Al otro lado del país.
En un restaurante famoso de la localidad una pareja cenaba tranquilamente. La mujer vestida elegante utilizando la última tendencia de moda, sus uñas estaban decoradas, su piel era clara, cabello castaño rojizo, maquillaje ligero que hacía notable sus ojos azules.
El hombre por su parte era alto de buen porte cabello y ojos negros, tenía una mirada pícara y amable.Disfrutaban de su comida conversando de anegdotas.
"Dania nos conocemos desde niños, hemos estado juntos todos estos años..."
Dania escuchó a su mejor amigo de la infancia, había algo en la voz de este hombre que la ponía nerviosa...
Soltando un suspiro Jonny siguió explicando. "La empresa de mi familia tiene problemas financieros, sabes que mi padre siempre ha pensado que tenemos una relación especial, mencionó que un matrimonio arreglado entre tu familia y la mía podría ayudar a generar más inversiones y estatus. A pesar de que no hay un amor de pareja profundo creo que nos llevamos bien, ¡Intentémoslo! si no funciona en algunos años podemos separarnos y seguir siendo amigos".
Había un brillo especial en los ojos del hombre que hacía que ella se sintiera segura y tranquila pero no amada.
Mientras Dania lo miraba en silencio, pensaba en las discusiones que Jonny ha tenido con su padre, no es la primera vez que le sugiere esta idea, muchas de las veces lo han comentado en las reuniones que han tenido las familias de ambos.
Su padre no es una mala persona es sólo que desde que murió la madre de Jonny de cáncer en los huesos, ambos sufrieron mucho y la empresa ha tenido grandes pérdidas.
Ella pensativa sin mirarlo a la cara le dijo. "Dame tiempo para pensarlo es una decisión muy difícil, quiero ayudarte con el problema de tu empresa, pero no me gustaría lastimar nuestra relación como amigos de tantos años. Sabes bien todo lo que sufrí con Eugenio, lo que él me hizo no ha sido fácil, mi idea era quedarme soltera y vivir del trabajo".
Jonny la tomó de las manos. "¡Dania yo nunca te traicionaría! Sabes muy bien quien soy, me conoces bien, creo que este acuerdo nos beneficiaria a ambos, tú me ayudas con la compañía de mi padre y te casaras con el hombre más guapo del mundo".
Ella se carcajeó. "Ja, ja, ja Olvide que mi prometido es un narcisista".
Jonny sonrió. "Entonces ¿aceptas?".
"¡Está bien! solo déjame hablarlo con mi abuelo pero que sea una boda sencilla, no quiero volver a pasar todo eso de los preparativos".
"Hablaré con mi padre para ir a pedir tu mano".
"¡No! No quiero volver a pasar por eso... ¿Entiendes?".
Dania temía volver a revivir el pasado, donde estuvo comprometida con Eugenio González un Abogado famoso en la ciudad, con el que había tenido una relación de 2 años.
El hombre que la había dejado plantada en el altar, por fugarse con su antigua novia, el dolor que ese día le produjo nunca sería reparado, ella tenía miedo de todo tipo de cosas que tuvieran que ver con matrimonio.
"Bueno terminemos la cena, Haremos todos los arreglos para esta misma semana". Comentó Jonny.
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Al día siguiente Dania había decidido hablar con su abuelo, el Señor Carlos Montenegro Álvarez dueño de la famosa marca de Joyería y accesorios M&A, tenían tiendas en las que sus productos eran muy bien vendidos alrededor del mundo. Con el paso de los años Dania se encargó de administrar la compañía.
Tocó a la puerta de la recámara de su abuelo, quería hablar del tema lo más pronto posible para casarse con Jonny, regresar al trabajo y vida cotidiana, Ella entró, vio a su abuelo parado un poco inclinado en la base de la ventana.
"Abuelo, ¿Qué haces en la ventana? Hace frío". El Sr. Carlos giró su cuerpo para verla, sus ojos se oscurecieron, apretándose el brazo quería tratar de hablar, pero no podía pronunciar nada, hasta que cayó en el suelo.
"¡Abuelo!, ¡Abuelo! Respóndeme ¡Abuelo! ¡Ayuda! ¡Braulio llama una ambulancia!".
Braulio el mayordomo pronto llegó a la habitación y vio la escena rápidamente marcó un número y dio la dirección. Pronto una ambulancia llegó a la residencia, mientras los paramédicos asistían al Señor, Dania gritaba y lloraba
"Por favor abuelo resiste no me dejes, ¡Abuelo! ¡Resiste!".
Ya en el hospital, después de algunas horas el Sr. Carlos estaba despertando poco a poco.
"Mi niña ya estoy bien, no tienes que preocuparte tanto ya soy viejo, algún día tendré que irme".
"¡Pero abuelo no puedes dejarnos! debes de ponerte bien, te cuidaré haremos lo posible para que estés mejor, buscaré a los mejores médicos del país".
"Ya déjame descansar, Braulio me cuidara, las enfermeras y doctores del hospital también lo están haciendo no tienes de qué preocuparte, además no puedes dejar la compañía sola".
"Está bien abuelo regresaré a la oficina, cuando termine vendré a verte, Braulio cuida de mi abuelo por favor".
"Sí señorita Dania".
Al salir ella de la habitación el Sr. Carlos miró a Braulio y preguntó. "¿Ha encontrado algo el investigador?".
"No señor, sólo tenemos las mismas pistas de la ciudad en México a donde huyó la enfermera, pero el paradero de ella y de la niña todavía es desconocido".
"Debemos encontrarla lo más pronto posible, me temo que no me queda mucho tiempo para conocer a mi nieta y qué Dania conozca a su hermana, quisiera ver a mis tres nietos juntos antes de morir".
Afuera de la habitación Dania escuchaba toda la conversación, estaba perpleja, no sabía si lo que escuchaba era algo real.
Entró agitada a enfrentar a su abuelo, pero en ese momento lo vio tan cansado por el paro cardíaco que sufrió que decidió callarse.
"Dania ¿Qué pasa?". Ambos hombres la observaban nerviosos.
"Olvide mi celular abuelo está en la mesa". Dania lo tomó, "Braulio puede terminar de llenar los formularios del hospital por favor".
"Sí señorita".
"Vayan, yo dormiré, necesito descansar. Dania no le digas a tu hermano se preocupará mucho y está apunto de graduarse". El señor Carlos les dijo a ambos recostandose en la cama cerrando sus ojos.
"Está bien abuelo descansa".
Braulio y Dania salieron de la habitación, en ese momento ella tomó del brazo a Braulio y lo arrastró hacia las escaleras. El no tuvo tiempo de reaccionar ni de negarse, conocía bien a Dania desde pequeña. Era una mujer muy trabajadora, decidida, testaruda e inteligente con carácter muy fuerte. "Ahora Braulio explícame lo que acabo de escuchar". El, un poco asombrado tartamudeo al hablar. "De... que habla señorita". Dania psuo sus braosen jarras a su cintura escuadriñando su mirada."No te hagas el tonto, escuché toda la conversación, hablan de buscar a mi supuesta hermana y una enfermera, me lo explicas ya mismo o le iré a preguntar al abuelo". "Señorita su abuelo está delicado de salud". Braulio se asustó ante la amenaz
Oficina principal de VIKCompany… Se escuchó que tocaron la puerta. Elías contesta. "Pase". "¡Presidente!, el señor Salvador está aquí". Comunica el asistente "¡Elías!, amigo siempre trabajando". Salvador entró a la oficina abrazado de dos hermosas modelos. "Ya son más las 5:00 pm es hora de salir del trabajo y relajarse, que tal si pasamos por el bar y disfrutamos de la noche con estas bellezas". Elías observó a Salvador detenidamente luego su mirada se dirigió a las chicas. "Señoritas pueden esperar afuera". Les pidió mientras empezó a masajear su cien, esperando a que las jóvenes salgan. "Salvador, no t
Elías olvidó por unos segundos ver el cielo, concentrándose en cómo se reflejaban las luces en la cara sonriente de Dalia, -Es Hermosa- Pensó. Compartieron juntos algunos bocadillos mientras charlaban, pero en realidad no había muchas cosas que tuvieran en común, al final decidieron regresar a la Farola a descansar. Ya era tarde por la noche cuando llegaron a su casa, antes de abrir la puerta Dalia lo estiró del saco, al ver la acción Elías se quedó quieto y la observó detenidamente. "Gracias Elías, Fue... fue una linda noche". Ella susurró muy bajo apenada. Él tomó la mano que lo sujetaba acariciándola, se acercó y besó su mejilla por instinto, sabiendo que con Dalia tenía que ir despacio no quería asustarla. No muy lejos de allí había un hombre alto de tez clara, ojos cafés claros y pelo castaño tomaba fotos de la celebración. Joel Jenkins era un famoso fotógrafo que viajaba a diferentes lugares para llevarle al mundo maravillosas fotos de personajes, paisajes, animales y lugares que recorría, realizaba exposiciones en las que la mitad de las ganancias se donaba a los lugares de donde pertenecía las fotografías. Seguía tomando fotos, al acercarse más al centro del festejo, observaba los alrededores por el visor de su cámara, se dio cuenta de la mujer, ella vestía un traje tradicional blanco con bordados azules, llevaba una corona de flores de la región y adornos como collares largos que caían en su cuello. La observaba detenidamente mientras se acercaba a escondidas a ella.<CAPITULO 7 GUIA DE TURISTAS
En los siguientes días cuando Amelia terminaba su trabajo y compromisos, Joel siempre la esperaba puntual para llevarla a conocer más del lugar, poco a poco ella se sentía más cómoda con él, empezó a gustarle la forma en que le hablaba, como la cuidaba y protegía durante los viajes, en ocasiones hasta la mimaba con la comida. Nunca dejaba de tomarle fotos. Hubo unas en especial donde aparecían los dos muy juntos, con una mano la abrazaba por la cintura y con la otra acomodaba la cámara para tomar la fotografía, detrás de ellos estaba a lo lejos los rayos del sol escondiéndose entre las pequeñas montañas y árboles. En un instante Joel se aventuró y le dio un beso en la mejilla, ella sintio los labios cálidos y giró para verlo, fue cuando él aprovechó… bajó la cámara y la beso en los labios. “Sabía que
Al día siguiente por la noche Amelia llegó junto con su asistente al recinto, llevaba un vestido corto azul rey con tacones altos rojos, sus accesorios eran un juego de una pulsera, aretes y collar con pedrería roja, se veía muy elegante. Caminó sin notar los carteles de la entrada, estaba en una llamada telefónica importante, cuando al final colgó, ya estaba adentro de la sala de exposiciones, observó las fotografías que estaban en la exposición, las fotos en las paredes de ambos lados ilustraban los animales, las personas y paisajes de África, todo alrededor eran parte de lo que ella vivió con Joel en aquel viaje, no podía creerlo, camino lentamente observando una a una las fotos, al final la pared del fondo estaba cubierta de fotos de ella, algunas de ella y Joel abrazados, en el centro había una más grande que las demás, era donde le daba un beso en la mejilla y en el fondo los rayos del sol esc
“Sí tía, estoy muy feliz, Elías y yo hemos estado saliendo juntos, me ha llevado a muchos lugares hermosos”. Dalia se veía radiante, le gustaba mucho la forma en que mejoraba su relación con Elías. El hacía lo posible por estar con ella, la llamaba mientras trabajaba para pedirle que estuviera lista para salir juntos. A veces se quedaban viendo películas en casa disfrutando de la noche. Sonó el teléfono de Dalia. El identificador de llamadas decía -ELÍAS-. “¡Hola!” “Dalia, hoy llegaré tarde, no me esperes despierta, me reuniré con Salvador”. Ella contestó sonriendo. “Está bien, gracias por avisarme, nos vemos”. “¿Era él?”. preguntó su tía Magdalena, m
“Si. Estaba embarazada, era su hijo, pero aborte hace unas semanas, para no perderlo arregle con una conocida que me daría una de sus bebés, ella tendrá gemelas, ella no puede mantenerlas a ambas, pero hace unos días me llamó y dijo que ya no me daría a la bebe, ahora no sé cómo decírselo a Lázaro, si solo pudiera convencer a mi conocida de que me de a la bebe, se que ella no podrá mantenerlas a ambas sola. Le di una suma muy grande de dinero por el bebe y aun así no quiere entregármelo”. “Sabes que después de abortar a mi hijo, el doctor dijo que yo no podría tener más niños. Esa bebe es mi única esperanza de ser madre y retener a Lázaro”. Le decía Teresa sollozando en todo incontrolablemente. Magdalena tomó sus manos tranquilizandola. “Teresa esto… Esto es difícil, deberías ir a verla para convencerla de que cumpla el trato, si ella ya ace