Llegamos al hospital solos, tras mucho insistirle a los demás que se quedaran en el almuerzo, porque bastante mal me siento con haberles arruinado la comida, para tener también que arrastrarlos a la sala de emergencias.
–Solo será alguna prueba de sangre y un medicamento por una intravenosa, mamá. No hace falta que vayas conmigo y que te pierdas tu fiesta de aniversario. Tan pronto me sienta mejor, volveremos – le dije antes de salir, dejándola medianamente conforme. Derek y yo entramos de la mano a la sala de urgencias y vamos al mostrador donde se encuentra la enfermera de turno. –Buenas tardes, ella es mi novia Ámbar y no se siente muy bien, tiene mareos y muchas náuseas, quisiera ver a un doctor – Derek toma el control y eso me gusta. –Claro que sí. Necesitaré que llene unos formularios, señor. Usted pase a la camilla seis, un médico le verá en seguida – dice mirándome a mí. Le entrego mi bolso con mEn noviembre habrá una segunda parte. Sígueme en mis redes sociales para conocer más de esta historia.
El sol de la mañana entra por la ventana, el nuevo día ha comenzado y me levanto antes de que suene la alarma. Hoy es un gran día para mí, estoy muy emocionada además de nerviosa, puesto que hoy voy a ser entrevistada para trabajar en la universidad de Oxford para ser maestra de literatura. Esto es algo por lo que he luchado toda mi vida. A pesar de tener veintisiete años, tengo todo lo requerido para el puesto, ya que, durante mi vida laboral, he logrado alcanzar la experiencia para poder aplicar a este trabajo.Mi compañera de piso, Sandra, está en la sala haciendo aeróbicos con un programa de televisión y me saluda con voz jadeante:–He preparado café – dice sin aliento.Le agradezco y voy a la cocina por una taza para recargar energías. Regreso a mi habitación para prepararme. Anoche me encargué de todos los detalles. En mi escritori
El señor Williams carraspea un par de veces como para recuperarse de su distracción y yo me ruborizo porque la mera idea de considerar que él me estuviera viendo interesado me causa desconcierto e interés a la vez.- Enfócate, Ámbar. Estás aquí por el empleo – me reprendo a mí misma mentalmente.- Bien, señorita Shein. Le tengo algunas preguntas que debo hacerle por protocolos de la universidad. ¿Le parece bien? – tiene la mirada en un formulario.-Adelante, por favor – le respondo.- ¿Con cuáles tres características se definiría a sí misma?- Pues soy responsable, sincera y servicial.- ¿Cuáles considera usted que son sus debilidades?- Hmmm – pienso antes de responder – creo que sería la misma sinceridad y la rectitud, a veces puedo excederme un poco con las exigencias.- ¿Ah sí? ¿Cómo es eso? – dice y parece estar muy interesado de repente.- Le exijo a mis estudiantes tod
Estamos a mediados de agosto así que todavía el calor del verano es palpable aquí en Boston. La temperatura está en treinta grados y hace un día soleado. Luego de la entrevista siento que el sol brilla aún más y que el cielo es más azul que de costumbre. Eso es la alegría de haber sido contratada. Tras haber desayunado en McDonald, regreso a mi apartamento para cambiarme el traje y los tacones y seguir con mis cosas, aunque no tengo muchos pendientes dado a que estamos en vacaciones y no tengo que ir al colegio.Al llegar a casa, Sandra no está en el edificio, está trabajando en el centro odontológico que ella emprendió, hace dos años. Yo voy a mi habitación, me cambio la ropa por algo mucho más cómodo y decido ponerme a limpiar mi habitación un poco con la aspiradora. Luego de aspirar, lavo algunos platos sucios en el fregadero y saco la basura. Eso es lo bueno de vivir con Sandra, que ella siempre mantiene la limpieza lo que hace que la convivencia sea mucho más lleva
Me despierto desorientada porque he tomado un siesta y no estoy segura de qué hora es. Mi habitación está a oscuras, pero alcanzo mi celular y veo que son casi las ocho de la noche. Salgo de mi habitación y me dirijo a la cocina para buscar algo de comer. Sandra ha caído dormida en el sofá y la despierto porque debemos prepararnos si vamos a salir.Caliento la pasta que me ha dado mi madre para las dos y comemos mientras vemos algo en la tele. Para nosotras, las diez de la noche es la hora perfecta para salir, sobretodo para mí, que estoy libre todos estos días, hasta que se reinicie el año escolar. Terminamos de comer y nos vamos a nuestras respectivas habitaciones a prepararnos. Tomo una ducha rápida y decido ponerme algo cómodo, porque la noche es húmeda y hace bastante calor. Opto por un vestido corto color turquesa de algodón, junto a unas zapatillas color crema de plataforma. Mi pelo se ha secado al natural luego de haberlo mojado en la piscina y me limito a
Es jueves y es la una en punto. Debo estar en la universidad a las tres, por lo que decido prepararme. Después de la salida nocturna de ayer, me he quedado en casa, disfrutando de la libertad de estar en vacaciones. He leído un par de libros. He hecho un poco de ejercicio en la bicicleta de Sandra, he hecho los quehaceres y también he visto un par de películas en la tele.Sandra se ha ido a trabajar antes de las nueve como cada mañana, por lo que no regresará hasta las cinco. Así que me preparo algo de comer. Decido hacer pechuga de pollo salteada con vegetales, porque es rápido y ligero. No quisiera demorarme mucho en la cocina. Una vez he comido y lavado los platos, voy al baño a toda prisa, porque estoy ansiosa por llegar a la reunión. Hablarán de dinero y sé que el pago es muy distinto a los cinco mil dolares que me pagan en Buenaventura.Tomo una ducha y como ayer me lavé el pelo, me evito ese paso el día de hoy. En vista de que la reunión de hoy será c
Le abro la puerta de mi oficina a la señorita Shein y me tomo un instante para contemplar su trasero. La primera vez que la vi, supe inmediatamente que me gustaba. Esos labios color rosa, junto a sus ojos tan llamativos y esa piel color avena, me consiguieron una erección tan pronto entró a mi oficina. A eso, hay que sumarle el hecho de que constantemente se toca el cuello, cosa que me encanta, como si fuera una invitación a besarlo.El día de hoy, en lugar de su traje aburrido de maestra recatada, se ha presentado con un atuendo mucho más jovial: trae unos vaqueros negros que dejan ver un trasero de manzana que me muero por tocar. A parte una blusa rosa que delatan un buen par de pechos, firmes y turgentes. Junto a la puerta, aguardo a que ella salga de la oficina y cuando pasa junto a mí, su aroma es como el de fresas dulces. Todo en ella es apetecible, pero no estoy seguro si deba dejarle claro mis intenciones porque será mi subalterna. Aunque no me he contenid
Conduzco en mi auto de regreso a casa con la mente vuelta un caos. Por un lado me siento súper emocionada de que las clases inicien, sobretodo después de haber visto las instalaciones que voy a utilizar. A diferencia de los salones que utilizo en el colegio Buenaventura, las aulas del campus son totalmente diferentes, a otro nivel. A parte de la emoción que siento por estar en esos salones tan modernos e inmensos enseñando a chicos muchos más grandes de los que estoy acostumbrada, me siento desconcertada con la actitud del señor Williams. Me sorprendió su partida abrupta en mitad del recorrido y mucho más, haberlo visto en el estacionamiento como el que quiere huir. Supongo que lo habrá llamado su esposa o recordó algún pendiente que tenía. Dudo mucho que un hombre como él no esté casado. Así que lo mejor que puedo hacer, es dejar de hacerme ilusiones con él y resignarme a verlo como mi superior.Llego a casa a eso de las seis porque he conduc
Me apresuro a abrir el correo, emocionada por lo que podría haberme dicho el decano y nerviosa ante la idea de que me haya ofrecido otra salida solo para quedar bien conmigo y que ahora quede yo como una ofrecida.Sin más preámbulos, abro el correo y leo lo que dice:“Señorita Shein.Qué reconfortante es saber que estará dispuesta a mis solicitudes. Espero con ansias el jueves para volver a verla y compartir con usted una vez más.Con relación al recorrido, yo estoy libre el sábado por la tarde, a eso de las cuatro y tengo en mente un lugar que creo que le encantará. Así que confírmeme usted la disponibilidad de su agenda”.Yo leo el correo una y otra vez, pensando que quizás son cosas mías, pero que parece haber más de una insinuación en sus palabras. De no ser así, no me habría invitado a salir al sábado. La idea de verme a solas con él me produce una emoción descomunal, así que no lo pienso más y le respondo de inmediato.