Reinas, este es el final de la historia. Espero que la hayan disfrutado y si es así, déjenme sus comentarios, ya que me ayuda a crecer en la app. Gracias por llegar hasta aquí.
CAPÍTULO 1: DESTERRADAEl fuego crepitaba con fuerza mientras Akira limpiaba insistentemente una de las mantas de algún lobo superior de la manada. Las manos ya no las sentía, el agua helada le quemaba la piel y la enrojecía, pero ella no se detuvo por nada hasta dejarla impecable.Estaba a punto de terminar el trabajo cuando Ryna se acercó a ella y le empujó la cesta con la ropa húmeda hacia el lodazal seguido de una carcajada.—Te faltó ahí, esclava —espetó con desdén.Akira no respondió, de todos modos no podía hacerlo. Se aguantó las ganas de llorar y recogió la tela llena de tierra para volver a lavarla. Hacía dos meses que las lobas la estaban molestando, desde que su hermana se fue al palacio del Rey Alfa, supuestamente para cumplir con un deber superior. Pero ella todavía lloraba en las noches al recordar el cuerpo de su hermana sin vida, lleno de heridas que, le habían dicho, fueron por un accidente, sin embargo Akira estaba segura de que eso no era verdad.Después de que ter
CAPÍTULO 2: CAUTIVAAkira tembló ante su presencia, imponente, dominante y oscura. Aquel lobo era el hombre más grande que ella había visto. Tenía el pecho descubierto así que podía ver perfectamente sus abdominales marcados y bronceados, Su rostro estaba cubierto por una gruesa barba, llevaba el cabello atado en una coleta y sus ojos rojos eran como la misma sangre.Podía olfatear el aroma a muerto fresco de los cinco cazadores. Akira pensó que ese lobo debía ser un Alfa formidable.—¡Responde! ¿Quién eres? ¿Acaso eres tonta o no detectaste la trampa a kilómetros? —cuestiona.Enseguida se dio cuenta de que estaba en un aprieto, pues no había forma de que le respondiese, la desterraron sin su cuaderno y ahí no había nada con lo que pudiese escribir.Sus ojos se llenaron de pánico, negó con la cabeza y le hizo señas para que entendiese que no podía hablar, pero ese Alfa no le entendió.—¿Te crees muy lista, eh? Si eres una espía de los humanos, te llevaré conmigo hasta que hables.Akir
CAPÍTULO 3: LA SEXTA CONCUBINAEl miedo de Akira no hacía más que crecer con cada minuto. La sacaron de la celda y la guiaron a una habitación cálida y bien iluminada, una extraña comodidad que no se podía comparar con la fría celda donde había estado antes. El suelo de piedra estaba cubierto con alfombras suaves, y en el centro de la habitación había una gran tina llena de agua tibia.Tres mujeres vestidas con largos vestidos blancos la esperaban, y con una mezcla de curiosidad y nerviosismo, la empujaron suavemente hacia la tina.No pudo evitar sentir una punzada de vergüenza mientras se desnudaba. En su manada, nunca había tenido acceso a lujos como este. Sus baños se limitaban a sumergirse en el río helado, donde el frío que entumecía sus huesos era la única opción. La vida como Omega había sido dura, en especial después de que su hermana se fue de la manada. Al sumergirse en el agua cálida, sintió una oleada de alivio que casi le hizo llorar. El agua acariciaba su piel, llevándos
CAPÍTULO 4: NUEVOS ENEMIGOSThane se paseaba por su cámara privada, sintiendo una extraña inquietud que no lograba sacudir. La imagen de Akira, la loba indefensa y muda, seguía rondando en su mente. Había algo en ella que lo intrigaba profundamente, algo que no podía ignorar. Sabía que designarla como concubina generaría controversia en la manada. Después de todo, Akira era una esclava Omega, y aunque las concubinas fuesen solo sus amantes, ninguna tenía un estatus menor al de Beta. Sin embargo, no podía dejar que eso influyera en su decisión. Su lobo interior rugía con emoción desde que la vio; su belleza rara y exótica era demasiado tentadora para dejarla escapar. Thane sentía que Akira debía ser suya, sin importar las consecuencias.Justo cuando pensaba en ir a buscarla esa misma noche, la puerta de su cámara se abrió de golpe. Su esposa principal, Seraphine, entró con el rostro desencajado. Había escuchado los rumores que corrían por el palacio sobre una nueva concubina.—¿Cómo te
CAPÍTULO 5: ENTREGADA A ÉLEsa noche era especial. Había una luna roja en el cielo, una luna de sangre. Ella no lo sabía, pero las lunas rojas aumentaban el deseo y las feromonas que emitía su cuerpo. Por mucho que Thane se resistió, no podía ignorar el llamado que su lobo le suplicaba. Ella era mucho más que una hermosa loba, ella podía ser su pareja destinada, aunque él no estaba seguro de eso. Aun así, no fue capaz de resistirse. Se dijo a sí mismo que se aseguraría de no marcarla, pues sería un sacrilegio aceptar a una Mate como ella, pero todavía podía disfrutar del plac3r que sus instintos salvajes le suplicaban.Llevó a la chica de la mano, no quería ser demasiado romántico con ella, pero una parte suya le impedía ser tan frío como con las otras.Por otro lado, Akira sintió que no podía respirar, su corazón se aceleró a un ritmo insospechado y él se dio cuenta, pero aquello le pareció más excitant3. Empujó a Akira contra la cama y de pronto dejó salir sus garras afiladas y sus
CAPÍTULO 6: HUMILLADAAkira regresó al harem con el cuerpo tenso y la cabeza baja, esperando lo inevitable. Sentía las miradas cargadas de odio clavándose en su piel desde el momento en que cruzó la puerta. El aire estaba denso, impregnado de desprecio, y lo que más le dolía era que no podía evitarlo. Desde que había llegado como prisionera al palacio, su vida se había convertido en una constante prueba de resistencia.Las concubinas la observaban con burla y repugnancia. Lana, una de las mujeres más crueles del grupo, la miró de arriba abajo con una sonrisa maliciosa en el rostro. Sus ojos brillaban con malicia mientras se acercaba a Akira, olfateando el aire a su alrededor de una manera que hizo que la sangre de Akira se helara.—Todavía puedo oler al príncipe Alfa en ti —dijo Lana, su voz cargada de veneno—. Parece que no te bañaron bien, Omega. Qué vergüenza.Akira sintió su garganta tensarse, pero no dijo nada. No podía, aunque quisiera. Su lengua siempre la traicionaba, atrapada
CAPÍTULO 7: ADAPTACIÓNAkira se dejó guiar por la loba de blanco, su cuerpo temblaba ligeramente mientras las lágrimas caían por sus mejillas. No se resistió cuando la mujer la llevó de vuelta a la habitación privada donde una gran tina llena de agua tibia esperaba por ella. El vapor ascendía en suaves espirales, llenando el aire con un aroma limpio que contrastaba con el olor acre que impregnaba su piel y su cabello. Akira seguía llorando, pero su rostro ya no mostraba emoción alguna, como si el sufrimiento y la humillación la hubieran despojado de toda fuerza.La mucama, cuya presencia era tranquila y amable, le quitó cuidadosamente la ropa sucia y mugrienta, desechándola sin una palabra. Cada prenda que caía al suelo parecía un peso que se liberaba de los hombros de Akira, aunque el dolor de lo vivido seguía oprimiendo su pecho como un yugo invisible. La mujer no hablaba demasiado, solo lo necesario para guiarla con suavidad hacia la tina, donde la ayudó a sumergirse en el agua cal
CAPÍTULO 8: NO PONGAS TUS OJOS EN ELLAEl sol apenas había comenzado a descender en el horizonte cuando el consejo convocó a Thane. Su semblante, normalmente imperturbable, reflejaba una leve inquietud mientras se dirigía hacia el gran salón. Sabía lo que significaba esa convocatoria. Su padre había regresado.El Viejo Alfa, como lo llamaban, no era un simple lobo. A pesar de su avanzada edad, su apariencia seguía siendo la de un hombre en la plenitud de su vida. Su piel permanecía tersa y sus músculos firmes, como si los años apenas hubieran rozado su cuerpo. Muchos lo consideraban elegido por la diosa luna, bendecido con la juventud y la fuerza eternas. Para otros, era un misterio oscuro y peligroso, pero nadie se atrevía a cuestionar sus poderes.Cuando Thane llegó al salón del consejo, lo recibió un silencio solemne. Los miembros del consejo, ancianos de las manadas más poderosas, lo observaron con expectación. En el centro de la sala, su padre, el Viejo Alfa, estaba sentado en su