Narrador omnipresente
Helmut sonríe al ver como la loba se marcha hacia el bosque y es en ese momento que aleja a las mujeres y ordena subir más a la música, para que Aitana escuche que celebran haberla humillado, aunque realmente le molesta la música fuerte. — Señor, ya entregué el mensaje. — Informa el lobo a su jefe, cuando recién llega. — Menos mal, porque me preocupaba que hubiera otra loca vestida de novia en ese castillo. — Dice Helmut en tono burlón, mientras toma una botella de vino. — ¿La ha visto? — pregunta el lobo con evidente preocupación y es allí cuando Helmut apaga la música, mientras ve como las mujeres que ha besado, comienzan a palidecer. — Se escapó al bosque — responde Helmut restándole importancia a algo que cualquier esposo lo haría enojar. — ¿Y la dejó irse? — pregunta el lobo beta claramente preocupado y sorprendido por ver como había terminado todo. — Ella es una beta, debe saber cómo defenderse. Oh, verdad, fue criada para ser un adorno de esposa. — Dice Helmut en tono burlón y su subordinado no sabe qué hacer ante su actitud arrogante. — Pero, señor, ella es su esposa. Debe protegerla, si no sabe defenderse por su cuenta — — Ese es su problema. Si deja que un oso la mata, no es mi culpa. Ella no es una bebé. Es más, me libra de matarla con mis propias manos — dice Helmut sonriendo con malicia, mientras sus compañeros de batalla, niegan con tristeza por ver su actitud. — ¿Puedo ir a buscarla? — Pregunta el chico preocupado por el final de la última esposa de su jefe. — No, nadie puede hacerlo. Que se entienda como pueda. Morir en el bosque es mejor que morir por culpa de mi maldición — dice Helmut con seriedad y sus compañeros se observan entre sí, preocupados.Nadie se atreve a hablar para convencerlo. Porque sabía cómo era su jefe y la luna de esta noche. Aunque no creían correcto que no fuera a buscar a su esposa. Nadie se atrevió por miedo a ser asesinado cruelmente después de ser transformado en la bestia incontrolable que solo sabe matar.Por otra parte, Aitana corrió con todas sus fuerzas, mientras pensaba en todas las historias que ahora le parecían demasiado increíbles para ser verdad. Su corazón dolía con fuerzas y sus lágrimas acumuladas, le impedían mirar hacia donde iba, por eso, cuando intentó cerrar sus ojos por un breve segundo, choco con un cuerpo bastante duro y peludo.Los dos, cayeron varios metros lejos, girando en el suelo de tal forma que ambos se convirtieron en humanos al sentir como se habían golpeado fuertemente con la caída. Los quejidos no se hicieron esperar, mientras Aitana se levantaba del suelo. — Dios, ¿Qué fue eso? — dice Aitana tocando su cabeza al haberse golpeado la misma con fuerza. — ¡Búsquenlo y no dejen que sobreviva! — dice uno de los lobos mentalmente, alertando a Eugene. — Maldición. — dice el chico intentando levantarse, pero, Aitana se mueve rápidamente y se coloca encima del chico, colocando su mano sobre el pecho del hombre que la observa confundida. — ¿A que viniste? ¿Acaso la bestia de mi ahora esposo te envió para matarme? — pregunta molesta y alerta por cualquier ataque de Helmut. — ¿Qué? ¿De qué me hablas, loca? — dice Eugene confundido, mientras intenta alejarse de Aitana — No voy a dejar que me hagan daño. No voy a ser pisoteada mientras eso le causa satisfacción a él. Así que, si vienes a matarme, yo lo haré primero, desgraciado. No voy a dejarle las cosas fáciles — asegura Aitana golpeando con fuerzas el pecho del hombre.Eugene, preocupado por ser capturado al escuchar los pasos cerca, tomó una medida desesperada y por ello, la tomó del cuello y colocando dos de sus dedos en su boca, fingió besarla, mientras ella continuaba golpeándolo en el pecho.Los lobos que perseguían a Eugene, corrieron hacia la mujer que era abrazada por su pareja, que, desde su lugar, parecía que realmente la besaba. Por lo que, avergonzados, corrieron intentando conseguir el rastro de Eugene.Los lobos se marchan y la pulsera de Eugene, se vuelve más grueso al igual que el campo magnético que impide que el aroma de él o su aspecto, se vea como es normalmente. Cuando ellos se marchan, Eugene deja de fingir besar a Aitana quien observa al hombre estupefacta.El maquillaje corrido, el vestido sucio y de novia, le decían a Eugene lo que había sucedido, por lo que, suspiró profundo, sabiendo que había complicado la ya complicada noche de Aitana — ¿Qué acabas de hacerme, pervertido? — pregunta Aitana molesta. — Se dice besar y por lo que vi, no eres experta con ello, quizás por eso, tu esposo te dejó apenas se casaron — dice Eugene levantándose del suelo, en el momento exacto que Aitana comienza a llorar. — Eres un desgraciado. Los hombres son unos desgraciados y yo tengo la mala suerte de encontrarme con los más desgraciados de todos — dice Aitana llorando desconsoladamente. — Lo siento, fue un chiste un mal chiste que evidentemente, no entendiste. Pero, no te preocupes, puse mis dedos en medio de nuestros labios, así que, no se tocaron directamente. No nos besamos. Si no has besado a alguien, aun tienes tu primer beso intacto. — Dice Eugene deseando que ella no haga un drama de lo que sucedió. — Aléjate de mí, abusador. — Dice Aitana aterrada — Oye, no te besé, solo fingí hacerlo. No seas así de sensible. — Dice Eugene intentando acercarse a ella, pero, de inmediato, Aitana retrocede. — Eso es un abuso si yo no te di mi permiso, aunque fuera solo fingido. — dice Aitana llorando. — Está bien, en eso tienes razón. Lo siento. Pero, por favor, cálmate. No quiero que esas malas personas nos regresen y nos hagan daño — dice Eugene. — No me digas cosas que no sientes. Estoy cansada de ser engañada. Además, no hay hombres malos alrededor. Así que, deja de mentir tan descaradamente — Chica, tengo un asunto importante ahora, por lo que, no puedo mostrar mi disculpa formalmente, pero, prometo volver a verte para mostrarte que estoy avergonzado, solo, no le digas a nadie que me has visto, ¿está bien? — pregunta Eugene y cuando esta por acercarse a ella, escucha como alguien se acerca a gran velocidad. — Tú… — Nos vemos después — dice Eugene corriendo lejos del lugar, antes de que Aitana diga algo.En ese momento, Helmut aparece mostrando un pelaje completamente negro y ojos rojos. Al ver a la mujer vestida de novia, bufa molesto y se transforma en humano. Mostrando que no ha venido porque lo deseara. — Te dije que no debías salir de tu castillo — dice Helmut mirando con enojo a la mujer con las mejillas húmedas.Aitana mira al hombre del que se había enamorado por fotos y con el que había soñado un mundo perfecto a su lado. El tono amenazante, hace que ella sonría carente de gracia mientras su ahora esposo, mira con odio a la mujer frente a él. — ¿Por qué has venido por mí? Según lo que vi, no te importa lo que sienta o me pase — dice Aitana con frialdad. — Claramente no me importa, pero, hice una promesa a mi padre que te daría la seguridad que tu misma no puedes proporcionarte. — Dice Helmut resaltando que no lo hace porque le importe el destino de su esposa. — El tío ha muerto y con él, todas las promesas que pudiste tener con él — dice Aitana levantándose del barro. — Así que, no te molestes en hacer cosas innecesarias como estas. En ese momento, la lluvia que apenas se había detenido en la mañana, comienza a caer con más fuerzas, mientras Aitana sonríe con amargura. — Este día no podía ser peor — susurra Aitana y en ese momento, Helmut se mueve rápido al percibir un leve aroma de hombre. Por lo que, la toma del brazo, mirándola con sus ojos inyectados de enojo. — ¿Con quién estabas? — pregunta Helmut molesto.Helmut se veía enojado. Como si le importara lo que hacia su esposa. Aunque realmente solo era una reacción a lo territorial y posesivos que son los lobos. — Eso no te importa. — Dice Aitana con frialdad. — Mira, Baitana, no me importa si mueres o no por mi culpa, pero, lo que, si me importa y molesta, es que seas tan osada de serme infiel en la primera noche de bodas. Así que, dime, ¿quién demonios estuvo tan cerca de ti como para dejar su asquerosa aroma?El enojo era evidente en Helmut y por primera vez en la noche, Aitana sonríe al ver a su esposo molesto y por algo que ella ha hecho.‘Por fin estas sintiendo malestar. Era hora de que no fuera la única que pasaba una mala noche’ se dice Aitana mentalmente. — Suéltame, estas lastimándome — dice Aitana con dificultad y eso hace que Helmut la empuje a ella, mientras retrocede con enojo. — ¿Quién se acercó a ti? — pregunta nuevamente al ver que ella no le responde a su pregunta. — ¿Eso te importa? — pregunta Aitana molesta y Helm
Helmut caminó hacia su castillo y cuando llegó confirmó lo que su maldición le recordaba una y otra vez que intentaba disfrutar de una mujer. Las chicas que había besado y que eran betas demasiado poderosas, habían muerto solo por darles placer al besarlas. — Señor, ¿Qué quiere que hagamos ahora? — pregunta uno de sus subordinados. — Envíalas a sus familias con bastante dinero y prohíbe que una sola mujer me sirva. No quiero más muertes innecesarias. — ordena Helmut y sus hombres asientes sabiendo que es lo único que pueden hacer por las lobas muertas. — ¿Qué hay de su esposa? — Déjala que se haga ama y señora de su castillo y el jardín, pero, por nada del mundo permitas que algo como lo de hoy vuelva a suceder. — Dice Helmut con frialdad.El recuerdo del olor en Aitana, hace que le de dolor de cabeza y con molestia, regaña su mente por pensar tanto en algo que no debería importarle.‘Si se enamora de alguien, es lo mejor. Así, si logra sobrevivir a mi maldición tendrá a alguien
No había forma de detenerlo y lo peor es que la víctima no sabía a lo que se iba a enfrentar y por ello, ni siquiera corría. Aunque si lo hiciera, eso no iba a salvarla. De eso pueden dar testimonio dos de sus difuntas esposas. — Corran todos, informen a las chicas que se lleven lo más lejos posible a la señora o no podrá sobrevivir hoy, sin que la señora se entere — dice uno de los hombres lobos más fuertes, mientras intenta seguirle el rastro a su jefe.Como lo había ordenado, aúllan en clave, para que solo las lobas parte de las fuerzas especiales de la manada entendieran. Después de todo, no querían perder el tiempo discutiendo con Aitana cuando la vida de las tres corría peligro.Por lo que, apenas Aitana llegó a ella, le dio un fuerte golpe en la nuca y transformándose Brenda en lobo, esperó que ambas se subieran para huir de allí lo más rápido que pudieran, antes que fuera demasiado tarde. — Corre lo más que puedas, si el jefe nos alcanza, nos matará sin dudarlo siquiera un p
Los pasos de los lobos se escuchan cada vez más cerca, mientras Helmut intenta detener lo que su cuerpo está haciendo por su cuenta. Aitana, observando el odio en su mirada, comienza a llorar y temblar. — Te aseguro que, si me dejas ir, no vuelvo a aparecer frente a ti. Solo por favor, no me vayas a hacer daño. Solo tengo diecinueve años. Tengo muchas cosas que quiero experimentar, muchas menos la muerte. >> Por favor, no me mates, fue un error creer que los cuentos de hadas se hacen realidad, pero, ya aprendí la lección, así que, por favor, perdona mi vida y déjame ir. — dice Aitana en medio del llanto.Tres de los lobos aparecen y se lanzan a Helmut, mientras intentan controlar la ferocidad de su jefe. De inmediato, Aitana corre al árbol más cercano y usando su experiencia escalando arboles muy rápidos, sube a la parte más alta y segura mientras los lobos intentan controlar a su jefe.Angustiada y con la lluvia dejándola sin poder ver muy lejos, implora que su ahora esposo desapar
Narra AitanaLa noche la sentí demasiado corta y no era para menos, en medio de la lluvia tuve que huir de la isla, porque mi esposo quería matarme. Por lo que, ni en el auto, ni en el yate que usaron para sacarme de la isla, pude dormir. Cuando llegué a la casa en la que pensé que yo iba a descansar, muchas preguntas inundaron mi mente y no pude dormir por más que lo intenté. Agotada, veo como los rayos débiles del sol, atraviesan la tela de las cortinas, mientras yo compruebo que no es un sueño lo que viví anoche.Miro a mi alrededor y veo mi vestido de novia que parece todo, menos un vestido de novia. Me levanto sabiendo que no voy a poder dormir y usando solo mis sabanas para cubrir mi desnudez, entro al baño que me negué a darme anoche. — Dios, ojalá el agua sea lo que necesito para despertar de esta pesadilla — pido en un hilo de voz, mientras el agua comienza a humedecer mi cuerpo, mientras se burla de mi ingenuo pensamiento de despertar de una realidad donde evidentemente, n
Estaba abrumada. Podía contar las frases que había dicho Helmut y confirmaba que no había hablado mucho, pero, lo poco que había dicho, me había dejado tan aturdida, que la noche había llegado y yo seguía en el suelo sin saber que hacer o decir.Estaba claro que había dicho que yo iba a morir, lo que no entendía es ¿Por qué iba a morir? ¿Acaso todas las noches se iba a transformar en una bestia que quiere matarme? Dios, ojalá no sea eso, porque dudo que pueda sobrevivir a algo así. — Lo mejor es que cierre la puerta con seguro, antes que venga a matarme — murmuro colocándole el seguro y sentándome en la cama sin saber que más hacer.Estaba en graves problemas y no sabía qué hacer para salir de esta trampa que va a acabar con mi vida. Porque si mi extraño esposo no lo hacía, la preocupación me mataría. No saber que hacer, iba a acabar conmigo.La puerta se abre y yo me levanto asustada y confundida porque pudieran abrirla sin problemas. La chica aparece con una sonrisa en señal de dis
Sabía que estaba cometiendo una locura y es que, ¿Cómo podía ser tan osada y atrevida con alguien que evidentemente no me agrada? Pero, aquí estaba la Aitana competitiva que no quería perder y si esta vez iba a hacerlo, debía ser en grande. Por lo que, decidida, lo besé con todas las ganas de reproducirme con su ayuda, aunque realmente no me agradará mucho la idea. Necesitaba doblegarlo y si debía usar las armas que la lujuria proporcionaba a las mujeres, lo haría. Helmut intenta apartarme y yo me pego a su cuerpo, como si fuera un oso polar aferrado a su árbol. Debía seducirlo y no me importaba que fuera básicamente la persona que más me desagradaba de la tierra.Fue solo cuando estaba quedándome sin aire, que me alejé del hombre con una mirada perdida. Por lo que, lentamente me alejé de él, esperando que dijera algo que me lastimara o alimentara mi deseo de que fuera el hombre que me habían hecho imaginar al momento de anunciar nuestro compromiso. — Estas loca — susurra con sus l
Es solo cuando recupero mi ritmo cardiaco normal, que recuerdo algo que él ha dicho y mi miedo hace que prácticamente hiperventile. Ha dicho helicóptero, ¿Por qué debemos irnos en helicóptero? ¿Acaso lo escogió porque sabe que me da miedo las alturas?Trago duro y camino por donde él desapareció, pero, antes de llegar al primer piso, escucho un helicóptero acercarse, causando que tema por mi vida. Sin embargo, avanzó deseando que él note mi miedo y quiera irse solo o en el mejor de los casos, me deje aquí.Estoy segura de que estaré mejor aquí, lejos de él que en ese castillo. Por lo que, me acerco al hombre del que debo aceptar, se ve más atractivo que en las fotos e ignorando el aura de peligro a su alrededor, llego a su lado. — ¿Qué pasa? — pregunta con frialdad, tomando la máscara que siempre usa para ser frio y grosero.‘Esto no es una buena señal’ murmuro mentalmente. — Yo… ¿puedo quedarme aquí?! — No — dice Helmut firme mirándome, para después mirar hacia el lugar donde ater