Nunca me había sentido tan no deseada como ahora. Aunque es comprensible que no me ame porque apenas nos hemos visto y que su padre haya muerto y este sensible, nada de eso justifica su maltrato.
— ¿Qué fue lo que le hice? ¿Lo he ofendido para que me trate así? — pregunto con dolor. — Debe estar confundido. No le de mucha importancia a lo que está haciendo. Seguramente él tiene una explicación para hacer esto — dice el mayordomo. Los gritos eufóricos hacen que mire hacia la fuente del ruido y mi mirada se encuentra con la suya. La música comienza a escucharse con fuerzas y todos saltan emocionados, mientras Helmut me observa como si le divirtiera mi estado. — Nada de sus excusas, puede justificar como está actuando — murmuro con dolor. — Señora… quizás él‘¿Seguirás usando ese ridículo vestido de novia cuando evidentemente no es necesario, esposa?’ pregunta Helmut usando la comunicación entre lobos para burlar de mí.‘Eres un malnacido’ digo y Helmut sonríe satisfecho.Lista para saltar el castillo con el fin de escapar de este maldito infierno en el que camine sonriendo, creyendo que comenzaría mi sueño feliz, cuando lo que se está viviendo es una pesadilla y eso que apenas llevo horas de casada. — Señora, no se vaya. No le de ese placer — dice el mayordomo y aunque no deseo complacerlo en ello, estoy demasiado molesta para pensar en ello. Más cuando me sonríe y después besa a una de las chicas mientras me observa divertido.Es claro que mi enojo, le divierte e incluso impulsa a besar a otra de las mujeres mientras hacemos contacto visual. Mostrándome que si me habían engañado con el esposo que me habían prometido y el que ahora me estaban dando. — Señora… — Ninguna explicación que quiera darme, si es que ve necesario explicarme esto, va a justificar lo que me está haciendo — susurro con molestia y dolor.Sintiéndome patética por estar vestida de novia, mientras él esta con ropa casual, besándose con varias mujeres, arranco mi velo y limpio con brusquedad mis mejillas, mientras desea poder volar y aterrizar en su cuerpo, para devorarlo de una mordida. En la azotea de los castillos, nos miramos sin sentir siquiera un poco de amor. Con una distancia larga entre nosotros y la brisa fría golpeándome el rostro, veo como él está en un ambiente alegre, mientras me observa con odio, cuando yo solo estoy en mi vestido de novia, sintiéndome patética y herida.‘Como desearía saltar lo suficientemente largo para caer frente a ti y hacerte pagar esto que me has hecho’ digo mentalmente y él sonríe.‘Oh, los humanos hablan de gatos voladores. Pero, nunca he visto una loba volando. Pero, hazlo, sería muy divertido ver una loba saltando o una loca mujer con un vestido de novia.’ Responde Helmut en tono burlón.Quisiera hacerlo y que mi mirada enojada sea lo último que viera en su patética vida. Pero, no soy ave, soy una tonta loba que creyó en las mentiras de un anciano que debe estar riéndose de mí en el infierno. — Señorita… — ¿Cómo puede ser tan desalmado con alguien que no le ha hecho daño? — pregunto molesta. Decidida a insultarlo, lo miro y le hablo. — ! ¡Te he ofendido para que me trates así! — — Me ofendiste cuando creíste que sería un esposo fiel y amoroso. No seas tonta y despierta. Esta es la realidad, pequeña y aprende a vivir con ella. Porque para tu desgracia, somos esposos. — responde Helmut sin algún tipo de perturbación. En realidad, parece que le divirtiera mi molestia. Incluso, pienso que sería capaz de reírse. Estoy segura de que sería capaz de hacer ello, por eso, me preparo para marcharme. — Vaya, que tonta he sido al pensaba que hoy sería mi día más feliz porque me casaría con quien amo. Con el hombre perfecto. — Murmuro decepcionada de cuan ciega fui al creer en una historia que solo se ven en los cuentos de hadas. — Tercer piso a la izquierda. Allí hay estantes enteros de libros con hombres perfectos. Busca a tu esposo allá. Porque si hablas de mí, esto es lo que soy y no voy a cambiar — dice besando a la chica sin importar lo que piense o lo mal que se puede ver haciendo eso cuando recién nos hemos casado. — Todo está arruinado. Esta no fue la realidad que me vendieron. Mi vestido hermoso es un desastre, mi rostro esta manchado como señal de la humillación que estoy viviendo, el esposo que me prometieron no existe y ni siquiera como compañero de la misma especie, le importo. — Susurro analizando mi realidad. — Señorita… no piense así. Estoy seguro de que el señor… — Soy nada para él, soy un estorbo, una molestia. Este no es el esposo que quiero y no lo voy a tener. Me niego a soportar una vida a su lado — susurro y de inmediato, me transformo en loba, para correr por donde vine y en la ventana más cercana al suelo, lanzarme sin importar cortarme.Es preferible eso a terminar con ese hombre atada a algo que no me gusta. Soy demasiado joven para vivir este infierno. No me he portado tan mal para vivir algo así. Por lo que, quedarme es innecesario.Corro ignorando por completo el mundo que dejo atrás. Deseando que allí quede, por lo que, avanzo rápido mientras las patas se hunden en el barro. Una imagen pasa por mi cabeza, de Helmut buscándome y siguiéndome el rastro por las pisadas.Pero, mi mente me da una bofetada al no relacionarse mi idea con la realidad que me ha mostrado mi ahora esposo. Por lo que, avanzó sabiendo que no me van a seguir y no van a hacer un drama porque renuncio en tiempo récord, al hombre que la luna envío para mí.A lo lejos escucho gritos y aullidos, pero, no me detengo. Quiero liberarme de unas cadenas que hasta ahora veo y por ello, desaparezco en el bosque sin importar que haya animales salvajes con más fuerzas o más grande que yo.Mi corazón late con fuerzas y gimoteo al saber que no tengo un lugar al que regresar o buscar refugio. Maldigo haber caído en un engaño y me aseguro de que no voy a volver, aunque me toque dormir en el bosque y comer como un animal silvestre. Porque incluso eso, es mejor que regresar a ser la esposa de un hombre que sin duda, no tiene corazón. Por lo que, avanzo incluso sin saber hacia dónde me dirijo. Después de todo, nada va a ser peor que vivir con ese hombre durante el resto de mi vida.Narrador omnipresenteHelmut sonríe al ver como la loba se marcha hacia el bosque y es en ese momento que aleja a las mujeres y ordena subir más a la música, para que Aitana escuche que celebran haberla humillado, aunque realmente le molesta la música fuerte. — Señor, ya entregué el mensaje. — Informa el lobo a su jefe, cuando recién llega. — Menos mal, porque me preocupaba que hubiera otra loca vestida de novia en ese castillo. — Dice Helmut en tono burlón, mientras toma una botella de vino. — ¿La ha visto? — pregunta el lobo con evidente preocupación y es allí cuando Helmut apaga la música, mientras ve como las mujeres que ha besado, comienzan a palidecer. — Se escapó al bosque — responde Helmut restándole importancia a algo que cualquier esposo lo haría enojar. — ¿Y la dejó irse? — pregunta el lobo beta claramente preocupado y sorprendido por ver como había terminado todo. — Ella es una beta, debe saber cómo defenderse. Oh, verdad, fue criada para ser un adorno de esposa. — D
Helmut se veía enojado. Como si le importara lo que hacia su esposa. Aunque realmente solo era una reacción a lo territorial y posesivos que son los lobos. — Eso no te importa. — Dice Aitana con frialdad. — Mira, Baitana, no me importa si mueres o no por mi culpa, pero, lo que, si me importa y molesta, es que seas tan osada de serme infiel en la primera noche de bodas. Así que, dime, ¿quién demonios estuvo tan cerca de ti como para dejar su asquerosa aroma?El enojo era evidente en Helmut y por primera vez en la noche, Aitana sonríe al ver a su esposo molesto y por algo que ella ha hecho.‘Por fin estas sintiendo malestar. Era hora de que no fuera la única que pasaba una mala noche’ se dice Aitana mentalmente. — Suéltame, estas lastimándome — dice Aitana con dificultad y eso hace que Helmut la empuje a ella, mientras retrocede con enojo. — ¿Quién se acercó a ti? — pregunta nuevamente al ver que ella no le responde a su pregunta. — ¿Eso te importa? — pregunta Aitana molesta y Helm
Helmut caminó hacia su castillo y cuando llegó confirmó lo que su maldición le recordaba una y otra vez que intentaba disfrutar de una mujer. Las chicas que había besado y que eran betas demasiado poderosas, habían muerto solo por darles placer al besarlas. — Señor, ¿Qué quiere que hagamos ahora? — pregunta uno de sus subordinados. — Envíalas a sus familias con bastante dinero y prohíbe que una sola mujer me sirva. No quiero más muertes innecesarias. — ordena Helmut y sus hombres asientes sabiendo que es lo único que pueden hacer por las lobas muertas. — ¿Qué hay de su esposa? — Déjala que se haga ama y señora de su castillo y el jardín, pero, por nada del mundo permitas que algo como lo de hoy vuelva a suceder. — Dice Helmut con frialdad.El recuerdo del olor en Aitana, hace que le de dolor de cabeza y con molestia, regaña su mente por pensar tanto en algo que no debería importarle.‘Si se enamora de alguien, es lo mejor. Así, si logra sobrevivir a mi maldición tendrá a alguien
No había forma de detenerlo y lo peor es que la víctima no sabía a lo que se iba a enfrentar y por ello, ni siquiera corría. Aunque si lo hiciera, eso no iba a salvarla. De eso pueden dar testimonio dos de sus difuntas esposas. — Corran todos, informen a las chicas que se lleven lo más lejos posible a la señora o no podrá sobrevivir hoy, sin que la señora se entere — dice uno de los hombres lobos más fuertes, mientras intenta seguirle el rastro a su jefe.Como lo había ordenado, aúllan en clave, para que solo las lobas parte de las fuerzas especiales de la manada entendieran. Después de todo, no querían perder el tiempo discutiendo con Aitana cuando la vida de las tres corría peligro.Por lo que, apenas Aitana llegó a ella, le dio un fuerte golpe en la nuca y transformándose Brenda en lobo, esperó que ambas se subieran para huir de allí lo más rápido que pudieran, antes que fuera demasiado tarde. — Corre lo más que puedas, si el jefe nos alcanza, nos matará sin dudarlo siquiera un p
Los pasos de los lobos se escuchan cada vez más cerca, mientras Helmut intenta detener lo que su cuerpo está haciendo por su cuenta. Aitana, observando el odio en su mirada, comienza a llorar y temblar. — Te aseguro que, si me dejas ir, no vuelvo a aparecer frente a ti. Solo por favor, no me vayas a hacer daño. Solo tengo diecinueve años. Tengo muchas cosas que quiero experimentar, muchas menos la muerte. >> Por favor, no me mates, fue un error creer que los cuentos de hadas se hacen realidad, pero, ya aprendí la lección, así que, por favor, perdona mi vida y déjame ir. — dice Aitana en medio del llanto.Tres de los lobos aparecen y se lanzan a Helmut, mientras intentan controlar la ferocidad de su jefe. De inmediato, Aitana corre al árbol más cercano y usando su experiencia escalando arboles muy rápidos, sube a la parte más alta y segura mientras los lobos intentan controlar a su jefe.Angustiada y con la lluvia dejándola sin poder ver muy lejos, implora que su ahora esposo desapar
Narra AitanaLa noche la sentí demasiado corta y no era para menos, en medio de la lluvia tuve que huir de la isla, porque mi esposo quería matarme. Por lo que, ni en el auto, ni en el yate que usaron para sacarme de la isla, pude dormir. Cuando llegué a la casa en la que pensé que yo iba a descansar, muchas preguntas inundaron mi mente y no pude dormir por más que lo intenté. Agotada, veo como los rayos débiles del sol, atraviesan la tela de las cortinas, mientras yo compruebo que no es un sueño lo que viví anoche.Miro a mi alrededor y veo mi vestido de novia que parece todo, menos un vestido de novia. Me levanto sabiendo que no voy a poder dormir y usando solo mis sabanas para cubrir mi desnudez, entro al baño que me negué a darme anoche. — Dios, ojalá el agua sea lo que necesito para despertar de esta pesadilla — pido en un hilo de voz, mientras el agua comienza a humedecer mi cuerpo, mientras se burla de mi ingenuo pensamiento de despertar de una realidad donde evidentemente, n
Estaba abrumada. Podía contar las frases que había dicho Helmut y confirmaba que no había hablado mucho, pero, lo poco que había dicho, me había dejado tan aturdida, que la noche había llegado y yo seguía en el suelo sin saber que hacer o decir.Estaba claro que había dicho que yo iba a morir, lo que no entendía es ¿Por qué iba a morir? ¿Acaso todas las noches se iba a transformar en una bestia que quiere matarme? Dios, ojalá no sea eso, porque dudo que pueda sobrevivir a algo así. — Lo mejor es que cierre la puerta con seguro, antes que venga a matarme — murmuro colocándole el seguro y sentándome en la cama sin saber que más hacer.Estaba en graves problemas y no sabía qué hacer para salir de esta trampa que va a acabar con mi vida. Porque si mi extraño esposo no lo hacía, la preocupación me mataría. No saber que hacer, iba a acabar conmigo.La puerta se abre y yo me levanto asustada y confundida porque pudieran abrirla sin problemas. La chica aparece con una sonrisa en señal de dis
Sabía que estaba cometiendo una locura y es que, ¿Cómo podía ser tan osada y atrevida con alguien que evidentemente no me agrada? Pero, aquí estaba la Aitana competitiva que no quería perder y si esta vez iba a hacerlo, debía ser en grande. Por lo que, decidida, lo besé con todas las ganas de reproducirme con su ayuda, aunque realmente no me agradará mucho la idea. Necesitaba doblegarlo y si debía usar las armas que la lujuria proporcionaba a las mujeres, lo haría. Helmut intenta apartarme y yo me pego a su cuerpo, como si fuera un oso polar aferrado a su árbol. Debía seducirlo y no me importaba que fuera básicamente la persona que más me desagradaba de la tierra.Fue solo cuando estaba quedándome sin aire, que me alejé del hombre con una mirada perdida. Por lo que, lentamente me alejé de él, esperando que dijera algo que me lastimara o alimentara mi deseo de que fuera el hombre que me habían hecho imaginar al momento de anunciar nuestro compromiso. — Estas loca — susurra con sus l