40
El restaurante privado que Isabella había elegido para la reunión era tan exclusivo que incluso las sombras parecían caras. Todo estaba decorado en tonos dorados y crema, con una iluminación suave que brindaba un aire de intimidad calculada.

Débora entró con la seguridad de alguien que sabe que pertenece a un lugar como ese. Su vestido con colores burdeos se aferraba a su cuerpo en los lugares exactos, y sus tacones resonaban con confianza sobre la cerámica negra. Se detuvo frente a la mesa donde Isabella ya la esperaba con una copa de vino en la mano.

—Me sorprende que quisieras verme de nuevo, Isabella. —Débora se sentó, cruzando las piernas con elegancia felina.

La matriarca sonrió de lado, tomando un sorbo de su vino antes de responder.

—Débora, querida, cuando se trata de negocios y familia, siempre hay espacio para la reconsideración.

Débora arqueó una ceja.

—¿Negocios y familia? No creí que quedara algo de qué hablar en ese sentido. Acordamos un matrimonio con Nikolai.

Isabella
Glenmarts

¡Gracias por leer!

| 7
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP