños papá habló con un brujo para que retrasara tu transformación y…—¿Y qué Brandon? ¿Cuántas cosas más me ocultan?—Y te convertirás en tu cumpleaños dieciocho. —sé que no es eso lo que me quería decir pero asiento.—¿Qué era lo que atacó a Dayron?—Un vampiro —¿WTF?—¿Algo má
Despierto un poco incómoda, pues Dayron ya no estaba a mi lado y yo que seguía aferrándome a la almohada pensando que sí. A ver qué no se forme alboroto, aún sigo enfadada con él pero me encantó cuando me abrazaba toda la noche con miedo a que me escapara.Tocan la puerta y doy permiso para que pasen un poco adormilada aún. Por la puerta entra Adelaide con bastante ropa en sus manos y la ayudo. Luego sigue entrando más y más ropa hasta que la cama y los asientos se llenan de montones de estas.—Por Dios, cuando Dayron dijo que traerían ropa no me imaginé esto.—Mi hermano es un poquitín bastante impulsivo a veces. —bromea esta sonriendo.—Bueno, ¿me puedes ayudar? Es que no soy muy buena eligiendo la ropa. —Ade sonríe emocionada de que por fin nos estemos entendiendo.— Aquí se encuentran los pijamas, creo que sólo necesitaré dos pares. —señalo el montón de ropa pequeño que está en una silla.Después de un rato sabiendo un poco de la vida de Adelaide junto a mi primo, los cuales llev
Verónica.Cuando Dayron sale de la habitación, enseguida una empleada me trae el desayuno.Unas horas más tarde me doy un baño, me pongo un vestido blanco con unas plataformas del mismo color. Cepillo mi cabello para que se seque y lo coloco a ambos lados de mi cara. Me pongo la pulsera que me regaló mi hermano, mis pendientes favoritos desde que soy pequeña y un collar de perlas que me regaló mamá al cumplir los quince. Sintiendo que la temperatura estará un poquito baja me pongo una capa blanca.Bajo al living y Dayron se queda maravillado al verme.—Se te va a caer la baba. —hago como que me limpio.—Razón no me faltaría. Eres la mujer más hermosa del mindo.Eso me hizo sonrojar y no pude ocultarlo.—Ya podemos irnos —le digo cuando llego a su lado.—Si, vamos. Él me carga a caballito y corre a su velocidad sobrenatural hasta que llegamos al pueblo. Es tan diferente del área de la mansión. Se escucha a los niños jugando en las calles, las vecinas chismeando por nuestra llegada y
Al despertar pensaba encontrarme a Dayron a mi lado pero no estaba. La verdad me molestó que no se quedara a pasar la noche conmigo.Saco la absurda idea de mi mente.¡Ni siquiera somos nada! Aún. Y se despidió de ti anoche estúpida. Sí, así es como me trata mi asquerosa mente.Me levanto y aseo. Me pongo ropa deportiva y cojo una toalla para el sudor. Al entrar en el gym, todo estaba arreglado, había pesas, caminadora y todo tipo de equipo para ejercitar. Decido la caminadora.Al terminar me moría de hambre ya que hice ejercicios en ayuna. Fui a la cocina y no había nadie.Me metí en mi propio mundo y pensé en todo lo sucedido hasta ahora.Mi madre me ocultó esto por bastante tiempo. Carol tenía una relación de año y medio, hablando de eso, hace días que no la veo, seguramente anda de melosa con mi hermano.—¿En que tanto piensas? —la voz de Dayron me sobresalta un poco y me corto con el cuchillo.— Lo siento. —el chico se para detrás de mi, toma mi mano y chupa el dedo cortado.—Gr
Eran las cinco de la tarde cuando llegamos a casa. Dayron se quedó en su despacho y yo fui directo a la habitacion, donde se encontraba mi mejor amiga.—¡Carol! —corro hacia ella y la abrazo.—Siento no haber estado mucho tiempo contigo estos días.—No importa, ahora estás aquí.—Bueno ¿cómo te has sentido con Dayron?—Estamos bien. Las cosas fluyen poco a poco.—Me alegra mucho escuchar eso. Él te quiere, al fin y al cabo eres su mate Roni.—Lo sé. ¿Carol me puedes explicar mejor el tema de los mates?—Claro. El mate de un lobo, es la persona con la que está destinada a estar por toda la eternidad. Si lo rechazaras él tendría un dolor profundo, ya que no puede vivir sin ti. Los lobos sólo envejecen a partir de qué encuentran a su mate. Si no la encuentran pueden pasar 1000 años y aparentar tener de 17 a 25 años. —Oh, ya entiendo.Carol y yo nos quedamos viendo películas un rato hasta que se va y yo me vuelvo a quedar sola.Siento dolor de cabeza y mi voz no sale. Por suerte estoy en
DayronEstoy en una junta en la manda White Moon ya que varios vampiros han atacado a esta manada varias veces.—¿Entonces que se puede hacer Dayron? —pregunta el Alfa, Dylan, es un hombre que aparenta veinticuatro años pero tiene más doscientos años. Los lobos si envejecemos pero a partir de qué encontramos a nuestra o nuestro mate es que empezamos a ver los cambios y son bastante lentos y este hombre la encontró hace poco. Es muy importante para un Alfa encontrar a su Luna antes de ejercer el cargo ya que sin estas poco a poco perderíamos nuestro lado humano. —La manada Black Moon enviaremos a algunos de nuestros hombres a hacer guardia —la verdad me pregunto que está ocurriendo, los vampiros nunca habían atacado a los hombres lobos tan seguido. Teníamos un acuerdo y yo al ser el Alfa de la manada más poderosa del mundo lo que me convertía en el rey de los lobos de todas las manadas tenía que enviar ayuda a las manadas que la necesitaran.—Muchas gracias Dayron. Te devolveremos el