CAPÍTULO 8: NO PONGAS TUS OJOS EN ELLAEl sol apenas había comenzado a descender en el horizonte cuando el consejo convocó a Thane. Su semblante, normalmente imperturbable, reflejaba una leve inquietud mientras se dirigía hacia el gran salón. Sabía lo que significaba esa convocatoria. Su padre había regresado.El Viejo Alfa, como lo llamaban, no era un simple lobo. A pesar de su avanzada edad, su apariencia seguía siendo la de un hombre en la plenitud de su vida. Su piel permanecía tersa y sus músculos firmes, como si los años apenas hubieran rozado su cuerpo. Muchos lo consideraban elegido por la diosa luna, bendecido con la juventud y la fuerza eternas. Para otros, era un misterio oscuro y peligroso, pero nadie se atrevía a cuestionar sus poderes.Cuando Thane llegó al salón del consejo, lo recibió un silencio solemne. Los miembros del consejo, ancianos de las manadas más poderosas, lo observaron con expectación. En el centro de la sala, su padre, el Viejo Alfa, estaba sentado en su
CAPÍTULO 9: EXPLORACIÓN FRUSTRADAAkira se había escabullido con una agilidad silenciosa que había perfeccionado a lo largo de su vida en la manada "Luna de Sangre". Después de que la mucama de blanco la hubiera limpiado, asegurándose de que no quedara rastro alguno de la humillación sufrida en el harem, Akira había esperado el momento oportuno para deslizarse fuera de la seguridad de la habitación. No podía quedarse quieta, no mientras seguía ardiendo en su mente la duda que la había atormentado desde la muerte de su hermana.El palacio estaba en calma, el crepúsculo envolvía las paredes de piedra en sombras profundas y largas. La tenue luz que se filtraba a través de las ventanas de los pasillos hacía que todo pareciera más grande y amenazante, pero Akira no se detuvo. Cada paso era calculado, sus pies descalzos hacían el mínimo ruido posible mientras avanzaba. No había un plan fijo en su mente, pero recordaba vagamente los lugares a los que habían asignado a su hermana antes de mor
CAPÍTULO 10: TODAS LAS NOCHESElla lo miró por un instante antes de asentir. Thane se dio la vuelta y desapareció rápidamente por el pasillo. Akira respiró hondo y entró al harem, pero sus pensamientos estaban lejos de calmarse. Por más que él intentara mantenerla a salvo —o más bien, alejada de su padre—, Akira no podía ignorar la verdad que cada vez se hacía más evidente: el palacio estaba lleno de secretos, y uno de ellos había costado la vida de su hermana.Aquella noche, en la soledad de su cama, mientras las otras concubinas murmuraban entre ellas, Akira trazaba mentalmente su próximo movimiento. Podría haber estado bajo la vigilancia de Thane, pero eso no significaba que se rendiría tan fácilmente.*La luna menguante colgaba en lo alto del cielo, proyectando su débil luz sobre los pasillos de piedra del castillo. Thane salía de su habitación con el ceño fruncido, inmerso en sus propios pensamientos. No había podido sacarse de la cabeza a Akira desde la última vez que estuvo co
CAPÍTULO 11: EL PRECIO POR SER SUYAThane había pasado varias noches seguidas junto a Akira, disfrutando de su compañía más de lo que quería admitir. Aunque nunca había sido de los que buscaban apegarse a alguien, había algo en ella que lo mantenía atado. Ella no hablaba, pero eso no parecía importar. Sus silencios eran tranquilos, incluso reconfortantes, y había aprendido a entenderla más allá de las palabras.Esa noche, antes de partir hacia una cacería de tres días, Thane la observó mientras dormía, sus ojos recorrieron su delicado rostro. Había una suavidad en sus facciones que contrastaba con la dureza de la vida que había llevado. Era su pequeña omega, un ser frágil pero resistente, que había soportado más de lo que cualquier otro lobo podría haber soportado.Antes de marcharse, la despertó suavemente, acariciando su cabello oscuro.—Tengo que irme por unos días —le dijo con la voz baja y controlada—. Mantente lejos de todos. No hables con nadie. Y no quiero que nadie te vea.Ak
CAPÍTULO 12: ATAQUEAkira permaneció inmóvil mientras Seraphine se acercaba, su amenaza colgaba en el aire como una nube oscura. El corazón de Akira latía con fuerza, pero no por miedo, sino por la rabia que había estado acumulando durante tanto tiempo. Ya no era la omega débil y asustada que todos creían. Aunque sus instintos le gritaban que bajara la cabeza y aceptara el castigo, algo más fuerte dentro de ella se negaba a ceder.—Dije que lo vas a pagar caro —repitió Seraphine con desdén mientras sus garras emergían con un brillo metálico bajo la luz tenue.Akira no apartó la mirada, aunque la tensión en su cuerpo era evidente. No quería pelear, pero tampoco iba a dejarse intimidar. Mientras Seraphine avanzaba hacia ella, Akira preparó su mente para lo que vendría, apretó los puños en un intento de bloquear el dolor que sabía que llegaría.La primera garra de Seraphine pasó rozando su mejilla, lo suficientemente cerca como para sentir el aire que desplazaba. Sin embargo, Akira no se
CAPÍTULO 13: NO SOY NORMALAkira suspiró. No podía ocultar la verdad por más tiempo. Con las manos temblorosas, tomó la pizarra que la sirvienta le ofreció y escribió con esfuerzo:"No me curo como los lobos comunes."Galicia, la sirvienta, frunció el ceño mientras observaba la herida con atención, claramente desconcertada.—Eso no tiene sentido —dijo en voz baja, casi para sí misma—. Tal vez usaron algo para bloquear tu regeneración, un veneno... Las concubinas son capaces de cualquier cosa para mantener el control.Akira negó con la cabeza y volvió a escribir, apretando el lápiz con fuerza mientras las palabras se formaban en la pizarra."No es eso. Nunca he podido curarme como los demás. Mi cuerpo es como el de un humano débil."Galicia la miró con sorpresa y luego con compasión al ver las lágrimas asomando en los ojos de Akira. La omega bajó la mirada, sintiendo una profunda vergüenza por su incapacidad de sanar como el resto de su especie. Había pasado toda su vida ocultando esa
CAPÍTULO 14: NO LE MIENTAS A TU ALFAThane regresó de la cacería al caer la tarde, su energía era vibrante y su humor estaba elevado por el éxtasis de haberse alimentado. La naturaleza salvaje de su instinto Alfa estaba satisfecha, pero otra clase de hambre crecía dentro de él mientras cruzaba los pasillos del palacio con pasos largos y decididos. Su mente solo tenía un destino en ese momento: Akira. El ansia de estar con ella lo consumía como una necesidad primitiva que no podía ignorar.Sin molestarse en avisar a nadie, Thane se dirigió directamente a la habitación de Akira. Al abrir la puerta, la encontró sentada junto a la ventana, su figura frágil estaba iluminada por los últimos rayos del sol. La sonrisa que le dedicó al verlo era tímida, pero él la sentía tan genuina como siempre.—Akira —susurró mientras caminaba hacia ella, su voz ronca de deseo—. Te he necesitado tanto...Ella le respondió con una mirada suave, y su mano temblorosa levantó la pizarra para escribir algo, pero
CAPÍTULO 15: ¿QUIÉN FUE?Los lobos del palacio habían preparado la cena a una velocidad vertiginosa. Las cinco concubinas y la princesa entraron en el salón que estaba tenuemente iluminado por las lámparas. La mesa estaba decorada con platos finos y manjares deliciosos, pero a pesar de la belleza y la opulencia del entorno, el aire estaba cargado de una tensión casi dolorosa. Las mujeres se miraban entre sí, e intercambiaron miradas de incertidumbre. Sabían que algo no estaba bien, aunque ninguna se atrevía a expresar sus dudas en voz alta.Thane, se sentó en la cabecera de la mesa mientras que Akira permanecía a su lado derecho. El lugar que se supone estaba reservado para la princesa. Observaba a las lobas con una mirada penetrante, casi calculadora. Su actitud tranquila y controlada no parecía contrastar con la euforia que había mostrado al regresar de la cacería. Parecía estar disfrutando del silencio, como un cazador que sabe que sus presas están atrapadas sin posibilidad de esca